Re: Habitación 01 - Sasuke Arakami y Hibari Kyouya

**Arakami Sasuke** Dom Feb 21, 2010 5:37 pm

Lo fulminé con la mirada y dejé escapar una sonrisa irónica. Así que se pensaba que era eso lo que estaba buscando...la simple idea me parecia divertida y absurda.

—No te confunfas, evidentemente me refería a dormir en la cama solo. ¿Qué te hace pensar que quiero volver a tener algo contigo? —me encogí de hombros y lo miré inexpresivamente—. No soy tan estúpido como para cometer el mismo error dos veces.

Parecia que al fin se decició por contarme lo que había pasado con mi colchón, pero tal como suponía el hecho de enterarme me mosqueó, fruncí el ceño y lo miré con ira.

—Tampoco es mi problema que pensaras que me había largado. —espeté con cierto odio—. ¿Dónde cojones has tirado la carta? —pregunté mientras rodaba las pupilas por toda la habitación.

**Hibari Kyouya** Dom Feb 21, 2010 9:22 pm

Me puse el brazo sobre la frente, cubriéndome los ojos, y suspiré con suavidad. Empezaba a perder la paciencia con esa estúpida conversación, aquel inútil no tenía intención de dejarme dormir y si seguía molestándome, sin duda iba a terminar volviendo al hospital.

Me estaba hartando de todo eso, así que pensé en una manera de que me dejara en paz lo más pronto posible. Así que, ignorando por completo su anterior comentario, le contesté con voz tranquila:

—He dicho que la he roto, no que la haya tirado. —La verdad era que tenía una oportunidad única para sacarlo de quicio—. De todos modos, creo recordar que te he dicho que no traerán tu cama a menos que los dos firmemos esa carta y, por supuesto, yo no lo haré.

No tenía ninguna razón para hacerlo, además, nunca olvidaría lo que le había hecho a mi anterior cama y a la camisa de mi uniforme.

**Arakami Sasuke** Lun Feb 22, 2010 2:17 pm

Varios tics nerviosos aparecieron rápidamente mostrando a la vez una mirada severa, parece que era su hobby sacarme de mis casillas, intenté calmarme suspirando sonoramente y comenté:

—¿Y qué se supone que quiere decir eso? —dije con ira fulminándolo con la mirada—. Dices que la has roto, pero no la has tirado...¿no te parece un poco extraño? —enarqué una ceja sin dejar de observarlo y entonces caí en la cuenta de que quizás él la tendría escondida en algunos de sus bolsillos, fruncí el ceño y lo agarré de las solapas de la camisa acercándolo preligrosamente a mí.

—Deja de tratarme como un estúpido y dame la maldita carta de una puñetera vez, es evidente que la tienes tú y me da igual si está rota, quiero verla. —hablé prácticamente susurrando, mirándolo fijamente, luego bajé la mirada con parsimonia hasta sus labios y volví a clavar la mirada en sus ojos severo, lo solté brúscamente y me di la vuelta, para mantener la mente fría lo mejor era apartarme de él, así que me apoyé en la pared dónde debería estar mi cama, me crucé de brazos y volví a mirarlo fijamente.

—¿Y bien?

**Hibari Kyouya** Mar Feb 23, 2010 12:14 am

Cuando sentí cómo me levantaba del fuerte tirón, me limité a sostenerle la mirada, severo y al mismo tiempo impasible. No se daba cuenta de que me daba igual lo que hiciera o dijera, el asunto de la carta seguía importandome absolutamente nada.

Durante una fracción de segundo, me pareció que el debilucho desviaba la mirada hacia mis labios, pero antes de que tuviera tiempo de pensarlo detenidamente, me soltó con tal brusquedad que la cabeza me rebotó en la almohada. Volví a abrir los ojos y lo seguí con la mirada, irritado. ¿Es que no pensaba callarse nunca, le dijera lo que le dijese? Me estaba molestando más que nunca.

Me incorporé una vez más con parsimonia, giré la cabeza hacia él y le repliqué con impaciencia:

—¿Qué? ¿Por qué insistes tanto en que te la dé? —Lo cierto era que no la había roto, sólo la había arrugado y seguía en el bolsillo del pantalón, pero no pensaba dársela de ninguna manera—. Creo haberte dicho que los dos tenemos que firmarla si quieres tener de vuelta tu cama: tú... y yo.

Di por terminada la conversación y ni siquiera creí necesario remarcarle que yo no iba a firmar esa carta bajo ningún concepto. Volví a apoyar la espalda en el colchón, cerré los ojos y añadí:

—Será mejor que te vayas haciendo a la idea de dormir en el suelo.

**Arakami Sasuke** Mar Feb 23, 2010 6:16 pm

Sin decir nada me separé de la pared y anduve hasta quedar al lado de la cama, lo miré inexpresivamente y en un rápido movimiento me posicioné sobre él, le sujeté los brazos a cada lado de su cabeza y lo miré fijamente sin cambiar mi expresión de odio.

—Ya que no colaboras no me queda más remedio que hacerlo así. —espeté rudamente a la vez que intentaba no acercarme mucho a su cuerpo, mi intención era apoyarme en él lo mínimo e indispensble.

—Sé que la carta la tienes tú y voy a encontrarla, te guste o no.

Dicho eso junté sus manos por encima de su cabeza y las sujeté con una de las mías dejando así una de mi manos libre para poder buscar mejor, primero puse la mano en su pecho y lo miré fijamente, aunque no lo aparentaba físicamente podía notar claramente lo latidos desbocados de su corazón, al darme cuenta noté como mi propio corazón empezaba a palpitar más rápido también aunque por suerte él no podía sentirlo y con eso llevaba ventaja, sin dejar de mirarlo fijamente bajé mi mano hasta el bolsillo de su chaqueta, fruncí el ceño al no encontrar nada e hice lo mismo con el otro bolsillo.

—Así que no la tienes ahí... —susurré con media sonrisa y ahora bajé la mano hasta su pantalón, la metí en su bolsillo y al notar algo dentro sonreí prepotentemente mientras sacaba el papel—. Bingo.

**Hibari Kyouya** Mar Feb 23, 2010 9:19 pm

Al no escucharlo volver a replicar, pensé que por fin se habría dado por vencido y me dispuse a dormir de una vez. Gran error el bajar la guardia de aquella manera, no me esperaba que se pusiera encima de mí y me inmovilizara de aquella manera.

Me quedé mirándolo desde mi posición sin tratar de soltarme, no era porque me resultara imposible, sino porque, por un momento, la mente se me quedó en blanco. Me recordé a mí mismo que debería estar molesto por la situación en la que me encontraba, pero, a pesar de que no sabía discernir exactamente qué me ocurría, lo único que sabía era que podría definir mi estado de varias maneras, pero no "molesto".

El sólo hecho de sentir el contacto de su mano en mi pecho y pese a que sus movimientos se basaban simplemente en intentar encontrar la carta, me recordaron aquel maldito día, otra vez. Hasta ese momento no me di cuenta de lo rápido que me latía el corazón. Me asaltó una sensación de profunda confusión, ¿qué me estaba ocurriendo? ¿Por qué no podía dejar de recordar aquel momento si me arrepentía de cada segundo que había estado con él? ¿Por qué no había podido dejar de pensar en él en esas tres semanas si estaba deseando perderlo de vista?

Estaba harto, harto de él y de sentirme tan extraño, harto de no saber por qué me sentía así.

—No lo entiendo...

Durante unos segundos, no supe si lo había pensado o lo había dicho en voz alta, pero por la manera en que él me miraba, estaba seguro de que era más bien lo segundo. Podría haberme callado, desviar el tema y, sobre todo, quitármelo de encima, literalmente, pero en lugar de hacer algo de todo eso, apreté los puños con impotencia, fruncí el ceño y repetí:

—No lo entiendo. —Era consciente del repentino tono desesperado en mi voz—. Te desprecio, te detesto, te odio... No es mentira, por eso no entiendo por qué reacciono así, por qué recuerdo constantemente ese día, por qué revivo constantemente ese momento y por qué he sido incapaz de no pensar en ti ni un maldito momento durante estas tres semanas...

Había perdido por completo la cabeza... ¡¿En qué estaba pensando para decirle todo aquello?! Me arrepentiría, sabía que lo haría, pero en ese momento no pensé en sus inevitables burlas y comentarios ingeniosos. Por supuesto, en cuanto lo hiciera, lo mordería hasta la muerte.

Como único modo de descargar mi frustración —porque sabía qué iba a contestar y cómo iba a reaccionar—, forcejeé hasta soltarme de su agarre, me incorporé, lo agarré por los hombros y lo empujé con fuerza contra el colchón, de modo que intercambiamos las posiciones. En un principio, mi intención había sido golpearle, pero ni siquiera llegué a alzar el puño. Bajé la cabeza, apreté los dientes, impotente, y, por el contrario, apoyé la frente en su hombro izquierdo y cerré con fuerza los puños sobre su jersey, a la altura del pecho.

—Te odio por hacerme sentir tan confundido. No soporto sentirme tan extraño...

**Arakami Sasuke** Mar Feb 23, 2010 11:19 pm

No entendí lo que quiso decir en un primer momento, no hasta que volvió a repetir esa frase y continuó hablando. ¿De que estaba hablando, acaso estaba intentando confundirme? en un primer momento pensé en golpearle por intentar confundirme, pero algo me decía que no estaba mintiendo, sabía que él no era de los que usaban una estrategia como esa para salir veneficiado después —no sabía por qué estaba diciendo ahora todo eso—, pero me sorprendí a mi mismo por no hacer nada, sólo notaba mis ojos abiertos de la sorpresa al escuchar lo que me dijo, pero no sólo eso, sentí como el pulso se me disparaba a una velocidad de vértigo, no sólo porque nunca me hubiera esperado que me dijera aquello, sino porque sabía que todo este tiempo yo me había sentido del mismo modo que él.

Tan absorto estaba en mis pensamientos que no reaccioné a tiempo cuando me empujó e intercambiamos posiciones. En un primer momento pensé que iba a golpearme, pero me sorprendí aún más al ver su reacción, sentí un escalofrío por toda la espina dorsal cuando apoyó la frente en mi hombro y me habló de esa manera tan desconocida para mí, tan diferente al tono que solía utilizar. En ese momento no supe que hacer, estaba tan desconcertado que no podía reaccionar tal como pensaba, estuve sin hablar durante un buen rato analizando lo que acababa de pasar y finalmente pude reaccionar, suspiré lentamente y lo atraje hacia mí brúscamente abrazándolo de manera posesiva.

—Yo tampoco he podido dejar de pensar en ti en estas tres semanas, pensaba que me iba a volver loco... —tragué saliba con dificultad y seguí: Desde hace tiempo que no entiendo que cojones me pasa contigo y aunque trato de ocultarlo y engañarme a mi mismo, no puedo hacerlo más...es por eso que yo también te odio...te odio como no tienes idea...me haces sentir tan indefenso cuando entras en mi espacio personal que no se que hacer...

Me mantuve en silencio por unos minutos y dejé de abrazarlo soltándolo lentamente sin dejar de mantener el contacto con él, dejé las manos en su cintura y acerqué mi rostro hasta su oído para susurrarle:

—Dime...¿Qué debería hacer?

**Hibari Kyouya** Miér Feb 24, 2010 7:46 pm

Los minutos posteriores me parecieron eternos. Yo no tenía nada más que decir, había dicho suficiente, pero él... ¿por qué se había quedado tan callado? ¿Por qué no se reía, se burlaba, me alejaba o me golpeaba, como se suponía que debería hacer? Me entraron ganas de golpearlo hasta que reaccionara, pero al fin lo hizo, aunque no fue ni mucho menos la reacción que me esperaba.

Sentir cómo me abrazaba, estrechándome contra él, me sorprendió. La extraña sensación que me invadía se acrecentó conforme lo escuchaba hablar y en un primer momento no conseguí distinguir si me sentía aliviado o molesto. Lo más probable era que fuera de ambas maneras, era inútil negar que me sintiera aliviado y en cuanto a estar molesto lo tenía claro: me molestaba el hecho de sentirme aliviado. Ese debilucho no hacía más que complicar las cosas.

Pronto, aquel sentimiento de impotencia y frustración dio paso a una necesidad imperiosa de mantener contacto físico con él. Tragué saliva, aún sin alejarme de él, y me di tiempo para reaccionar, pero lo cierto era que hacía un buen rato que había dejado de actuar con coherencia. Sin duda alguna, había perdido por completo el juicio.

Cuando me hizo aquella pregunta, me irritó. Me alejé de él lo suficiente para mirarlo a los ojos, ceñudo, y repliqué con voz dura:

—Acabo de decirte que no entiendo absolutamente nada. Es la primera vez que alguien me hace sentir así y no me gusta nada, es como si yo dependiera en todo de ti, porque piense en lo que piense, da igual, siempre estás tú. ¿Y me preguntas qué deberías hacer tú?

¿Se estaba burlando de mí acaso? Él no podía comparar su situación con la mía, él, quien era evidente que sabía por qué se sentía así, quien muy probablemente ya había experimentado lo mismo con otros y de quien aún no estaba seguro si era verdad o mentira que se acostaba con hombres por dinero y lo peor de todo era que sus clientes se habían atrevido a dirigirse a mí. De haber estado en ese momento allí, los habría matado a los dos, lo tenía claro. La culpa, de nuevo, era de él.

Casi sin darme cuenta, me había acercado más a él, a sus labios. Desvié la mirada de ellos y lo miré a los ojos, severo.

—No sé qué deberías hacer tú, pero lo que tengo claro es lo que quiero hacer yo...

**Arakami Sasuke** Miér Feb 24, 2010 11:22 pm

Lo primero que pensé cuando lo vi alejarse de mí fue que empezaría a reirse al mostrarme de ésta manera tan patética e inesperadamente estúpida delante de él, más no fue así, era tal mi desconcierto que ya no podía predecir lo que podía hacer. Estuve a punto de atraerlo brúscamente de nuevo hacia mí para que no se alejara, no quería pensar que todo lo que me había dicho anteriormente había sido mentira.

Lo que dijo a continuación no hizo más que desconcertarme aún más de lo que ya estaba, sólo pude mirar fíjamente sus ojos notando en ellos un brillo extraño, sonreí de medio lado y comenté con voz tranquila:

—¿Y si te dijera que también es la primera vez que me siento tan extraño cuando estoy con alguien, me creerías?

Pude ver como mientras hablaba se acercaba a mí lentamente sin dejar de mirar mis labios ¿acaso estaba pensando besarme? trangué saliba con dificultad y miré sus labios también para luego desviarlos finalmente hasta sus ojos encontrándome con los suyos mirándome con ¿deseo? sí, recordaba esa mirada... sonreí de medio lado al escucharlo y respondí en tono sensual, haciéndome el desentendido a pesar de que sabía exactamente lo que estaba pasando en esos momentos por su cabeza:

—¿Y qué se supone que quieres hacer?

**Hibari Kyouya** Jue Feb 25, 2010 3:55 pm

Me aseguraba que su situación era exactamente igual a la mía, pero me resultaba imposible creerlo. Si pensaba que podía engañarme estaba muy equivocado, al fin y al cabo, ¿acaso no había tenido una relación con el chico del restaurante y el tipejo irritante? Recordaba cómo se había ofendido cuando le dije lo que pensaba sobre su posible trabajo, pero entonces, si aquellos dos no eran sus clientes y tampoco sus amantes, ¿quiénes eran? Y lo más importante, ¿por qué me sentía cada vez más irritado?

—¿Esperas que me crea que nunca te has acostado con el chico del restaurante y con el tipejo irritante? —le espeté con acritud.

Pese a mi enfado, sentía el deseo despertar cada vez más en mí. Y lo peor de todo era que él lo sabía, aquella pregunta no era necesaria, sabía perfectamente qué quería hacer. Su reacción me molestó en un principio, por provocarme, pero también me divirtió. Si quería jugar, yo también estaba dispuesto.

—Lo sabes perfectamente, no intentes disimular. El problema es que...

Lo agarré de la nuca, me acerqué a su oído, con la mejilla contra la suya, hasta que le rocé la oreja con los labios y le susurré, hablando muy lentamente:

—Si mal no recuerdo, me amenazaste con cortarme las manos si te volvía a tocar. —No pude reprimir una media sonrisa traviesa—. Así, ¿qué debería hacer...? —Dejé transcurrir unos segundos y añadí, provocándolo—: Tú podrías empezar por pensar cómo convencerme para que te crea porque ahora mismo me resulta imposible.

**Arakami Sasuke** Jue Feb 25, 2010 7:08 pm

Fruncí el ceño cuando escuché que nombraba al pesado de Daisuke y al viejo de Miyagi ¿esque tenía que fastidiar el momento? suspiré cansinamente y giré el rostro desviando la mirada.

—Lo que hiciera o dejara de hacer con ellos no es asunto tuyo, olvídate de ellos.

Entonces noté como me sujetaba de la nuca y me susurraba en el oído, podía sentir su aliento rozar mi cuello y sus labios acariciándome la oreja mientras hablaba, me extremecí y me revolví debajo de él mientras le agarraba con fuerza la camisa por la espalda. Aunque era evidente que me estaba provocando con sus palabras, me gustaba...si no hacia el primer paso él, lo haría yo.

Justo cuando pensaba terminar el juego de provocación, sus palabras me hicieron detenerme, no entendía a que se refería con lo último que había dicho. ¿De qué se supone que tenía que convencerle? ¿de que no había tenido nada con ellos? cerré los lentamente y dejé caer los brazos a cada lado, volví a abrirlos y lo miré fijamente.

—¿Y de que se supone que te tengo que convencer? no suelo mostrar lo que siento nunca y hoy he dicho cosas que jamás pensaba que las diría ¿no te basta con eso? —lo sujeté de la barbilla y lo atraje hacia mí lentamente dejándolo a unos centímetros de mis labios, me relamí y en ese acto mi lengua también tocó sus labios, suspiré y dejé la boca entreabierta mirándolo con deseo desde mi posición.

—Ah...sí, recuerdo que tú también me amenazaste si volvía a tocarte. —sonreí irónicamente y acerqué los labios hasta su oído susurrándole de forma provocadora y ronca—. Así que propongo que nos olvidemos de lo que dijimos...

**Hibari Kyouya** Jue Feb 25, 2010 10:53 pm

No me gustó la respuesta que me dio. ¿Que me olvidara de ellos? Era cierto que no era asunto mío y, de hecho, su vida no me importaba nada, pero los que sí me importaban —o, más bien, me irritaba— eran aquellos dos tipos. No me había contestado, así que era evidente que intentaba ocultar la verdad, que sus palabras de antes habían sido una mentira y que con ellos había mantenido una relación.

Traté de calmarme, era una estupidez enfadarme por eso, me daba igual su vida... o eso me repetí, pero lo cierto era que cada vez que pensaba en los momentos que habría pasado con aquellos dos, me entraban ganas de darle una paliza a él.

Tuve que esforzarme en escuchar lo que me decía, cada vez me perdía más y más en la inevitable necesidad de tocarlo. ¿Por qué tan de repente? ¿Por qué no podía ni quería alejarme de él, sino todo lo contrario? ¿Era también un efecto provocado por lo que él me hacía sentir? Cuanto más lo pensaba, más ilógico me parecía. Yo, Hibari Kyouya, deseando hacerle a alguien algo que no fuera morderlo hasta la muerte. Era completamente ridículo... y no me quedaba más remedio que admitirlo, negarlo a aquellas alturas era una tontería.

No pude aguantar más el juego de la provocación, en ese aspecto yo sí era más débil que él. Inspiré profundamente, con la boca entreabierta, y me dirigí pausadamente a sus labios. Apenas conseguí detenerme en el último momento y, sin apartar la mirada de sus ojos, le respondí con esfuerzo:

—¿Ah, sí? ¿Y no volverás a arrepentirte y a odiarme aún más? —Apoyé las manos en su pecho, por encima de la ropa; estaba deseando llegar a su piel—. Ah, podrías empezar por convencerme para que firme esa carta porque, por si lo dudabas, sigo sin pretender hacerlo.

No le di oportunidad de replicar, ataqué sus labios y comencé a moverme sobre su boca con desesperación en un principio para enseguida bajar el ritmo hasta que interrumpí el beso de forma repentina. Lo miré con una sonrisa maliciosa; lo cierto era que incluso yo estaba sorprendido: lo que verdaderamente quería era no darle ningún respiro, pero, aunque siempre perdiera el juego de la provocación, no iba a perder también el de la tortura.

**Arakami Sasuke** Vie Feb 26, 2010 3:05 pm

Volví a ver como se acercaba a mí y ésta vez pensé que me besaría sin interrupciones, pero no fue así, a escasos centímetros de mis labios empezó a hablar con dificultad, yo sonreí divertido al escucharlo porque su voz sonaba demasiado ronca, estaba claramente exitado, sus ojos estaban más dilatados y brillaban de exitación, no me había dado cuenta antes, pero me encantaba saber que era yo el que lo había puesto en ese estado sin siquiera llegar a tocarlo como debería.

No me dio tiempo a contestarle, atacó mis labios de forma hambrienta haciendo que gimiera al sentir tal desesperación, mientras le correspondía de la misma manera bajé las manos hasta su cintura y metí las manos por debajo de la camisa, sentir el tacto de su piel me hacia sentir descargas electricas por todo el cuerpo, pero sobre todo se itensificaban en mi entrepierna, al sentir tal fogonazo de calor intenté intensificar el beso, pero el bastardo se separó justo cuando pensé hacerlo, abrí los ojos molesto y fruncí el ceño.

—¿Qué pasa, ya te has arrepentido? —espeté con ira con la respiración algo desbocada por el reciente beso, luego suspiré y acaricié su espalda con una de mis manos, llegué hasta su nuca y lo sujeté atrayéndolo a mí nuevamente—. Si era eso lo que querías hacerme, tengo que admitir que me has decepcionado... —sonreí divertido y continué: ¿quizás debería enseñarte?

Mi voz sonaba ronca y sensual, en un susurro, siempre con la intención de provocarlo, luego me removí debajo de él y pase la lengua jugetonamente por su cuello, lentamente, terminando en un sensual bocado justo debajo de la oreja, tentándolo, provocándolo.
Si era así como quería jugar yo también lo haría.

**Hibari Kyouya** Vie Feb 26, 2010 9:48 pm

Estaba demasiado ansioso por tocarlo, por besarlo, como para concentrarme en no darle el placer de gemir. El simple tacto de sus manos contra mi piel, su lengua recorriéndome el cuello y el posterior mordisco justo debajo de mi oreja me excitaron más de lo que ya estaba. Podía sentirlo, notaba cómo cada parte de mi cuerpo lo demostraba. Lo mejor de todo era que él estaba igual, me miraba como si se tratara de un lobo famélico y yo fuera su presa. De verdad que el debilucho era interesante... Era el único con el que podía "luchar" de un modo que no fuera con mis tonfas.

Empezaba a molestarme la posición en la que estaba, así que me acomodé mejor encima de él y estiré las piernas, introduciendo una entre las de él. Era hora de imponerme sobre él y demostrarle que no pensaba ser su "presa".

Me acerqué a sus labios y me desvié hacia su cuello en el último momento, rozándolos antes con los míos con lentitud. Mantuve los ojos cerrados porque me resultaba muy complicado controlarme, además de que aquel gesto había sido demasiado delicado para tratarse de mí. Continué mi camino y, al mismo tiempo que le recorría el cuello con mis labios entreabiertos, sin detenerme a besarlo o lamerlo, le agarré la mano con la que me tenía agarrado de la nuca y se la sujeté con fuerza contra el colchón.

Su jersey me resultaba tremendamente molesto; una gran idea cruzó por mi mente. Le dediqué una sonrisa burlesca mientras sacaba con mi mano libre una de mis tonfas y, en un rápido movimiento, le hice un limpio corte vertical al jersey.

—No creerías que había olvidado lo de mi camisa, ¿verdad? —inquirí mientras guardaba la tonfa y le recorría el pecho con el dedo índice de forma lenta—. ¿No estás orgulloso? Estoy aprendiendo, ¿verdad... sensei...?

**Arakami Sasuke** Sáb Feb 27, 2010 2:38 pm

Era consciente de que le costaba resistirse a mis caricias, sus gemidos lo hacían evidente, pero seguía haciéndose el duro, provocándome tal como lo hacía yo con él, estaba consiguiendo desesperarme y eso no era bueno, no debía ceder a su juego, aunque a pesar de que todo estaba yendo a un ritmo demasiado lento para mi gusto, podía seguir con ésto mucho tiempo más y sabía que terminaría ganando.

No tardó en acomodarse encima de mí mientras me sujetaba la mano que tenía en su nuca en la cama con violencia, gemí con algo de desesperación al notar como rozaba sus labios con mi cuello y me mordí el labio inferior conteniendo todo mi autocontrol, era increíble como podía exitarme con tan poca cosa. Mientras intentaba no pensar, cerré los ojos con pasimonia y no los abrí hasta que noté como algo pasaba rozando mi pecho rápìdamente, fruncí el ceño desde mi posición al ver que me había roto el jersey y entreabrí la boca al notar como rozaba mi pecho con su dedo, ese bastardo...cada vez lo odiaba más.

—Vaya...si tantas ganas tienes de desnudarme, sólo deberías haberlo dicho, ésto no era necesario... —comenté tranquilamente mirando hacía mi pecho, volví a fijar la mirada en él y sonreí divertido por su comentario—. Aún tienes mucho que aprender... —acentué la sonrisa y en ese mismo momento enrosqué las piernas con las suyas intercambiando así las posiciones, sonreí triunfante y me acomodé en su pelvis sintiendo el notable bulto que tenía bajo sus pantalones, exasperado me íncliné hacia él, sujetando sus brazos con fuerza para no permitir que me tocara, ahora era mi turno de desesperarlo.

Una vez que estaba a escasos centímetros de sus labios, le di un sensual bocado a su labio inferior separándome lentamente, pero sin darle la opción de que él me correspondiera, luego pasé la punta de la lengua por su barbilla y ataqué vilmente su cuello al mismo tiempo que frinccionaba el trasero con su pelvis lo justo para desesperarlo más aún, me separé lentamente mirándolo con deseo, con la respiración entrecortada, sonreí al ver su expresión y contento con eso me acerqué a su oído.

—¿Qué te ha parecido la primera lección?

**Hibari Kyouya** Sáb Feb 27, 2010 11:04 pm

Qué ingenuo podía llegar a ser... ¿por qué habría de decirle que se desnudara cuando podía hacerlo yo y a mi manera, como a mí me gustaba? Además, después de romperle el jersey me sentía mucho mejor. Estuve a punto de advertirle que no se le ocurriera romperme también esa camisa, pero entrelazó las piernas con las mías y me volteó hasta colocarme debajo de él.

Si en un principio tenía pensado protestar, lo olvidé por completo al sentir cómo me mordía el labio inferior. Quería interrumpir aquel estúpido juego, no soportaba más aquel ritmo tan desesperadamente lento, pero la Bella Durmiente transformada en bruja malvada no me dio oportunidad de hacerlo. Lo odié aún más y me esforcé en repetírmelo una y otra vez para no olvidarlo a pesar del placer que me hacía sentir.

Cuando se friccionó contra mi notable erección, cerré los ojos con fuerza y dejé escapar un gemido que me apresuré a acortar apretando los dientes. Lo observé, jadeante, mientras él me miraba sonriente y fruncí el ceño ante su pregunta. Lo miré con fastidio y, ya que por fin había dejado de agarrarme con tanta fuerza, liberé uno de mis brazos, lo cogí del cuello roto del jersey y tiré de él hacia mí hasta dejar entre nosotros una distancia mínima.

—Tú... —le espeté con rabia. Mi intención era insultarle, algo que no iba mucho conmigo, ya que prefería pelearme a golpes—. Maldito...

Le hablaba con la vista clavada en sus labios, hambriento de volver a probarlos. Abrí la boca y volví a cerrarla, con los dientes apretados de la frustración. No podía más, no podía aguantar ni un segundo más. No soportaba estarme quieto y aquello había llegado demasiado lejos. Bufé, desesperado, y me lancé a sus labios.

El deseo que había estado conteniendo explotó desde el primer momento, no era capaz de interrumpirme como había hecho antes. Mientras me movía sobre sus labios, le rodeé la espalda con mi otro brazo y cerré el puño con fuerza en su jersey como forma de intensificar y calmar el hambre —hambre de él— que no conseguía demostrar con tan sólo besarlo. La otra mano no la moví del cuello de su jersey, de hecho, lo sujeté con más fuerza para que no se alejara. Mientras tanto, me abrí paso con la lengua entre sus dientes y gemí, desesperado... desesperado por devorarlo.

**Arakami Sasuke** Dom Feb 28, 2010 3:01 pm

No dijo nada en un tiempo y a la verdad esque no hacía falta, sus gestos, gemidos y acciones me respondían pos sí solos, estaba tan absorto mirándole que no me di cuenta que había aflojado el agarre que ejercía sobre sus brazos, me sujetó del cuello del jersey y me atrajo hacia él, podía ver y sentir claramente su desesperación y eso me hacía sentir orgulloso, siempre había sido bueno potenciando mi atractivo físico para seducir a quién quisiera y sabía que él había caído en mi juego un juego que por supuesto lo hacía de una manera muy diferente a como solía hacerlo, el sentimiento era diferente, de eso no tenía ninguna duda. Era evidente que ese enano me deseaba, su mirada lo delataba y sus gemidos sólo lo hacía más creíble.

Así pues yo me sentía desmesuradamente atraído por él, tampoco podía negarlo y la atracción sexual se podía palpar en cada poro de nuestra piel de una manera obscena y atrayente, todo se hacía condenadamente insoportable y desesperante.

Tal como predije el perdió, no podía ganarme en provocación aunque tenía que admitir que me sentía demasiado desesperado por besarlo, acariciar cada parte de su cuerpo y no dejar de hacerlo nunca, gemí sensualmente ante mis propios pensamientos y lo siguiente que sentí fueron sus labios enroscandose con los míos de una forma sensual y desesperada, gemí sobre su boca siguiéndole el ritmo perfectamente y dejé caer mi pecho sobre el suyo, no podía mantenerme alejado de él ni un segundo más, sentir como me sujetaba con fuerza el jersey de forma posesiva hacía que un placentero escalofrío recorriera mi espina dorsal, poniéndome la piel de gallina, lo siguiente que sentí fue como su lengua luchaba por entrar en mi cavidad, le di permiso sin pensarlo siquiera y al contacto de nuestras lenguas los dos gemimos al unísono, aumentando el ritmo del beso, ahora era más desenfrenado y obsceno que antes, pero no duro mucho más, nos separamos lentamente con la respiración entrecortada y mirándonos con exitación, me incorporé alejándome un poco de él y sonreí travieso mientras miraba su pecho.

—Ésto empieza a estorbar... —puse la mano derecha en su pecho, desbroché los botones con una calma impropia en mí y una vez que pude ver su pecho blanco desnudo me relamí lentamente, luego volví a posar la mano derecha en su pecho y con el dedo índice acaricié bajando hasta llegar a sus abdominales, le mostré una sonrisa divertida y me incliné hacía él, pasé la punta de la lengua por su tetilla y soplé en ella, notando como se le endurecía por ese simple gesto, alcé la mirada hacia él sonriendo y comenté con voz ronca a causa de la exitación:
—¿Sabes? eres muy sensible.

**Hibari Kyouya** Dom Feb 28, 2010 11:09 pm

Clavé en él los ojos con intensidad, taladrándolo y advirtiéndolo. Que me desabrochara los botones con tanta lentitud me sorprendió más que el hecho de no haberme roto de nuevo la camisa. Cada caricia suya era como un gesto mucho más intenso. Un simpe roce y el sofoco que sentía se intensificaba. Era absurdo... ¿hasta qué punto me estaba afectado todo eso? ¿Cómo podía ser que él me atrajera de esa manera? Me miraba con esa expresión de burla que tanto odiaba y que al mismo tiempo me provocaba en más de un sentido, me instaba a seguirle el juego. Era consciente de que él se sentía orgulloso de haberme vencido, pero lo que no sabía era que yo conseguiría que él perdiera la razón. Quería más, más, probar más de él.

Inspiré profundamente para darme tiempo a recuperarme; no quería que la excitación y el deseo de abalanzarme sobre él me hicieran decir cosas sin pensar. Me incorporé lo máximo que él me permitía y lo miré intensamente, podía verme reflejado en sus pupilas, podía ver cómo mi mirada destilaba deseo, cuán fácil era adivinar lo que estaba pasando por mi mente en esos momentos... y su mirada decía lo mismo. El tono de su voz, cómo respiraba, la mano con la que me había desnudado e incluso el hecho de pestañear... podía identificar cada uno de esos gestos y saber lo que estaba pensando en hacerme.

—Si pretendes avergonzarme, será mejor que busques otra alternativa —le dije en un susurro, era la mejor manera de controlar mi voz—. Me da la impresión de que tienes complejo de dominante... —agregué; apoyé las manos en su vientre y sonreí de medio lado—. Susurrar al oído, comentar en voz alta y con burla las debilidades de tu "presa", todo eso forma parte de tu táctica de "dominación". —Conforme hablaba, le recorrí el vientre y el pecho con las manos, arañándolo, y me detuve hasta llegar al cuello roto del jersey—. Pero... parece que no te has dado cuenta de que esta "presa" también tiene complejo de dominante...

De un tirón, le bajé la prenda rota hasta los codos, me incliné hacia su cuello y bajé un poco más hasta su clavícula. Abrí la boca y me limité en un principio a recorrerla con mis labios, después, la mordí con suavidad como si se tratara de una manzana y la lamí de arriba abajo, apoyándome en él al terminar al mismo tiempo que contenía un jadeo. A continuación, me enderecé, enterré el rostro en el hueco entre su cuello y hombro y, al poco, me erguí hasta rozarle con los labios la mandíbula, cerca de la oreja.

—Así que deberías tener cuidado... —continué, enterrando la mano entre sus cabellos mientras que con la otra le rodeaba la espalda y aprovechaba para acariciarlo—. Porque podrías ser tú el que terminara avergonzado y descubrieras que eres más sensible de lo que pensabas en un primer momento.

**Arakami Sasuke** Lun Mar 01, 2010 8:07 pm

No aparté la mirada de él mientras me arañaba y acariciaba el pecho, contuve sin éxito un gemido ahogado al sentir justo después como pasaba sus labios por mi clavícula, mordiéndome, lamiéndome, haciéndolo todo a un ritmo exasperadamente lento, no contento con eso me bajó el jersey —o lo que quedaba de él— quedandoseme en los codos, él aprovechó que estaba desnudo de cintura para arriba para provocarme de todas las meneras que se le ocurrieron y lo más preocupante esque todo lo que hacía me exitaba de sobremanera ¿por qué? ¿por qué ese enano me atraía tanto? era desconcertante el hecho de no saberlo.
No..., lo que en realidad era desconcertante, era que lo sabía perfectamente, pero no quería admitir y probablemente no lo haría nunca. Contuve la respiración unos segundos cuando me habló de esa forma tan impropia de él, pero sobre todo cuando sentí una de sus manos en mi espalda, a partir de ese momento supe con total seguridad que el juego terminaría, ya había aguantado suficiente.

—¿Es eso una amenaza? —le mostré una sonrisa irónica y sujeté con un de mis manos la que él tenía entre mi cabello, con lo que había dicho a continuación me pareció evidente lo que estaba pasando por su mente, era cierto que había un problema ahora, los dos eramos "dominantes" y sabía que ni él ni yo cederíamos al otro así como así. Fruncí el ceño y comenté acercándome a su oreja lentamente, hablando con un tono suave y sensual—. ¿Qué te hace pensar eso, eh?

Luego me alejé lentamente de su oreja y rozando con la barbilla su pecho llegué hasta el bulto que tenía en sus pantalones, lo miré desde mi posición de forma provocativa y me relamí al ver su cara sonrojada, sabía que era lo que estaba pensando ahora y evidentemente no se lo daría tan fácil, sonreí divertido y abrí la boca acercándome a su entrepierna, le di un bocado en esa parte, por encima de los pantalones, sintiendo lo dura que la tenía incluso teniéndola debajo de la ropa, seguí dando suaves mordiscos por todo su bulto hasta que me sentí satisfecho al escuchar uno de sus gemidos un poco más obsenos que los anteriores, volví a gatear sobre él y mordiéndome el labio inferior puse mis manos a cada lado de su rostro, sonreí nuevamente y levanté el trasero de su pelvis, perdiendo así el contacto con su notable bulto, metí una pierna entre las suyas y empecé un suave vaivén golpeando su muslo en el proceso, luego me acerqué un poco más a él poniendo esta vez los antebrazos a cada lado de su rostro y sin dejar de moverme ataqué su cuello desaforado, le pasaba tanto la lengua como más tarde le subcionaba esa zona a la que ya me había hecho adicto, tenía tanta hambre de él que pensaba que acabaría comiéndomelo de un momento a otro, después de degustar a gusto esa zona me separé de nuevo para ver su rostro y sonreí maliciosamente al verlo, dejé la boca entreabierta y a escasos centímetros de sus labios le susurré:

—No voy a cerder tan fácilmente, ¿así que qué piensas hacer?

**Hibari Kyouya** Mar Mar 02, 2010 2:12 pm

Supuse qué se proponía hacer cuando se detuvo a la altura de mi entrepierna, pero no lo hizo tal y como pensaba. Con todo, el contacto de su boca con aquella parte tan sensible de mi cuerpo, incluso por encima de los pantalones, me provocó un estremecimiento que me hizo arquear la espalda. Eché hacia atrás la cabeza y traté de contenerme, cerrando los puños con fuerza. Llegado un momento tuve la sensación de que la ropa había desaparecido, de que él me mordía lascivamente sin ningún obstáculo, y dejé escapar un gemido más ronco y prolongado.

Sabía que no se iba a detener en ese punto, ese orgulloso con complejo de dominante... Lo miré con fastidio por su pregunta y dejé transcurrir un tiempo para recuperarme. Después, levanté la rodilla y la apreté contra su entrepierna. Luego, comencé a mover la pierna para así rozar descaradamente su entrepierna. Lo cierto era que quería volver a posicionarme encima de él, pero el orgulloso con complejo de dominante aprovecharía la mínima oportunidad para volver a intercambiar las posiciones, lo sabía.

—Parece ser que crees estar en tu derecho de "dominante" sólo porque eres más alto que yo —Le puse una mano en la nuca y lo atraje hacia mí, sin llegar a besarlo ni tampoco apartar mi intensa mirada de la suya—. Entonces tendré que darte yo alguna que otra lección. —Le agarré del cabello y tiré de él para obligarlo a estirar el cuello—. Para empezar, te "morderé" hasta la "muerte"... —comencé, deteniéndome para lamerle el cuello en toda su longitud, lo mordí como si fuera un vampiro y me separé lo indispensable para seguir hablando—: Te dejaré marcas aquí... —mientras me dedicaba a besarle y tirar de su piel, me aferré a él para no dejarlo escapar y así intensificar mi "dominación"—. Aquí... —Bajé hasta su pecho y repetí el proceso por la clavícula, el esternón y sus pezones, donde me detuve más tiempo, saboreándolos con lentitud—. Y en otras partes...

Lo miré de nuevo a los ojos y le acaricié los abdominales hasta llegar al filo del pantalón, tiré de él para separarlo de su piel y lo recorrí en sentido horizontal, provocándolo. Le había dejado muy claro a qué me refería, pero me haría de rogar y no lo marcaría en esa parte... de momento.

—Así, cada vez que te mires al espejo y las veas, recordarás quién te las hizo. Cuando desaparezcan, te las volveré a hacer, visibles, para que todos sepan que ya tienes "dueño". —Sí, para que aquellos dos irritantes tipejos supieran que él me pertenecía ahora—. No olvides que el alumno siempre se rebela al maestro —añadí con una sonrisa de superioridad.

**Arakami Sasuke** Mar Mar 02, 2010 7:35 pm

Actué conforme más sentía sus carias con gemidos roncos y sensuales, era cierto que estaba aprendiendo, demasiado rápido para ser exactos cosa que no podía negar que me gustaba mucho, sus actos y sus palabras sólo me hacían desear más quedarme junto a él, no separarme nunca...

Ésta vez suspiré entre el placer que él me provocaba y el fastidio de mis propios pensamientos, ésto no estaba bien, yo no podía ser tan vulnerable con alguien como él ¿entonces por qué? ¿por qué no podía alejarme de él? era tan frustrante...

Arqueé la espalda al sentir su lengua en mis pezones y abrí la boca en un gemido sordo, sentir su boca por mi pecho me erizaba la piel y me exitaba de sobremanera, no quería perderme ninguno de sus movimientos así que bajé la cabeza a la vez que me mordía el labio inferior sensualmente, mis ojos destilaban deseo igual que los de él, y nuestras acciones hacían evidente la intensa atracción física que sentíamos el uno por el otro, estaba tan absorto mirándolo que cuando sentí su mano acariciándome los abdominales, muy cerca de mi erección no pude evitar gemir más alto de como lo había hecho anteriormente, lo miré con ira cuando me dijo aquellas palabras y no siguió acariciándome. Aunque estaba evidentemente molesto sus palabras me hicieron sentir una ola de calor por todo el cuerpo.

—Bastardo, yo no soy propiedad de nadie...¿te ha quedado claro? —dije susurrando con dificultad intentando convencerme más a mí que a él, luego mientras sujetaba la mano que aún me acariciaba el bajo vientre, sonreí con malicia al ver su expresión y añadí con voz provocativa:
—Sé que estás deseando meter la mano por mis pantalones...¿por qué no lo haces entonces, es quizás porque te exita verme desesperado?

Mientras hablaba puse su mano encima de mi entrepierna haciendo que la sujetara por encima de los pantalones, gemí roncamente y me dejé caer hacía adelante, posicionando la cabeza en el hueco de sus hombros la acerqué a su oído y me metí en lóbulo en la boca pasándole la lengua y dándole suaver mordiscos mientras dejaba escapar el aliento en su cuello.

—Yo también voy a marcarte a mi manera, nunca podrás olvidar mi cuerpo...cada vez que te masturbes pensarás en mí, incluso si intentas acostarte con otro. Nunca podrás olvidarme... —susurré en su oído al mismo tiempo que me separaba de él lentamente para volver a mirarle a los ojos, detuve el movimiento de su mano y me desabroché el pantalón, me lo quité lo más rápido que pude e hice lo mismo con los de él quedando así los dos en boxer, me relamí al ver mejor el bulto que tenía en su pelvis y se la agarré con fuerza mientras empezaba a masajeársela, podía ver como el glande le sobresalía un poco por la cintura del boxer, así que me acerqué justo encima y le lamí el bajo vientre sin llegar a tocarle el pene mirándolo con provocación desde esa posición.

—A partir de ahora nada va ser como antes ¿estás dispuesto a pasar la línea?

**Hibari Kyouya** Miér Mar 03, 2010 12:05 pm

Ese orgulloso con complejo de dominante estaba tan desesperado porque yo lo marcara allí donde aún no lo había tocado siquiera que me echaba en cara la lentitud con la que actuaba y, además, intentaba quedar por encima de mí. Lo que no me esperaba y me sorprendió fue que se masturbara utilizando mi mano. Podía sentir claramente el bulto bajo mis dedos, la piel sensible y palpitante, ardiente... Me instaba a seguir yo mismo el ritmo, a ir más allá y sustituir la mano por mi lengua.

Me sentía completamente subyugado a él, cómo el simple hecho de morderme el lóbulo de la oreja me hacía gemir como si se tratara de un gesto mucho más lascivo. Entonces, dijo algo que me sacó del trance, como un latigazo. Algo que me irritó. ¿Qué quería decir con si intentaba acostarme con otro? ¿Es que tenía pensado volver a actuar como si nada hubiera pasado? Un momento, ¿qué esperaba yo de todo eso? ¿Qué quería hacer después? Sabía que volver a ignorarlo, a odiarlo aún más no me haría sentir mejor, sino todo lo contrario, ya lo había comprobado esas últimas semanas.

Estaba tan absorto en mis pensamientos que no reaccioné a tiempo y, de pronto, ambos estábamos prácticamente desnudos. Me agarró la entrepierna y descendió por mi vientre lamiéndome, lo que provocó que un estremecimiento me recorriera la espina dorsal. Aquello me irritó más: iba a seducirme de nuevo como sólo él podía hacer. Ante aquella pregunta, afilé la mirada, serio.

—¿No serás tú el que no está dispuesto? —le repliqué con rabia.

Me daba igual si le extrañaba mi repentino cambio de humor, no podía dejar de pensar en lo que había dicho. Cada vez tenía más claro a qué se dedicaba... ¿Con cuántos hombres se habría acostado sin interés, qué me aseguraba que conmigo era diferente? De ser cierto, ¿sería capaz de volver a acostarse con otros o con aquellos dos tipejos irritantes? Y lo peor de todo, ¿se atrevía a pensar que yo era igual que él? Me resultaba imposible creer que alguien aparte de él podría hacerme sentir de aquella manera.

—Claro que nunca te olvidaré, maldito orgulloso con complejo de dominante —susurré en voz muy baja.

Como impulsado por un resorte, me abalancé sobre él, lo tumbé de espaldas al colchón empujándolo de los hombros y me senté a horcajadas sobre él, rozándole intencionadamente el miembro con el mío. El gemido que escapó de mi garganta se entremezcló con un quejido de rabia. Volví a clavar la mirada en él, ceñudo, y dije en tono autoritario y posesivo:

—Me perteneces a mí, porque yo soy diferente.

**Arakami Sasuke** Miér Mar 03, 2010 5:34 pm

Sus insultos en esta situación no hacían el mismo efecto que cuando lo hacia normalmente, no me enfadaban, no me molestaba. ¿Quizás era por el placer que sentía estando con él? no lo sabía, pero de lo que estaba completamente seguro era de que ese estúpido me atraía cada vez más y más...

En un rápido movimiento consiguió tumbarme de nuevo sobre la cama consigo encima, fruncí el ceño al escuchar como me hablaba en ese tono posesivo, lo odiaba porque me hacía recordar al bastardo de Miyagi, pero por algún motivo lo que en realidad me molestaba era cuando me hablaba y decía que le pertenecía. ¿Era ese quizás su modo decirme que le gustaba? desvié la mirada un poco avergonzado por mis pensamientos y dejé escapar un suave gemido cuando rozó su entrepierna con la mía, ahora como estabamos sólo en boxer el contacto fue mucho mayor, aunque así sólamente lo hacía más desesperante, quería más y lo quería ya.

—Tienes una forma muy extraña de decir que te gusto. —rodé las pupilas hacía él con lentitud mientras hablaba, luego enderecé la cabeza y alcé la mano derecha hasta su mejilla—. No me gusta que me traten como un objeto, así que no vuelvas a decir eso. No quiero que tú lo hagas... —acaricié su mejilla dulcemente y luego le sujeté la barbilla atrayéndolo hasta mí un poco más, así, aunque no dije nada más, di por terminada esa conversación.

Necesitaba seguir con lo que habíamos empezado o me volvería loco—. Estoy dispuesto a pasar la línea, te lo preguntaré de nuevo ¿lo estás tú?

Lo siguiente que hice fue darle un mordisco en la barbilla, siempre lentamente, provocándolo y despues de unos minutos ya sin poder aguantar mi propio juego, cacé sus labios de nuevo, me moví sobre su boca lentamente, disfrutando del beso, le pasaba la lengua pos su labio como le mordisqueaba para que entreabriera la boca pudiendo así unir nuestras lenguas, gemí al sentir como él poco a poco se desesperaba más, poco a poco el beso se hizo más hambriendo, más pasional, no podía dejar de saborearlo y mientras lo hacía bajé mis dos manos hasta su trasero se lo agarré con fuerza y lo atraje hacía mí consiguiendo así otro contacto con nuestras entrepiernas, gemí enardecido y me separé con brúsquedad de sus labios sujetándole ahora el rostro con mis dos manos mientras le miraba con los ojos entrecerrados por el deseo, segundos después ataqué de nuevo su cuello y a la vez bajé la mano derecha hasta la cinturilla del boxer bajándolo lentamente, sonreí maliciosamente al escuchar sus gemidos y me separé de su cuello, bajé la mano izquierda y bajé los boxer totalmente, luego dirigí una de mis manos hasta su miembro y se la masajeé por primera vez directamente, estaba tan duro que me exito aún más de lo que ya estaba, dirigí la mirada hasta él y añadí con prepotencia:
—¿Tanto te gusta lo que hago?

**Hibari Kyouya** Miér Mar 03, 2010 10:02 pm

Creía que también se iba a enfadar, pero en vez de insultarme como había hecho antes por decirle que me pertenecía, me acarició la mejilla en un gesto tan delicado que abrí los ojos con sorpresa. No me lo esperaba... y mucho menos acompañado de aquellas palabras. "No quiero que tú lo hagas..." Alguien debía de haberlo tratado así, era evidente, y el candidato perfecto era el tipejo irritante del hospital. Al fin y al cabo, el odio que él sentía por ese hombre no me había pasado desapercibido.

Entrecerré los ojos y me tranquilicé por momentos; era una idea totalmente descabellada, pero me di cuenta de que por primera vez me preocupaba por alguien más aparte de mí, porque sabía que hablar de ese tema le molestaba. Qué ridículo..., aunque más que nada no quería que nada de lo que yo hiciera o dijera le recordara a otro.

No creí necesario responderle, mi intensa mirada lo hacía por mí. Aquella vez fue él el que inició el beso. No sabía cuánto tiempo había transcurrido desde que los había probado, pero le correspondí como si no lo hubiera hecho en años. Jugué con su lengua y gemí ante el profundo y desesperado contacto. Anhelaba seguir besándolo, saborear cada rincón de su cavidad sin que quedara resquicio alguno que no hubiera recorrido con la lengua. Mientras tanto, lo despojé de lo que quedaba de jersey y aproveché para acariciarle el pecho. Él tampoco desaprovechó la ocasión y, tras separarnos y atacar mi cuello con voracidad, me bajó los bóxer. En cuanto sentí sus dedos entorno a mi miembro, me estremecí, dejé escapar un gemido y me apoyé contra él, jadeante y sintiendo cómo cada parte de mi cuerpo palpitaba al compás del corazón.

Su maliciosa pregunta me hizo recobrar la cordura. No iba a dejar que me siguiera dominando, no iba a consentir que se llevara la victoria final. Aquella vez no se trataba sólo de orgullo. Con rapidez, le sujeté la mano que me agarraba la entrepierna.

—Para —le ordené entornando los ojos—. Te lo dije antes: no lo haré tal y como tú quieres. —Por la forma en que me miraba, era evidente que no pensaba ceder, así que fruncí el ceño y lo obligué a soltarme—. Da la casualidad de que mi primera experiencia no ha sido nada agradable, así que no pienso volver a repetirlo de ese modo.

Me di cuenta demasiado tarde de lo que había dicho. Él me había visto caminar de forma extraña en el hospital, estaba seguro de que sabría a qué se debía y... no hacía falta pensar mucho para encontrar al culpable: aquel que también lo había humillado a él. Estaba seguro de que iba a oponerse, pero eran mis normas, tendría que aceptarlas si quería continuar.

**Arakami Sasuke** Jue Mar 04, 2010 4:59 pm

Me enfurecí por sus palabras, pero no fue por el tono en que me lo dijo, no; fue por lo que significaba, me acababa de decir que ya lo había hecho con alguien y eso me enfureció de sobremanera, no me gustaba para nada la idea de que alguien lo hubiera tocado y ése alguien no hubiera sido yo, giré el rostro con frustración, solté mi mano de su agarre y la dejé caer en el colchón, entonces caí en la cuenta, analicé su frase detenidamente y con el ceño fruncido giré el rostro nuevamente hacía él, lo agarré de la solapa de su camisa mientras lo atraía lentamente hacía mí.

—¿Te lo montaste con el demonio bastardo mientras estuve incosciente? —espeté con dificultad por culpa de mi desbocada respiración aunque el tono rudo era evidente—. Ya me parecía que andabas extraño en el hospital. ¿Era por eso ,verdad?

Todo encajaba, evidentemente y aunque lo disimuló medianamente bien, en el hospital me di cuenta de que algo le ocurría, pero no quería pensar en eso, me molestaba inmensamente pensar que ese bastardo se había atrevido a ponerle una mano encima y lo peor de todo esque a mí también me molestó el trasero en esos días ¿acaso también lo había hecho conmigo? enfurecido lo solté con desgana y suspiré sonoramente. Soy un estúpido, ¿quién era yo para enfadarme por algo así? él tenía el derecho de hacer lo que quisiera y algo en mi interior me decía que ese demonio bastardo lo había obligado o simplemente lo hizo de la misma manera que lo hizo conmigo.

Frustrado y exitado me incorporé sobre mis antebrazos y lo miré lascivamente, desde su creciente erección hasta sus labios rojos y sus ojos dilatados por el deseo, ese estúpido realmente me parecía atractivo, tragué saliba con algo de dificultad y decidí que lo mejor sería olvidar éste acontecimiento de momento, ahora lo más importante era él. Estuve observándolo largo rato y él parecía un poco desesperado mientras esperaba que hiciera o dijera algo ,pensé que quizás no sería mala idea dejar que él fuera el dominante por ésta vez, después de todo no pensaba en ésta como la última vez que estaríamos juntos. Sin apartar la mirada de sus ojos alcé la mano derecha y le terminé de sacar la camisa, dejándolo completamente desnudo, le pasé la mano por la espalda en un tosca caricia y bajé hasta su trasero las dos manos, luego lo atraje nuevamente hacía mí a la vez que acercaba la cabeza a su oído.

—No me resistiré ésta vez, así que más te vale dejarme satisfecho... —mi tono era sensual y provocativo, sabía que eso le había gustado y que tampoco se esperaba que cediera tan fácilmente porque sentí un ligero movimiento de sorpresa y como su calor corporal subía irremediablemente, sonreí divertido y me dejé caer en el colchón mientras me pasaba la lengua sensualmente por mis labios.
La verdad esque incluso yo mismo me sorprendía por mis acciones, pero sabía por experiencia que si su primera vez había sido mala probablemente no se relajaría y sería demasiado frustrante estar dentro de él sin poder moverme, ésta vez lo haríamos a su manera.

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