Habitación 02 - Asami Yamamoto

Hice caso omiso a su comentario. No tenía ganas de ponerme a discutir con ella. Ya estaba un poco arto de sus contestaciones.Me acerqué a la muchacha y me apoyé a su lado. Le tomé el pulso y le miré las pupilas. - ¿Donde estaba cuando se desmayó? - Al mismo tiempo comencé a mover a la muchacha para que comenzase a despertar.

pues fue en el invernadero, estabamos jugando ( sonrisita ironica), y cuando la tenia en mis brazos, puso sus ojos en blanco una cara de terror y se desmayo no te puedo decir mas ( sin querer yo seguia sonriendo recordabdo la cara de hayato-kun)...

¿Jugando? No me quiero imaginar que clase de juego sería si me lo dice esta mujer. - Yo seguía moviendo a la muchacha, intentando que despertase. ¡Hey! ¡Despierta!

No dejaba de ver esa escena una y otra vez, sangre, muerte y oscuridad..... sangre, muerte y oscuridad....... pero gracias a dios poco a poco se fue difuminando hasta oi que alguen hablaba y sentia que me sacudian, comenze a volver en mi, y a abrir los ojos, aún aturdida, nunca habia tenido una vision tan espantosa.
Cuando abro los ojos veo a un hombre que me miraba fijamente y gritaba "¡Hey! ¡Despierta! " - mmmm??- fue lo único que atine a decir mientras me ubicaba en el tiempo y en el espacio, tenia una jaqueca espanosa, gire lentamente la cabeza y vi a Yami-sensei - Rubia platino...... ¿eras tu Yami-sensei?- dije con voz ronca mientras continuaba con la mirada perdida

un fuerte olor a jazmin vino hacia mi, provenia de esa muchacha, mientras estaba ensimismada con ese hermoso aroma le oi decir: ¿eras tu yami-sensei? ¿era yo quien...? respondi extrañada ante su pregunta, ¿ de que estas hablando? tu, medicucho esta esta chica bien, de q me esta hablando..... yo solo jugue un poco con ella nada mas....

Debe estar delirando. Tu debiste ser la última persona que vio antes de desmayarse y por eso se acuerda de ti. - Puse mi mano encima de la frente de la chica. Quería comprobar si tenía fiebre. - Parece que tiene unas décimas... - Abrí el cajón y cojí el termometro. Se lo puse a la chica para ver si en realidad tenía fiebre. Mientras, quería comprobar si la chica seguía aturdida y delirando. - Oye, me escuchas. ¿Puedes decirme cuantos dedos ves? - Alcé mi mano y solo levanté 2 dedos, si acertaba era buena señal.

"¿¿jugando, delirando?? de que estaban hablando? quien era ese hombre que me hablaba? quien era el hombre muerto sobre el que lloraba Yami-sensei??" pensba mientras mi consiencia regresaba mientras tantanto el hombre me toco la frente, su mano fria hizo que me despejara un poco, me puso un termómetro, y me pregunto cuantos dedos veia, esa pregunta tan tonta me despejo del todo, y me di cuenta de que dije algo que no tendria que haber dicho, no es bueno meterse con el pasado de las personas, no les gusta, lo se por experiencia, aparte la mano de ese hombre de mi cara e intente incorporarme mientras decia- Estoy bien -

Apartó mi mano y dijo que estaba bien. - ¿Puedes levantarte tu sola? - Le pregunté a la muchacha. - ¿Me puedes decir que te paso?

-Si, creo que si. ¿quién eres? ¿donde estoy?-pregunte mientras me sentaba en la cama y miraba al hombre.

¿Evitó la última pregunta? Bah, que más da... - Soy Asami Yamamoto, soy el médico de la escuela y ahora mismo estas en mi habitación. - Me estaba empezando a cabrear. - Ahora, ¿me puedes contestar que te pasó? - Lo dije bruscamente. Estaba enfadado.

¿no te lo dije yo ya claramente? puso sus ojos en blanco y se desmayo, vaya medico estas echo tratar de esa manera tan borde a tus pacientes que lo hagas conmigo mirandole a los ojos en manera de reto q me gusta vale, pero con ella creo q ella me gustaba de una manera especial me atraia aunque ya me imaginaba que iba a ser una atraccion no correspondida, no podia evitarlo me recordaba tanto a laguien.... no seas tan cretino

De que me sirve que me lo digas tu. Quiero que me lo diga ella, ¿o acaso fuiste tu la que se desmayó? ¿Acaso sabes que sintió antes de desmayarse? Yo creo que no. Asi que, mantente callada. - Mi mirada era asesina. Feroz. Me caia mal. La odiaba. Y me daba igual que lo notase.

esa mirada feroz, me encanta (empece a sonreir) me hace sentir tan viva, ese odio intenso es tan excitante (me relamo) me encantaaa es tan intenso tan puro su odio me hace sentir llena, excitada en un corazon humano el odio hacia alguien perdura siempre, y sonriendo maliciosamente mientras hablo le digo: mis protestas mas bien son por tu modo de hablarla tu... solo... me... tienes... que... odiar... a... mi...

No tengo porque desperdiciar mi tiempo en odiarte. Odiarte significaría que eres algo para mi, y tu no eres nada, absolutamente nada para mi. - No tenía tiempo que perder con esa mujer. Me estaba cansando. Ya estaba harto de sus contnuas contestaciones. - Simplemente, buscate a otro juguete al que molestar. - pensé mientras dirigía mi mirada de nuevo a la chica. - ¿Puedes contestarme?

no sabia que decir, se notaba que Yamamoto-sensei y Yami-sensei se odiaban, quieria pararles pero no sabia como, mientras pensba que hacer Yamamoto-sensei me dice: "¿Puedes contestarme?" lo que me saco de mi ensimismamiento.
-No me paso nada, solo un mareo, es normal en mi- dije desviando la mirada, preferia decir eso a que se entearan de mis visiones, no queria que se supiese el primer dia, quieria disfrutar un poco el ser normal, -Estare bien con algo para el dolor de cabeza y una ducha- dije mientas me levantaba, pero el recuerdo de la vision era tan pesiente y fuerte que cuando estube de pie comenze a ver esas imagenes otra vez - Otra vez no- dije mientras me tababa los ojos con las manos y caia sentada a la cama - esto es muy raro- murmure mientras intentaba adivinar que paso, no solia volver a ver una misma vision, y menos sin haber tocado a la persona a quien pertenecia.

¡Ey! ¿Estas bien? - pregunté al ver como la muchacha, después de levantarse, volvía a sentarse en la cama. Me acerqué y me puse de rodillas frente a ella. - ¿Quieres descansar? Si quieres puedes quedarte aqui. - Era una cria, aun que me diese rabía admitirlo, Yami-sensei tenía razón, no podía hablarle mal a aquella muchacha. - Puedes ir a la enfermería y descansar allí también. ¿Que te aprece?

asi me gusta q la trates con respeto (mientras me acerco y le cojo mechon a Asami) y tranquilo odiarme o no, no es algo q puedas elegir como en el amor, es algo que no puedes evitar

¿Estas intentando provocarme, mujer? - Me acerqué a ella. Estabamos cara con cara. - No eres la única que sabe jugar a esto. - Otra vez, me había despistado de la muchacha, pero es que ella seguía sin contestarme.

¿no crees que deberias atender a tu paciente antes? (mientras me acerco a el mas todavia rozandole) el odio estara despues no te preocupes ¿jugar? jugar dices jugar a que (sonrio maliciosamente y le susurro) el odio no es un simple juego, estupido mortal, ¿tu serias capaz de ser odiado hasta la medula por alguien? ¿dormirias trankilo? ¿podrias ser feliz?, el odio es algo q solo puede pertenecer a los fuertes ¿sabias? y ahora apartate si no quieres q me acerque aun mas y atiende a tu paciente

"Otra vez no" pensaba mientras veia como se peleaban Yamamoto-sensei y Yami-sensei, tenia que pararles, Yami-sensei no parecia ser tan mala, no me suelo equivocar catando a las personas, ya no podia estar mas callada, si piensan que soy una muñequita que solo obserba estan muy equivocados.
-¡Basta!- grite -¡No os discutais! solo estais haciendo que mi jaqueca empeore, se supone que sois adutos- dije en tono firme, ahora mirando al sensei dije: -Yamamoto-sensei, gracias por preocuparse pero, encerio, estoy bien se me pasara, no es algo de lo que preocuparse, solo deme algo para el dolor de cabeza- hice una pausa y me dirigi a Yami-sensei -Y usted Yami-sensei si quiere puede acompañarme a mi habitaicion para que pueda recostarme- finalmente mirandoles a ambos pregunte: -¿contentos asi?-

lo dejaremos para mas tarde ( le susurro mientras le rozo sus labios con los mios con una sonrrisa macabra) ahora mi pequño jazmin necesita q lo cuides, dale algo para el dolor de cabeza, y rapidito que parece sentirse agobiada aqui

Eh...si, claro...Ahora te doy algo... - Me quedé boquiabierto. ¿Una niña...me estaba echando la bronca? Era la primera vez que me ocurria algo así. Me dirigí a mi maletín y saqué unas cuentas pastillas. Mientras, me limpiaba la boca con la mano para no notar el beso de esa mujer.- Toma. Tomatelas y descansa.

guarde en mi bolsillo las pastillas que me dio Yamato-sensei y dije: - Muchas gracias por todo sensei, siento haberlo preocupado, y lamento el habernos conocido en estas circunstancias, ya nos veremos en otra ocacion y en mejores circunstancis, espero,- me dirjo a Yami-sensei y le digo: - ¿me acompaña sensei?-

y salimos de esa habitacion no sin antes echarle una ultima mirada y lanzarele un beso ironico a asami-san

Salieron de mi habitación y al fin me dejaron solo. - Aaaa~~ por fin tranquilidad. - Me tumbé en la cama de nuevo, boca arriba. No podía estar tranquilo. No podía mantenerme quito. Tenía que salir de esa habitación para tomar el aire. - Me voy de aqui. Me estoy agobiando entre estas paredes. Abrí la puerta y me dirigí a algún sitio donde poder descansar tranquilamente.