Primera impresión *libre*

Un involuntario gruñido escapa de entre mis labios al notar la presión en cierta zona de mi anatomía.
-Deberías dejar de hacer eso, sino quieres que te lo haga quí mismo. Con espectadores incluidos.-digo, haciendo un gesto de cabeza hacia uno de los lados. Hacia rato que nos miraban y, ciertamente, a mi ni fu ni fa, pero...teniendo en cuenta que las cosas comenzaban a tornarse más...intimas, no era cuestión de montarselo en publico. Aunque, si al pequeño no le importaba, a el menos.

Ni me habia fijado que habia gente todavia mirandonos, mire a los lados, y los mire mal, para que fueran a ver otras cosas. Lo mire de nuevo a el, algo apenado.
- Lo siento, ni lo pense si quiera...-
Le di un beso rapido y lo mire desde muy cerca.
- Um... ¿vamos a otro lado entonces? -

Usando mi autocontrol, me aguanto la carcajada que se me iba a escapar al ver las miradas que les lanzaba a los mirones. Mientras yo me limitaba a saludar disimuladamentes con la mano mientras sonreía de lado. Oh, como adoraba ver las distintas expresiones de la gente ante la situacion.
-A mi no me habría importado.-repongo, mostrando una ligera expresión de fingida decepcion.-Ya te dije que ahora te toca a ti elegir a donde vamos. Soy todo tuyo.-colocando los brazos tras la nuca mirandole fijamente.

- N-No quiero hacerlo asi... no mi primera vez....-
Sabia que estaba tremandamente sonrojado, pero todo era por el sensei, asi que no importaba. El comenzaba a significar mas y mas a cada segundo que pasaba.
- Q-Quizás... al hotel.... a mi cuarto... o al tuyo...-

Intentando no cargarmelo al hombro y echar a correr como un descosido hacia mi habitacion, me incorporo lentamente, dejando a Ryo sentado en mi regazo, dirigiendo mis manos a su rostro y colocando mi cara muy cerca de la suya.
-¿Estás seguro?-pregunto, con expresión seria.-No quiero que te sientas obligado. Puede esperar.

Lo mire sonrojado, ¿a caso no deseaba tomarme?
- Claro que quiero... ¿tu no...?-
Tome su mano, y la deje caer como si nada a mi entrepierna medio despierta.

Ante la pregunta, y el hecho de tener la mano en cierta zona bastante tentadora, no puedo evitar chistar ligeramente, al tiempo que un montón de cosas empiezan a pasar por mi cabeza. Con la otra mano lo tomo nuevamente por la cadera y lo pego más a mi, para que note que no es el unico con cierto problema entre las piernas.
-Es solo que no quiero que luego te arrepientas por ir tan rapido.

Parecia, que si yo no se lo decia, no lo iba a saber.
- Tonto... tu me gustas desde que te conoci... llevo tiempo deseandote...-
Senti su ligera dureza, y sonrei algo pervertido y dandole un pequeño beso.

Eso me había pillado infraganti aunque no lo demostrase. ¿Igual que el? Al principio no sabía exactamente que sentimiento le producía y tardo un poco en averiguarlo, pero era lo mismo. Me quede quieto un momento, mirandole fijamente, respondiendo al pequeño beso y, tras unos segundos más, sonreir de lado.
-Entonces, ¿a que esperamos?-digo, cogiendolo de las caderas y alzandolo un poco quitarlo de encima mía y así poderme levantar.

Los dos nos levantamos, intentando de relajarme, y olvidar temporalmente el problema de mi entrepierna.
- Entonces... ¿a tu cuarto o al mio? -
Pregunte sonrojado, tomandole de la mano y entrelazando nuestros dedos.

Respondí al agradable contacto, afianzando más mis dedos entre los suyos,pensativo. Cabilando todos los pros y contras.
-En el tuyo.-digo, finalmente, para seguidamente acercarme a su oido y susurrarle con picardía.-Ahora no debe haber nadie. Y luego, a la noche, te vienes al mío, ¿de acuerdo?

Al escucharle, senti algo de calor en mi entrepierna, sabiendo a lo que se referia.
- Está bien... ¿sabes cual es el mio? Mejor ir por separado ¿no? -
No queria que nadiera viera que ibamos juntos, y nada menos que a mi cuarto, con evidentes signos de romanticismo entre nosotros.

Asentí a ambas cosas, mientras comenzaba a andar hacia el paseo de nuevo para ir hasta el hotel.
-Supongo que ahora la gente estará repartida por la zona, disfrutando del día, asique estoy casi seguro de que no habrá nadie en el hotel, pero por si acaso, es mejor que lo hagamos así.

Me pare delante de el, y lo mire.
- No quiero que nos descubran... no quiero que esto acabe.-
Le tome del cuello con mi mano libre y lo bese.

Respondí al beso con gusto, colocando la otra mano en su mejilla, en una sutil caricia. Cuando el beso terminó, me quedé mirandole fijamente.
-No te preocupes, eso no pasará. No te dejaré escapar de mi tan facilmente.-sonrisa maliciosa.

Sonrei de medio lado, contento.
- Tengo que tener mas cuidado yo... sino te me robaran.-
Le guiño el ojo y le lanzo un beso con mi mano.

Tomo la mano con la que me lanza el beso y, sin apartar la mirada de sus ojos, deposito un beso en ella y, seguidamente, morder suavemente.
-Entonces...tendrás que atarme a ti, ¿no crees?-con tono juguetón.

Lo miro sonrojado y le di un beso a su mano.
- Te atare... muy fuerte... -
Me acerco a su oido y le susurro.
- Dentro de mi...-
Suelto su mano, y me alejo.
- ¡Te espero en mi cuarto~!-

No le respondí nada, y me limité a ver como se alejaba, para, poco después, hacerlo yo también.