Primera impresión *libre*

Me senti estremecer al escucharle susurrarme en la oreja, me sentia a morir de lo bien que se sentia que el me hiciera eso. Me quede quieto, esperando lo que se aproximaba, al poco note sus labios en mi cuello, y sintiendo que succionaba, aquello probablemente dejaria una marca. La primera marca que hacia en mi. Entonces fui hasta su cuello nuevamente, e hice lo mismo, pero tambien dejando un leve mordisco, dejando la marca de mis dientes alli, como diciendo "esta ocupado por un amante lujurioso".

Solté un gruñido por lo bajo ante la succión y el posterior mordisco. Al parecer no era el unico que quería marcar lo suyo.
-Ahora no podré decir que fue un mosquito.-vuelvo a susurrarle a lo oido, divertido.

- No quiero que digas que fue un mosquito, porque lo hice yo.-
Sabia que aquello podia sonar bastante dominante, pero no me importaba, por fin tenia al sensei conmigo. Aunque esto pueda ser algo malo para la vista de los demas, para mi era mi felicidad.

Ante tal afirmación le di un suave golpecito en el cabeza.
-Por mi perfecto, pero no creo que sea lo mejor. Somo profesor y alumno. Te pueden expulsar.

- Ya lo se, pero minimamente, que sepan que tienes a alguien... no quiero que te toquen otros.-
Tenia que saber que soy tremendamente celoso, aunque nadie sepa que soy yo el que le hizo aquella marca.

-Dicho así suena como si me fuese a lanzar sobre el primero que se me acerque.-bromeo, entendiendo perfectamente a que se refería y por eso mismo, añado.-Tomaré esa declaración como un: ''Yo también soy solo tuyo, sensei''.

- Si haces eso te mato...-
Dije, tambien evidentemente bromeando, aunque no sabria lo que haria si me engañase.
- Yo soy tuyo y tu eres mio ¿no?-
Me acerque de nuevo a sus labios y le di un rapido beso.

-Supongo que con mis ''antecedentes'' es normal fiarse poco de mi, pero te prometo que tu serás el unico.-digo tras el rapido beso que me da, colocando una mano en su mejilla y acariciandola.

- Bueno, tus antecedentes no son tan malos. El problema los tuvieron los otros, que solo iban a por tu fama y no por ti. Yo no necesito que me mantengas ni nada por el estilo, solo quiero que me ames tanto como yo te amo a ti.-
Me sonroje por lo ultimo, pero mi corazon gritaba eso a los cuatro vientos.

Estaba feliz, para que mentir. Estaba, a pesar de mi naturaleza confiada y de ''yo puedo con todo'', dudoso pues no sabía si Ryo compartia los mismos sentimientos y, al escucharlo de él,...¡por dios, si solo me faltaba ponerme a saltar y bailar!
-Ya lo hago, Ryo. Y no sabes cuanto.-le respondo, para seguidamente abrazarle, apoyando el rostro en su hombro.

Que no me rechazara mis palabras de amor me alegro muchisimo. Me sentia como en una nube, y al abrazarnos mas fuerte hizo que mi corazoncito latiera mas fuerte, era increiblemente feliz. Lo bese en la oreja y me quede muy abrazado a el.

Me quede quieto un rato, con los ojos cerrados y con la respiración pausada.Apreté ligeramente el abrazo, sintiendome ligeramente estupido por la "debilidad" que estaba mostrando en estos momentos. No era tipico de mí, pero...¿que más da? Como decían por ahí: Una vez al año, no hace daño.
Lentamente, comienzo a andar hacia atrás, alejandonos de la orilla y, sin más, me dejo caer hacia atrás, quedando tumbado boca arriba sobre la arena, sin soltar a Ryo, buscando arrastrarlo conmigo en el proceso y que quede tumbado sobre mi.

Me deje guiar por el, y finalmente me quede encima de el, y me sonroje por la postura, pero no me importaba si era con el. Me aferre todavia mas si se podia al cuerpo del sensei, y lo bese como nunca pense que podria hacerlo, increiblemente apasionado, con apenas tiempo para una pausa para respirar, agarrandome fuerte a el, para que jamas se escapara de mi.

Sonreí de lado al notar como se había dejado guiar y caer sobre mi, aun con los ojos cerrados, para seguidamente responder con la misma pasión al beso de Ryo, colocando una mano sobre su nuca para atraerlo más hacía mi, profundizandolo tanto como fuese posible, mientras mi otra mano vagaba hasta su cintura.

Termine por colocar cada pierna a cada lado del sensei, sin dejar de besarlo, en una posicion algo mas comoda para mi, y asi no aplastaba tanto al sensei. Mis manos se apoyaban en su pecho, sintiendo como me atraia hacia el, pasando la lengua por sus labios, deseando entrar en su boca.

Al sentir su lengua rozar mis labios, pidiendo permiso para entrar, los entreabrí, acercando mi lengua a la suya para rozarla en una clara invitación a entrar.
Y, como si me llamase, mi mano vuelve a colarse sin mucha vacilación por debajo de su camiseta, acariciando lenta y primeramente la parte de la piel de la cadera y ascender lenta y pausamentemente, siguiendo la línea de la columna igual que había hecho momentos antes.

Finalmente abrio los labios para que pudiera entrar, su lengua me rozo y entre dentro de su morada, buscando alojamiento. Gemi suavemente al notar su mano por dentro de mi ropa, pero no me molestaba, mas bien era placentero sentir nuestras pieles juntas, calientes y necesitadas de cariño. Una de mis manos acarciaba su mejilla, subiendo por su pelo, enredandolo entre mis dedos, tocando su suavidad.

Continue un poco más acariciando su torso, encantado por el tacto y disfrutando de las caricias que, a su vez, el también me daba en su recorrido hasta mi cabello.
La siguiente vez que mi mano bajo por su espalda, se quedó de nuevo en la cadera durante unos segundos mientras mi lengua seguia jugueteando con la de el, para, a los pocos segundos bajarla hasta su trasero y, sin verguenza alguna, estrujarlo suavemente.

Al sentir su mano subir por mi espalda y bajar hasta mi trasero, gemi dentro del beso, me separe un poco para respirar y aproveche para decirle.
- Sensei... ecchi...-
Y de nuevo me fui hasta sus labios, tan suaves y expertos, que me hacian sentir de maravilla.

Al separarse para coger aire, no pude evitar relamerme mientras le miraba fijamente. Antes de que dijese algo, noto sus labios de nuevo contra los mios, en un nuevo beso. Esta vez soy yo el que irrumpe en su boca, recorriendola al completo con mayor pasión que antes.

Deje que esta vez el entrara en mi boca, que la recorriera y la conociera, ya que le iba a pertenecer solo a el. Me levante lentamente, mirandolo fijamente.
- ¿Que es lo que... quieres hacer...? -

Alcé una ceja al ver como se incorporaba.
-Ahora mismo...muchas cosas-responde, con una sonrisa maliciosa. Estaba consciente de que estabamos en una playa, una pública, con más gente, ya sea disfrutando del día o simplemente pasando por ahí, pero, en este momento no le importaba demasiado.-Pero-añado, colocando las manos en sus caderas por debajo de la camiseta-ahora te toca elegir a ti. ¿Que quieres hacer tu?

Al escucharle senti un escalofrio. Sentia mis mejillas, ya rojas, enrojecer todavia mas, estremeciendome estando sobre el.
- Yo quiero... muchas cosas... probablemente... las que tu tambien quieres...-
Movi mis caderas de manera algo sugerente, yendo hasta su rostro y besar su nariz de manera juguetona.

-¿En serio?-moviendo las manos por su estomago mientras disfruta del sugerente movimiento de caderas del pequeño.-La verdad es que estoy bastante cómodo ahora mismo...-y, ahora las manos viajan hacia la parta bajo y con descaro, las coloca sobre el miembro de este, sobre la tela del pantalon, y ejerce un poco de presión en la zona.

No pude evitar sonreir al escucharlo, mis manos se apoyaron sobre su pecho, acariciandolo por encima de la ropa. Gemi silenciosamente cuando senti sus manos en mi entrepierna, y mordi mi labio inferior, con deseo, mientras muevo mi cadera, ejerciendo presion en su entrepierna, apretando mis nalgas.