Mystic....Operatiooon...Company....?!

Ya tengo localizada la foto, ahora solo queda buscar los números de la gente esta para mandársela.
"Mejor mando solo esta. Las demás me las guardaré para chanta-----" pero mis pensamientos se ven frenados al sentir una rafaga de aire, junto con un roce metalico en mi mejilla y el siguiente choque de lo lanzado contra la pared tras de mí.
Como si de una pelicula de terror se tratase, me doy la vuelta y observo...la bandeja. La diferencia en esta pelicula de terror...es que no soy precisamente una persona adecuada para hacer de victima y como tal esto solo...me irrita. Y MUCHO.
Vuelvo a girarme, mirandole con molestia pero formando una sonrisa cínica.
-Creo que mandaré las 4.-digo, al tiempo k retrocedo y selecciono las demás imagenes.

...Ja, no, no va a poder hacerlo.

-Eso si tu móvil vive para contarlo-rechino entre dientes, mientras me acerco a zancadas y le quito el móvil de un manotazo. Forcejea por él, pero agradezco haberlo pillado entretenido enviando fotos que no ha sido tan difícil. Y ahora solo me queda una cosa.

Primero, el botón de colgar para cancelar el envío.

Lo segundo...

-Voy a enseñarle a tu móvil el a volar en el modo avión-digo, y lo lanzo tras la barra con fuerza. Por el golpe, no se si ha reventado o ha sobrevivido como el ladrillo que es, pero creo que lo siguiente que haré será correr a la cocina y buscar un cuchillo. GRANDE.

Ah, que estrés.

Una primera vena asoma a mi frente cuando atrapa mi mano con el movil, una segunda acompaña a la inicial cuando cancela el envío y muchas más a las dos anteriores cuando lo lanza volando y oigo el conocido sonido de este al romperse por el fuerte golpe. Oh, si, ya me da igual el traje de maid o las mierdas que se traiga entre manos.
-Ahora no van a recibir tus fotos de maid, sino las de tu cadávez.-digo, al tiempo que le sujeto por la muñeca con más fuerza de la debida para evitar que escape y con la otra le lanza un puñetazo al estomago sin cuestionarme la cantidad de fuerza a usar. Ahora SI me ha cabreado del todo.

El impacto que me da en el estómago no es que me pille desprevenido ni de lejos, Conociéndolo, más bien es normal.... Pero sinceramente, que se joda. Toso con violencia por el contacto y lucho por soltarme, aunque por dentro estoy satisfecho.

-¡Bah!-toso, dirigiéndole una mirada escéptica-Algún día tendrás que ver la película de Niku Daruma y verás que lo que planeas no llega ni al punto de la morbosidad gore japonesa-replico en tono de burla.

Me quejaría más, pero al parecer el puñetazo me ha dejado sin aire. Ah, este no es mi día....

-¿No? Da gracias que no tengo mi Marishiten conmigo, o verías sangre en primera fila y saborearías lo que es el dolor de verdad.-digo con voz algo siseante, afilando la mirada, volviendola más asesina.
Ni siquiera aquel grupo de matones que una vez intentasen apalearle hace unos años atrás había tenido la desgracia de cabrearlo tanto pero Kamanosuke tenía esa habilidad: tocar las pelotas del personal con solo abrir la boca, o al menos, en la mayoria de las ocasiones era así.
Sin esperar más tiempo, le endiño ahora un rodillazo en el estómago nuevamente, aún sin soltarle la muñeca.
-Si tantas ganas tienes de morir, sólo tenías que pedirmelo. Haré que parezca un accidente.

Otra paliza, que remedio. Por suerte con el tiempo mis nervios y mi resistencia natural hace que esto a la larga me parezca poco. Intento soltarme de nuevo, pero a cada golpe se me escapa un pedazo de aire y fuerza. Las rodillas me tiemblan y me llevo una mano a la zona golpeada.

Igualmente, noto el desagrado. Me hace gracia, mucha gracia. Es como cuando me pegó en la azotea. No lo puede evitar, aunque se queja de mí, es tan, o quizás más, violento que yo.

-Marishiten...-toso con un deje de burla, con un hilo de voz-¿Vas pegando personas con un cuchillo jamonero con nombre de kogal zorrona? Luego soy yo, ja!

Me lo está pidiendo, casi podría decir que me está suplicando porque lo muela a ostias. Y no me voy a contener ahora, ni ganas que tengo. Para la proxima que aprenda a cerrar esa bocaza que tiene.
Y encima cada cosa que dice es para peor.
El cabreo aumenta ante las palabras dedicadas a mi Marishiten. Esa espada me ha acompañado desde, prácticamente, siempre y no voy a permitirle decir algo como lo dicho, y precisamente de el. ¿Nombre de zorrona? ¿Que no se ha visto?
-Lo dice un afeminado que se deja arrastrar por UNA MUJER para que se viste de maid y que tiene por arma dos palos atados con cuerda que no hacen ni cosquillas.-replico con saña, añadiendo-Deberías dejar de meterte en peleas de hombres.

Dejo escapar una risita graciosa, aunque mustia. Bah, dolor. Qué es eso ya. Un simple cosquilleo.

Aunque me molesta como reacciona. Claro, lo sé, he ofendido a su cuchillo cochambroso, pero él si puede traficar con mis armas. Tan noble por su parte....

-Y tú, que eres mucho mejor que yo de aquí a Kyoto, pegas a alguien que consideras una mujer y le pegas hasta la extremaución. Es tan noble por tu parte, Saizo~-repongo con un tono meloso.

Me incorporo un poco como puedo y sonrío con sorna.

-No hay lugar a dudas. Te quejas de lo que hago o dejo de hacer, pero tú sigues el juego, o los empiezas, o repites mis movimientos. Cuando los haces tú, tiene un pase. Pero si soy yo, es suficiente para actuar así. Ja!-entrecierro los ojos-Ahora mismo eres menos hombre que yo. Eres peor que yo, de hecho,

Pero sé que no me va a escuchar, lo cual hace que sepa que en este caso, tengo razón. Me produce una sensación que mezcla gracia y satisfacción, aunque me duelen los golpes. Un poco, supongo.

-Que decepción....

Me encrespa. Me encrespa demasiado esa actitud suya de "el dolor es un paseo por el campo". Sólo me cabrea más de lo que ya estoy, que ya es decir.
Sus palabras siguientes me hacen chasquear la lengua al tiempo que detengo otro golpe a mitad de camino, soltandole la muñeca y cogiendole ahora del cuello del jodido traje, clavo mi mirada en el.
-No estoy siguiendote el juego, no caigo tan bajo como para eso. Sabes como soy y aun así insistes en joderme y cabrearme cada vez que se te presenta la oportunidad. Tengo mis limites de tolerancia respecto a eso. Te he dejado pasar muchas, Kamanosuke. Demasiadas, diría yo-digo, para seguidamente añadir.-El hecho de que parezcas una mujer es lo unico que te salva de que te mate sin dudarlo o te golpee más fuerte. Igualmente, eres masoquista, ¿o no?
Porque es así. No hay persona en el mundo a la que le guste ver un buen charco de sangre y una buena pelea.
En parte sé que tiene razón, pero no voy a admitir tal cosa.
Con brusquedad, le empujo lejos de mi, soltandole con molestia aún.
-Ya que has sido tan listo de destrozar mi movil, ahora tendrás que reponerlo. O te juro que esta vez te despedirás de tu querida kusari gama.

El empujón me hce retrocedes y chocar contra una mesa, a la que me puedo apoyar para recuperar un poco el aire. Aunque me traten de cierto..."sádico" y demases...mierda, ha dolido. Pero aunque se lo dijera, ¿qué cambiaría? Me repatea, y mucho. Pero lo que más me jode es, para variar, esas comparaciones con una mujer.

Joder, joder. Es algo que me repatea. No es la única persona con la que he tenido problemas, y la mayoría las he tenido que solucionar a hostias. ¿Es culpa de mi anatomía ser así...?

-¿Y tánto te cuesta hacer uso de ese graaaan pasotismo que tienes!? Si mal no recuerdo, no ha habido ni una sola pulla en la que te hayas detenido, ¿¡o no!?-le replico, agarrándome el estómago.

Mierda. Entre patadas a las costillas, puñetazos a (mi hermosa) cara y esto, quitando el como está mi cabeza tras la borrachera y mi hígado.... Esto no me ayuda. Estoy cansado y, aunque me encantaría revetarle a alguien la cara, no creo estar en condiciones para nada.

Y ese chantaje me tiene ya harto.

-Y joder con el puto móvil....¡quédate con el mío, quítale uno a otro gilipollas o...o....haz lo que te plazca con la kusari gama!-...en serio he dicho eso....?-¡Haz ya lo que quieras!!

Ya conseguiré otra, o....joder, yo que sé. Pero no puedo estar todo el día siguiéndole la corriente por mi arma.

Sé que estamos llegando ambos a nuestro límite en esta discusión y en serio me muero de ganas por arrearle una tunda de las buenas...de esas que hace tiempo que no daba (más concretamente desde que me veía obligado a andar de un lado para otro con una pesada colgada de mi brazo y que, al primer atisbo de pelea, se largaba a llorar), pero es tan molesto todo esto que ni siquiera darle una paliza me va a servir. Es más, realmente...ni ganas tengo ya de pegarle.
Extrañamente...me apetece otro metodo para callarle la boca de una vez y que se que funciona. Constatado está. Y además me relaja, ¿que más se puede pedir?
Vuelvo a acercarme a él, tomandole del cuello del traje y acercando su rostro al mio, dejandolos a solo un par de centimetros de distancia.
-Cállate, Kamanosuke...Cállate.-y dicho esto, le beso.
Si, y pensar que me había dicho ya mentalmente varias veces que no lo haría... ¡A la mierda! No lo reconoceré pero no me molesta besarle.

En cuanto me coge del cuello de la camisa espero sin duda otra paliza. Joder, otra no! Lo que sea, pero en la (preciosa) cara no! Mi cuerpo retrocede del impulso y el reflejo, pero la maldita mesa hace de obstáculo cual videojuego (n/A: Es tan poético y melodramático todo)...No me ayuda bastante lo que me dice, he intento replicarle algo, pero su consiguiente reacción es cuanto menos, chocante y sorpresiva.

Esto...¿¡Me ha besado!? ¿Qué demon....? No me ha dado tiempo a coger aire y esto lo vuelve un ataque sorpresa para mí. Maldita sea, maldita sea, maldita seeeaaaa....

El estado de mi cabeza no me ayuda demasiado, y como se me ocurra pegarle una hostia ahora, la lío aún más, y me mata, no lo cuento, seguro que me mata. Mi única reacción es ¿aferrarme al borde de la mesa con las manos? Kamanosuke, ¿qué haces con tu vida?

¿Por qué dejas que alguien que te ha peagado semejante paliza te coma la boca? Lo normal sería que te resistieras....maldito niño, ¿por qué no lo haces?

¿No se resiste? Mejor, no tengo ganas de lidiar con su rebeldía de nuevo y menos en este momento. Al parecer la mesa le retuvo en su "estratégica" huida. Ja.
Echándome un poco más hacia adelante, termino de acorralarle contra esta, apoyando mi mano libre en el borde de este y profundizando más el beso, sin esperar su consentimiento ni nada similar.
Supongo que la escena en cierto modo no debe de parecer muy rara vista desde fuera, aunque sí relativamente curiosa, o eso supongo. Además de que el local...quizás no esté pasando por sus mejores momentos después de la reyerta de hace unos instantes, pero me da lo mismo. Como si entra alguien (incluso la mismísima amiga de este loco) y nos ve de este modo. Ahora mismo me la sopla totalmente.

Quiero resistirme, de alguna manera sé que debería. ¿Cuándo ha acabado bien la cosa? ¡Y esta vez no he empezado yo! Tengo que intentar de alguna manera quitármelo de encima, pero cuando noto que me acorrala más, me da la sensación de que lo tengo...pelín complicado.

Profundiza el beso y puedo sentir una mezcla de sabores. Reconozco el sabor del café, pero hay otros que no logro ubicar. Pero quizás no debería estar pensando en eso mientras su lengua recorre mi boca. Quizás debería pensar en alguna sutil manera de....de...¿¡De qué!?

Y no solo eso.... este lugar no es lo que se dice el más discreto para....lo que sea! Quizás cualquier otra persona no pensara nada raro (espera, ¿¡que NO!?), pero si me ve Yukari..... no sabré como mirarle a la cara, ni a ella ni a....

Profundizado el beso sigue sin oponer resistencia a ello. Perfecto. Ni siquiera se ha removido ni nada porque le haya acorralado más contra la mesa. Continuo con el beso del mismo modo profundo, pasando completamente de lo que pueda pasar después. Ya me encargaré de lidiar con el loco este cuando acabe pero tengo puntos a mi favor en la discusión: responde al beso y no se resiste.
Quizás me estoy volviendo loco, porque, ¿quién en su sano juicio se pone a besar de este modo al que se supone es una de las molestias más grandes y que solo consigue crisparle los nervios? Supongamos que nadie y que nosotros, ahora mismo, somos la excepción a la regla general.
Una bizarra e intrigante excepción de la regla.

Me va ganando terreno y en parte....podría decir que no me gusta, pero las sensaciones que siento no dicen eso precisamente. Las cosas hay que reconocerlas. ¿Me gusta...? Sí, joder, me gusta como besa!! No sé ni cuando ni como, pero me gusta. Y mira que no soy una persona que disfrute de esa clase de contactos, pero cada vez me gusta más.
Inconscientemente respondo también, como si degustara algo que hacía tiempo que no probaba y echaba de menos. Es como...probar un dulce exótico que al principio no te cuadra...y luego te acaba vician....

Un momento, ¿qué estoy pensando? Quizás no me importara en otra situación, pero... joder, estamos en un lugar público, al cual puede venir cualquier persona, y yo...voy con traje de maid!!

Aunque me la juego con eso, logro reunir fuerzas y cabeza para coordinar el cuerpo y revolverme en esa encerrona que me ha hecho. Y (aunque no me apetezca mucho) tengo que cortar el beso de la manera más sutil que pueda.... Vamos, no creo que a él tampoco le haga gracia que aparezca cualquier persona a ver...semejante escena!!

Echo un poco el cuerpo para atrás, con toda la lentitud que puedo, a la vez que separo milímetro a milímetro, con cuidado, nuestras bocas. No parece haberse dado mucha cuenta, lo cual es una ventaja para mí…Pero haberme apartado tanto me hace tambalear e inevitablemente, siento perder el equilibrio. Mi cuerpo se echa para atrás por la gravedad, y no se le ocurre otra forma de responder que agarrarse a lo más cercano para evitar caerse. Y claro, lo primero que encuentra es Saizo, obvio, rodeándole por el cuello y sin poder evitarlo, arrastrándolo conmigo….

Genial…Yo quería, por una vez, quitarme de encima algo con toda la delicadeza posible, y no solo lo he conseguido, sino que además he acabado recostado sobre la mesa con él encima, sobre mí.
Creo que NO lo he mejorado.
Maldición, siento que se me acaban las ideas….

Complacido, noto como comienza a responder al beso lo cual me forma una ligera sonrisa. Ya había dicho antes en otra ocasión que esto de los besos no le desagradaba, ¿no? Era estúpido que se resistiese desde el mismo comienzo del beso. Estaba decidido el final. Igualmente, aunque se hubiese resistido, no le habría dejado irse así como así. Además de que ya es mucho para mi el estar haciendo algo así por voluntad e iniciativa propia.
Noto como, al parecer, intenta separarse y romper el beso. A buenas horas greñudo. Pero igualmente, y aunque reticentemente, me hago el que no sabe, dejandole hacer.
Pero lo que no me esperaba era lo que ocurrió seguidamente. Al parecer calculó mal o algo y cae sobre la mesa...arrastrandome a mi por el camino y haciendome quedar recostado sobre el. O al menos en parte, lo justo de tener los brazos apoyados a los lados del cuerpo de este sobre la mesa de madera, aun sin romper el beso.
Por un lado, no es una buena situación, es más..."intima" que la anterior y no acaba de hacerse facil de aceptar. Joder, es Kamanosuke a quién tengo debajo mía. No es algo que ocurra todos los días, maldición.
Y por otro, no me desagrada del todo. Es más, me resulta ligeramente interesante ver que pasará a continuación.
Separo lentamente los labios de los del otro, relamiendome ligeramente a la par que muestro una sonrisa de lado.
-¿Y esto?- cuestiono con simpleza, refiriendome a la situación en la que nos encontrabamos actualmente por culpa de su acto anterior.

Gravedad, ramera despiadada. ¿Ramera? Hija de la gran… Si pensaba que no podía empeorar las cosas, se puede, oh, vaya sí se puede.

Puedo sentir casi todo su peso sobre mi cuerpo y siento que es algo un poco caótico para mí. Es una sensación extraña. Como la euforia antes de una pelea, pero no es lo mismo. Me hace sentir extrañamente ¿nervioso? Sí, algo así. Su gesto de disimulada sorpresa y su voz hacen que me recorra de nuevo esa sensación, y no estoy seguro, pero noto arder las mejillas. No sé porqué, pero solo me ocurre cuando es con él. Maldita sea, ¡maldita sea!

-Q-qué?-intento quejarme, decir algo, protestar, pero no me salen palabras coherentes de la garganta…-M-me he resbalado!-Ni siquiera sueno convencido para mí….

S-Seguro que tiene que ver el hecho de que ir con estas pintas me ponga de los nervios. Eso, ¡debe de ser eso! Si llego a saber que semejante día me espera por el trajecito de las narices, le prendo fuego al local…

Noto su nerviosismo y su rubor de mejillas subir por el nuevo giro de la situación a causa de su "desliz", algo que me causa desde interés, pasando por la diversión y finalizando en la complacencia. Mira que ponerse así por algo de este tipo...aunque en cierto modo es comprensible. Al menos no es una mala reacción.
-¿Resbalado?-hablo de nuevo, sin desviar la mirada de la del otro, analizando cada detalle.-¿Y entonces a que viene tanto nerviosismo?-cuestiono con simpleza y sé que doy en el clavo al hacerlo.-Además-añado seguidamente, no dandole tiempo a responder a lo anterior, acercandome a su oido para susurrar lo siguiente en el-antes de que te "resbalases", estabas respondiendo gustosamente al beso, ¿o lo vas a negar?

Maldición…Saizo puede ser cabezota, pero no es del todo idiota, o quizás soy yo, que soy muy fácil de pillar. Sé que esto le divierte y me molesta…¿Me molesta? ¿Qué clase de molestia es esta? En una situación normal yo estaría….sí, cierto, estaría intentando matarlo, pero como ese plan no ha funciona…¡¿estoy entre la espada y la pared?! En este caso, entre Saizo y la mesa, que no deja de ser cuanto menos….cuanto menos…

-¡Sí, resbalado! Y…es bastante normal que esté nervioso!-espeto-¡Es un lugar público!-añado.

Y no, paso de responderle a su pregunta. Más que nada, si me cuesta a mí mismo reconocer que sí estaba respondiendo y sin mucho desagrado, a él…menos….

Tengo que quitármelo de encima de alguna manera.... Antes de que entre Yukari por esa puerta y se encuentre con semejante momento fanservice en directo!!

No me muevo ni un solo centimetro, qué digo, ni un solo milimetro de donde me encuentro, ignorando su comportamiento y el tono de voz con el que me habla, simplemente sonriendo de lado, confiado. Sus palabras sólo hacen que me den más ganas de seguir. Sinceramente, me importa poco o nada el hecho de que sea un lugar público, y más aún que esté el en esas fachas. ¿Qué más da? Total, aquí nadie nos conoce (por ahora) así que no le veo el problema por ningún lado.
¿Que entra alguien? Pues tiene dos opciones: esperar o darse media vuelta y largarse por el mismo sitio por donde a entrado.
-Me da igual que lo sean. Quién entre, ya sabe donde está la puerta.-contesto con simpleza, para seguidamente añadir, con cierta diversión-Aunque casi debería preguntar: ¿nervioso porque sea un lugar público o por lo que estamos haciendo en sí?
Si se cree que va a escapar de mi así como así, la lleva clara. Que siga soñando.

Parpadeo un par de veces ante su negativa. ¿¡Que demonios!? ¿¡Cuándo le ha parecido divertido hacerme esto a mí!? Gya, ¿¡por qué te empeñas en molestar al personal!? Moraleja, no molestes a nadie o acabarás engañado, burlado y con traje de maid en la tienda de tu loca amiga con un chico con el que te peleas encima tuyo!!! `///[]///´

Y aún más descolocado me deja lo que dice...

-¿¡Cómo puede darte igual!?-protesto-Por lo general me matarías antes de que te vieran en una situación así con....

Conmigo, claro....como no.... de alguna manera, creo que yo nunca he sido la clase de persona a la que el resto imagina que acabara en una situación similar.... no sé como tomarme eso.

Por otro lado...lo que dice.... me parece tan absolutamente estúpido a la par que...que.... ostras. Tiene...tiene razón, en parte. ¿Q-qué mas...que más les da?

-Y quizás me ponga un poco nervioso...las dos cosas-digo entre dientes.- Pero es normal, ¿no? Por lo general, la gente en situaciones así no están a la vista de todos ni con traje de maid...-replico.
Pero no me veo con escapatoria. Que demonios....¡que demonios!

-Muy bien entonces.... si es lo que quieres, no te quejes luego!!-digo testarudamente. Antes de dejarle replicar, aprovecho que lo tengo abrazado por el cuello y lo acerco a mí para volver a besarlo. Maldición, ¿por qué me siento tan nervioso?

Pero miralo que escándaloso, de no ser porque la situación me complace, casi puedo prever que estaría con una ligera jaqueca y el ceño fruncido. Pero como no es el caso, tranquilamente ignoro ese hecho y me centro en lo importante.

Sus palabras son ciertas hasta cierto punto. La verdad es que hasta hace poco el pensar que una situación así entre nosotros dos sería posible, me habría hecho reír y después darle una paliza a quién quiera que lo hubiese dicho...o quizás primero la paliza y después las risas. Subrrealista era un poco pero, ¿para qué negarlo? Había resultado mucho mejor de lo que imaginado. E interesante.

-¿Por qué debería importarme? Es cosa mía lo que haga o deje de hacer.

Pero lo que más me complace, son sus siguientes palabras, haciendome sonreir de esa misma manera. Con que tenía razón con lo de los nervios, ¿eh? Lo sabía, pero no esperaba que lo reconociese con tanta rapidez, y más teniendo en cuenta su personalidad tozuda (que para que engañarnos, en ese sentido somos los dos iguales).

-Humph, simples detalles sin importancia. Las cosas se han dado así y no hay más que hacer. ¿Qué más dan las circunstancias o la ropa?

Pero si pensaba que no podía sorprenderme más, estaba TOTALMENTE equivocado y de ello me doy cuenta cuando me rodea el cuello con los brazos y me acerca, iniciando un nuevo beso, haciendo ampliar los ojos con sorpresa. Vaya, eso si que era inesperado.

No tardo mucho en corresponder el beso, dejandole por esta vez que sea el otro quien lleve el control, más que nada por curiosidad de ver cómo se lo tomaba y que hacía. Lo único que hago es acomodarme mejor sobre él. Aunque, tras unos instantes, muevo una mano desde la mesa (donde la tengo apoyada) hacia la pierna de este, ascendiendo lentamente y comenzando a colarla por debajo de la falda del traje de maid.

No si, en cierto modo, era práctico este traje.

Será posible...¿Simples detalles sin importancia? ¿Cómo puede estar tan tranquilo? Aunque a decir verdad... tampoco es que yo esté armando excesivamente mucho jaleo. Si realmente quisiera quitármelo de encima, haría algo más...pero no lo hago. Gruño en el beso, dándole a entender que no concuerdo precisamente con lo que dice u opina, pero no voy a buscarle bronca ahora. Mantén tu boca ocupada y deja de discutirme, o acabaremos mal, para variar, pienso, mientras profundizo cuanto puedo aún más.

Sabe a café, a té... pero a algo más también. En parte es como un sabor propio que me llega a gustar. Incluso en parte hace que me olvide de mis cabreos por un momento...

A decir verdad, me siento extrañamente agusto, quitando la mierda que llevo puesta y que estamos en el local de Yukari...bueno, quitando eso y mucho más. Me siento nervioso pero no es desagradable del todo. Es rara, muy rara, la capacidad que tiene al parecer, única y exclusivamente Saizo de hacer que pase de un cabreo a un estado tan...¿tranquilo? Con solo un beso. Y me preocupa, en parte.... no sé muy bien como reaccionar. Siempre fui más de palizas dadas y recibidas a caricias y mucho menos, abrazos o besos. Y si, de ninguna forma, ninguna persona normal y corriente podría siquiera conversar conmigo, que precisamente sea Saizo, con quien me he dado más palizas en mi vida, sea quien me haga comportarme así....me preocupa, me preocupa bastante. ¿¡Me estaré volviendo un sadomasoquista!?

Siento como se acomoda entre mis piernas, siento su peso sobre el mío y su cuerpo aún más pegado. Y aún más, noto como cuella una de sus manos bajo la falda, y puedo sentir el tacto cálido de sus dedos. Me quejaría, haría cualquier cosa.... pero no puedo, porque demonios, por ahora me gusta, y aunque no lo reconocería jamás, no me importaría que siguiéramos así un rato largo...

Su gruñido en el beso realmente me trae un tanto al fresco. ¿Qué no le gusta lo que dije? ¿Acaso es mentira? Ciertamente, su situación con esa ropa no es de las mejores, pero es lo que hay en estos momentos y sinceramente, a mi no me disgusta en lo más minimo: es bastante práctica. Parece pasar del tema y eso es un punto a su favor en cuanto a toma de decisiones, porque, de haberlo cortado, habría tenido que ponerme más brusco y es algo que no me apetece.

Ahhh, debo de estar volviendome realmente loco. Definitivamente.

Es extraño pero a la vez tan placentero...que ya es que ni me importa. ¿Después? Será lo que tenga que ser pero por ahora quiero disfrutar más de este momento.

Es irónico que la persona con la que más he peleado siempre, que a veces incluso hemos estado a punto de matarnos el uno al otro, sea con la que ahora estoy disfrutando de besar, de estar pegado de él y...más aún, de estar colando mi mano bajo su ropa, acariciando la, para mi sorpresa en cierto modo, suave piel de sus piernas.
En cierto modo, estos besos,...son adictivos. Qué cosa tan inesperada.

Sigo subiendo con mi mano por su pierna, haciendo que se una la otra del mismo modo por la otra pierna, tomandome mi tiempo en ascender, sin prisa, deleitandome y, en cierto modo, jugando. Poco tardo en morder de manera algo brusca el labio inferior del otro, tironeando seguidamente de el, para provocarle. Todo ello con una sonrisa de lado y la mirada clavada en la verde del otro, fija.