Re: White Rose Company

**Arakami Sasuke** Jue Ago 26, 2010 3:15 pm

Levanté la cabeza lentamente al escucharlo e intenté ocultar lo mal que me había sentado lo que dijo mirándolo inexpresivamente, luego cuando sujetó mi muñeca fruncí el ceño y ayudándome con la otra mano le agarré de las solapas de la camisa, levantándolo un poco del suelo.

—Eres más imbécil de lo que pensaba... —Dije con un hilo de voz clavando nuevamente la mirada en él, luego continué: ¿Crees que te he traido aquí para hablar de mi extres laboral? no saques conclusiones tan pronto.

Poco a poco fui soltando el agarre, pero no me separé de él, al contrario; pegué mi cuerpo al suyo y al mismo tiempo dirigí mi cabeza hacia el hueco izquierdo de sus hombros, apoyé las manos a cada lado de su cabeza y susurré en su oído lentamente:

—Ya no puedo más..., no puedo seguir así contigo... —Repetí completando la frase que había dejado inconclusa antes y seguí: Odio sentirme así, y odio que me hagas sentir de esta manera, por eso ya no puedo aguantarlo más...

Por primera vez olvidé mi orgullo, no me importaba lo que podría ocurrir a partir de ahora, simplemente quería saber por qué me había estado tratando de esta manera estos últimos meses, quería saber si realmente había estado jugando conmigo y si realmente no había significado nada para él.
Ahora sólo me importaba descubrir la verdad.

**Hibari Kyouya** Jue Ago 26, 2010 10:19 pm

Me sorprendió tanto lo que dijo que no intenté alejarlo de mí y permanecí inmóvil, incapaz de dejar de pensar en lo que él había dicho. Bajé ligeramente la cabeza y apreté los dientes. Estaba comenzando a confundirme, por su culpa empezaba a sentirme indeciso y lo peor de todo era que tenerlo tan cerca me hizo darme cuenta de lo mucho que... lo había echado de menos. En ese momento lo odié más que nunca... ¿Por qué me sentía así después de todo? Debería haber sido capaz de olvidarme de él, pero...

—¿En serio crees... —comencé, aún cabizbajo para que él no se diera cuenta de mi expresión confundida y consiguiera doblegarme... otra vez— que soy tan estúpido como para creerte? —Entorné los ojos sin apartar la mirada del suelo y apreté los puños por la impotencia de volver a sentirme tan indeciso—. ¿De verdad piensas que olvidaré lo que has hecho y que volveré a ti como si nada hubiera pasado? —Fruncí más el ceño; el hecho de recordar las palabras de Suzuki y de imaginarme a él y a esa mujer juntos me irritó lo suficiente para apartar a un lado aquel sentimiento que tanto odiaba. Levanté la cabeza y enfrenté su mirada sin la indecisión que antes me dominaba—. Te lo diré una vez y sólo una más... —continué, mirándolo con severidad—: Apártate o te aseguro que esta vez no me contendré.

No entendía por qué de repente me soltaba todo eso. ¿Qué pretendía, qué quería? ¿Acaso le gustaba tenerme controlado? No lo comprendía para nada y de verdad me estaba conteniendo para no darle una paliza por hacerme sentir tan dependiente, estúpido y patético.

**Arakami Sasuke** Vie Ago 27, 2010 4:45 pm

Sentí un dolor profundo en mi pecho que se iba incrementando conforme lo iba escuchando, poco a poco me separé de él y lo miré inexpresivo, en silencio. Entonces él que se había mantenido con la cabeza gacha todo este tiempo la alzó y me miró fríamente, con severidad; tragué saliva con dificultad sin poder apartar la mirada de él y luego me alejé lo suficiente para no tener ningún contacto físico con él.

Al estar separado de él y al recordar sus palabras me atacó el miedo, la indecisión y la frustración. Bajé la cabeza ocultando la poca decencia que me quedaba y aparté la mano despacio, que sin darme cuenta aún tenía posada en su pecho.

Jamás me había sentido tan miserable y estúpido; después de todo comprendí que no debí haber venido y mucho menos haberle dicho todo lo de antes. No entendía por qué estaba tan enfadado, por qué desde ese día que me encontré con él y Suzuki-san empezó a cambiar de esa manera, pero conociéndo a Suzuki-san me lo imaginaba. Ahora podía decir también que todo lo que había pensado meses atrás era verdad, la cruda realidad era ésta; ahora podía imaginar por qué me estaba rechazando, después de todo.., ¿esto iba a ser el final? Me sentía tan patético que no sabía que hacer..., él había estado jugando todo este tiempo conmigo y ahora que estaba con Matsumoto Akira había encontrado a alguien con el que se lo pasaba más o igual de bien.

Seguí con la cabeza gacha, mirando a nada en particular luego apreté los dientes y cuando me calmé comenté con voz cansada y con falsa calma; sin levantar la cabeza, para que él no viera en el patético estado que me encontraba ahora.

—Ya estoy cansado de todo esto..., No sé que fue lo que te dijo Suzuki-san, pero ya no importa. —Me detuve unos segundos y levanté la cabeza para mirarlo con dureza y frialdad, ocultando todo el dolor que sentía—. Me apartaré de tu lado tal como quieres que haga, sólo espero que no te arrepientas porque puede que después sea yo el que no quiera acercarme a ti.

Entonces me giré y mientras andaba para la puerta y salir de allí, me metí la manos en los bolsillos.

El pecho me dolía horrores, la garganta se me había secado, y una ira inmensa recorrió todo mi ser incrementándose a cada paso que daba.

**Hibari Kyouya** Vie Ago 27, 2010 10:17 pm

Sus palabras volvieron a sorprenderme y me quedé sin saber qué decir ni hacer mientras él se alejaba. Era lo que quería: que se fuera, que no se acercara más a mí, que hiciera como si no me conociera, pero, entonces... ¿por qué... no estaba en absoluto tranquilo...? Es más, ¿por qué sentía una opresión en el pecho que me impedía respirar con normalidad? No estaba bien... No lo entendía, no entendía nada... Me había comportado como un estúpido por su culpa, quería olvidarlo y que todo fuera como antes de conocerlo, así que... ¿Por qué pensaba en que no podría volver a tocarlo nunca más? No tenía respuestas para ninguna de las preguntas, sin embargo, mi cuerpo actuó por propia voluntad o quizá fue un gesto automático. No sabía por qué, simplemente lo hice.

Caminé hacia él justo cuando él abría la puerta y, detrás de él, apoyé la mano contra la puerta y la cerré dando un portazo. No sabía si se había girado para mirarme porque mantuve la cabeza gacha debido al sinfín de indecisiones que me embargaban. Había rebasado los límites de la debilidad por culpa de ese herbívoro... Me había mentido, había herido mi orgullo como nadie lo había hecho y encima quería hacer como si nada hubiera pasado para... ¿para qué? ¿Para garantizarse mayor diversión, quizá? Cansado de esa incertidumbre, de mí mismo y por supuesto de él, le dije.

—¿Por qué has venido? ¿Qué quieres? —Me quedé en silencio unos segundos, chisté y apreté los dientes con rabia—. ¿Cómo te atreves a decir que te apartarás de mi lado si es lo que quiero? ¿Cómo te atreves siquiera a hacer ver que tú no tienes nada que ver en todo esto? —Maldita sea... ¿Por qué me sentía tan mal...? ¿Por qué... dolía tanto? Dominado por la rabia, di un puñetazo a la puerta con la misma mano que tenía apoyada en ella y bajé más la cabeza—. ¿Cómo te atreviste... a decirme que conmigo era diferente... cuando ya te habías acostado con esa mujer...?

Mi voz se había quebrado en lo último que dije. Los ojos me escocían. Estaba temblando ligeramente. La vista se me había desenfocado y parecía como si estuviera lloviendo. Algo que quemaba descendió por mi mejilla en sentido vertical. Me habría sorprendido si no fuera porque ahora mismo aquella sensación tan dolorosa me embargaba por completo. No. No podía ser cierto... Yo no podía... ¿Por él...? Es más, ¿por alguien... yo...? Alguien... a quien tanto odiaba, más que a nadie y, sin embargo, ese alguien era también el único que me había hecho sentir así. Sólo tenía un pensamiento coherente ahora mismo... y era que desearía que no me hubiera tocado ser su compañero de habitación.

**Arakami Sasuke** Sáb Ago 28, 2010 5:58 pm

Realmente no podía creer lo que estaba viendo, cuando escuché todo lo que me dijo, mantuve la mirada fija en la puerta todo el tiempo hasta que su voz empezó a romperse y vi la mano que tenía apoyada en la puerta temblando; Extrañado por su comportamiento comencé a darme la vuelta y aunque no pude verle el rostro, era evidente por qué lo escondía.

Esas pequeñas gotas cayendo una tras otra mojando su mejilla, sus labios ligeramente apretados y más hinchados y sonrojados que los tenía normalmente al hacer fuerza para no dejar escapar ningún sonido..., no había duda, él...estaba llorando.

Me mantuve firme, sin desviar la mirada y aunque me dolía verlo así, no sabía que hacer para calmarlo.
¿De verdad había sufrido todo este tiempo que habíamos estado separados? ¿habíamos estado enfadados y alejados por culpa de un malentendido? el dolor que sentí antes cuando estaba por irme se incrementó mil veces más al verlo en ese estado; tragué saliva con dificultad y añadí sin titubear:

—No te mentí. —Esperé unos segundos que el aprovechó para girar la cabeza y luego continué—. Desde que te conozco no me he acostado con nadie más...No sé como has podido creer a Suzuki-san, pensaba que era demasiado evidente que las mujeres no me atraen para nada. —Suspiré sonoramente intentando calmar el dolor que sentía y aunque hubiera preferido mantener la distancia, verlo tan vulnerable delante de mí y después de tanto tiempo me hizo querer tocarlo de repente. Así que no me contuve más, alce una mano lentamente sin saber muy bien si debería hacerlo y finalmente le levanté la cabeza sujetándolo de la barbilla. Ahora mismo no podía definir con claridad cual era mi expresión, ¿desconcertada? ¿triste, quizás? No lo sabía, pero ahora eso era lo de menos; él me miraba con ira y tristeza a la vez, como reprochándome y castigándome al mismo tiempo y yo sólo pude sonreirle dulcemente después de tanto tiempo y al mismo tiempo comenté con voz tranquila.

—Pensaba que también era evidente por qué había venido a por ti... te lo dije antes; no podía aguantar más estar alejado de ti. —Ahora guié mi mano hasta su rostro y con el pulgar le sequé la mejilla, nos mantuvimos en silencio un tiempo y luego comenté nuevamente respondiendo a otras de sus preguntas: No sé que quiero realmente de ti, pero de lo que estoy seguro es que no quiero que te alejes más.

**Hibari Kyouya** Dom Ago 29, 2010 12:10 pm

No sabía qué se suponía que tenía que hacer ahora. Arriesgarme a hablar o dejar de apretar los dientes con fuerza haría que sin duda ese nudo en la garganta se aflojara y entonces me comportaría de una manera aún más ridícula. Entonces, lo escuché. Mi incertidumbre aumentó, cerré el puño para que mi mano dejara de temblar y traté por todo lo posible de recomponerme, pero fue en vano. En ese momento noté cómo él me alzaba la barbilla y le dirigí una mirada de rabia.

Todo era culpa suya, si había creído a Suzuki era porque él no me ayudaba a que le creyera a él en su lugar y por si fuera poco, me estaba mostrando delante de él como nunca me había mostrado ante nadie. Con todo, no pude evitar sentirme indeciso, pero ¿acaso lo que había dicho no era cierto? Esa mujer era muy buena actriz, yo mismo lo había visto. Pensándolo detenidamente, ¿cómo podía creer a Suzuki... antes que a él? No quería que fuera así... Ese estúpido herbívoro egocéntrico... Él también era buen actor, pero sonreír nunca había sido uno de sus fuertes y la sonrisa que me dirigió ahora no podía ser fingida.

Me quedé en silencio, mirándolo algo más calmado. De pronto, me asaltaron las mismas ganas de golpearle que cuando lo hice aquella vez en los baños del restaurante. Necesitaba desahogarme y reaccioné de forma brusca: le aparté la mano de un manotazo, lo sujeté del cuello de la camisa y lo empotré contra la puerta.

—No te haces una idea de cuánto te odio. —Entorné los ojos, liberé una mano, apreté ese puño y golpeé la puerta, justo a su lado, con tanta fuerza que crujió—. Todo es culpa tuya. No tienes ni idea de lo difícil que me resulta contenerme porque detesto ser tan dependiente de alguien y cuando por fin lo consigo tú lo echas todo a perder y vuelves a provocarme. No tienes ni idea de cuánto tengo que esforzarme para que mi cuerpo obedezca y que el deseo no me haga arrastrarme ante ti. —Me acerqué hasta pegar mi cuerpo al suyo, lo agarré con más fuerza y, mientras lo miraba sin pestañear, añadí entre dientes, en apenas un susurro—: Por todo eso te odio, más que a nadie, como a nadie he odiado en mi vida y no logro entender por qué también te... —Me interrumpí de inmediato al darme cuenta de lo que estuve a punto de decir, chisté y terminé diciendo en un tono de voz duro—: Te odio.

**Arakami Sasuke** Dom Ago 29, 2010 9:05 pm

Me encontraba apoyado en la puerta, acorralado por el enano y ésta; en cualquier otra situación me habría molestado su acción brusca, pero en este caso y que él fuera quién lo había provocado me provocaba y excitaba en demasía.

Escuché sus palabras en silencio y noté como los latidos de mi corazón bombeaban con una gran fuerza haciendo que de pronto quisiera agarrarme el pecho para calmar los latidos. ¿Me estaba diciendo que había actuado todo este tiempo reacio a mí porque no quería sentirse aún más dependiente de mí? ¿realmente lo había entendido bien? Abrí los ojos sorprendido y no parpadeé en unos minutos cuando él de repente se detuvo a mitad de una frase, quise preguntarle con qué iba a terminar esa frase, pero no creí conveniente hacerlo porque sabía lo dificil que podría resultar para él y realmente no había necesidad..., así estaba bien. Luego terminó diciendo esa frase tan típica en él al dirigirla hacia mí; por alguna razón me daba la sensación de que no significaba realmente lo que él pretendía, que realmente quería decir lo que estaba pensando...

Actué conforme lo que quería hacer, sin preocuparme por nada, sólo de nosotros dos. Alcé la mano derecha hasta su mejilla, lo miré fijamente a los ojos y luego me acerqué lentamente a él cerrando los ojos en el proceso.

El contacto se produjo finalmente, después de casi cuatro meses volví a revivir todas las sensaciones que me hacían sentirme mareado y alterado al mismo tiempo; volver a probar ese sabor tan característico y especial del que me había hecho adicto desde la primera vez que los probé; los dos mantuvimos un ritmo lento y pausado, pero ya había aguantado demasiado; empecé a moverme con voracidad sobre sus labios llevando el control del beso, volviendolo más lujurioso y desesperado.

Él me atrajo con la mano que aún mantenía arrugando el cuello de mi camisa y gemí roncamente por el mordisco que me dio en el labio inferior; esa acción de su parte me volvió más agresivo, me desesperaba por momentos y podía notar que él estaba en el mismo estado: Ambos jodidamente excitados.

Ahora jugaba con su lengua dándole toques sin ningún pudor, enrroscándola y haciéndola mía una y otra vez, terminando con un suave lametón en sus labios, luego me separé con la respiración agitada y con mi rostro ardiendo, abrí los ojos lentamente y dije con voz entrecortada:

—No vuelvas a creer en otra persona que no sea yo, no quiero pasar por algo así de nuevo...

**Hibari Kyouya** Lun Ago 30, 2010 3:19 pm

No dijo nada, seguía mirándome fijamente. Después, alzó la mano hasta mi mejilla e hice un leve gesto de sorpresa, sobre todo cuando redujo la distancia que nos separaba y me besó. Me sentí tan aliviado por volver a saborear su boca que no llegué a cerrar los ojos completamente. Los dejé entrecerrados, sin apartarlos de él y finalmente los cerré cuando la intensidad del beso aumentó. Sentir de nuevo sus labios contra los míos me excitaron más de lo que me había imaginado. Él se movía cada vez con más desesperación, su boca atrapaba la mía una y otra vez, sin dejar un resquicio sin probar. De verdad que parecía que tuviera intención de devorarme... y yo no iba a ser menos. Lo atraje más a mí con la mano que lo seguía sujetando del cuello de la camisa y la otra se la puse en el antebrazo y le arrugué con fuerza la camisa. Me reconfortaba tener su cuerpo completamente pegado al mío, sin dejarle escapatoria, sin permitir diferenciar dónde estaba uno y dónde el otro. Nuestras lenguas se acariciaban, su aliento chocaba contra el mío y notaba el sabor de su saliva en la boca. Entonces, me di cuenta de lo diferente que era a cuando Matsumoto Akira me besó. No sabía por qué si se suponía que era lo mismo y supuse que el hecho de que yo le correspondiera marcara la diferencia entre un beso y otro. Cuando nos separamos, él me pasó la lengua por los labios y yo me relamí enseguida para saborearlo por última vez. Lo miré con cierta molestia cuando habló y le repliqué de inmediato y sin esperar a recuperarme, por lo que mi voz sonó igual que la suya:

—Es culpa tuya, no me ayudas en absoluto a que sea capaz de confiar en ti. Ya me resulta bastante difícil y encima tú no me das motivos para creerte.

Ahora que lo pensaba, entonces... cuando antes lo vi en la terraza... ¿Él estaba así... por mí? No era una idea tan descabellada, al fin y al cabo, yo mismo me había mostrado así de débil y encima delante de él. Pensar en eso me molestaba, quería que él estuviera en igualdad de condiciones, así que esbocé una sonrisa burlesca y le dije:

—¿"Pasar por algo así"? Así que es cierto que antes estabas llorando por mí.

**Arakami Sasuke** Lun Ago 30, 2010 10:58 pm

Alce una ceja incrédulo. ¿Acaso me había visto en esa situación tan bochornosa y penosa? Sentí las mejillas arder más de lo que ya lo hacia e intenté mantener una expresión calmada e imperturbable en todo momento, agradecí que la habitación estuviera prácticamente a oscuras ya que seguramente así no había notado el cambio brusco de mi expresión, me mordí el labio inferior y luego procuré que mi voz sonara convincente.

—¿Me has estado espiando? —Estreché los ojos simulando molestia y chisté agregando justo después: Probablemente te habrás confundido, no estaba llorando..., me había entrado algo en el ojo.

Creo que soné más convincente de lo que pensaba en un principio aunque por su expresión sabía que él no se había creído ni una de mis palabras. Bufé molesto y a sabiendas que había sido descubierto intenté cambiar la conversación rápidamente; bajé la mano que había mantenido en su hombro y la descendí hasta su cintura, atrayéndolo hacia mí.

—Centrémonos en cosas más importantes ahora..., como por ejemplo... tú... —Pronuncié cada palabra sensualmente, con pausas para hacerlo todo más sensual, con la intención de provocarlo y seguí: … y yo.

Sonreí de medio lado, satisfecho por lo que conseguía provocar en él y conseguido mi propósito volví a acercar mis labios a los suyos, esta vez rápidamente, sujeté con la otra mano su nuca impidiendo así que se alejara aunque al notar como correspondía mi beso siguiéndome el ritmo perfectamente supe que no había necesidad de forzarlo, simplemente la mantuve en ese sitio para arremeter con más fuerza sobre su boca. Sus manos se aferran a mi cintura arrugando la camisa que llevo puesta, pega su cuerpo aún más al mío un gesto que nos hace gemir en la boca del otro al notar nuestros cuerpo más unidos que antes.

He perdido la noción del tiempo que llevamos besándonos, no nos hemos separado ni un milímetro…mi lengua se enreda con la suya, muerdo sus labios y arremeto contra él de nuevo cambiando ligeramente la posición de mi cabeza, ambos gemimos desesperados... y estoy desquiciadamente necesitado de él.

Adentro mis manos en su camisa para masajear su vientre, juego deslizando el dedo índice de un lado a otro notando como su piel se estremece por mi suave roce para después detener una de mis manos en su tetilla, masajeo con premura; y escucho un gemido un poco más alto que los anteriores; sé que después de todo este tiempo sin hacer nada nos estamos dejando llevar y también soy consciente de dónde nos encontramos. pero no sé qué más hacer, el placer empieza a inundar cada centímetro de mi ser; incremento la velocidad de los masajes en esa zona tan sensible; luego me separo entreabriendo mis ojos, contemplándole, viendo su expresión de goce al hacerle essas cosas…nuestras miradas se encuentran nuevamente y ahora él desciendo con sus labios hasta mi cuello, es la parte más sensible de todo mi cuerpo, con mis jadeos roncos y desesperados se lo estoy demostrando; lo lame con lascivia en su totalidad, siento que cada parte de piel que es humedecida con tu lengua quema y busca por más contacto, volviéndome loco por segundos.

Mi desesperación va en aumento, ya no soy consciente de mis acciones, así que descaradamente dejo de masajear su tetilla y levanto su rostro, besándolo de nuevo.

Ahh... realmente lo había echado de menos y al parecer mi cuerpo aún más...

**Hibari Kyouya** Mar Ago 31, 2010 4:52 pm

Estaba demasiado oscuro para percibir algún cambio en su expresión, pero no pudo engañarme por mucho que disimulara en el tono de voz. Ensanché la sonrisa y lo miré intensamente mientras él hablaba. Aquel beso me desesperó aún más, abrí la boca para recibirlo y seguí su ritmo desaforado, no me dio la oportunidad de separarme lo más mínimo y era él el que me movía según le conviniera. Lo dejé de momento y bajé las manos a su cintura para atraerlo aún más a mí. El placentero roce que provoqué me hizo gemir largamente. Suspiré dentro del beso y cerré con más fuerza las manos en torno a su camisa, entregado al placer que me hacía sentir. Él no tardó en meter las manos por debajo de mi camisa y yo entreabrí ligeramente los ojos. Mi piel se tensó ante su tacto, sentí las tetillas duras y me satisfizo tanto que se detuviera a acariciar una de ellas que gemí de manera más obscena. Sentía que la cabeza me daba vueltas, como si estuviera mareado, me costaba mantener los ojos del todo abiertos, al contrario que la boca, que dejaba entreabierta entre los jadeos, suspiros y gemidos. El corazón me martilleaba tan fuerte en el pecho que me retumbaban los oídos. Hacía rato que no escuchaba nada más y verdaderamente me había olvidado de todo lo que no fuéramos él y yo.

Lancé un prolongado suspiro y de inmediato bajé la cabeza hacia su cuello. Era allí donde aquella mujer lo había besado y pensar en eso me irritaba; quería borrar todo rastro de ella y sustituirlo por mis marcas. Le lamí desde la oreja hasta la clavícula, me detuve a darle un breve beso y volví a acariciar con la lengua aquella parte de su cuerpo que tanto me había cautivado. Continué hasta el hueco entre sus clavículas, impulsado por sus gemidos, que me encendían cada vez más, y subí hasta su garganta. Capturé su piel suavemente con los dientes y me detuve a saborear su nuez. Después, me desvié al otro lado y presioné con fuerza mis labios contra su piel, intercalando los labios por los dientes. El hecho de que él no detuviera sus caricias me hacían moverme con mayor lascivia y lujuria hasta que finalmente me separó de su cuello levantándome el rostro y cambié su cuello por sus labios. No podía quejarme, pero quería seguir marcándolo, más, con mayor afán, para que Suzuki no se atreviera nunca más a besarlo ahí.

Me di cuenta de que era demasiado tarde para detenernos; ambos estábamos demasiado excitados, demasiado descontrolados. El hecho de estar todavía en la compañía no me importaba, pero ya estaba demasiado oscuro como para verlo a pesar de las luces de los edificios del exterior. Interrumpí el beso y me relamí lentamente para recoger el hilillo de saliva que había escapado de nuestras bocas. Me quedé en silencio el tiempo necesario para recomponerme lo mínimo e indispensable para decirle con naturalidad:

—Ya sabes lo que odio no verte la cara.

Sin darle opción de respuesta ni de reacción, lo empujé de nuevo contra la puerta, mantuve una mano en su cintura y con la otra tanteé la pared hasta dar con el interruptor de la luz. Su expresión me hizo vibrar de placer, no podía aguantar más. Lo miré de forma hambrienta y me mordí el labio inferior. Bajé las manos hasta el cinturón de su pantalón sin apartar la mirada de la suya y entonces oí unos pasos y unas voces que se acercaban demasiado a nosotros. Me detuve en el acto, desvié la mirada hacia la puerta y la volví hacia él. No sabía qué pensaba él, pero a mí me daba igual, no pensaba detenerme ni aunque se reuniera toda la compañía al otro lado de la puerta.

**Arakami Sasuke** Mar Ago 31, 2010 8:40 pm

Pude ver finalmente su expresión, tal como la recordaba..., llena de deseo, lujuria y desesperación; como la mía propia. Notaba parte de mi cabello pegado al rostro a causa del gran sofoco que sentía, así que en un movimiento lento y pausado me eché el cabello hacia atrás, aunque no sirvió de mucho ya que volvió a su posición actual.

Entonces..., de repente, sentí una de sus manos juguetear con el cierre de mi pantalón, exasperado me removí notando su erección y observé cada uno de sus movimientos dedicándole una mirada morbosa, llena de deseo y entonces escuché algunos pasos y voces al otro lado de la puerta; a pesar de saber que en cualquier momento podían descubrirnos no me escandalicé, estaba demasiado excitado como para preocuparme por eso.

Él se detuvo esperando alguna acción de mi parte, sonreí sensualmente y me acerqué a su oído.

—No te detengas ahora... —Susurré sensualmente con la voz más ronca de lo normal, incitándole a que siguiera con aquello que sé que estaba deseando hacer..., luego empiezo a lamer su piel, reprimiendo levemente los gemidos; su mano permanece inmóvil en esa zona, pero yo estoy desesperado, así que hago que comience a adentrarse en la tela, noto como se estremece igual o más que yo al tener contacto con la piel hirviendo de mi sexo. Mi respiración es dificultosa, y aprovecho el momento en el que me mira para adentrar una de mis manos por el borde de su pantalón. Su erección está enorme, la siento gravemente hinchada como consecuencia de lo excitado que está, seguramente el dolor es agobiante y lo sé porque yo me encuentro en las mismas condiciones que él.

Tomo su sexo entre mi mano, acariciando suavemente, y él me imita tocándome de la misma manera, dejo escapar sin tapujos los gritos que escapan de mi boca y le beso ferozmente, metiendo mi lengua lo mas profundo que puedo, controlando de alguna manera las ganas de gritar que tengo, porque estoy tan extasiado que pronto me correré en su mano.

Nos masturbamos deliciosamente el uno al otro, nuestros labios nuevamente buscan ese contacto del cual ya nos hicimos adictos, le beso con locura sin importarme nada mas, y aunque vuelvo a escuchar voces al otro lado de la puerta los ignoro. Siento como juega con la punta de mi miembro y gimo mordiéndome el labio inferior, cambio las posiciones repentinamente y lo estampo contra la puerta escuchando un quejido de su parte por mi acción brusca, luego sin dejar siquiera que reaccione reparto húmedos besos por a lo largo de su cuello y empiezo a mover mi pelvis al ritmo de la masturbación que ejercía en mi pene; no dejo de masturbarlo en ningún momento, ahora puedo sentir parte de su miembro chocar en mi estómago y eso me enciende más aún, luedo de repente voy notando como poco a poco va deteniendo su movimiento, abro los ojos molesto y para prevenir que él no se detuviera del todo uní ambos miembros.

—Mhn...,te mataré como pares ahora... —Apoyo una de mis manos en la puerta justo al lado de su cabeza y la otra la guio hasta nuestra parte íntima y empiezo a guiar el ritmo de la masturbación.

Tenía que admitir que realmente me había vuelto adicto a este cuerpo..., menudo problema...

**Hibari Kyouya** Miér Sep 01, 2010 2:17 pm

Dudé un poco al principio; los de fuera se estaban acercando... demasiado. Él tomó la iniciativa y me introdujo la mano por sus pantalones. En ese momento me olvidé por completo de las voces al otro lado de la puerta; él volvió a abarcar todos mis pensamientos. Le agarré el miembro con firmeza y sentí un escalofrío al sentir lo duro que estaba. No tardé en comenzar a masturbarlo a ritmo lento y aproveché para mirarlo a los ojos. Él no tardó en imitarme, me pareció eterno el momento desde que metió la mano por mis pantalones hasta que me agarró el miembro y lancé un suspiro de alivio ante la necesidad de contacto urgente. Me faltaba la respiración, por lo que me veía obligado a dejar la boca entreabierta y además sentía mi cuerpo tan caliente que mi propio sudor causado por la excitación me hacía estremecerme. De repente, me besó y yo le correspondí de inmediato con la misma intensidad, con la otra mano lo sujeté de la nuca y entonces él se giró y me hizo chocar contra la puerta bruscamente. Lancé una exclamación de molestia, no por haberme dolido, sino porque las voces de fuera se acercaron aún más. Sentí la tentación de desviar de nuevo la mirada hacia la puerta, pero el herbívoro era bueno en conseguir que me olvidara, al menos hasta que las voces fueron lo bastante claras como para reconocer la de Matsumoto Akira.

Detuve lentamente el movimiento y abrí los ojos. Él me miraba molesto y empezó un suave movimiento sujetando a la vez nuestros miembros. No pude contenerme y se me escapó un gemido más alto, de inmediato, apreté los dientes para acallarlo y le sujeté rápidamente la mano para que se detuviera. Oí la voz de Matsumoto Akira llamándome y fruncí el ceño. Por su culpa me estaba desconcentrando. Volví a mirar al herbívoro y, ante su mirada de ira, levanté la mano libre y se la puse en la boca para que no se le ocurriera hacer ningún ruido. Él no parecía estar por la labor de colaborar e hizo mayor presión, provocando que nuestros miembros chocaran en un movimiento delicioso y enloquecedor.

—Estate quieto —le ordené con molestia y gran esfuerzo para controlar mis gemidos; parecía que lo estuviera haciendo a propósito para molestar a Matsumoto Akira—. No lo hago porque quiera, pero sabes tan bien como yo lo que pasará si nos descubren. Además, también sabes perfectamente que no me va el exhibicionismo.

**Arakami Sasuke** Vie Sep 03, 2010 3:04 pm

Respondí simplemente con media sonrisa maliciosa, pero sin perder ese brillo de excitación y deseo. Me daba igual que ese estúpido estuviera golpeando la puerta, quería que escuchara los gemidos que le provocaba para que se diera cuenta de que él me pertenecía.

—No te preocupes, nadie va a vernos... —Dije sensualmente hundiendo mi boca en su cuello mientras con mi mano izquierda le tapaba la boca.

Empecé a restregarme contra él con brusquedad, para que la puerta sonara a propósito; mientras le besaba el cuello con ansiedad, luego le dejé la boca libre justo en el momento que le mordía debajo de la oreja y masajeaba ambos miembros jugando con la punta. Él dio un gemido ronco y sensual, cargado de morbo, posiblemente pensando que no apartaría mi mano y que así lo retendría; parece que Matsumoto Akira lo escuchó a la perfección ya que sus golpes se detuvieron y después de varios minutos escuché como sus pasos se alejaban y sonreí triunfante.

—Yo me ocuparé de ese idiota más tarde, ahora acabemos con esto... —Lamí el lóbulo de su oreja y ahora fue mi turno de quedar atrapado nuevamente contra la puerta. Parecía que estaba molesto, pero me gustaba que me tratara de ese modo, me ponía más cachondo aún.

Notaba como mi sexo se erguía aún más, poniéndose aún más duro e hinchado; miré hacia él y me lo encontré observándome con el ceño fruncido, pero no estaba enfadado, más bien parecía dispuesto a comerme y desesperado por seguir con esto. Para incitar su próximo movimiento, acaricié con una de mis manos desde su nuca descendiendo hasta su trasero, el cual estrujé y al mismo tiempo lo atraía hacia mí. Él como respuesta ronroneó como un gatito y me agarró de la camisa tirando hacia ambos lados con fuerza, rompiéndola; varios botones cayeron desperdigados por el suelo y suspiré.

Había perdido la cuenta de las veces que me había roto la camisa en unos de sus ataques de pasión, pero no me quejaba y aún menos después de sentir su lengua y su boca sobre mi pecho, recorriéndolo con lascivia, con lujuria, desesperándome y alterándome como nunca antes en mi puñetera vida.

**Hibari Kyouya** Sáb Sep 04, 2010 1:36 pm

Su jugarreta para obligar a Matsumoto Akira a que se fuera resultó efectiva, pero también le sirvió para volverme más agresivo. Me molestaba haber caído, por lo que comencé mi castigo empotrándolo con un ruido seco contra la puerta. Al parecer él no se lo tomó como un castigo porque vi claramente cómo su miembro respondía de inmediato y su erección aumentaba. Lo miré intensamente mientras pensaba en las diferentes maneras en las que podía castigarlo por su atrevimiento y entonces él me atrajo bruscamente hacia él, arrancándome un pequeño suspiro. Abrí los ojos de inmediato, irritado porque interrumpiera mis intentos de castigarle, y reaccioné antes que él: le agarré de la camisa y tiré con fuerza para romperla.

Ante su expresión de molestia, no pude por menos sonreír de forma burlesca. No me hice de rogar, sin soltar la camisa enterré la cabeza en su pecho y le di un lametón en el pezón. Su piel brillaba ahora más a la luz por el reflejo de mi saliva. Me dirigí al otro pezón y volví a pasarle la lengua hasta llegar casi a la clavícula. Volví a descender hasta ese pezón, lo lamí una vez más, lo capturé con los labios y comencé a estimularlo con la lengua sin separar los labios de su piel. Cuando lo solté, lo mordí suavemente, me desvié un poco al lado y apreté con fuerza los labios para marcarlo también ahí. Repetí el proceso con el otro pezón antes de bajar hasta sus abdominales, le besé y lamí mientras seguía descendiendo y me detuve justo antes de llegar a su miembro. Se lo agarré con un gesto lento y pausado con una mano y lo recorrí en toda su longitud hasta la punta sin apartar la mirada ni un segundo de él. Sabía lo desesperado que estaba por atender su erección, no tenía más que ver cómo palpitaba en mi mano, pero por mucho que hasta yo quisiera y me encontrara en el mismo estado, no iba a dárselo tan fácilmente.

—¿A qué ha venido lo de antes? —Hice una pausa para fijarme en cada parte de su rostro—. No me digas que... estás celoso de Matsumoto Akira... —le dije con burla y sin dejar de presionarle el dedo contra la punta del miembro—. Parece que he de darte un pequeño castigo por tu comportamiento —añadí como si estuviera hablando de una mascota que acababa de desobedecer.

Ensanché más la sonrisa ante su expresión, le solté el miembro, lo sujeté de la barbilla para levantársela y dejar expuesto su cuello, le mordí justo debajo de la mandíbula en un gesto y liberé su piel lentamente en un gesto sensual y posesivo.

**Arakami Sasuke** Dom Sep 05, 2010 8:16 pm

Me encanta, me encanta que juegue con mis pezones de esa manera tan sensual y en cierto modo dulce y provocador, extasiándome y desesperándome a cada lamida que recibía. No hice nada, esperaba que él hiciera algo más, le estaba dejando que tomara el control y aunque me sentía extraño ya que siempre era yo el que había dominado cada acción, con él quería esperar y dejarme hacer.

Al sentir una fuerte presión en el miembro me mordí el labio inferior con un gemido ahogado, ese bastardo parecía experimentado, sabía perfectamente dónde tocarme para que no dejara de gemir en ningún momento y eso me exasperaba en demasía. Entreabrí los ojos al escuchar su pregunta y sonreí maliciosamente clavando la mirada en él, llevé mi mano derecha hasta su cabeza y enredé los dedos en sus cabellos atrayéndolo un poco hacia mí, esperaba que entendiera lo que quería decir esa acción, no pensaba rogarle y mucho menos pedirle que lo hiciera, sería demasiado problemático y por qué no decirlo... vergonzoso para mí.

Fruncí el ceño con lo siguiente que dijo y quité la mano de su cabeza, odiaba cuando intentaba provocarme de esa manera, odiaba que se hiciera el listo conmigo y que intentara avergonzarme.

—No hables de ese tío cuando me estás tocando la polla.

Quizás con esa respuesta había sido demasiado evidente, pero la verdad esque me daba igual ya que él ya lo intuía. ¿Qué tenía de malo? por mucho que me jodiera admitirlo tenía razón, pero tampoco esque me sintiera celoso de algien como ese imbécil, yo era mucho mejor que él y no podría competir conmigo, simplemente no me gustaba que hablara de él y punto. Suspiré al sentir mi miembro liberado y chisté molesto pensando que me iba a dejar así, pero no fue así..., él realmente no podía dejarme. Cuando sentí ese sensual bocado debajo de la mandíbula cerré los ojos y abrí la boca pasándome la lengua lentamente por el labio inferior; luego lo abracé por la cintura con brusquedad, empezando a rozarme de nuevo contra él.

Mi respiración estaba desbocada, mi miembro dolía cada vez más y sentía una gran presión en las ingles, necesitaba acabar de una vez..., me estaba volviendo loco.

**Hibari Kyouya** Lun Sep 06, 2010 4:29 pm

Gemí largamente ante el intenso roce cuando me atrajo hacia él. Con una ligera sensación de mareo, entreabrí los ojos y cerré la boca conteniendo un jadeo. Me separé de él para mirarlo a los ojos y fruncí el ceño tratando de controlar la irritación que comenzaba a dominarme. Él estaba deseando que lo hiciera, pero no iba a decírmelo. Lo conocía lo suficiente para saberlo y por eso me incitaba a seguir atrayéndome hacía él de aquella manera tan desesperada. También sabía que lo que había dicho guardaba un significado oculto y era que sí que estaba celoso de Matsumoto Akira, pero tampoco lo decía. Yo lo tenía claro: no pensaba dárselo a menos que me lo pidiera directamente, ya sabía cómo era y después de haberme hecho tanto de rogar estaba seguro de que, si lo hacía, él después haría todo lo posible para obligarme a mí a pedírselo. Allá él. Sería interesante comprobar cuánto más aguantaría dado su estado.

Pronto, mi expresión de molestia dio paso a una maliciosa. Bajé la mirada hasta su miembro, de modo que él creyera que me había rendido, y sujeté el nudo de mi corbata con una mano. No tuve que disimular, de verdad sentía cómo me faltaba la respiración debido al sofoco que sentía. Tiré de la corbata hacia un lado, desanudándola. Ante la sensación de desahogo, suspiré de alivio y lo miré de nuevo a él mientras deslizaba finalmente la corbata por el cuello de la camisa y la tiraba por encima de mi hombro. Volví a bajar la mirada hacia su miembro, me desabotoné un par de botones del cuello de la camisa y me subí los pantalones, sin abrochármelos, para que no me estorbaran. A continuación, me incliné sobre su pecho y le repartí besos y lamidas hasta llegar a su ombligo, entonces, me arrodillé y bajé muy lentamente, recorriendo su piel con la lengua y dejando un rastro brillante de saliva en mi camino.

Cuando llegué a la altura de su entrepierna, me desvié hacia la ingle. Mientras le daba un pequeño mordisco en el muslo, volví a sujetarle el miembro con fuerza por la punta. Al fin, le di una pequeña lamida en la punta, justo en el pequeño espacio que había dejado entre los dedos con los que se la sujetaba. Lo hice a propósito para que el contacto de mi lengua contra su miembro fuera ínfimo, apenas la habría sentido a causa de mi mano. En este punto, no pude evitar esbozar una sonrisa traviesa y me decidí a ir más allá. Cubrí con mi otra mano su miembro y lo lamí por encima de mi mano, de modo que mi lengua apenas tuviera contacto con su sensible piel, tal y como había hecho antes.

Finalmente, lo solté y alcé la mirada desde mi posición sin borrar la sonrisa de mi rostro.

—¿De verdad quieres seguir jugando? —lo provoqué con mala intención.

**Arakami Sasuke** Mar Sep 07, 2010 2:14 pm

Me pareció jodidamente provocador y sensual el modo en el que se quitó la corbata, en como dejó su pecho al descubierto y como empezó de nuevo con ese maldito juego, besándome todo el torso hasta llegar a mi ombligo. Ya no podía pensar con claridad y él no me lo estaba poniendo fácil ¿por qué se resistía tanto? Maldito enano caprichoso..., me daba igual si estaba esperando que se lo pidiera, definitivamente no lo haría, por muy cachondo que me pusiera todo lo que me estaba haciendo.

Separé la cabeza de la puerta y lo miré desde mi posición con deseo y morbo, su última acción me encendió más de lo que había esperado en un principio, cuando me agarro el pene y empezó a lamer esa misma mano con lentitud, suspiré de impaciencia y di un gemido ahogado; pude notar su lengua sobre mi miembro aunque no todo lo que me hubiera gustado...

Entonces nuestras miradas se encontraron nuevamente y con furia bajé mis dos manos hacia su cabello y tiré hacia arriba, luego abrí la boca lentamente y empecé a besarle con desesperación, jugaba con su lengua y mordía sus labios con desenfreno, como si estuviera sediento y sólo pudiera saciar mi sed de su boca, los dos gemimos al unísono y nos separamos lo justo para cambiar la cabeza de posición y volver a besarnos con lujuria, con morbo...

Después, tan pronto como lo atraje lo alejé de mí tirándole del cabello, vi como él miraba mis labios, como los deseaba y me relamí intencionalmente para desesperarle, jugando con él.

—No me importaría seguir jugando, pero creo que debería recordarte dónde nos encontramos todavía..., en cualquier momento podrían interrumpirnos... —Sonreí de medio lado y bajé una de mis manos por su espalda, serpenteando; llegué hasta sus pantalones y se los bajé de nuevo, guiando ahora mi mano hasta su miembro.

—No deberías provocarme de esa manera cuando tú estás igual o más empalmado que yo... —dije con sorna mientras empezaba con un suave vaivén notando como bombeaba en cada apretón que le daba, luego escondí la cabeza en su cuello, dándole suaves besos y tirones en toda la piel expuesta.

**Hibari Kyouya** Miér Sep 08, 2010 12:21 pm

Era más duro de lo que pensaba y comenzaba a irritarme, no sabía si era por eso o porque yo también me estaba desesperando. No fui capaz de controlarme para que no se diera cuenta de las ganas que tenía de seguir y hacer lo que él también deseaba que hiciera. Ese beso lascivo me dejó con ganas de más y él lo sabía, pero no iba a rendirme ahora o si no él se aprovecharía. Lo conocía lo suficiente para saber cómo iba a actuar, así que por eso me di prisa por reaccionar antes de que sus caricias y besos me hicieran olvidar el juego que yo mismo había comenzado.

Aflojé el agarre que le hacía en el hombro y alcé la mano que tenía en la nuca hasta la coronilla para agarrarle con fuerza del pelo y obligarlo a separarse de mí. Pude ver en su mirada la burla, como si estuviera seguro de que yo iba a caer antes que él y, debía admitirlo, si seguía así al final lo conseguiría. Pensé en lo que haría a continuación y entonces se me ocurrió una alternativa que él mismo había utilizado conmigo una vez: actuar.

—Eres un herbívoro egocéntrico y testarudo... —comencé con expresión severa—. ¿Acaso no eres consciente de lo evidente que eres? Es inútil que trates de disimular. —Suspiré simulando cansancio y añadí con naturalidad—: Con Matsumoto Akira ni siquiera fue necesario provocarlo.

Dejé la frase al aire para que la malinterpretara y diera la sensación de que de verdad había llegado más lejos con ese chico. Sabía que se enfadaría y eso mismo quería. Después de todo, incluso había aparentado ver —encima no una, sino dos veces— que le traía sin cuidado lo que yo hiciera con Matsumoto Akira.

**Arakami Sasuke** Miér Sep 08, 2010 7:27 pm

Realmente me parecía extraño que él no tuviera experiencia en este tipo de cosas, me estaba empezando a preguntar si todo lo que me había dicho en un principio era real, porque si no, no podía explicar que él fuera tan bueno sólo con las pocas veces que lo habíamos hecho juntos.

Sabía tan bien donde acariciarme y besarme que me sentía cohibido por él, nunca antes había sentido algo semejante cuando otra persona me tocaba y eso seguía haciéndome sentir tan enfadado como excitado...

En cualquier caso estaba confiado, sabía perfectamente lo que me deseaba y me estaba aprovechando de eso; Le sonreí divertido y con confianza cuando estuvimos frente a frente, con una de sus manos enredadas en mi cabello, él empezó a hablar y mi expresión se fue endureciendo rápidamente conforme lo escuchaba, fruncí el ceño visiblemente molesto y justo cuando terminó de hablar y me miró prepotentemente lo agarré del cuello de la camisa, levantándolo unos centímetros del suelo, lo justo para que estuviera justo en frente de mí.

—¿Te atreves a compararme con ese anormal? —Pregunté rudamente con voz entrecortada y lo solté con furia mientras me alejaba unos pasos de él—. ¡¿Por qué no vas entonces a buscarlo?!

Me puse una mano en la frente y bufé y me arrepentí de lo último que dije cuando alcé la voz, luego giré la cabeza para ver lo que estaba haciendo ya que no había dicho nada y me sorprendió ver que estaba a punto de salir por la puerta, abrí los ojos sorprendido y rápidamente fui hasta él y lo agarré del brazo empotrándolo contra la puerta, gruñí apretando los dientes y mientras suspiraba apoyé la frente en su hombro derecho.

—¿Por qué siempre dices cosas para enfadarme? ¿acaso no entiendes lo que intento decir? Deja de jugar de una maldita vez porque sabes que yo seré el ganador, ambos lo deseamos, así que no lo hagas más difícil...

Esto verdaderamente era exasperante y lo peor esque aún tenía mi miembro excitado y erguido y me dolía horrores...

**Hibari Kyouya** Jue Sep 09, 2010 3:07 pm

Me limité a mirarlo sin decir nada; ya no sonreía, pero tampoco me mostré enfadado y sí que lo estaba. Sabía lo que ocultaban las palabras que había dicho, pero por lo visto prefería volver a comenzar una discusión que admitir que estaba celoso de Matsumoto Akira. No obstante, estaba seguro de que con un poco más de actuación acabaría diciéndolo de una vez, así que me subí los pantalones, me los abroché y también me arreglé la camisa. Deseché de inmediato la idea de recoger también la corbata, no sabía dónde había caído y el tiempo que tardara en cogerla sería suficiente para que él se diera cuenta de lo que iba a hacer, así que me dirigí a la puerta sin más. No llegué siquiera a coger el pomo, él me agarró con brusquedad del brazo y me acorraló contra la puerta.

Mi actuación dio resultado al fin: él apoyó la cabeza contra mi hombro y, a su manera y no del todo como yo había supuesto, me dijo lo que quería. Lo que me hizo fruncir el ceño con molestia fue la referencia a que él saldría ganando si continuábamos con ese juego. Qué arrogante podía llegar a ser...

Con una mano en la nuca, lo separé lentamente de mí y lo contemplé en silencio durante unos instantes antes de decirle con una sonrisa maliciosa:

—Claro que lo entiendo, pero quiero que tú me lo digas. —Bajé las manos hasta su pecho y lo alejé aun más mientras decía—: Ya que insistes tanto...

Ahora que tenía espacio suficiente, me arrodillé frente a él, le bajé más los pantalones y le sostuve el miembro con una mano. Sólo por irritarlo más, el primer lametón se lo di de nuevo por encima de mi mano, me detuve un instante para saborear su desesperación y finalmente le lamí la punta sin obstáculos. Descendí con la lengua por toda su longitud mientras bajaba la mano hasta sus testículos. Era consciente de que no aguantaría mucho más dado su estado, así que me contuve para no desesperarlo porque no quería quedarme a medias. Antes de introducírmelo en la boca, atrapé con la punta de los dientes la piel sensible de la punta; casi podía sentir el sabor de su semen. Me lo introduje en la boca hasta mi límite y me lo saqué, repetí el movimiento unas cuantas veces y, justo cuando me lo saqué y le di una lenta y sensual lamida final, él se corrió. Me incorporé mientras me tragaba su semen, lo miré intensamente a los ojos y, en cuanto terminé, atrapé sus labios con una lujuria y obscenidad incrementada con creces al compartir con nuestras salivas el sabor de su propia esencia. Mi mano se enterró en sus suaves cabellos y con la otra en el hombro me aseguraba de que nuestros cuerpos estuvieran completamente pegados.

**Arakami Sasuke** Jue Sep 09, 2010 8:34 pm

Solté una sonrisa autoficiente en respuesta ¿Quién estaba insistiendo? Ese enano estaba interpretando de sobre manera lo que dije, pero no protesté sabía que él lo deseaba tanto como yo y que simplemente le gustaba fastidiarme. Inspiré conteniendo la respiración cuando noté su mano apretando mi pene, preparándome y desesperado de que comenzara de una maldita vez; luego cuando se agachó apoyé las dos manos en la puerta y lo miré desde mi posición con ansias.

Tuve la certeza de que acabaría más pronto de lo normal al sentir la primera lamida directamente sobre mi miembro, ya estaba muy excitado y si contamos con que en estos meses no había tenido sexo con nadie más...

Gemí roncamente cuando sentí sus dientes en el glande, dándole una lujuriosa mordida; eché la cabeza hacia atrás en un gemido sordo y mientras me mordía el labio inferior con fuerza empecé a moverme hacia adelante y atrás, ayudándole con la felación.

Fue mi límite, exploté en su boca con la última lamida lenta y provocadora, demasiado para poder aguantar...

Aún estaba sintiendo el éxtasis del orgasmo cuando él me besó con violencia completamente descontrolado, me sorprendió un poco su acción, pero en realidad era evidente que se sintiera así.

No me quedé atrás, podía sentir todavía la tensión en mi bajo vientre por el reciente orgasmo y que me besara de esta manera me calentaba muchísimo. Me separé de él con la respiración entrecortada, igual que él y sonreí maliciosamente ante su expresión.

—¿Debería ser yo ahora el que empezara un juego? Ya te dije que saldrías perdiendo... —Lo agarré de la cintura con ambas manos y le lamí en el lóbulo de la oreja, luego continué: pero..., aunque deseo desesperarte creo que por hoy hemos tenido suficiente; te daré lo que sé que te mueres que te haga...

Mi voz sonaba ronca, sensual, provocadora y luego simplemente empecé a repartir besos por su cuello descendiendo lentamente por su pecho, directo hasta su miembro erguido. Lo agarré con una mano empezando con un suave vaivén sin apartar la mirada de la suya, sonreí divertido y gaché la cabeza empezando a pasar la lengua por toda la extensión, bajé dando mordiscos y volví a subir sin llegar a tocar la punta, sus gemidos roncos y desesperados me volvían loco y no lo hice esperar más, me la metí en la boca varias veces y jugué con la punta dándole rápidas lamidas, luego me dediqué a meterme los testículos en la boca y después de unos minutos volví a su pene subiendo y bajando la cabeza cada vez más rápido, noté su pre-semen desde el primer momento que saboreé su miembro y sabía que estaba a punto de correrse por como la notaba palpitar, por lo caliente y dura que la tenía... y así fue, dio un sensual gemido y se corrió la última vez que me la metí hasta el fondo.

La limpié lentamente y me incorporé limpiándome los labios de esa sustancia blanquecina, con sensualidad y luego puse una mano en su rostro y me acerqué lentamente, besándolo nuevamente haciendo que probara su sabor.

**Hibari Kyouya** Vie Sep 10, 2010 2:25 pm

¿Perder, yo? Ese herbívoro arrogante no podía estar más equivocado. Por una parte era lo que había supuesto: había esperado a que yo fuera el que tomara la iniciativa para dejarme luego con las ganas, aunque al final parecía que no iba a ser así. Mejor para él, porque yo tenía muchos ases en la manga que utilizar si se hubiera negado.

Había pasado demasiado tiempo desde que sentí su respiración tan cerca de mi entrepierna y me di cuenta de que, verdaderamente, yo tampoco sería capaz de aguantar mucho más: el juego que yo mismo había empezado había resultado ser de doble filo. Cuando al fin se lo metió en la boca, cerré los ojos con fuerza, entreabrí la boca y dejé escapar sin pudor los sonidos que me provocaba. En un espasmo de placer, apoyé la cabeza contra la puerta con cierta brusquedad y sin importarme si alguien había escuchado el perfectamente audible golpe. El momento culminante se acercaba y me aseguré de disfrutar de cada instante hasta que finalmente me corrí. Bajé la cabeza después del último y prolongado gemido y la separé de la puerta en el mismo instante en que el herbívoro cazó mis labios con los suyos. Al igual que le habría pasado a él, sentí el sabor de mi propio semen entremezclándose en nuestras salivas. Quería retrasar el momento de separarnos a sabiendas de que el lugar donde estábamos seguía siendo poco seguro. Aun así, nuestras lenguas siguieron danzando y saboreando la cavidad del otro hasta que la falta de oxígeno nos obligó a separarnos. Aun jadeante, bajé ligeramente la cabeza, me apoyé en él, disfrutando de la calidez que emanaba de su cuerpo, cerré los ojos y aspiré profundamente su olor. No permanecí demasiado tiempo, me separé y alcé la vista hacia la suya.

—Así que tú eres el ganador... —le dije una vez hube recobrado el aliento—. Por lo que a mí respecta, ya habías perdido en el preciso instante en que me arrastraste hasta aquí. —Esbocé una ladeada sonrisa maliciosa—. O quizá cuando esto se te puso tan tieso como un palo. —Le sujeté con fuerza la entrepierna. Acentué mi sonrisa mientras se la soltaba y le subí los bóxers y los pantalones con parsimonia. Interrumpí mi tarea al recordar que su camisa no tenía arreglo, eso no me hizo sino ampliar la sonrisa—. También podría ser cuando te cabreaste, muerto de celos. Por lo que ves, todo lo que has dicho y hecho hoy te define como el absoluto perdedor.

Me subí los bóxers y los pantalones, me los abroché y, mientras me arreglaba la camisa, busqué con la mirada la corbata. Me dirigí a ella terminándome de arreglar el cuello de la camisa, la recogí y comencé a anudármela, de espadas a él.

**Arakami Sasuke** Sáb Sep 11, 2010 5:16 pm

Era realmente gracioso, me resultaba increíblemente divertido todo lo que decía; que aunque era cierto que fui yo quién lo atrajo hasta aquí, no fui yo el que lo obligó a quedarse. Además, me parecía ridículo el hecho de que viera todo como un juego, quizás en un principio me parecía bien o incluso yo mismo era el que comenzaba la mayoría de esos juegos, pero ahora era diferente..., lo veía de una manera completamente distinta y por alguna razón me irritaba que hablara así.

Terminé de abrochar mis pantalones que él había tenido la “amabilidad” de subírmelos primeramente y luego intenté hacer lo mismo con la camisa recordando que estaba completamente sin botones, clavé la mirada en su nuca y chisté mientras me desabrochaba los pantalones de nuevo, metí la camisa por dentro y volví a abrocharlo; ahora al menos tenía más presencia , la camisa estaba completamente abierta; sí, pero al menos al estar metida por dentro parecía una de las muchas camisas que normalmente usaba.

Él estaba ocupado anudándose la corbata, cuando con pasos cortos y lentos me acerqué hasta quedar justo detrás de él, le pasé una mano por sus hombros y apoyé en su hombro libre la cabeza deteniendo lo que estaba haciendo.

—¿Quién es el que se puso celoso primero? —esbocé una prepotente sonrisa y continué en el mismo todo de voz—. ¿Tanto hasta el punto de querer golpear a una mujer? ¿tanto como para dejar de hablarme por cuatro largos meses creyendo que me había acostado con esa mujer? —Hice una pausa alejando la cabeza de su hombro y luego añadí en un tono más divertido—. No se trata de ganar o perder, pero si quieres analizar las cosas de ese modo..., definitivamente el que más veces ha perdido eres tú.

Sonreí maliciosamente y me separé dando un paso hacia atrás, pensando ya en salir de la habitación, quizás iba a ser utilizada y lo más conveniente esque nadie más nos viera aquí.

**Hibari Kyouya** Dom Sep 12, 2010 6:04 pm

Fruncí más y más el ceño conforme lo iba escuchando. ¿Es que nunca iba a dejar de lado su altanería y arrogancia? Ese herbívoro egocéntrico... Era increíble cómo siempre ideaba la manera de contraatacar, pero lo que también me irritaba era que hubiera utilizado las palabras "ganador" y "perdedor". Él era el que había empezado y en cierta manera me recordaba a las primeras semanas en que lo conocí. Decidí no contestar a su provocación o las cosas podrían terminar muy mal de nuevo.

Terminé de anudarme la corbata una vez me soltó. En cuanto terminé, caminé con ademán tranquilo hacia la puerta, cerré los ojos para aparentar calma y le dije:

—Si quieres volverte ya al hotel, asegúrate de no meterte en problemas y aléjate de los callejones oscuros. —A pesar de lo que decía, no utilicé un tono burlesco ni tampoco sonreí—. Yo tengo asuntos que tratar con... esa mujer de la que hablas —añadí, deteniéndome justo a su lado y mirándolo con expresión severa.

Suzuki se había atrevido a burlarse de mí y era algo que no podía pasar por alto. De hecho, recordé en ese momento la advertencia de Matsumoto Akira de que Suzuki era una mujer peligrosa. Bien, había llegado el momento de demostrarle que yo también lo era.

**Arakami Sasuke** Lun Sep 13, 2010 1:42 pm

Solté una pequeña carcajada como respuesta al escuchar lo que dijo y mientras me revolví el cabello colocándolo perfectamente bien.

—¿Acaso soy una chica? —Crucé los brazos a la altura de mi pecho y bufé al verlo delante de mí, mirándome severamente.

Esta vez no lo había dicho para fastidiarme aunque así me pareciera en un principio, podía notarlo por su mirada, por el tono de su voz al hablarme; aún así, me hacia sentir un poco patético, no era una chica después de todo como para que se preocupara hasta ese extremo.

Supuse que con "esa mujer" se refería a Suzuki-san; sabía lo que podría pasar si los dejaba a solas así que aunque no me apetecía mucho encontrarme con ella ahora decidí ir con él, no iba a dejar que hablara solo con ella, después de todo yo también tenía algo importante que decirle.
—Espera. —Agarré su brazo deteniéndolo cuando pasó por mi lado para irse y luego añadí en un tono severo: Yo también voy, necesito aclarar con ella un par de cosas.

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