Re: No, no es una cita

**Hibari Kyouya** Mar Mar 29, 2011 11:29 pm

No entendía por qué de repente reaccionaba así... Mientras que yo había pensado que lo que había dicho sonaba demasiado... personal, el herbívoro pensaba... que lo hacía por lástima. ¿Qué le había hecho pensar semejante tontería? ¿Lástima, en serio...? Estaba claro que no me conocía para nada si pensaba que le tenía lástima.

Inmensamente molesto y por momentos más irritado, cerré con fuerza los puños y fruncí el ceño con dureza. Ya no sabía de qué manera actuar para que ese idiota no terminara sacando conclusiones erróneas, ¿qué se suponía que tenía que hacer en esa situación...? ¿Hubiera preferido que le hubiera dicho que a partir de ahora iba a estar siempre con él o tonterías de ese estilo? ¿Para él eso no significaba sentir lástima?

Reaccioné al verlo delante de mí, mirándome fijamente. Endurecí mi expresión, aparté la mirada y crucé deprisa junto a él en dirección al baño. De repente, él me hizo retroceder un par de pasos sujetándome con fuerza del brazo. En vez de golpearle, como habría hecho antes, alcé la mirada hasta la suya y le espeté en un susurro:

—Eres más estúpido de lo que imaginaba si piensas que lo que siento por ti es lástima.

Me liberé bruscamente de su agarre y entré en el baño. Mientras me duchaba, analicé lo que acababa de decirle y me arrepentí de haberlo dicho. Había hablado impulsado por la rabia, no estaba pensando en lo que decía y eso me había hecho precipitarme; tenía que arreglarlo de alguna manera... Cuando volví a la habitación, me vestí de espaldas a él y mientras me abotonaba la camisa, dije:

—Quizá tengas razón: sólo lo he dicho para consolarte, así que olvídalo.

**Arakami Sasuke** Sáb Abr 09, 2011 1:02 am

Realmente tenía que ser estúpido como para haberle dicho aquello. ¿Por qué simplemente no le creía? ¿Quizás tenía miedo de que él fuera o llegara a ser demasiado importante para mí, tanto que llegara a lastimarme? No, yo no era tan sentimental; nunca lo había sido...

Otra parte de mí entendía el por qué de sus palabras, el por qué de su sonrojo y su nerviosismo. ¿Debía de hablar sobre eso?

Todo era realmente complicado.

Dejé escapar un suspiro y me masajeé las sienes mientras esperaba a que saliera del baño. Finalmente salió, pero no volvió a decir nada, parecía molesto y en parte podía entenderlo.

Sin pensar mucho más me acerqué lentamente, pero decidido hasta su espalda, rodeé su cuerpo con mis manos y luego susurré cerca de su oído:

—No mientas y no voy a olvidarlo. —Sentí como se tensó al sentir mis manos sobre su pecho y mi cuerpo pegado a su espalda—. Sé exactamente por qué lo has dicho, pero creo que sería demasiado vergonzoso para ti si ahora hablara de eso. ¿O me equivoco? —Para quitar hierro al asunto sonrío divertido y empiezo a olisquear su cuello, huele demasiado bien...

**Hibari Kyouya** Vie Abr 15, 2011 9:02 pm

Lo estaba haciendo a propósito: estaba intentando ponerme nervioso. Ese herbívoro egocéntrico y manipulador... Al menos... me alivió que no tomara en serio mis palabras porque lo había dicho para protegerme y no mostrarme tan vulnerable, pero por lo visto él se había dado cuenta de mis intenciones.

Al final... lo consiguió. Era la reacción habitual cuando lo tenía tan cerca, cuando me abrazaba de manera posesiva y enterraba la nariz en mi cuello... Podía sentir su aliento caliente al suspirar y eso me provocaba escalofríos... entre otras muchas cosas. Sin duda lo odiaba por hacerme sentir así incluso cuando estaba enfadado.

Me removí para separarme de él y le aparté los brazos, después, me giré hacia él sin cambiar mi expresión molesta y le espeté una sola palabra:

—Estúpido.

Podría seguir mucho más, pero caí repentinamente en la cuenta de que había algo raro..., algo que no cuadraba..., algo... distinto. Lo examiné de arriba abajo y fruncí el ceño; no sería... Me acerqué un paso más a él y comprendí al fin qué ocurría...

—Tú... has crecido. —No me lo podía creer, ¿cuánto más pensaba ese herbívoro crecer? Me molestaba porque a él le encantaba hacerme enfadar por ese motivo—. ¿Cómo te atreves?

La molestia me hizo decirle aquella tontería, que sin duda sólo le divertiría más.

**Arakami Sasuke** Sáb Abr 16, 2011 10:01 pm

Abrí los ojos justo cuando se separó de mí y me insultó en tono avergonzado. Sonreí de nuevo y cuando se giró mirándome fijamente, le sostuve la mirada sin vacilar, y justo cuando pensaba decir algo, él habló y caí en la cuenta de que seguramente era verdad lo que había dicho.

Luego pasé una mano sobre su cabeza como si estuviera calculando su estatura, esbocé una sonrisa divertida y algo prepotente mientras decía con voz suave:

—Tú también has crecido. ¿No te has dado cuenta? —Me crucé de brazos y seguí—: Aunque un enano será siempre un enano...

Mi rostro se mostró arrogante y el tono de mi voz era divertido. Antes de que hiciera o dijera algo ofensivo, cogí una de sus manos y tiré de él hacia la gran cama que había en el centro de la habitación, hice que se sentara, y me miró como si estuviera a punto de golpearme.

—Espera aquí.

Dicho eso, me acerqué a la mesita que estaba al lado de la cama y cogí el teléfono: pedí que nos trajeran el desayuno y un kit médico ya que no había nada con lo que pudiéramos sanar las heridas que ambos nos hicimos la anterior noche. Seguramente el enano no se esperaba que hubiera pedido algo como eso, su expresión era divertida.

**Hibari Kyouya** Lun Abr 18, 2011 10:34 pm

Abrí los ojos, sorprendido, y sustituí mi expresión por una molesta ante su comentario ingenioso de turno. Lo sabía, sabía que el herbívoro iba a aprovechar la ocasión para burlarse de mí. Por si fuera poco, siempre tenía que decirlo con un tono de mofa y acompañarlo con una mirada de superioridad. Parecía que aún no se daba cuenta de con quién estaba tratando...

De pronto y sin decir nada más, me arrastró hasta la cama. No opuse resistencia, pero mi expresión no varió hasta que se alejó y habló por teléfono con la oficina de recepción. Entonces, me vi nuevamente sorprendido. ¿Kit médico? Lo miré y contuve una mirada de burla; sí, después de todo le había estropeado su rostro perfecto y el aspecto que presentaba su nariz no era muy halagador, imaginaba que también le habría dejado hematomas en las costillas. Me daba igual, no me arrepentía.

Esperamos en silencio hasta que llegó el pedido y, tras dejar la bandeja con el desayuno en la mesa, el herbívoro se me acercó con el kit médico. Lo miré con el ceño fruncido; vaya, ¿iba a dejar su orgullo de lado e iba a pedirme que lo curara? Eso pensé, pero cuando lo vi trastear él mismo en el kit y alargar la mano en dirección a mí, supe que era al contrario.

En un gesto rápido y automático, lo agarré de la muñeca para impedirle que acercara el algodón a mis labios y lo fulminé con la mirada. Él me devolvió la mirada, me sujetó de la barbilla con la otra mano e insistió en curarme. En un principio, forcejeé, pero finalmente lo dejé hacer. Observé cada uno de sus pausados y suaves movimientos, ambos en el más absoluto silencio. No aparté la mirada de sus ojos, mientras que él la tenía fija en mis labios, concentrado. En el momento en que alzó la mirada hasta la mía, empecé a sentirme... de la manera que me hacía sentir siempre que me miraba. Esa sensación... tan compleja y que me había embargado solamente con ese idiota.

—¿No crees que hay maneras más eficaces de curar heridas? —le pregunté con una clara doble intención.

**Arakami Sasuke** Jue Abr 21, 2011 2:13 pm

Había entendido perfectamente el doble sentido que le dio a la pregunta, pero por esta vez me haría el desentendido, estaba seguro de que iba a ser divertido...

—Hnm... No lo sé... —Dije haciéndome el desentendido y continué con el mismo tono de voz—. Sería problemático llamar a un médico, no hace falta decir el por qué. ¿Verdad?

Supongo que no se esperaba que actuara de esa manera, cuando normalmente le habría seguido el juego sin siquiera pensármelo, él lo sabía y su expresión me decía que estaba en lo cierto.

—Quédate callado y déjame hacerlo. —Ordené fijándome de nuevo en sus labios, pasando el algodón lentamente por su herida; cuando noté que el algodón dejaba de hacer efecto, busqué una pomada y echando un poco en mi dedo lo llevé hasta sus labios de nuevo, llenando la herida de esa sustancia pegajosa. Poder notar claramente sus labios me hacía sentir mareado, aún me parecía increíble el gran efecto que el enano tenía sobre mí.

Sin siquiera darme cuenta, delineé sus labios con mi dedo y en el momento en que llegué a tocar su labio inferior, él entreabrió la boca haciendo que su labio se moviera de una manera sensual y erótica.

Subí la mirada justo en ese momento y pude ver un brillo de deseo en sus ojos, sonreí con prepotencia y añadí afirmando en tono juguetón:

—Te estás muriendo por que te bese.

**Hibari Kyouya** Sáb Abr 23, 2011 8:41 pm

Sonreí con malicia a lo que dijo; era mi turno de hacerme el desentendido.

—¿Me lo dices a mí o estás hablando por ti mismo?

Resistí la tentación de quitarme el ungüento (más que nada porque yo no lo necesitaba; era una herida insignificante) y me acomodé en la cama para tener mejor acceso a él. Le quité el kit médico de las manos y alcé la mirada hasta la suya. Enseguida la desvié hasta su nariz y la observé fijamente. No estaba rota ni nada parecido, pero tenía un color ligeramente rojo e incluso veía que tenía sangre seca en las fosas nasales. Se la limpié con un poco de algodón y le puse una tirita cruzándole el puente de lado a lado.

Ahora venía lo que me interesaba de verdad...

Bajé las manos hasta su pecho, me detuve ahí y volví a mirarlo. El herbívoro había disimulado como si no hubiera captado mi doble intención, así que le recordaría de qué manera curaba yo heridas; a ver cuánto era capaz de aguantar. Comencé a desabotonarle la camisa deteniéndome largo tiempo en cada botón. Después, observé fijamente la hematoma que tenía allí donde lo había golpeado y me incliné hasta que pude alcanzarla con la lengua. La recorrí en toda su longitud varias veces y también en distintas direcciones, podía sentir cómo su cuerpo reaccionaba tanto por el dolor como por el placer y esa combinación... me volvía loco.

En cuanto me detuve, cogí gasa del kit y se la coloqué encima de la hematoma. Volví a mirarlo y contuve una sonrisa maliciosa.

—Estoy seguro de que ni los médicos conocen una táctica más eficaz que esta.

**Arakami Sasuke** Jue Abr 28, 2011 4:40 pm

Finalmente no pudo contenerse más, justo como había esperado; cuando me quitó el kit médico de las manos y se posicionó encima de mí, sonreí divertido con superioridad hasta que empezó a desabotonarme los botones de la camisa lentamente, mi rostro se puso serio, observándolo fijamente, esperando impaciente su siguiente movimiento.

Mi piel reaccionó rápidamente a la caricia que me estaba dando con la lengua, contuve el aire en los pulmones y luego lo dejé escapar en un gemido suave y ronco. Me estaba empezando a excitar y eso no podía ocultarlo por mucho que quisiera... Cuando terminó de curarme el hematoma que tenía en las costillas, me mordí en labio inferior frustrado, quería más y lo quería ya.

—No todos los médicos son tan pervertidos como tú... —Respondí incorporándome, a la vez que lo atraía violentamente hacia mí agarrándole de la camisa.

Nos quedamos a escasos centímetros, sentía el cálido aliento rozándome los labios y ahí fue cuando no puede contenerme más y lo besé. No fue un beso desesperado, todo lo contrario, fue lento y podría decir que hasta dulce, pero siempre con ese toque morboso y erótico que nos volvía loco a ambos.

**Hibari Kyouya** Lun Mayo 02, 2011 11:48 pm

¿Cómo era posible que besarlo se convirtiera en una necesidad mayor..., que me atrajera tanto la idea de besarlo sin descanso como si no lo hubiera hecho en mucho tiempo? Más desconcertante me parecía que fuera capaz de corresponderle sin devorarlo, sólo manteniendo aquel ritmo sensual... enloquecedor sin llegar a ser desesperado.

Ladeé la cabeza para saborear sus labios desde una posición distinta y le puse la mano en la nuca mientras la otra permanecía en su espalda, aferrándome a él. Pronto, me asaltó el sabor amargo del ungüento, fruncí el ceño, pero ni él ni yo nos detuvimos, pero quise acelerar el proceso de eliminar ese desagradable sabor... y qué mejor cosa que el suyo para conseguirlo. Dejé escapar un profundo suspiro convertido en un jadeo y entreabrí los ojos cuando sentí que me recorría los labios eróticamente con la lengua. El beso se había llevado todo el ungüento, algo que no me importaba de ninguna manera porque en principio no lo quería. Antes de separarnos por completo, nuestras lenguas se enroscaron, danzando, curvándose, luchando... hasta que su saliva era el único sabor externo.

Cuando abrí los ojos y me encontré con su mirada, me sentí descontrolado, salvaje... como un depredador... y si no ponía remedio no lo dejaría escapar. Me alejé poco a poco y musité:

—Aunque lo fueran, ninguno de ellos tendría una táctica tan efectiva como la mía y, aunque la tuvieran, no tendrían el mismo efecto.

Me quité de encima de él y me levanté de la cama. Si no lo hacía ahora sería demasiado tarde y, para ayudarme a conseguirlo, tenía que cambiar de tema.

—¿Sigue en pie eso de ir a dar una vuelta?

**Arakami Sasuke** Lun Mayo 09, 2011 2:02 pm

Fruncí el ceño molesto al ver como se alejaba sin pretender continuar lo que habíamos empezado. Tuve que contenerme para no tirar de su brazo y pegar su cuerpo contra el mío; justo como habíamos estado hace unos minutos, pero no lo hice. De nuevo, mi orgullo era demasiado, si él se había alejado, dejaríamos las cosas hasta aquí. Eso pensaba, pero de lo que no me había dado cuenta es de que mientras pensaba, ya lo había sujetado de la muñeca, impidiéndole así que se alejara más.

Mi mirada no se desvió en ningún momento de él; los dos nos mirábamos con intensidad, esperando que alguno hiciera cualquier movimiento para hacer cosas que avergonzarían a cualquiera. Finalmente lo solté y me puse de pie; suspiré frustrado intentando calmar así mi deseo, luego pasé por su lado y añadí con calma antes de salir de la puerta:

—Vamos antes de que cambie de opinión.

**Hibari Kyouya** Jue Mayo 12, 2011 11:03 pm

Me dio un vuelco el corazón cuando sentí sus dedos cerrándose en torno a mi muñeca, cerré momentáneamente los ojos y me giré hacia él para encarar su mirada. Durante un momento, pensé que iba a arrastrarme hacia él para continuar con lo que yo había interrumpido. Pero no. Por alguna razóneso me molestó. Lo había visto en su mirada, lo conocía lo suficiente para saberlo: quería continuar.

Lo seguí con la mirada hasta que llegó a la puerta y aproveché que estaba cogiendo sus cosas para acercarme a él. Él no me prestó atención e hizo ademán de abrir la puerta, pero no le dejé. La cerré de inmediato y permanecí con la mano apoyada en ella mientras estudiaba su rostro. Ya conocía esa mirada... sobre todo porque la había visto muchas veces minutos antes de discutir. Sabía que si no tenía cuidado las cosas podían acabar muy mal entre nosotros... No obstante, lo que más me interesaba era ver la verdad detrás de su mirada y que lo delataba aunque quizá él no se daba cuenta.

Sin decir nada, le puse una mano en el estómago y con la otra le di un tirón del cinturón. Lenta, muy lentamente, bajé la mano hasta su entrepierna y se la rocé por encima de la tela del pantalón.

—¿Estás seguro? —lo provoqué—. ¿De verdad... quieres dejarlo aquí?

La sonrisa burlesca volvió a mis labios y se acentuó conforme comencé a acariciarle el miembro siguiendo un ritmo lento. No aparté la mirada de la suya, atento a cada uno de sus gestos, y lo examiné con detalle: estaba intentando controlarse, pero por mucho que contuviera los gemidos su cuerpo lo delataba. Amplié la sonrisa y me erguí para susurrarle cerca del oído:

—Te estás muriendo por que te masturbe.

**Arakami Sasuke** Dom Mayo 15, 2011 3:33 pm

Aunque vi que se acercó a mí, posiblemente con la intención de detenerme, me hice el desentendido. Abrí la puerta con la intención de salir, pero él la cerró de inmediato; me giré y lo observé en silencio. Aún me preguntaba por qué tenía que contenerme tanto con él... ¿No éramos algo así como amantes? ¿Por qué entonces pensaba tanto en las consecuencias? Lo peor esque sabía que no era sólo por el orgullo...

Me mantuve lo más sereno que pude cuando sentí su mano en mi estómago, y cómo me quitaba el cinturón con la otra. Mi pulso se disparó al roce contante que mantenía en mi entrepierna y reaccioné sin poder evitarlo excitándome. Estaba empezando a dolerme la erección que escondía debajo de la tela y que el enano se mantenía tocando, provocándome, probándome.

Suspiré sonoramente ocultando un gemido y relamiéndome los labios con sensualidad le sostuve la mirada y sonreí después de lo que dijo.

—Y tú te estás muriendo por hacerlo.

Él se alejó mirándome ahora con seriedad, parece que había dado en el blanco y eso me hizo sonreír con superioridad, porque a pesar de que era yo el que se encontraba en esta situación, podía conseguir ponerlo nervioso.

—Deja de provocarme y hazlo de una vez. —Dije mientras ponía una de mis manos sobre la que él tenía en mi entrepierna y con la otra lo atraje bruscamente por la cintura.

No le estaba rogando, sólo quería que me tocara como tenía que hacerlo.

**Hibari Kyouya** Jue Mayo 19, 2011 3:02 pm

Mi expresión cambió drásticamente al escucharlo, a pesar de todo, me quedé mirándolo con el ceño fruncido hasta que me atrajo de manera brusca hasta él. Entonces, dudé. Me encontraba en una situación que, desgraciadamente, me era muy familiar... Cada uno de mis sentidos me decían que me negara a hacerlo, no sólo por hacerse el gracioso, sino también por cómo me lo había ordenado. Lo peor de todo es que ya sabía cómo iba a reaccionar dependiendo de cómo lo hiciera yo. Si me negaba, no importaba si lo hacía sólo para torturarlo más, él no tardaría en contraatacar con su eterno as en la manga: los hombres que estaban dispuestos a hacerlo en mi lugar. Si, por el contrario, aceptaba... sería como si me estuviera doblegando a él, como si él me dominara por completo...

Lo odiaba, lo detestaba como nunca cuando me tenía en esa situación.

No sabía cuánto tiempo había estado divagando, pero fue el suficiente para llamarle la atención. El herbívoro me estrechó más contra él hasta el punto que ya no podía mirarlo o la cara y sentí su aliento rozándome la oreja. Me estremecí cuando me apartó el pelo de la oreja y me percaté de que iba a decir algo, así que, antes de que dijera cualquier cosa, me alejé rápidamente de él y lo detuve apretando un dedo contra sus labios.

—Herbívoro egocéntrico con un serio complejo de dominante... —comencé, hablando en un susurro—, no te creas que lo hago porque tú me lo digas, sino porque me gusta comprobar cuán diferentes son tus reacciones de tus palabras.

Lo empujé contra la pared, aparté el dedo de su boca, le desabroché el pantalón y los dejé caer junto a los bóxers hasta sus tobillos. En ese punto, le coloqué las manos en los hombros e hice presión para que se dejara arrastrar por la pared hasta el suelo. El herbívoro no opuso resistencia y, una vez lo tuve como quería, me agaché y me coloqué entre sus piernas.

Verlo en esa posición era más erótico y sensual de lo que había imaginado, pero no dejé que me descontrolara. Le sujeté las piernas y me incliné hasta quedar a la altura de su miembro.

**Arakami Sasuke** Mar Mayo 24, 2011 3:02 pm

Ya me encontraba sentado en el suelo, con las piernas ligeramente abiertas y con él entre mis piernas a punto de llevar a cabo esa acción que tanto esperaba.

Sentir su respiración en mi pene me volvía completamente loco, mi respiración era dificultosa, solté un gemido desesperado y apoyé al mismo tiempo la cabeza contra la puerta, lamiéndome los labios sensualmente cuando sentí su primera lamida.

Estaba consiguiendo que me desesperara como nunca, sólo se dedicaba a darme suaves lamidas en el glande provocando que mi miembro quisiera explotar de pronto.

—Ahn...Tú... imbécil... hnm... —Agarré su cabeza con mi mano derecha y enredé los dedos en sus cabellos incitándole a seguir.

Él sonrió satisfecho, pero a pesar de que se lo impedía logró separarse de mi entrepierna, me miró fijamente y pude ver ese brillo de deseo y lujuria en él de nuevo, se acercó lentamente hacia a mí y me besó apasionadamente.

Nuestras lenguas se enroscaban como si esta fuera la última vez que iban a encontrarse, desesperados intercambiamos la posición de nuestras cabezas y unimos de nuevo nuestras bocas encajándolas perfectamente; una danza erótica que ninguno de los dos quería detener.

Me sentía extraño al dejar que él llevara la iniciativa, pero me gustaba ese trato brusco y desesperado, podía notar perfectamente el deseo que despertaba en él y eso me encantaba.

Aún seguíamos besándonos, nuestros labios estaban hinchados por todos los besos que estábamos compartiendo y cuando finalmente se separó de mis labios, no se detuvo; desaforado atacó mi cuello y agarró mi erección dura y palpitante, iniciando una deliciosa masturbación.

Era simplemente increíble como apretaba y jugaba con la punta de mi pene, quería más y en un momento de locura lo empujé bruscamente contra el suelo y me puse encima de él, los dos con la respiración entrecortada, con los labios rojos e hinchados que delataban la pasión del momento. Por supuesto no me detuve ahí, bajé una mano hasta el borde de su pantalón, desabotoné el pantalón y metí la mano dentro de sus bóxers, notando la piel dura e hirviendo de su miembro.

—Mira cómo te encuentras... y ni siquiera te he tocado... —Susurré en un tono insinuante cerca de su oído, provocándolo, excitándolo, jugando con él.

**Hibari Kyouya** Sáb Mayo 28, 2011 9:06 pm

Ya lo conocía lo bastante para saber por qué me insultaba y eso me hizo sonreír, me hacía sentir orgulloso conseguir desesperarlo, a él, que más de una vez me había amenazado con irse con otro si yo me negaba y que tanto se esforzaba en mofarse de mí y en avergonzarme. Por eso, sólo para molestarlo y para ver que lo tenía completamente dominado, interrumpí la felación e inicié un beso posesivo y demente.

Poco a poco, sentí cómo despertaba en mí el deseo y mis gestos se volvieron más desesperados, embargado por el sinfín de sensaciones que me invadían. Él también se volvió más brusco, me empujó contra el suelo y se colocó encima de mí, con su cuerpo casi pegado al mío por completo. Lo observé fijamente mientras me desabrochaba el pantalón y dejé escapar un jadeo de satisfacción cuando me agarró el miembro. Después, sentí su aliento contra la oreja y sus palabras me hicieron vibrar, completamente excitado.

Lo estaba haciendo de nuevo: quería provocarme, dominarme... y yo ahora mismo me veía incapaz de contraatacar. Movía la mano en un movimiento lento, recorriéndome el sexo de arriba abajo. Mi cuerpo reaccionó ante sus caricias y pronto tuve la sensación de que la temperatura se había multiplicado de repente; la ropa me estorbaba y ese herbívoro no me ayudaba a calmarme... Como manera de descargarme por el placer que me hacía sentir, le recorrí la espalda con las dos manos hasta llegar a su trasero, el cual agarré con fuerza para atraerlo más a mí y finalmente me vi capaz de reaccionar. Coloqué una mano sobre la que él tenía dentro de mis pantalones y musité, con la respiración agitada:

—Ya me la estabas agarrando cuando has dicho que ni siquiera me has tocado, así que ahórrate tus comentarios ingeniosos. ¿O quizá... estás tan excitado que no consigues coordinar tus pensamientos?

Me imaginaba el tipo de respuesta que iba a dar, así que me adelanté, le aprisioné las piernas con las mías y giré para intercambiar posiciones con él. Sonreí con superioridad, aparté la mirada de él hacia su miembro y se lo agarré con fuerza. Esa vez lo estimulé con la mano y no sólo me dediqué a acariciarle el glande, sino que se lo recorrí en toda su longitud, hasta los testículos. Tampoco me detuve, sino que aumenté el ritmo a uno más enérgico.

**Arakami Sasuke** Miér Jun 01, 2011 9:22 pm

Maldito enano travieso... estaba aprendiendo muy rápido a contraatacar. Al principio pensaba que era una molestia, pero ahora me ponía más cachondo de lo que hubiera imaginado nunca...

Di un gemido ahogado cuando de nuevo empezó a masturbarme, esta vez siendo mucho más enérgico, más decidido... Me mordí el labio inferior cuando jugó con mis testículos para no gemir demasiado alto y luego hice que prácticamente se tumbara encima de mí, con la mano derecha sujetándolo por la espalda, acerqué mis labios a su oído y susurré:

—Sabes perfectamente a lo que me refiero, da igual que te estuviera tocando, tú... estabas empalmado desde mucho antes... —Sentí una fuerte presión en el miembro obligándome a dejarme caer contra el suelo rudamente, mientras arqueaba la espalda.

Él seguía torturándome, había detenido su movimiento casi por completo, y me estaba matando... Mi desesperación iba en aumento, no podía aguantar ese ritmo tan lento en mi condicción.

—¿Quizás debería enseñarte cómo hacerlo...? —Provoqué.

Justo después, el enano me soltó y descendió hasta la altura de mi pelvis, podía sentir nuevamente su aliento chocar contra mi erección, sintiendo que quisiera explotar de pronto.

Sonreí travieso y esperé impaciente por que continuara.

Había salido justo como lo había previsto.

**Hibari Kyouya** Dom Jun 05, 2011 2:51 pm

Debía reconocer que su ingenio no tenía límites... Maldito herbívoro orgulloso... Si eso quería, por mí perfecto, le demostraría que no le necesitaba para que me enseñara nada... o mejor... Me detuve antes de dar la primera lamida y volví a levantar la cabeza. Su expresión de impaciencia y desesperación me hizo sonreír... ¿Por qué no le seguía la corriente?

—Tienes razón —admití—. Quizá necesito que me enseñes. Dime, ¿qué debería hacer... —le agarré el miembro y apreté el dedo contra el glande— para hacer que alguien se desespere...?

Lo solté y volví a bajar la cabeza. Le di una larga lamida de arriba abajo, me detuve en la punta y le di un pequeño mordisco.

—¿Bastaría con esto? —continué.

A continuación, me lo introduje en la boca, bajé hasta lo máximo que me permitía mi cavidad y volví a subir. Repetí el gesto y me ayudé con una mano para incrementar el placer.

—¿Debería detenerme justo antes de que ese alguien alcance el orgasmo?

Volví a introducírmelo y esa vez lo hice con mayor rapidez una vez, dos, tres... Sus gemidos eran más que evidentes y me di cuenta de que incluso se mordía el labio inferior. Lo tenía tal y como quería y eso me hizo sonreír con superioridad.

—Sensei..., tus gemidos me impiden escuchar lo que dices.

No esperé respuesta y, por el contrario, me dediqué en serio a aquella felación, lamiéndolo, mordiéndolo, besándolo y repitiendo el movimiento hasta que no aguantó más. No me aparté, pero antes de lamer el semen que salía sin parar de su miembro, lo miré y le pregunté con picardía:

—¿Qué debería hacer ahora? ¿Se desesperará ese alguien si siente el sabor de su propio semen a través de mi saliva?

De nuevo, no esperé a que me contestara y comencé a lamerme los restos de semen que tenía en las manos. Cuando terminé, recogí con la lengua el de su miembro y volví a situarme encima de él.

—Vamos, necesito que me enseñes, sen-se-i...

**Arakami Sasuke** Sáb Jun 11, 2011 11:25 pm

Me sentí avergonzado, mucho para ser sincero... No puede retener mis gemidos, aún cuando yo mismo escuchaba que estaba siendo un poco más ruidoso que de costumbre, sentí mis mejillas arder como nunca y ese sentimiento de inferioridad se apoderó de mí. Quise golpearle, pero mi deseo de devorarlo era superior. Me relamí lentamente los labios y y chisté frustrado por no saber realmente qué hacer. Incómodo aparté la mirada de él y me alejé.

—Realmente te odio. —Espeté simulando enfado y luego seguí—. Pero me gustas así...

Las palabras salieron de mi boca sin siquiera darme cuenta, mantuve la calma y me tranquilicé interiormente, intentando no asustarme por lo que yo mismo había dicho, aunque en un principio lo dije por la manera que él estaba actuando, no pude evitar pensar en el segundo significado. Y eso instó a que mi pecho ardiera.

Antes de que pudiera reaccionar y de que yo mismo perdiera la calma lo atraje bruscamente de las solapas de su camisa y lo besé con brusquedad, nuestras lenguas luchaban desesperadas, intentando ganar a la rival con empujones, luego intercambié la posición de la cabeza intentando llegar más profundamente en él y poco después me separé lentamente, escondí mis rostro en el hueco de su hombro y bajé la mano hasta tocar la piel hirviendo de su miembro, podía notar que el pre semen bañaba toda su extención al empezar a mover la mano y su gemido desesperado y ronco me avisó de que realmente necesitaba de mis atenciones.

—No te contengas. —Ordené jugando con la punta de su miembro, iniciando justo después un camino ascendente con mi lengua por su cuello.

—Sensei va a enseñarte cómo desesperar y hacer que alguien te desee tanto hasta tal punto de que creas que vas a volverte completamente loco…

**Hibari Kyouya** Jue Jun 16, 2011 8:08 pm

Lo que dijo me sobresaltó, más que nada porque después de decirme que me odiaba —algo a lo que ya estaba muy habituado, sobre todo porque el sentimiento era recíproco— no me esperaba que me soltara eso, encima lo había dicho sin titubear. Ese maldito herbívoro... ¿por qué decía algo así tan de repente...? De todos modos, no iba a preguntarle a qué se refería exactamente, era un tema que no quería tratar y posiblemente él no me contestaría... Tampoco me dio la oportunidad porque reaccionó con brusquedad e inició un beso desaforado.

Me apresuré a olvidarme de lo que había dicho y cerré los ojos, completamente entregado al beso. Poco después, él volvió a adelantarse y me agarró el miembro con fuerza, de manera que me arrancó un ronco gemido tanto por la sorpresa como por el estado en que me encontraba. De inmediato, apreté los dientes para contener los vergonzosos sonidos que escapaban de mi garganta, demasiado explícitos. No pensaba darle esa satisfacción cuando había tratado de dejarme en evidencia. Aun peor, el herbívoro se hizo el listo siguiéndome el juego del alumno y del profesor.

Iba a matarlo, pero sobre todo, iba a quedar por encima de él para que así comprendiera de una vez que no necesitaba que me enseñara nada porque yo ya lo volvía completamente loco incluso sin proponérmelo.

No le contesté porque no quería arriesgarme a que se me escapara un gemido demasiado obsceno ahora que él se estaba dedicando a masturbarme, pero era complicado cuando ese herbívoro se mantenía completamente pegado a mí, con la mano recorriéndome desvergonzadamente toda mi extensión y la cabeza enterrada en el hueco entre mi cuello y hombro. Él debió darse cuenta de mis esfuerzos por contenerme porque lo escuché reírse irónicamente mientras repetía el erótico movimiento sin dejar ningún resquicio que acariciar y eso me irritó. Me había delatado yo solo al abrazarlo con tanta fuerza, al aferrarme a él cada vez que me provocaba escalofríos de placer, al cerrar el puño con tanta fuerza en torno a su camisa. Chisté con fuerza y abrí los ojos de golpe.

—No necesito que me enseñes algo que ya he conseguido. Como prueba podría recordarte las palabras textuales de la persona que lo experimentó, quizá las recuerdes bien... —lo provoqué con malicia.

**Arakami Sasuke** Lun Jun 20, 2011 5:29 pm

No sabía qué decir ahora, lo que dijo me dejó paralizado, sabía perfectamente a lo que se estaba refiriendo con lo de repetir lo que yo había dicho, parece que él lo había entendido igual que cómo yo lo hice justo después de decirlo. Me mantuve sereno, mirándolo a los ojos sin siquiera parpadear...

—Si te atreves a mencionarlo, juro que te mataré. —Dije en tono brusco y ofendido, ocultando la vergüenza que él solo hecho de pensar que el enano lo dijera me provocaba.

Luego lo empujé bruscamente y me coloqué encima de él sujetándole los brazos a ambos lado de su cabeza.
—¿Quién te crees que ha sido el que te ha enseñado todo lo que sabes hacer ahora? —Me acerqué lentamente hasta su oído izquierdo y susurré con voz insinuante, provocándolo—: No me jodas y deja de jugar conmigo…

Me separé de nuevo y lo miré fijamente, su pecho subía y bajaba rápidamente, sus labios rojos e hinchados a causa de los besos que nos habíamos dado, sus ojos desafiantes, pero que no dejaba de ser si no la muestra del deseo que me profesaba...

Sonreí feliz, por tener a alguien como él conmigo, que aunque me fastidiaba muchas de las cosas que hacía, no podía evitarlo, también me hacia feliz.

Poco a poco fui soltando sus muñecas, acerqué una mano hasta su mejilla y lo besé, sólo uniendo mis labios con los suyos; luego me separé, sonreí travieso y empecé un erótico vaivén sobre su erección, rozando mi trasero descaradamente.

**Hibari Kyouya** Vie Jun 24, 2011 7:24 pm

¿Era bipolar o qué? Primero me amenazaba con matarme, después volvía a soltar uno de sus comentarios ingeniosos para quedar por encima de mí y después... sonreía. Ese idiota... no se daba cuenta de que una reacción así sólo me confundía más y más...

El herbívoro volvió a la acción y se movió de manera insinuante encima de mí, de manera que provocó un intenso roce en mi miembro que me estaba matando. Me estaba desquiciando y, por supuesto, lo hacía a propósito. Conociéndolo, lo más probable era que estuviera esperando a que yo le suplicara a que siguiera. Si era así era muy ingenuo porque bajo ningún concepto iba a hacerlo y él debía saberlo. Si tenía alguna duda, se disipó por completo cuando volvió a repetir el gesto y se me escapó un gemido. Esa maldita sonrisa traviesa... me provocaba tanto como me irritaba.

Lo miré con molestia y me concentré en controlarme por todos los medios y lo seguiría haciendo hasta que calmara mi erección como yo había hecho. El herbívoro continuó con el movimiento, frotándose contra mi cadera una y otra vez y yo cerré los ojos con fuerza. Entonces, sentí cómo me sujetaba de la barbilla para obligarme a abrir la boca y abrí los ojos para dedicarle una mirada fulminante. Sabía que no iba a hacerlo hasta que se hubiera quedado a gusto avergonzándome, así que rápidamente pensé en una alternativa.

Le puse una mano en la nuca y lo empujé hacia mí, de forma que quedara tumbado casi por completo encima de mí.

—¿Es esta tu manera de «desesperar y hacer que alguien te desee tanto hasta tal punto que creas que vas a volverte completamente loco»? Si es así, deberías plantearte perfeccionarla porque si fuera tan eficaz no me resultaría tan fácil contenerme. —Sonreí, travieso, y me acerqué hasta que nuestras mejillas se rozaron para susurrarle—: ¿No será que no eres tan bueno como crees, sensei...?

**Arakami Sasuke** Mar Jul 05, 2011 2:43 pm

Me detuve completamente cuando escuché lo que dijo, fruncí el ceño y lo empujé bruscamente para que se alejara de mí.

—¿Qué? —cuestioné furiosamente con el orgullo herido, a pesar de lo que había dicho sabía que no pensaba eso de verdad, no cuando estaba debajo de mí con una erección descomunal.

Sonreí maliciosamente y bajé mi mano hasta agarrar su entrepierna, no aparté la mirada de él ni un segundo, quería ver su expresión claramente, no quería perderme ninguna de sus acciones.

—¿Cómo te atreves a decir eso cuando soy capaz de ponértela tan dura como una piedra con sólo mirarte? ¿Estás intentando autoconvencerte cuando puedo ver tan claramente cómo te retuerces de placer debajo de mí? —Estrujé su pene y jugué con la punta, haciéndolo sufrir, la expresión divertida que él había mantenido todo este tiempo se borró y ahora me dirigia una mirada fulminante aunque destilaba deseo más que nada...

—Estúpido, ya deberías saber que tengo bastante confianza en mí mismo... ¿Tengo que recordarte por qué? —Sonreí y guié su miembro hacia mi entrada la rocé varias veces hacia delante y hacia atrás, luego metí la punta y la saqué rápidamente, así varias veces.

Se arrepentiría de lo que acababa de decir.

**Hibari Kyouya** Lun Jul 11, 2011 9:17 pm

No era la reacción que esperaba, al menos no completamente... Lo que yo quería era que el herbívoro hiciera lo que yo había hecho antes y sin tener que pedírselo, ni mucho menos. Sin embargo, ese orgulloso narcisista se limitó a echarse flores y alardear de lo bueno que era. Bien, al menos me lo había puesto fácil para seguir picándole un poco más hasta que estallara.

Lo que no me imaginaba era que llevara mi erección hasta su entrada y simulara el movimiento de la penetración. Lo hacía con el único objetivo de desesperarme y de que me arrepintiera de lo que había dicho, pero no iba a ponérselo tan fácil por mucho que quisiera volver a sentir estar dentro de él.

Fue mucho más difícil volver a sonreírle con malicia y antes me había obligado a cerrar los ojos con fuerza y a morderme el labio inferior para controlarme. Ni siquiera me había dado cuenta de que le sujetaba con firmeza de las caderas para instarle a que siguiera y eso era un punto en mi contra.

—¿Esa es tu defensa, provocarme una erección? —inquirí en tono divertido—. ¿Algo que cualquier simple mañana... puede ocurrir? —Ensanché la sonrisa y bajé el volumen de voz para hablar en susurros—. ¿Estás buscando una excusa para que te la meta sin sonar demasiado convincente? —continué provocándolo—. Te hablo de hechos y es un hecho que ahora mismo me estás decepcionando bastante, ¿quién se supone que es el que no tiene experiencia?

Estuve a punto de añadir: «dame lo que quiero», una frase que habría echado por tierra todos mis esfuerzos. ¿Cuánto más iba a aguantar antes de devorarlo yo mismo? Con una mezcla de diversión, irritación y excitación, lo taladré con la mirada, como si pretendiera que así comprendiera qué era lo que yo quería y lo hiciera de una vez.

**Arakami Sasuke** Vie Jul 15, 2011 10:34 pm

Pare todo movimiento, sentándome en sus piernas y lo taladré con la mirada. ¿Qué acababa de decir? ¿Qué lo había decepcionado...?

Fruncí el ceño y me separé de él poniéndome de pie completamente, lo miré rudamente y luego le di la espalda. Sus palabras hirieron mi orgullo brutalmente, y aunque aún me encontraba muy excitado, mi orgullo como hombre me impedía seguir. Era la primera vez que me habían dicho esas palabras, y aunque pensaba que lo había dicho en parte para provocarme, fue demasiado para mí. Ese estúpido debería saber cuán grande era mi orgullo, ése que él había aplastado con esas duras palabras. Esperé unos minutos, por si realmente era una de sus provocaciones, pero él seguía sin decir nada.

—¿Qué haces aún ahí tumbado? —Pregunté cuando me giré y lo vi en la misma posición que antes.— Levántate, hemos terminado.
Me giré de nuevo y anduve hasta la cama rebuscando entre la ropa que había desperdigada mis pantalones.

**Hibari Kyouya** Miér Jul 20, 2011 7:48 pm

Le di varios minutos para que volviera y dejara de lado su orgullo enfermizo, pero no lo hizo. No lo entendía, lo que había dicho debería haber servido para que el herbívoro continuara y así hacerme ver cuán equivocado estaba, más que nada porque ahora parecía que mi mentira era verdad. Es más, no me parecía una mentira porque era cierto que me estaba decepcionando... ahora mucho más. Me entraron ganas de morderlo hasta la muerte por su estupidez y para que comprendiera de una vez lo que quería. ¿Cómo era posible que no hubiera captado mi doble intención? ¿De verdad me conocía tan poco...? Lo que más me molestaba era que me hubiera hecho esperar como un estúpido para dejarme a medias, ¿es que nunca aprendía a no satisfacerle hasta que lo hiciera él? La culpa la tenía que cada cosa que hiciera me provocaba, ¿por qué ese idiota no lo veía?

Le lancé una mirada fulminante y me incorporé con rabia mientras me arreglaba la ropa. Mi erección no se había calmado y aguantarla tanto tiempo me estaba matando, sabía que ahora sólo había una manera de calmarla y pensar en ello me irritaba. El herbívoro había terminado de vestirse y salía del baño ahora mismo. Bien, así que no había cambiado de opinión... Traté de aparentar indiferencia y entré en el baño, me lavé las manos y luego me eché agua en la cara para despejarme. Después, me debatí durante más de un minuto en hacerlo o no, pero cambié de opinión de inmediato porque sabía que él me escucharía.

Volví a la habitación con mi irritación aumentada al máximo y me detuve en seco al verlo al lado de la puerta, sin duda esperándome para salir. La paciencia se me acabó en ese preciso instante y toda la rabia estalló. Me dirigí hacia él a toda prisa, le agarré de la camisa y lo empujé hasta que chocó con la pared con tana brusquedad que su cuerpo rebotó. Sólo había una manera de desfogar mi ira: saqué una sola tonfa y la dirigí contra su rostro..., para finalmente desviarme unos centímetros y golpear la pared en lugar de a él. No me paré a pensar en que había hecho un buen agujero en la pared hasta tal punto que tenía enterrada la mano casi en su totalidad en él.

—Sí, me decepcionas si eres tan lento de entendederas —mascullé con la voz impregnada de ira.

Saqué la mano del agujero, volví a sujetarlo de la camisa y lo arrastré hasta tumbarlo en la cama, conmigo encima. Entonces, expresé la ira de otra manera, una forma que no me hacía ningún bien porque me apretaba más los pantalones: lo besé con esa furia desbordaba que sólo duró unos segundos porque me separé con la misma brusquedad para ocultar el rostro en su cuello y así susurrarle al oído:

—Ya sabes lo que quiero... Dámelo.

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