Dejando a Ueki y Rose en los jardines... [Cerrado]

Los llevé a los jardines. Decidí que lo mejor para ayudar a Ueki sería dejarles solos, y por eso me inventé que tenía asuntos que atender. -Bueno, pues yo ahora tengo que irme, así que os dejo aquí. Espero acabar pronto y volver a estar de nuevo con vosotros- dije sonriendo. La verdad es que cuando se fuese Hikari necesitaría distraerme para soportarlo mejor, así que qué mejor manera que pasar el mayor tiempo posible con Ueki y Rose. Me di la vuelta, con la mano levantada a modo de despedida. -En fin, ya nos veremos...- y me alejé de los jardines...

Ed nos guió hasta los jardines, y dijo que tenía que irse, así que me despedí de él. -Venga, nos vemos, tío- y se alejó de los jardines. Me dirigí hacia un árbol que había cerca de nosotros, y me quedé mirándolo un rato. Mientras estuviese así de concentrado, podría pensar en cómo decirle a Rose lo que necesitaba decirle... no estaba seguro de si podría hacerlo sin la ayuda de Ed, pero supongo que con él delante tampoco sería muy cómodo... suspiré, mientras seguía pensando la manera de decírselo...

Edward se retiro y yo me despedi de del Adios Edward y muchas gracias luego vi que Ueki se acercaba a un arbol y me pregunte le l pasaria pero entonces me concentre en la gran variedad de plantas que parecia haber, estaban muy bien cuidadas y eran muy bonitas, entonces escuche que algunas me intentaban hablar y las escuche, estas me dijeron Yami-sensei y Hikari estaban hablando a mitad del lago, han dormido a todas las plantas submarinas y no sabemos que dicen, lo siento Les agradeci y me entro la curiosidad de saber por que tanto misterio, pero de eso despues me encargaria y me puse a dansar de planta en planta para ver si necesitaban algo hasta que, mientras dansaba le dije a Ueki ¿Te gustan los jardines?

Respiré hondo cuando decidí que tendría que improvisar, no se me ocurría ninguna "estrategia" ni nada así... no podía pensar con claridad... entonces escuché lo que me preguntó. -Sí, claro que me gustan, y me gusta que estén limpios... detesto a la gente que se dedica a estropear parques y jardines...- le respondí, mientras observaba cómo danzaba alegre por los jardines...

Escuche su respuesta, y vi como me miraba, le sonrei y le respondi Si tienes razon pero como dice el refran treinta monjes y un abad no pueden hacer cargar a un asno contra su voluntad, no se puede hacer nada contra aquello ademas de intentar convencer a esa gente, aunque no te creas que todas las flores son tan indefensas Dije sonriendo para mi misma Son peor de lo que parecen cuando estan enojadas entonces encontre una planta que al parecer estaba devil por los frios, entonces la acaricie y le di un poco de agua con mi poder, me fije en que sobrebiria, pero la segui acariciando

Escuché lo que me dijo. Luego vi cómo acariciaba una flor. Empecé a ponerme nervioso, no veía el modo de sacar el tema siquiera, y mucho menos aún veía la manera de decirle eso... agh, seguro que si estuviese aquí el Profe Koba me podría ayudar, siempre conseguía ayudarme en todo y por eso confiaba tanto en él... suspiré, resignado. Por mucho que pensase en lo bueno que sería que estuviese aquí el Profe Koba, debía afrontar la realidad... pero no era nada fácil... hasta llegué a pensar que sería genial que ella me "ayudase", por así decirlo, a sacar el tema o algo... pero eso también sería algo casi imposible...

Entonces vi que estaba un poco nervioso o cansado??, no sabia asi que deje de acariciar la flor y recorde que ni yo habia descansado mucho asi que me levante y le dije Lo lamento, me tengo que ir a mi cuarto dije al recordar el desorden que tendria que ordenar antes de poder acostarme, luego me despedi Gracias por lo de hoy fue un día bastante entretenido y antes de escuchar su respuesta me di vuelta me diriji a mi cuarto

Escuché lo que dijo, pero no pude decirle nada. Cuando ya se hubo largado, me di un par de golpes en la cabeza, enfadado conmigo mismo. -¡Tonto, tonto, tonto! ¿Por qué te quedaste como un pasmarote sin decir nada? Ahora creerá que eres imbécil...- noté que Tenko saltaba de mi muñeca. -Kosuke, para ya. Quizás lo mejor sería que practicases delante del espejo, o quizás puedas preguntarle a alguien... yo en eso no te puedo ayudar, soy una bestia celestial, y no he experimentado ese sentimiento... así que no te puedo decir más, salvo que dejes de darte golpes, acabarás teniendo que ir a la enfermería...- y dicho ésto, volvió a colocarse en mi muñeca, sin dejarme decirle nada. Estaba realmente cabreado... así que decidí irme a mi dormitorio, si me dormía quizás mañana se me haya pasado el enfado, aunque lo veo difícil... me fui de allí, todavía bastante malhumorado, en dirección a mi habitación...