En los jardines... [Cerrado]

Dadno una vuelta por el instituto, encontré los jardines. Observé alrededor. La verdad es que prometía ser tranquilo, así que me acerqué a un árbol y me senté apoyando mi espalda en él. Me di cuenta de que desde donde estaba se veía la terraza, en la que tampoco había estado aún. [Ya iré luego, si eso...] Me abstraía cada vez más del mundo, hasta que me quedé un poco dormido. [Bueno, una cabezadita nunca viene mal. No creo que me pierda nada mientras duermo un poco...]

Algo me golpeó de repente en la cabeza. -¡¡¡¡Ayyyy!!!!- Era... ¿una rama? ¿Cómo había llegado a parar aquí? No hacía nada de viento, así que me extrañó. Empecé a elevar la vista hacia el árbol donde había estado sentado.

Me sorprendí al ver a Hikari allí arriba, tenía un cuadro el la mano, lo que me pareció más extraño aún. Parecía a punto de soltarse, así que me levanté. -Hikari, salta, yo te cojo.- Y me puse en posición de cogerla con los brazos.

Me dijo que no hacía falta, y empezó a bajar ella sola. Aún así, yo me quedé debajo por si acaso, y menos mal que lo hice, porque hizo un mal movimiento y empezó a caer. Volví a poner mis brazos, ni siquiera tuve que moverme, estaba justo debajo de ella. La conseguí coger. -Al menos, tendrías que haberme tirado el cuadro para poder usar las dos manos, ¿no crees?- y le sonreí.

Se puso un poco roja y se bajó rápidamente. Entonces fue cuando me di cuenta de por qué se había puesto roja, y yo también me sontojé un poco. -Tranquila, ya te lo dije ayer: no pasa nada. Para eso están los amigos, ¿no? Para apoyarse unos a otros y hacerse favores, sin esperar nada a cambio.- Le devolví la sonrisa.

("¿Siempre eres así de amable?") - me preguntó. -Bueno, que yo recuerde, siempre he sido así. Me gusta cuidar de los míos, y yo te considero una amiga, así que supongo que por eso me comporto así.-. Me ofreció algo que nunca me habían ofrecido. -¿Un cuadro, dices? De algo que me guste...- Pensé en bastantes cosas, pero casi todas tenían que ver con la gente que yo conocía de Reesembool y de Ciudad Central, así que sólo se me ocurrió que el cuadro lo hiciese de mí. -¿Podrías dibujarme a mí? No se me ocurre nada más que me gustase ver en un cuadro. La verdad es que nunca me he visto en uno, sería algo nuevo.- Sonreí, imaginándome cómo quedaría un cuadro en el que estuviese yo pintado colgado en mi dormitorio.

A su habitación, dijo. -Por mí no hay problema, tú dime a qué hora me paso si no puedes ahora y allí estaré.-

-Vale, pues entonces dentro de un rato.- Se sentó y me sonrió desde abajo. Me senté yo también. -Sí, es verdad que relaja... tanto que antes vine a sentarme un mometno y me acabé quedando dormido...- Me reí, acordándome de lo rápido que me había quedado dormido, sólo habiéndome sentado allí debajo.

Había cientos de lugares que recorrer, todos parecían invitarme a pasar y prometían diversión. Pero el aroma peculiar de las flores me llevó a un sitio unico que me recordaba mi hogar. Sonreí al sentir el calor del sol en mi piel, pero sin duda no podía a esperar a ver la luna nocturna rodeadada de este paisaje.
Extrañamente el lugar estaba casi vacio, a excepcion de dos jovenes....entre los cuales la chica parecia estar dormida. Sonreí para mis adentros y me arrecoste en mi lugar para poder observar el cielo. Estaba comodo y todo parecia perfecto.

El tiempo pasó rapido. cuando me dí cuenta, debía de haber ido a revisar mi habitación...por lo que me incorpore en un salto. Me desperece y comenzé la marcha hacia los dormitorios, algo desanimado por tener que dejar los jardines atras.

Hikari se quedó dormida un rato, luego se despertó, miró alrededor, y se volvió a dormir otro poco. Otro rato después, dijo que tenía que ir a la habitación y que volvería después, así que me despedí de ella y me quedé allí sentado.

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Volvió un poco después. -Tranquila, no pasa nada. ¿Y qué quería Yami - sensei? ¿Mandó algo el viernes? Es que yo tuve que salir de la ciudad y por eso no fui a clase...-

despues de ir a la cafeteria decidi ir a un lugar tranquilo. Asi que me dirigi a los jardines, para mi sopresa, habia mas gente, dos de ellos los conocia, estaban bastante relajado. En cambio , habia una chica rubia que no conocia. - me sentare bajo aquel arbol...- dije para mi misma y me dirigi hacia el y saque un libro de magia negra que compre hace mucho..