White Rose Company

**Hibari Kyouya** Dom Jul 04, 2010 2:50 pm

No había intercambiado ni una sola palabra con él desde que me desperté. Ni siquiera había respondido a su comentario ingenioso y, después de ducharme, me vestí en silencio y, al igual que ayer, de traje, aunque esa vez dejé la chaqueta por el calor.

En el taxi de camino a la compañía, ojeé la carta de aquella mujer y fruncí el ceño. Cuanto más lo pensaba, menos me gustaba. El hecho de enviarme a mí las dos cartas parecía una trampa y si pensaba que iba a caer estaba muy equivocada. Resistí la tentación de arrugar la carta y el contrato y desvié la mirada a la ventana, impaciente. La compañía con aquel nombre tan estrambótico quedaba bastante lejos del lugar donde de momento residíamos, pero por suerte no tanto del instituto, así que cuando terminaran las reformas, no nos llevaría tanto tiempo llegar.

Cuando llegamos, esperé junto a la puerta a que el herbívoro le pagara al taxista y lo seguí con la mirada hasta que pasó junto a mí. Lo sujeté del brazo antes de que entrara y le dije con voz seria:

—Espera. —Por la mirada de extrañeza que me dirigió, supuse que él no sospechaba de esa mujer—. Esa mujer... no me gusta... El hecho de haberme enviado las dos cartas a mí no puede ser una casualidad; está claro que sospecha que hay algo entre nosotros. —Lo solté y desvié la mirada hacia la puerta de cristal de la compañía, tras la cual se veía la recepción y gente yendo de un lado para otro. Esa mujer no exageró cuando dijo que era una compañía muy famosa e importante—. Así que asegúrate de decirle que ha cometido un error al enviar las cartas y que esta mañana yo te he entregado la tuya personalmente. No le preguntes por qué lo ha hecho, sólo dile que se ha equivocado.

**Arakami Sasuke** Dom Jul 04, 2010 6:53 pm

Llegamos a WHITE ROSE COMPANY una medía hora después de salir del hotel, un táxi nos estaba esperando fuera y nos llevó directamente hasa ése lugar.

No dijimos nada durante todo el trayecto, hasta que llegamos y le pagué el viaje a taxista, salí de coche y me dispuse a entrar en el gran edificio que teníamos delante hasta que el enano me detuvo agarrándome del brazo; giré el rostro hacia él y lo miré extrañado. Su comentarío me sorprendió, me sorprendió que él se hubiera dado cuenta de lo que yo supe nada más encontrarme con Suzuki-san, esa mujer era evidente que iba a buscar algo más que una relación jefa-trabajador conmigo, también sabía que estaba sospechando de que había algo más que una simple relación de compañetos de habitación entre nosotros, pero éso no me importaba lo más mínimo; me hice el desisteresado, como si no supiera de lo que estaba intentando decírme, caminé hacia la entrada y antes de entrar por la puerta añadí seriamente:

—No te pongas nervioso, ya había pensado en éso.

Atravesé la gran puerta de cristal y pude ver como cada una de las personas que paseaba de un lado para otro con rápidez se paraban sólo para dirigir una de sus miradas hacia mí. Recorrí una pequeña distancia hasta una chica con uniforme de recepcionista y rápidamente avisó a Suzuki-san, me dijo que nos estaba esperando en el quinto piso, en su despacho. Le devolví la reverencia que ella me hizo aunque menos exagerada y luego nos dirigimos al ascensor.

Cuando llegamos a su despacho ella nos estaba esperando de pie al lado de su gran mesa, me sonrió y luego se sentó en su asiento, esperó que nosotros nos sentáramos y después le ofrecí la carta que me mandó.

—Creo que mandó esta carta a un sitio equivocado. Mi habitación es la 206.

Ella se puso seria unos segundos y luego dejó escapar una sonrisa.

—Lo siento, Arakami-san, pero como ayer fue tras ese chico pensé que estaría con él. —Comentó desviando la mirada de uno a otro y luego cogió el sobre que había depositado en la mesa, sacó la carta y me la ofreció junto a una pluma de escribir—. Supongo que ya ha leído el contrato y si ha venido hasta aquí es porque está satisfecho con lo que le ofrecemos.

Asentí cruzándome de piernas a la vez que de brazos, miré de reojo al enano y luego desvié la vista hacia ella de nuevo.

—Firmaré y trabajaré para usted, pero le volveré a repetir que mis asuntos personales no son de su incumbencia. —Cogí la pluma y antes de firmar ella añadío secamente:

—Lo será siempre y cuando la compañía se vea afectada.

Dejé escapar una sonria irónica y firmé rápidamente, luego apoyé la espalda en el respaldo de la silla y comenté con calma:

—Suzuki-san..., usted ni siquiera se enterará de mi vida privada, mucho menos personas ajenas a todo ésto, siempre he tenido mucho cuídado.

Ahora dejó escapar un suspiro y asintió, luego miró al enano y espetó melosamente:

—Espero que cumpla con su trabajo como es debido ya que usted mismo se ha ofrecido a ello y Arakami-san parece estar de acuerdo con ello, pero le advierto que a la mínima que lo incumpla se verá fuera, HIbari-san.

**Hibari Kyouya** Dom Jul 04, 2010 11:25 pm

Mis ojos se cerraron muy levemente como reacción a lo que dijo esa mujer. Por lo visto, el herbívoro egocéntrico había sido demasiado evidente anoche al ir detrás de mí en el restaurante. Esa mujer se había dado cuenta; no me había equivocado al sospechar de ella. Resistí la tentación de dirigir al herbívoro una mirada fulminante por ni siquiera simular sorpresa o negar que me hubiera seguido, pero... en el caso de que nos hubiera visto entrar o salir del baño, ¿qué podríamos decir? No podíamos decir que simplemente nos habíamos encontrado ahí porque yo había salido antes.

Dediqué, por el contrario, una fría mirada a aquella astuta mujer. No me gustaba que me obligara a planificar mis movimientos, yo siempre actuaba tal cual quería. Volví a mirarla cuando se dirigió a mí. La observé sin apenas parpadear un buen rato; estaba muy equivocada si pensaba que iba a librarse de mí tan fácilmente. Su comentario me pareció un desafío y a mí me encantaban los retos, así que la sonrisa burlesca me salió natural.

—No hay nada que yo no pueda hacer de manera satisfactoria... Suzuki. —No pensaba utilizar un honorífico con ella—. Además, digamos que ya tengo algo de... «práctica» en eso de guardaespaldas y, por supuesto, me refiero a serlo con... —Me interrumpí a propósito para mirar al herbívoro; iba a ser la primera vez que lo decía—: Sasuke —silabeé con lentitud.

Me apresuré a mirar de nuevo a Suzuki. Ella no parecía verme capaz de realizar bien mi trabajo, pero a mí no me importaba en absoluto lo que ella pensara. Me incliné hacia adelante, firmé rápidamente mi contrato y se lo di. Suzuki lo recogió en silencio, guardó los dos en un cajón y se puso en pie.

—Bien, Arakami-san, comprobemos qué tal se le da posar ante una cámara. Sé que no me defraudará —dijo sin perder esa sonrisa que estaba empezando a irritarme.

**Arakami Sasuke** Lun Jul 05, 2010 3:29 pm

Salimos del despacho de Suzuki-san y la seguimos de cerca hasta dónde se supone que iba a ejercer mi primer photoshoot, durante el camino recordé lo que dijo el enano caprichoso, que pronunciera mi nombre de esa manera hizo que mi corazón se acelerara sin control; cuando silabeó mi nombre me miró fijamente y yo al escucharlo giré el rostro hacia él y se la devolví, estuvimos varios segundos mirándonos hasta que Suzuki-san habló rompiendo ése contacto entre nosotros. Podía notar como mi corazón aún golpeaba mi pecho con fuerza, ese enano estúpido..., me había pillado totalmente desprevenido.

Finalmente llegamos, Suzuki-san abrió la puerta que había a su derecha y antes de entrar comentó con entusiasmo:

—Cuando te maquillen y cambien de ropa te llevarán hasta el estudio correspondiente, te estaremos esperando allí.

Asentí y antes de entrar miré hacia el enano, desvié la mirada cuando me la devolvió y penetré en la sala; había tres estilistas esperándome con una sonrisa de oreja a oreja, después de las presentaciones, me maquillaron, me cambiaron el peinado dejándome la frente despejada, dándome un aire sexy y diferente al que estaba acostumbrado a verme, luego me dieron la ropa que iba a utilizar: consistía en una camisa de tirantas con el cuello en forma de V, se podía apreciar gran parte de mi pecho y torso, tanto como mis brazos que bien definidos contrastaba con el color de la tela; los pantalones eran del mismo color, lisos y sueltos, daba la impresión de que mis piernas eran más largas con ellos, por último me puse el cinturón blanco que me ofrecieron y después de los últimos retoques me guiaron hasta el estudio para empezar con mi photoshoot.

White Rose Company Trajesexy

No me extrañaba que se quedaran mirándome sorprendidos o que se volearan hacia mí cuando entré por la puerta del estudio ya que realmente estaba rompedor, pero... ¿no era ésto una empresa de modelos? no entendía por qué estaban tan sorprendidos, sinceramente.

Suzuki-san se acercó hasta mí juntando sus manos a la altura de su pecho, sus ojos centelleaban excitados al verme, pero yo permanecí impasible, la miré directamente a los ojos y esperé.

—Arakami-san, está demasiado guapo y esa ropa parece expresamente hecha para usted, estoy convencida de que todo esto será muy gratificanete para los dos, por favor dirigasé hasta el escenario, el fotógrafo está esperando.

Asentí con una débil sonrisa y me dirigí hacia allá. Él enano me miraba fijamente desde el fondo, quizás también algo sorprendido por mi aspecto, le sonreí maliciosamente mientras las estilistas me recolocaban la camisa, luego hice todo lo que el fotógrafo me dijo e incluso me permití improvisar algunas poses, todos me miraban encantados con el trabajo que estaba haciendo. Ya sólo quedaba la última foto, vinieron de nuevo a retocarme el cabello y un poco del maquillaje, luego me dijeron que me tumbara en una cama llena de pétalos de rosas, me dijeron que cogiera una rosa y pusiera una cara provocativa mientras la mordía y eso hice, estaba tumbado de lado con una pierna doblada, una mano sujetaba mi cabeza y la otra tenía la rosa; miré fijamente al enano y justo en ese momento la mordí sensualmente, dispararon muchos flashes en varias direcciones y finalmente vinieron a felicitarme por mi trabajo, me senté en la silla que era expresamente para mí y bebí un poco de agua mientras descansaba, la verdad esque estaba bastante cansado..., pero todo merecía la pena nada más que por ver la expresión que tenía el enano caprichoso al mirarme hacer mi trabajo, mi intención era provocarlo ahora que no podía hacercarse a mí, para que nunca más dudara en tocarme cuando estuvieramos a solas.
Éso sería lo mejor de todo.

**Hibari Kyouya** Lun Jul 05, 2010 9:16 pm

No me gustaba estar a solas con esa mujer, así que me impacienté más rápido de lo normal porque llegaran de una vez el fotógrafo el resto del staff y sobre todo el herbívoro egocéntrico. Me crucé de brazos y cerré los ojos. Al menos no se había dirigido a mí o eso pensé hasta que la oí decir:

—Siento curiosidad, ¿en qué tipo de situación actuó como guardaespaldas de Arakami-san?

No traté de ocultar lo poco que me había gustado que me hiciera esa pregunta, pero a ella no le importó que la mirara con el ceño fruncido. Al final respondí, sólo porque no tenía nada que ocultar:

—Se metió en una pelea con yakuzas y eran demasiados para él. Por suerte para él yo pasaba por allí, el resto te lo puedes imaginar.

Antes de que ella dijera algo más, llegó el fotógrafo y empezaron a hablar. A los pocos minutos, llegaron también el herbívoro egocéntrico y las estilistas. No pude evitar mirarlo con perplejidad, estaba muy distinto y no creí posible que ese herbívoro pudiera ser aún más atractivo. Lo que no entendía era por qué todos lo miraban como si fuera una aparición. ¿No debían estar acostumbrados a tratar con modelos? El herbívoro me miró y sonrió con malicia y yo aproveché ese momento para desviarle la mirada y tragar saliva; era demasiado tarde, debía haberse dado cuenta de que lo estaba mirando fijamente. Cuando lo vi posar con tanta naturalidad ante la cámara, me pregunté por primera vez si habría hecho bien al ofrecerme como su guardaespaldas.

Se suponía que tenía controlar cada uno de mis gestos y mi mirada cuando él posara y ahora que lo estaba viendo sabía que no iba a ser fácil aparentar indiferencia. Ese herbívoro de verdad que estaba... muy sexy. Hacía rato que el corazón había comenzado a latirme muy rápido, suspiré imperceptible y profundamente y cuando abrí los ojos, ya lo estaban felicitando. Esperé a que estuviera solo, me acerqué y me detuve justo delante de él. Sentía todas las miradas clavadas en nosotros, especialmente la de Suzuki, y eso me irritó; ¿es que acaso iba a tener que disimular en todo momento? Sólo se me ocurrió sonreír de manera que pareciera que le estaba felicitando. No estaba acostumbrado a sonreír así y mucho menos para intentar ocultar lo que verdaderamente sentía, así que me sentí incómodo. Al final, sin dejar de sonreír, volví a abrir los ojos y le espeté con voz grave:

—¿Qué te crees que estás haciendo? ¿Eres consciente de lo descarado que has sido?

**Arakami Sasuke** Mar Jul 06, 2010 3:12 pm

Me crucé de piernas y dejé la botella de agua en la pequeña mesita que tenía a mi lado, minutos después, vi al enano justo delante de mí, forzó una sonrisa antinatural y me empezó a quejarse, yo enarqué una ceja y sonreí de medio lado mientras me cruzaba de brazos a la altura de mi pecho, podía ver como Suzuki-san no nos quitaba la mirada de encima y eso me molesto, odiaba que tuvieramos que tener tanto cuídado y aparentar frente a los demás, no me gustaba para nada sentirme así.

—Vaya... —comencé—. ¿Así qué te he parecido descarado,eh? tendrás que ir acostumbrándote, porque aún puedo llegar a serlo mucho más. —Sonreí de medio lado y le di un golpe con mi dedo índice en la frente mientras añadía con voz suave:

—No tienes porque sonreir si no te apetece, estás antinatural así..., con esa sonrisa forzada... —Bajé la mano lentamente y después vi a Suzuki-san a mi lado mostrándome una sonrisa falsa, quizás no debería de haber hecho ese gesto, parecía que Suzuki-san no nos quitaba el ojo de encima y éso me molestaba mucho.

—Arakami-san, ya puede volver a su camerino; allí podrá esperar y descansar hasta que sus demás compañero acaben de hacer su trabajo, todos quieren darle la bienvenida, nos reuniremos después, gracias por trabajar con nosotros, ha estado estupendo.

Después de eso me hizo una reverencía y al darse la vuelta para irse dirigió al enano una mirada extraña, ¿qué pasaba entre ellos? bueno, podía saber de antemano que no se aguantaban; suspiré y me puse de pie, salí de la sala con él a mi lado y siguiendo las indicaciones llegamos hasta mi camerino, ahí me sentía más tranquilo, ahora estábamos a solas y recordé lo que había estado pensando en casi todo el photoshoot, le haría pronunciar mi nombre en cuanto estuvieramos a solas.

Entonces, una vez escuché que él había cerrado la puerta, me giré hacia y rápidamente le agarré por la corbata, la enrosqué en mi mano y lo atraje unos centímetros más hacia a mí.
—Vuelve a decírlo... —él me miró con el ceño fruncido y yo le recordé esta vez siendo mas directo. —Di mi nombre de nuevo.—Ordené con un tono de voz ronco, quería escucharlo de nuevo y ésta era mi oportunidad.

**Hibari Kyouya** Mar Jul 06, 2010 9:03 pm

De camino al camerino del herbívoro, recordé la mirada que me dirigió Suzuki justo antes de irse. Ya me causaba muy mala impresión por lo que decía y hacía, pero era evidente que esa mujer me consideraba un estorbo y desearía que renunciara a mi nuevo puesto de guardaespaldas. Lo que empezaba a molestarme era la actitud del herbívoro, no sólo parecía no sospechar para nada de Suzuki, sino que encima bromeara con la situación a pesar de haber sido —dijera lo que dijera él— muy descarado.

Ya en su camerino, cerré la puerta detrás de mí y me preparé para decirle, esta vez sin rastro de sonrisa, lo que no pude antes por culpa de Suzuki. Entonces sentí un repentino tirón y miré entre sorprendido y extrañado al herbívoro. No entendí a qué se refería y él se dio cuenta, porque fue más concreto. Mi expresión se transformó enseguida en una entre maliciosa y divertida.

—¿Por qué? —lo provoqué—. No me digas que te has excitado con sólo escucharme decir tu nombre.

No pude evitar recordar la última vez que nos acostamos; aún escuchaba en mi cabeza su voz diciendo mi nombre entre gemidos. No fue una buena idea, sólo recordarlo y enseguida sentí cómo mis pulsaciones se disparaban. Traté de disimular para que él no se diera cuenta de mi repentino nerviosismo y giré la cabeza hacia la puerta, como si estuviera vigilando para que nadie entrara.

—Dime, ¿acaso te da morbo que nos puedan pillar? —le espeté ya sin sonreír y girándome de nuevo hacia él—. No me va el exhibicionismo, ya lo sabes, pero tampoco me gusta ocultarme. A mí me da igual lo que piensen, si lo hago... es por ti. Así que más te vale controlarte porque me da la impresión de que sólo lo estoy haciendo yo.

**Arakami Sasuke** Mar Jul 06, 2010 11:12 pm

Hice una mueca al escuchar su respuesta, no era lo que él creía; no me había excitado que dijera mi nombre, simplemente me gustó que lo hiciera y quería que lo volviera a pronunciar normalmente, sin ese silabeo que usó la primera vez que lo dijo. Ese enano se estaba volviendo muy arrogante...

No respondí, me quedé observándolo detenidamente y entonces él giró su rostro hacia la puerta, quizás lo hubiera pasado desapercivido si no llego a estar tan pendiente de sus movimiento, pero pude notarlo..., estaba claramente nervioso; ya conocía lo suficiente sus movimientos para darme cuenta de ese minidez, ¿ahora le ponía nervioso quedarse a solas conmigo? éso si que me parecía gracioso.

Me molestó lo que dijo a continuación; que indirectamente hiciera ver que era yo el único que deseaba tener más contacto con él a cada momento, como si no le gustara los momentos que pasábamos a solas. ¿Qué era él el único que se estaba controlando? no entendía que lo hiciera justo ahora, la puerta estaba cerrada y sabía perfectamente que no era simplemente hablar lo que quería hacer conmigo ahora, su brillo en la mirada cuando me miraba me lo decía todo. ¿Quizás me estaba equivocando y todo lo que había pasado entre nosotros sólo había sido importante para mí? intenté mantener la calma y actué sin que notara mi enfado.

—¿Así que eres tú el único que se está controlándo? —acentué más mi sonrisa, me parecía gracioso que dijera éso, luego lo atraje más hacia mí dando un tirón a la corbata que aún tenía enroscada en mi mano, quedándonos a una escasa distancia—. Creo que debería describirte como me has estado mirando en toda la sesión de fotos..., parecía que en cualquier momento ibas a saltar encima de mí, pero era divertido verte desearme tanto. —Dejé de mostrar mi sonrisa y me puse serio de repente—. Lo que me molesta esque te reprimas cuando estás a solas conmigo y no me vengas con la escusa de que pueden pillarnos y menos de que lo haces por mí.

Solté la corbata brúscamente y le di la espalda, luego anduve hasta el fondo de la sala dónde estaban mis cosas, me senté en la silla que estaba delante del gran espejo y prendí un cigarrillo de la cajetilla que estaba en la mesa de marmol justo delante de mí.

Ahora lo mejor sería esperar a que llegara Suzuki-san con mis compañeros de trabajo, saludarnos y todo ese rollo y por último volver al hotel para descansar debidamente.

**Hibari Kyouya** Miér Jul 07, 2010 2:10 pm

¿Así que era eso lo que quería, que me lanzara encima de él sin pensar en las consecuencias? Del modo en que lo había dicho él, parecía que yo incluso tenía miedo a que nos pillaran; debía estar bromeando... Él me conocía lo suficiente para saber que a mí el resto del mundo me daba igual. Pero ese herbívoro egocéntrico sólo se quedaba con la parte de que me... reprimía cuando estaba con él. Era evidente que no se refería sólo a ahora, sino también a ayer, en la habitación. Me molestó e irritó bastante que aprovechara la ocasión para volver a sacar ese tema, sobre todo porque conseguimos solucionarlo. Por si fuera poco no valoraba el esfuerzo que hacía por aparentar indiferencia cuando él actuaba de modo tan descarado como antes; no se daba cuenta de que, por mucho que se burlara, la única verdad era que si aguantaba era por él.

Lo miré a través del espejo sin disimular lo irritado que estaba y le espeté con voz seca:

—Vaya, eso quiere decir que mi actuación ha dado resultado, porque no sólo he conseguido engañar a los otros, sino también a ti.

Posiblemente me malinterpretaría, como siempre hacía, y no entendiera que prefería ser extremadamente precavido incluso cuando estuviéramos a solas, pero no me importaba. De repente, alguien abrió la puerta sin siquiera llamar. Era esa mujer, cómo no... Le dirigí una mirada fulminante, cerré los ojos y me crucé de brazos mientras ella decía:

—Arakami-san, ¿puede venir un momento a mi despacho? Tengo que decirle algo... —Abrí los ojos, me descrucé de brazos e hice ademán de avanzar hacia ella para esperarlos ya fuera, pero Suzuki me miró y añadió, sin sonreír—: A solas.

Me detuve en seco, perplejo. De inmediato, recuperé mi anterior expresión y le recordé:

—Soy su guardaespaldas.

—Por supuesto, pero ahora Arakami-san no necesita que lo protejas, ¿verdad?

No dije nada más, me apoyé en la pared, volví a cruzarme de brazos y cerré los ojos.

**Arakami Sasuke** Miér Jul 07, 2010 4:13 pm

No sabía como tomarme lo que dijo después de estar varios minutos en silencio, primero pensé que lo que ya intuí anteriormente, que todo no había sido para él más que un mero entretenimiento y que realmente no le importaba ni siquiera para echar un polvo; pero todo lo que había pasado entre nosotros era imposible que él hubiera podido actuar, nadie actuaba conmigo y sabía que aunque él no lo dijera le importaba a su manera. ¿Por qué si no se molestó cuando dije que sólo era un compañero de habitación para mí? ¿por qué se había ofrecido a ser mi guardaespaldas? era evidente que no podía ser lo que me estaba imaginando, tenía que referirse a esta situación, sí, no podía ser otra cosa...

Antes de que pudiera responder Suzuki-san entró en el camerino sin llamar, fruncí el ceño molesto y me puse de pie mientras guiaba mis pasos hasta donde estaban, antes de salir por la puerta miré de reojo al enano y añadí friamente:

—No necesitas esperarme, puedes irte ya para el hotel. Cuando acabe cogeré un táxi para volver.

Salí por la puerta con Suzuki-san a mi lado; su despacho estaba justo al lado contrario de mi camerino así que tardamos un poco en llegar, una vez allí me sorprendió no encontrar a nadie dentro.

—¿No se supone que iban a darme la bienvenida? —espeté en un tono irónico mientras dirigia la mirada hacia ella.

—Lo siento, pero aún no han terminado su trabajo y como ya es tarde supuse que querría irse a descansar, pero antes necesitaba comentar con usted algunas cosas. —Mientras hablaba fue hasta la mesa y se sentó en el filo de ésta cruzándose de piernas—. En su próximo photoshoot tendrá que posar en ropa interior y quizás no lo haga solo, pueden que algunas modelos de la compañía posen con usted.

No me gustaba mucho la idea de posar con alguien más, pero tampoco esque fuera la primera vez que lo fuera a hacer..., asentí dando mi aprobación y después de eso ella se acercó lentamente hasta mí, se paró a escasos centímetros y añadió con voz seductora:

—Será muy excitante verlo así, aunque debo admitir que hoy me ha dejado impresionada..., no he podido evitar pensar que estaba haciendo el amor con usted mientras lo observaba, ese es el mensaje qué quería dar la sesión fotográfica... —luego se quedó en silencio unos segundos, acercó su dedo índice a mi torso y fue bajándolo lentamente hasta mis abdominales y finalmente continuó: ...qué todo el que mirara las fotos desearan acostarse con usted..., debería estar contento.

Sabía desde el principio que ella quería ése tipo de relacción conmigo, quizás el enano también se había dado cuenta y por eso no le gustaba...

No sonreí en ningún momento, permanecí en silencio hasta que noté que ella quería seguir con todo ésto bajando su mano hasta mi entrepierna, ahí actué rápido, la detuve brúscamente de la muñeca y espeté seriamente:

—Si tiene ganas de echar un polvo yo no soy el indicado para usted Suzuki-san, me alegra saber que he cumplido con mi trabajo, pero ésto está empezando a incomodarme.

**Hibari Kyouya** Jue Jul 08, 2010 7:15 pm

Llegué a la compañía de más mal humor que ayer. Ese herbívoro egocéntrico... Lo había estado esperando durante varios minutos al lado de la puerta de su habitación hasta que me di cuenta de que era muy tarde y que probablemente se habría ido ya. A pesar de la discusión de ayer, no pensé que fuera a irse solo... No creí que se hubiera molestado hasta tal punto, es más, no tenía ninguna razón para estar enfadado... y por si fuera poco, si comenzábamos a actuar de manera extraña sin duda levantaríamos más sospechas. Lo que más me irritaba es que fuera yo el que me preocupara por eso cuando debería ser al revés.

Suzuki se me acercó y me informó de que el herbívoro egocéntrico se estaba preparando para la nueva sesión de fotos, después preguntó lo que sin duda le interesaba mucho más:

—Por cierto, ¿cómo es que hoy no habéis venido juntos?

Analicé su expresión; sin duda esperaba que le quitara importancia al tema diciendo que no teníamos por qué venir juntos, pero si lo decía lo más seguro era que ella replicara que para algo era su guardaespaldas. Efectivamente, sin esperar respuesta por mi parte, añadió:

—Arakami-san será cada vez más famoso y en ese momento es usted el que no puede fallar. Puede ser que algunos se aprovechen de sus momentos de descuidos para hacerle daño y si no puede garantizar su seguridad, tendré que prescindir de usted.

Esa mujer parecía no darse cuenta de lo evidente que era, empezaba a molestarme más que el viejo irritante. Me limité a hacer un sonido a modo de comprensión y me coloqué al fondo de la sala, justamente en el mismo lugar que el día anterior:

**Arakami Sasuke** Vie Jul 09, 2010 12:23 pm

Quedaba poco menos de una hora para que empezara la nueva sesión fotográfica, cuando llegué a la compañía me dieron la bienvenida mis compañeros de trabajo, todos eran bastantes famosos y atractivos como era de esperarse, aunque comprendí rápidamente por qué se habían quedado tan asombrados al verme, yo destacaba sobre ellos en cuanto a atractivo y belleza. Sé que suena muy arrogante, pero es la verdad.

Ahora mismo me encontraba en mi camerino, las estilistas estaban maquillándome y me echaron algo de maquillaje también por el pecho para hacerlo más llamativo, mi pecho brillaba gracias al maquillaje dándole un aire sensual; mientras terminaban de arreglarme el cabello, pensé en el enano. Cuando salí de la habitación del hotel, estuve esperando unos minutos al lado de su habitación aunque finalmente decidí venir solo, quizás pensaría que estaba enfadado con él, pero no me preocupé mucho por éso, ya decidí actuar más frío y distante con él y era tajante en mi decisión.

Finalmente estaba listo, quedada poco menos de veínte minutos para que empezara el photoshoot así que nos dirigimos hasta la zona dónde estaba según me dijeron la modelo esperándome.

La imagen que debíamos dar era de una pareja joven y fogosa a punto de comenzar a hacer el amor, mostrando así la ropa interior famosa que estábamos modelando, realmente no me apetecía para nada tener que hacer esto, pero lo encontré emocionante al pensar que el enano lo vería. Sería interesante ver sus expresiones....

Finalmente llegamos a la sala y ya estaba todo listo para que empezáramos, la modelo me saludó con una tímida sonrisa y rápidamente se quitó el albornoz, yo hice lo mismo dándole el mío a una de mis estilistas y esperé que empezaran a indicarnos, mientras esperábamos eché una ojeada por toda la habitación, vi a Suzuki-san con los ojos centelleantes mirándome descaradamente de arriba a abajo, un poco más atrás estaba quién había estado buscando desde que llegué: el enano.

Estaba mirándome con el ceño fruncido, como si supiera de antemano lo que iba a ver hoy; cuando tuvimos contacto visual se la aguanté unos segundos, luego desvié la mirada y me acerqué a la modelo.

Llevaba una lencería realmente sexy, era de color negra de Victoria’s Secret, compuesta de un brasier que le levantaba el busto y una portaligas que coge el estómago.

Spoiler:

Yo llevaba unos boxer's ajustado negros con la marca kalvin klein en la parte superior de color gris, eran cómodos y muy sexys, se ajustaba tanto a mi trasero como a mi entrepierna.

Spoiler:

Hicimos exactamente lo que nos dijeron, ella se abrazó a mi cuello y se acercó todo lo que pudo a mí y yo le agarré de la cabeza con una mano e hice como si estuviera besando su cuello, desde la perspectiva de la cámara fotográfica realmente parecía que le estaba besando en esa zona sensualmente, luego intercambiamos posiciones, ahora ella estaba detrás de mí y bajó sus manos como si fuera a agarrarme la entrepierna, mientras que yo bajaba un poco el boxer haciéndolo todo mas excitante y provocador, los dos mirábamos con aire sensual a la cámara. Las siguientes fueron en la cama con posturas bastantes comprometedoras: como ella encima de mí, como si me estuviera cabalgando, otra como si le estuviera tocando su vagina y así una tras otra. Agradecí no ser heterosexual, nos estábamos rozando demasiado y de ser así lo hubiera pasado mal; la chica hacia bien su trabajo incluso parecía emocionada, pero yo simplemente hacía lo que me decían, finalmente era la última fotografía, ésta vez ella estaría desnuda de cintura para arriba y yo tendría que tapar sus pechos con mis manos, así pues y para terminar de una vez me coloqué detrás de ella, puse una expresión maliciosa, pero a la vez sensual y agarré sus pechos para que no se les viera, ella soltó un suave gemido que me desconcentró un poco y mientras le decían que aguantara esa expresión, aproveché para mirar por la sala y justo vi como el enano me miraba con odio como si estuviera realmente cabreado por lo que estaba viendo. ¿Acaso estaba celoso?

Sonreí de medio lado y solté a la chica, nos despedimos adecuadamente dándonos la mano y felicitándonos por el trabajo bien hecho y ella se fue. Justo después de eso vinieron con el albornoz y me lo puse mientras echaba una última ojeada, fruncí el ceño y alcé una ceja al no ver al enano ¿dónde había ido ese bastardo ahora?

**Hibari Kyouya** Vie Jul 09, 2010 6:16 pm

Abrí el refresco que había sacado de la máquina del pasillo y di un largo sorbo. Después, me apoyé en la barandilla y chisté. No importara cuánto lo intentara... no podía quitarme de la cabeza al herbívoro con esa modelo. Se suponía que no debería haber actuado así y menos aún haberme ido —aunque nadie se había dado cuenta de que me había ido porque en ese momento estaban demasiado ocupados felicitándolos—, pero no me había gustado nada lo que había visto y no quería estar allí. Era muy distinto a cuando pensaba que podría estar con otro. Sabía que ellos eran sólo modelos, que sólo era su trabajo, pero de la manera en que habían posado parecía que eran una verdadera pareja pillada en sus momentos más íntimos.

No me gustaba, me molestaba, no me sentía bien allí y esas razones eran suficientes para irme, me daba igual si a alguien le parecía sospechoso. Por si fuera poco, el herbívoro había evitado mi mirada en todo momento, algo que me irritó aún más. ¿Por qué reaccionaba así tan de repente? Volví a chistar y di otro sorbo a la lata. Fue entonces cuando me di cuenta de que la mano con la que sujetaba el refresco me temblaba. Sorprendido, cambié el refresco de mano y abrí la palma y la cerré; temblaba incontroladamente. Fruncí el ceño y comprobé que lo mismo me ocurría en la otra mano. Lo más probable era que fuera por la ira, aunque la verdad era que no era sólo rabia lo que sentía en ese momento.

Estuve cerca de una hora allí y el no encontrarme con nadie me vino bien para despejarme, es más, quería volver al hotel solo, pero Suzuki ya me lo había advertido y no quería darle más motivos para echarme. Saqué el móvil y busqué el nombre del herbívoro egocéntrico. Dudé durante un buen rato porque odiaba sentirme como un perrito faldero cuando él sin duda me estaba evitando. Tardé bastante en decidirme, pero al final le escribí un mensaje que decía: "Te espero en la entrada, no quiero volver a aguantar una bronca de esa mujer por tu culpa, así que más te vale venir". Me terminé el refresco y lo lancé a la papelera junto a mí mientras esperaba su respuesta.

Eso sí, si no me contestaba, no pensaba ir en su búsqueda, sino que me iría yo solo y me daba igual si por el camino se buscaba problemas y le terminaban dando una paliza.

**Arakami Sasuke** Sáb Jul 10, 2010 4:53 pm

No estaba por ningún lado, estaba empezando a desesperarme y las estilistas me preguntaban si estaba bien de vez en cuando al oírme suspirar sonoramente mientras me vestía. ¿No se supone que es mi guardaespaldas que cojones estaba haciendo en su horario de trabajo en vez de estar cerca de mí? respiré y me tranquilicé un poco, me senté en una silla y cogí el teléfono móvil pensando si llamarlo o no, para obligarlo a que viniera donde estaba, pero él se me adelantó; miré hacia el aparato.
"Te espero en la entrada, no quiero volver a aguantar una bronca de esa mujer por tu culpa, así que más te vale venir"
Sonreí de medio lado al leer su mensaje un poco más calmado por no haber sido yo quién me pusiera en contacto. Me puse de pie, me despedí de las estilistas y salí por la puerta con paso calmado hasta llegar a la entrada de la compañía; aún habían algunos compañeros de trabajo merodeando por aquí y por allá, me saludaban con una ligera reverencia y seguían con sus asuntos. Miré a un lado y a otro en busca del enano, pero no lo vi por ninguna parte, fruncí en ceño y miré de nuevo el móvil por si me había confundido de lugar. Era aquí, entonces… ¿Por qué no estaba ése bastardo aquí esperándome? Suspiré cansinamente y me senté en uno de los bancos que había cerca de la entrada, me crucé de piernas, prendí un cigarrillo y le di una larga calada, de repente miré hacia la derecha y allí estaba él; alcé una ceja extrañado y expulsé el aire lentamente. ¿De dónde había venido que no lo había visto ni salir de la compañía ni llegar?

—Ya podemos irnos. —Dije con voz áspera mientras apagaba el cigarrillo y lo tiraba a la papelera.

No le pregunté nada, ni hice por comenzar una conversación con él, quizás había notado un cambio brusco por mi parte y quizás por eso se fue antes sin siquiera acercarse, aunque quizás la razón era mucho más simple de lo que me imaginaba. Yo estando en su lugar probablemente habría hecho lo mismo.

Estábamos en la puerta del hotel, él unos pasos detrás de mí; me paré justo antes de entrar por la puerta circular y me di la vuelta encarándolo.

—Mañana te espero aquí a las siete de la mañana.

Era increíble como en un día mi cuerpo lo había echado de menos…, los latidos de mi corazón golpeaban tan fuerte en mi pecho que incluso me sentí mareado, aún y así no cedería. Odiaba ser yo el que parecía que siempre lo andaba buscando, mientras que a él parecía que le daba absolutamente igual.

Sin esperar a que hiciera o dijera algo entré al hotel y me fui a mi habitación.

**Arakami Sasuke** Sáb Jul 10, 2010 11:26 pm

Habían pasado varias semanas desde la última vez que tuve una conversación normal con el enano, casi no nos dirigíamos la palabra salvo que fuera estrictamente necesario. Estaba empezando a cansarme de su actitud, pero sobre todo me estaba cansando de seguir haciendo justo lo contrario a lo que yo quería hacer, me daba igual admitirlo; quería volver a tener la relación que teníamos antes de que empezara a trabajar, de que empezara esta estupidez... Casi todas las noches soñaba con la última vez que nos acostamos juntos y realmente me estaba volviendo loco…

Llegabamos a la compañía juntos porque ése era su trabajo y aunque él siempre estaba cerca de mí, para mí era todo lo contrario; nunca había estado tan preocupado y pensativo con éste tipo de cosas y eso realmente me hacia enfadar, aunque por suerte era lo bastante bueno en ocultar mis emociones ya que nadie parecía darse daba cuenta.

El trabajo fue aumentando considerablemente, era extraño que no llamaran a Suzuki-san para concretar alguna cita, entrevista o alguna secciones fotográficas especialmente para mí; ella estaba realmente contenta y aunque seguía mirándome con lujuria no había intentando seducirme más desde que la rechacé, eso me alivió, hubiera sido problemático si ella hubiera seguido con esa actitud hacia mí…

Rápidamente me convertí en el modelo más cotizado de la empresa y eso tuvo sus consecuencias buenas y malas, algunos de los veteranos me miraban con odio, como si no me mereciera lo que yo mismo me había ganado. Sinceramente eso me divertía. ¿Qué podía hacer si era mejor que ellos? ver sus caras llenas de envidia era realmente divertido, los demás simplemente entendían por qué había llegado tan lejos en tan poco tiempo e incluso me felicitaban y venían a verme de vez en vez cuándo estaba en medio de una sesión fotográfica.

Ahora me encontraba en mi camerino, solo. Tanto las estilistas como el enano me habían dejado descansar unas horas antes de la entrevista que tendría por la noche, aprovechando, me tumbé en el sofá caro que había justo enfrente de la puerta y cerré los ojos lentamente mientras utilizaba mis manos de almohada.

**Hibari Kyouya** Dom Jul 11, 2010 12:51 pm

Nunca pensé que sería capaz de aguantar tanto tiempo controlándome por no darle una paliza a alguien. El herbívoro egocéntrico se la merecía. ¿Quién se creía que era evitándome durante tanto tiempo? Por supuesto, no iba a ser yo el que le fuera detrás, así que si no quería verme ni hablar fuera del horario de trabajo, yo no lo haría tampoco.

Al menos, gracias a los otros modelos de la compañía, conseguía distraerme y centrarme en mi trabajo. La manera en que miraban al herbívoro era evidente y todo se debía a la fama y reconocimiento que él había ganado en ese tiempo. A decir verdad, estaba deseando que alguno se atreviera a ponerle la mano encima y así tener una excusa para morderlo hasta la muerte, pero esos cobardes nunca se atreverían.

Lo que estaba era harto, muy harto, del herbívoro y esa actitud que no sabía a qué venía. Estaba en la cafetería de la compañía y no hacía más que pensar en él. Sabía que en ese momento estaba solo en su camerino y ese simple pensamiento me pareció suficiente. Me levanté y caminé más rápido de lo que pretendía, llevado por la ira que había acumulado durante esas semanas. No llamé a la puerta ni tampoco comprobé si estaba cerrada —en ese caso, la habría echado abajo—, la abrí con tal brusquedad que se cerró detrás de mí sin tener que hacerlo yo y caminé hacia el sofá donde él estaba tumbado. Cuando llegué a su lado, lo agarré de los tirantes de su camiseta, lo levanté del sofá del fuerte tirón que di y lo miré estrechando los ojos de la ira.

—Tú... ¿Cómo te atreves...? ¿Cuánto tiempo más piensas seguir con esta tontería? —le espeté con la misma rabia.

**Arakami Sasuke** Dom Jul 11, 2010 5:29 pm

Estaba medio dormido cuando escuché la puerta abrirse bruscamente, abrí los ojos para enfrentar a quién se hubiera atrevido entrar así y me sorprendí ver al enano cerca de mí agarrándome de los tirantes de mi camisa. No me esperaba qué actuara repentinamente de esta forma conmigo cuando casi llevábamos un mes sin hablar normalmente; me quedé en silencio dejando que dijera lo que él quisiera, mirándolo inexpresivamente mientras por otra parte aguantaba las ganas de saltar sobre él.

Así que era éso, supuse por lo que dijo que él había estado aguantando mi cambio repentino hacia él hasta que justo ahora se había cansado y quería respuestas. Lo miré fijamente con el ceño fruncido y a la misma vez agarré uno de sus muñecas haciendo un poco de presión mientras comentaba con voz aparentemente calmada:

—Suéltame. —Ordené haciendo más presión, pero él no cedía así que dejé caer la mano a mi costado—. ¿Cómo me atrevo a qué, a estar menos pendiente de ti? ¿es eso lo que te molesta?

Nunca imaginé que pudiera contenerme tan bien, mi voz sonaba tan dura que yo mismo me sorprendí; a tenerlo a tan poca distancia podía oler claramente su perfume, ése que me embriagaba cada vez que lo besaba o lo abrazaba, tuve la imperiosa necesidad de abrazarlo, sabía que todo este tiempo había sido un completo imbécil en cierto modo, pero él también había tardado mucho tiempo en reaccionar, no se lo pondría tan fácil.

—Para mí no es ninguna tontería. —Espeté en tono más serio, luego giré el rostro hacia un lado perdiendo contacto visual con él, sintiéndome algo más calmado, estaba confundido, él me confundía siempre. ¿Por qué simplemente no me seguía como los demás, acaso no entendía que para mí ya era raro estar buscándolo como para que encima hiriera mi orgullo una y otra vez? sabía desde que todo esto empezara que esa era la causa de mi actitud repentina hacia él, pero él no tenía por qué saberlo, al menos de momento.

**Hibari Kyouya** Lun Jul 12, 2010 12:24 pm

No podía entender cómo era capaz de reaccionar así... No entendía tampoco sus cambios de humor y me irritaba cada vez más que actuara como si no le importara nada. Mi instinto me decía que le diera una paliza y que me olvidara completamente de él, no tenía por qué aguantarlo más, pero no lo haría porque simplemente no era eso lo que quería. Quería que me dijera qué le había hecho cambiar de actitud y por qué razón estaba ignorándome como acababa de reconocer.

Saqué la fuerza de voluntad suficiente para no golpearlo, pero incluso así no pude evitar reaccionar de manera cada vez más brusca. No lo solté, sino todo lo contrario, cerré con más fuerza los puños en torno a los tirantes, tiré de él y lo estampé contra el respaldo del sofá. Me incliné más sobre él y entorné los ojos, cada vez más irritado.

—¿Que no es... ninguna tontería...? —repetí lentamente y, sin poder contenerme, volví a tirar de él y lo estampé de nuevo contra el respaldo del sofá—. Entonces, ¿cómo llamas tú a lo que estás haciendo? Tu actitud es más propia a la de un crío al que su mamá ha castigado sin jugar, aunque me pareces más un cobarde que no se atreve a decir lo que piensa. ¿Qué pasa, ahora me tienes miedo?

Se me ocurrían decenas de calificativos de esa índole y los diría uno a uno hasta que su paciencia explotara y me dijera de una vez qué le ocurría.

**Arakami Sasuke** Lun Jul 12, 2010 1:30 pm

Su brusquedad en un principio no me molestó en cierto modo hasta me gustó, pero que me estampara contra el respaldo del sofá de esa manera me irritó lo suficiente como para agarrarle yo mismo por el cuello de su camisa con fuerza, luego fruncí el ceño y lo miré con ira mientras añadía:

—¿No es esto lo que querías? ¿por qué te enfadas tanto? —Mi voz sonó dura y limpia sin un ápice de nerviosismo en ella—. Creía que me conocías un poco, pero ya veo que no; Si hubiera algo que quisiera decirte te lo diría sin dudar. ¿Tenerte miedo? No me hagas reír, enano. —solté el agarre que ejercía en su camisa y lo empujé bruscamente separándolo unos centímetros de mi. Ahora más calmado de que él no pudiera descubrir lo que en realidad sentía, me recoloqué la camisa y lo miré fríamente—. Simplemente actúo como me apetece.

Mentí, jamás había dicho una mentira tan grande, pero ¿qué podía decir? Me estaba llevando a su terreno y si seguía así finalmente acabaría diciéndolo todo, era extraño que me contuviera tanto, que no le dijera las cosas claramente, pero si lo hago ahora quedaría como un auténtico imbécil, como si hubiera estado esperando que él actuara como yo lo había hecho en un principio. Aish…odiaba ser así, realmente lo odiaba.

**Hibari Kyouya** Lun Jul 12, 2010 5:23 pm

Lo que dijo me sorprendió tanto que por un momento olvidé la ira que sentía y no pude aguantar firme el empujón. Le solté la camiseta y me quedé inmóvil, en silencio. Con la misma rapidez que se había extinguido, la rabia volvió a controlarme y me hizo actuar, de nuevo dominado por ella. Volví a acercarme a él y me subí de rodillas al sofá, con una de sus piernas entre las mías. Esa vez lo cogí de la pechera de la camiseta con una mano y la otra la alcé con el puño preparado para golpearlo. Pero el golpe no llegó y ni siquiera me sorprendió.

—No —le respondí mientras lo miraba con la misma seriedad y utilizando un tono de voz igual de grave que antes—. Todo lo contrario: es precisamente lo que NO quiero. —Bajé el puño y lo sujeté también de la camiseta con esa mano—. Cuando me apetece hacer algo, siempre lo hago sin importarme lo que pueda pensar o decir la gente. No tienes ni idea de lo que me estoy conteniendo por culpa de esta misma gente, gente que no me importa absolutamente nada. Si por mí fuera te besaría delante de ellos y les mordería hasta la muerte por haber hecho que posaras de esa manera con aquella modelo. Y tú... eres tan estúpido que no te das cuenta, te confías por creer que cuando estamos solos no hay problema, pero ya comprobaste que es precisamente eso lo que espera Suzuki.

Apreté los dientes, bajé la cabeza y, por instinto para que él no me mirara a los ojos, le tiré más de la camiseta y me agaché lo justo para que gracias a ella no pudiera verme.

—Te... echo... de... menos...

Aquellas palabras salieron de mi boca antes de que pudiera impedirlo y me arrepentí de inmediato. ¿Cuán bajo había caído por culpa de ese herbívoro egocéntrico que encima me estaba ignorando? Era la primera vez que me mostraba tan débil delante de alguien y ahora era tarde para arrepentirme: ya lo había dicho...

**Arakami Sasuke** Lun Jul 12, 2010 6:40 pm

Cuando se subió al sofá conmigo pensé realmente que iba a golpearme, con su mano alzada me miró con ira, pero el golpe nunca llegó. Empezó a hablar y mi rostro fue cambiando de expresión a una más suave conforme lo iba escuchando; ya lo sabía, sabía lo que él me había dicho, pero él me hacía sentir inseguridad algo que jamás pensé y eso me confundía y trastornaba de una manera descomunal, quizás porque nunca antes lo había sentido.

No dije nada, no sabía qué decir ahora que él me dijo todo eso; después él apretó los dientes como conteniéndose a decir o a hacer algo, tiró de mi camisa una vez más y escondió su rostro con ella, estuvo callado unos segundos y yo me estaba poniendo cada vez más nervioso, entonces escuché como en un susurro tartamudeo decía la frase que no esperaba que dijera, nunca me lo hubiera imaginado y eso fue mi punto débil; no puede aguantar más.

Pasé mi mano izquierda por su cogote, y le aparté el pelo que tenía en esa zona para darle un dulce, pero a la vez sensual beso. Luego lo abracé posesivamente ayudándome con la otra mano e inspirando profundamente al sentirlo nuevamente entre mis brazos.

—Todo ha sido tu culpa, me confundes de tal manera que me haces actuar como un imbécil…

Luego dejé de abrazarlo y sostuve su rostro con mis manos, le levanté la cabeza para que pudiéramos mirarnos y después giré mi rostro hacia un lado acercándome a su boca mientras entrecerraba los ojos. Sentir sus labios contra los míos después de todo ese tiempo me hizo excitarme más de lo que me hubiera imaginado; sólo pude aumentar el ritmo del beso a uno más apasionado y sensual, degustando su cavidad, recordando el sabor que me había vuelto loco.
Sabía las consecuencias que podía traer estar haciendo esto justo en mi camerino, pero ahora me importaba bien poco, en lo único que estaba pensando ahora es en las ganas que tenía de hacer el amor con él…

**Hibari Kyouya** Lun Jul 12, 2010 10:37 pm

Al principio pensé que fue un roce imaginario, pero no. Sentir sus labios sobre mi piel y después cómo me estrechaba contra él no era imaginario. Cerré los ojos y suspiré. Me había arrepentido de lo que había dicho, sí, pero era verdad: echaba de menos sentir su cuerpo contra el mío, besarlo, tocarlo, escucharlo gemir y que él me hiciera gemir a mí. Echaba de menos en todos los sentidos a ese herbívoro egocéntrico, incluso cuando me contestaba con alguno de sus comentarios ingeniosos.

Le respondí el beso como nunca lo había hecho, no perdí contacto con él y disfruté de su sabor, de su lengua y de aquellos labios que me cautivaban hasta tal punto que me hacía olvidar todo lo demás. Jamás pensé que yo sería capaz de sentir lo que estaba sintiendo... Cuando me separé, lo miré fijamente y de tal manera que tuve la sensación de que aún seguía besándolo. El sólo hecho de mirarlo y que él me devolviera la misma mirada me transmitía todas las sensaciones que él no se atrevía a poner en palabras.

Quería decirle muchas cosas, sobre todo contestarle que sí que era un imbécil y que yo tenía razón y lo conocía incluso mejor que él mismo, pero de nuevo las palabras quedaron a un segundo plano. Me acerqué de nuevo a él, lentamente, y fui entreabriendo los labios para recibirlo otra vez sin apartar la mirada de los suyos. Mientras volvía a besarlo, me dejé caer más sobre él y bajé las manos hasta su cintura. Poco a poco, al mismo tiempo que su lengua se entrelazaba con la mía en una danza sensual y hasta obscena, metí las manos por debajo de su camiseta y comencé a subírsela muy lentamente. Cuando llegué a la altura del pecho, interrumpimos el beso y aproveché para decirle sin esperar a recuperar el aliento:

—Te advierto que me da igual que estemos en tu camerino; estoy harto de contenerme... Así que si tú no te detienes, yo tampoco lo haré.

**Arakami Sasuke** Mar Jul 13, 2010 4:41 pm

Después del beso que yo inicié me separo lentamente y nuestras miradas se encuentran y al verlo mi alma parte a otro mundo. Está en mis mismas condiciones, su mirada no se parta de la mía, su respiración se entrecorta, sus mejillas están levemente ruborizadas, se ve adorable y arrebatadoramente...sexy. No puedo pronunciar palabra, estoy totalmente perdido mirándolo, que diablos sucede aquí…Qué diablos sucede conmigo... No me da tiempo a preguntar, sin pensarlo sus labios apresan los míos con pasión, sus manos atrapando posesivamente mi rostro, no permitiéndome separarme del beso.

Su lengua recorre descontrolada la totalidad de mi cavidad, puedo sentir como se adentra más y más profundo, dejo que lleve el ritmo del beso hasta que me desespero y ahora soy yo el que no deja que se aleje.

Empiezo a sentir como su manos bajan por mi pecho y agarran mi camisa mientras me la va subiendo lentamente hasta llegar a mi torso, nos separamos y puedo sentir el deseo vivo en sus ojos como seguramente se podrá ver en los míos; me relamo en un gesto involuntario y mientras bajo las manos hasta su cintura y lo atraigo hacia mí giro mi rostro levemente y lo guío hasta su cuello, me detengo a escasos centímetros y añado con voz ronca:

—Sería problemático seguir aquí…, no quiero parar…,pero…

Entonces, antes de que pudiera terminar de hablar, alguien golpeó la puerta y me dijo que en cinco minutos me esperaban en la conferencia del cuarto piso, bufé muy molesto por la interrupción y antes de separarme lamí lascivamente su cuello, terminando en un bocado justo encima de su clavícula. Luego me separé y sonreí de medio lado.

—Me están esperando. —Recordé al ver que él no se levantaba de encima de mí y que me estaba retrasando.

Finalmente el enano cedió, me incorporé y suspiré aliviado al ver que aún no me había excitado lo suficiente como para que fuera un problema salir, luego me miré en el espejo para ver si me veía bien; no estaba mal, así que satisfecho aunque no muy contento por irme fui hasta la puerta, puse la mano en el pomo y giré la cabeza hacia él que parecía tan molesto como yo, pero sin ninguna intención de acompañarme.

—¿Eres mi guardaespaldas, recuerdas? Vámos.

**Hibari Kyouya** Mar Jul 13, 2010 9:24 pm

Sabía que tenía razón, pero ya lo había dicho: estaba harto de contenerme y en ese momento me daba igual si Suzuki volvía a entrar sin llamar y nos veía en esa posición tan comprometida. Mi intención era seguir, pero unos golpes en la puerta me detuvieron. Miré de reojo en esa dirección y luego volví a mirar al herbívoro. Seguía sin pretender levantarme y menos aún si él me provocaba más, al final, tras escucharlo, bufé molesto y me incorporé. Lo observé arreglarse y aproveché para echarme un vistazo a mí mismo: no había problema en ninguno de los sentidos.

Lo seguí con la mirada y mostré algo de sorpresa cuando me instó para ir con él. En realidad no había nada de extraño en lo que había dicho, sobre todo por ser su guardaespaldas, pero después de las semanas en que me había estado evitando, no podía evitar sorprenderme porque fuera precisamente él el que me dijera que lo acompañara.

Tuve que ejercer por primera vez como un verdadero guardaespaldas debido a la gran cantidad de periodistas que había. Pensé que mi presencia no debía de amedrentar demasiado a los periodistas, sobre todo porque el herbívoro era más alto que yo, pero a mí eso me daba igual. Por supuesto, me gustaba cuando me tenían miedo y respetaban, como en Namimori, pero si no me tenían miedo cabía la posibilidad de que me subestimaran y trataran de acosar al herbívoro, oportunidad perfecta para entrar en acción. Me habría venido muy bien en ese instante, pero ninguno se atrevió a acercarse más de lo debido.

En la sala donde tendría lugar la entrevista, me quedé junto a la puerta, me crucé de brazos y cerré los ojos. No me interesaba nada lo que dijeran, quería que acabaran cuanto antes...

—Arakami-san, ¿se esperaba ser el modelo más famoso de esa compañía? Sobre todo teniendo en cuenta que es el de incorporación más reciente —oí que le preguntaba un periodista.

**Arakami Sasuke** Miér Jul 14, 2010 11:59 am

Llegamos justo a tiempo. Nada más entrar pude ver a una gran cantidad de periodistas con sus compañeros de cámara y como mucho avanzaban hacia mí sin poder contenerse para tener alguna pregunta en exclusiva. El enano alejó a todo a aquel que se me echaba encima hasta que llegue a la mesa que me tenían preparada; me senté en el centro cruzándome elegantemente de piernas y él se quedó al lado de la puerta sin prestar mucha atención a las preguntas que me hacían.

—Bueno. —respondí con media sonrisa y seguí—. Ya había trabajado antes en esto como la mayoría sabéis, así que supongo que me ha ayudado la experiencia que obtuve en esos días; aunque sea nuevo aquí, no lo soy posando. ¿Verdad?

Una gran cantidad de flashes fueron disparados justo cuando terminé de contestar y la chica encargada de dar paso a los periodistas, indicó que otro podía seguir preguntando. Se acercó a la mesa y dijo con voz firme:

—Arakami-san, ya nos ha comentado sobre qué piensa de su actual situación, pero a mí si me lo permiten, me gustaría hacer una pregunta más personal. —Se metió el pelo detrás de la oreja y ya que nadie la detuvo continuó: ¿Cuál es su tipo de mujer ideal? Estoy convencida de que sus fans se mueren por saberlo.

Antes de contestar cogí el vaso de agua que había en la mesa y le di un trago para aclarar la garganta, solté el vaso y miré fijamente hacia el frente con una sinuosa sonrisa.

Evidentemente no podía decir que me gustaban los hombres, hubiera sido un gran escándalo tanto para mi carrera, como para White Rose, así que simplemente mentí con naturalidad, haciéndome el interesante.

—Me gustan que tengan carácter, pero que a la vez sean dulces y divertidas.

La periodista siguió preguntando satisfecha con mi respuesta.

—¿Y qué me dice del físico?

Puse expresión pensativa sujetándome la barbilla y miré a la periodista fijamente mientras añadía:

—El pelo largo y lacio me parece atractivo, también me gustan que se maquillen, pero no excesivamente, que sean altas y esbeltas…, pero realmente no estoy buscando alguien así, cualquier mujer me parece hermosa, cualquiera podría ser mi mujer ideal.

Justo cuando terminé de hablar vi al final como un grupo de fans estallaba en gritos mientras movían las pancarta que llevaban para que yo pudiera leerlas; seguramente eran las chicas del fanclub, me dijeron que habían sorteado algunas entradas para poder verme en directo aquí.
Luego cuando se calmaron un poco, otra periodista sin esperar su turno comenzó a preguntar:

—¿Quiere decir que podría enamorarse de alguna fan?

Estaba empezando a sentirme incómodo, pero igualmente respondí con naturalidad.

—¿Quién sabe? Podría suceder perfectamente, después de todo ellas son las que más me apoyan y me quieren.

Volvieron a gritar, pero esta vez con más entusiasmo aún, les dediqué un sonrisa y me puse un dedo en los labios para que guardaran silencio, ellas obedecieron avergonzadas y después siguieron con la entrevista, quedaba media hora más y todo ese tiempo estuve respondiendo lo más normal que pude, respondí con sinceridad a todas menos a las personales, que simplemente respondía por inercia mintiendo, diciendo sólo lo que sabía que ellas querían escuchar.

Contenido patrocinado

White Rose Company

White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company

Re: White Rose Company