Re: No, no es una cita

**Arakami Sasuke** Miér Ene 19, 2011 7:13 pm

No entendida nada, no entendía cómo después de golpearnos hasta el punto de hacernos sangrar ahora nos encontrábamos luchando, pero de una manera muy distinta a como yo había pensando en un principio. El enfado pasó a un segundo plano, ahora sólo había lugar para la pasión y la lujuria.

Me gustaba que me mordiera de esa manera brusca, al contrario de molestarme me excitaba más porque podía notar cuan desesperado estaba él; mientras sentía sus mordiscos en esas zonas sensibles de mi cuerpo dejé escapar suspiros sensuales que al estar apoyado en el hueco de su hombro chocaban contra su cuello, consiguiendo así que notara mi respiración agitada.

—Puede ser... —Respondí a su pregunta separándome un poco de su cuerpo, lo justo para mirarlo a los ojos—. Me gusta cuando noto que no pueden resistirse a mí, porque en ese momento sé que soy yo el que de verdad está controlando al supuesto depredador. —Sonrío divertido al ver su expresión, parece que finalmente entendió su posición y si no se lo haría saber con acciones.

—Además... —Susurré en su oído en tono meloso, provocándolo más—. Parece que no te había dado cuenta hasta ahora, que aquí el único depredador que hay soy yo.

Terminé sonriendo con una simple mueca juguetona y aprovechando que lo tenía encima lo giré y justo después me acerqué para besarle. Empecé tirando de su labio inferior, mordiéndolo y lamiéndolo; jugando con él para luego sujetar su barbilla para que abriera la boca y me dejara paso. Uní nuevamente mis labios con los suyos y él me siguió el ritmo perfectamente, su acción me hizo ponerme más agresivo y él parecía sentirse igual que yo, porque también aumentó el ritmo; ahora nos besábamos fogosamente, con lujuria y pasión.

No sabía el tiempo que llevábamos besándonos, pero no quería parar...Me había vuelto adicto a su sabor, a su calor y del mismo modo que me enloquecía me molestaba. Era realmente complicado...

Cuando decidí que nos íbamos a quedar sin aire me separé de sus labios y deslicé mi boca hasta su cuello mientras le desabotonaba la camisa, después lamí cada porción de piel que quedaba a descubierto y finalmente me detuve en las tetillas, degustándola lentamente, el cuerpo del enano se arqueó y los dos gemimos al unísono porque en esa posición nuestras erecciones se unían mejor.

No importaba las veces que lo habíamos hecho ya, cada vez que estaba así con él realmente pensaba que me iba a volver loco...

**Hibari Kyouya** Vie Ene 21, 2011 4:11 pm

Por lo visto, tendría que demostrarle al herbívoro lo equivocado que estaba con gestos y no con palabras. De momento, lo dejé a un segundo plano incluso cuando él cambió la posición, pero si lo olvidé fue porque inició un beso pasional, lujurioso... Me di cuenta de que a él le ocurría como a mí: sus labios eran como una peligrosa adicción... La consideraba peligrosa, pero para él, porque ser delicado no era algo habitual en mí y besarlo me volvía más agresivo que un combate. No tenía lógica, pero la sensación era esa.

No contuve en ningún momento los sonidos que él me provocaba y cuando volvió a rozar nuestras erecciones, decidí que ya me había dominado demasiado. Alejé las manos de sus cabellos, los cuales había apresado en un gesto involuntario, y me quité la camisa. Decidí no quitarme aún el pantalón porque estaba seguro de que en el movimiento el herbívoro aprovecharía para imponerse como el dominante. En realidad no me importaba qué rol tomar aquella vez porque la otra vez cedió, pero mi naturaleza de depredador prefería el rol activo.

Deslicé el brazo por la cintura del herbívoro y uní nuestros cuerpos hasta tal punto de que no había resquicio alguno entre ellos. A continuación, le di un lametón desde el mentón hasta la comisura de la boca. Muy a mi pesar, aflojé el agarre para poder acariciarle el torso con la mano libre, se lo recorrí con lentitud jugueteando en el camino con los pezones, apresándolos, masajeándolos, y continué bajando hasta tocar la tela del bóxer. Me detuve en ese punto y contesté después de lo que me parecieron horas:

—Sí, admito que eres un depredador. —Conforme se lo decía, fui adentrando la mano por dentro de los bóxers y me detuve cuando sentí la carne caliente y dura de su sexo—. Pero no olvides que siempre hay uno más grande.

Saqué la mano repentinamente y le agarré la entrepierna, pero por fuera de la tela. Debido a la cercanía entre nuestros cuerpos, yo mismo me acariciaba la erección, de manera que el movimiento de mi mano al masturbarlo también me hacía gemir a mí.

**Arakami Sasuke** Dom Ene 23, 2011 3:20 pm

Mantuve la mirada fija, sin titubear, mientras metía la mano por mi boxer. No estaba seguro de lo que había dicho, sólo pude escuchar levemente su última frase, la cual me hizo sonreir. Después lo miré con desconcierto, cuando sacó la mano y me empezó a acariciar la entrepierna por encima de la tela. Lo maldije por eso, por desesperarme con cada uno de sus movimientos, por provocarme tanto que pensaba que iba a volverme loco...

Su movimiento me enloquecía, me hacía soltar suspiros de goce en cada roce y él a pesar de que no se estaba tocando directamente me seguía con el mismo tono de voz. Cuando creía que no podía aguantar más le sujeté la mano, deteniéndo el delicioso movimiento que había comenzado a pesar de ser por encima de la tela del boxer.

—Un enano como tú no es el indicado para decir eso... —Susurré con voz enrronquecida por el placer y seguidamente sonreí de medio lado, divertido; sabía que había entendido perfectamente lo que había querido decir con eso—. Y tampoco me gusta que me compares con un animal...

Dicho eso, me separé lentamente y bajo su atenta mirada me quité los boxer, quedándome completamente desnudo ante él. Luego al ver que se había quedado completamente ido, me acerqué y con una sonrisa traviesa agarré su entrepierna y empecé a quitarle el pantalón a la vez que le lamía el lóbulo de la oreja.

**Hibari Kyouya** Lun Ene 24, 2011 9:19 pm

El herbívoro orgulloso con complejo de dominante siempre tenía que quedar por encima de mí, tanto literalmente como en sentido figurado, y aunque en un principio decidí acabar con esa riña sin sentido y demostrarle lo que decía con gestos, lo último que dijo era imposible de ignorar. Entonces, se levantó de repente y se desnudó por completo, después, aprovechando que lo observaba sin apenas parpadear, me agarró la entrepierna con mala intención y comenzó a juguetear con el cierre de mi pantalón.

El ritmo era lento, demasiado... Lo estaba haciendo a propósito, lo sabía. Impaciente, bajé las manos hacia las suyas, se las sujeté con fuerza y, mientras me incorporaba lo justo y necesario, lo guié para quitarme el pantalón seguido de los bóxers. En cuanto me quedé en iguales de condiciones que él y antes de que dijera o hiciera cualquier cosa, lo empujé con fuerza de los hombros hasta sumergirlo en el agua, de modo que quedó completamente tumbado en el suelo del jacuzzi conmigo encima.

Ataqué sus labios con lujuria, cubriéndolos por completo con los míos, moviéndome sobre ellos sin dejar ni un espacio libre, introduje la lengua en su cavidad y la suya me recibió de inmediato. La falta de aire se hizo patente antes de lo esperado al estar bajo agua, pero en realidad era como si boca estuviera compuesta de oxígeno porque no sentía ningún malestar, sino todo lo contrario: sentía que si paraba, me ahogaría.

Lo llevé hasta el límite, hasta que sentí que se movía más bruscamente debajo de mí y escuché un gemido de gozo que acabó en uno de molestia. Me incorporé, cogí una gran bocanada de aire y esperé el tiempo justo a que él hiciera lo mismo para volver a lanzarme sobre él. Mientras volvía a devorar sus labios a la misma intensidad, lo hice retroceder hasta que se apoyó contra la pared del jacuzzi, interrumpí el beso y le recorrí la garganta con la lengua hasta detenerme en la nuez, donde me detuve para saborearla con lentitud. Después, me acerqué a su oído y le susurré en un tono pícaro:

—¿Sigues pensando que un depredador sólo puede serlo un animal?

**Arakami Sasuke** Jue Ene 27, 2011 3:45 pm

Su agresividad en un principio me sorprendió, lo notaba desesperado cómo si con esa agresividad quisiera obligarme a aceptar que él de verdad era todo un depredador; Lo que él no sabía esque todo lo que le había dicho era para provocarlo, paras que actuara de esta manera agresiva y pasional que tanto me gustaba. Dejé de pensar cuando noté sus labios sobre los míos mordiéndolos y tirando de ellos con pasión, como recorría mi boca con su lengua y que por estar sumergido en el agua no nos separábamos ni un centímetro. Aún y así, aunque realmente no quería que dejara de besarme gemí en forma de quejido y me removí debajo de él haciéndole ver que necesitaba recuperar la normalidad de mi respiración.

Parece que me entendió y poco a poco se incorporó, yo le imité y nuevamente saltó sobre mí, como si de una fiera se tratase. Esta vez me volví yo también más agresivo, le correspondí el beso con voracidad y luego cuando atacó mi cuello le facilité su acción alzándolo, cerré los ojos sintiendo su boca y su lengua pasar lascivamente por mi cuello, y me mordí el labio para no dejar escapar un gemido demasiado sonoro, simplemente ronroneé y suspiré ahogadamente, luego le agarré el cabello con fuerza, separándolo y contesté a su pregunta en el mismo tono —aunque con la voz más ronca y melosa— que él:

—Por supuesto, y no creo que logres cambiarme de opinión cuando soy yo al que estás intentando dominar...

Dejé escapar la última palabra en el tono más sensual que pude y luego lo empujé con la mano en el pecho con una sonrisa traviesa curvando mis labios, él me miró con una sonrisa también a pesar de que parecía que no estaba muy de acuerdo con lo que yo le había dicho. Luego miré a su entrepierna, alzada, podía incluso notar como palpitaba... Me relamí los labios y nuevamente lo empujé hasta que chocó con la pared del jacuzzi, luego me pegué completamente a él y sujetándole con ambas manos del trasero lo alcé hasta que quedó sentado en la superficie. Me agaché hasta quedar a la altura de su miembro y adelantándome a cualquier movimiento que tuviera pensado hacer me lo metí en la boca, lo lamí y besé durante largo tiempo, deteniéndome en la punta para dar rápidas lamidas y volver a introducírmelo completamente.
Me encantaba esta parte de él, porque cuando jugaba con esta zona dejaba escapar unos gemidos que me encendían y provocaban aún más...

**Hibari Kyouya** Sáb Ene 29, 2011 5:11 pm

Su respuesta me hizo sonreír. Cuán equivocado estaba..., pero no tenía nada más que decir, ahora se lo demostraría de la manera en que debería haberlo hecho desde el principio: con acciones. Entonces, él comenzó a empujarme y yo lo dejé hacer hasta que en un rápido movimiento me levantó y apoyó en la superficie. Fue un gesto que no me gustó en absoluto y habría pensado que lo habría hecho para burlarse de mí si no fuera porque lo vi inclinarse.

No tuve que preguntarme qué iba a hacer porque sentí sus labios rodeando mi sexo. Me pilló desprevenido y, debido al estado en que me encontraba, reaccioné de una forma completamente entregada a él. Eché hacia atrás la cabeza, me aferré a sus cabellos para instarle a que siguiera y, completamente embargado por el placer, entreabrí la boca y gemí sin pudor en respuesta a sus besos y lamidas. Sentí las mejillas ardiendo y el cabello, empapado de agua, pegado a mi rostro, lo que multiplicaba por cien el calor que sentía. Mis gemidos se intensificaron, al igual que el agarre que hacía en sus cabellos, conforme sentía que el momento cúlmine estaba cerca. Entonces, aquella sensación tan exquisita que marcó el final me arrancó no sólo un gemido más obsceno, sino también su nombre, dicho en un tartamudeo.

Abrí los ojos lentamente al notar movimiento por su parte, le solté los cabellos, lo sujeté del rostro con ambas manos, se lo levanté y, ya que ahora quedábamos casi a la misma altura, no tuve que erguirme para alcanzar sus labios. Mientras nos besábamos, él pegó su cuerpo al mío sujetándome de la cintura y yo aproveché para rodearle la suya con las piernas y así no dejarle escapatoria alguna. Sin separarme de él, bajé una mano hasta su pecho y lo empujé para que retrocediera lo justo para que yo volviera al agua. En ese momento, volví a apoyar los pies en el suelo del jacuzzi, interrumpí el beso y, sin apartar la mirada de él, bajé la mano hasta su entrepierna.

Comencé con una mano, desde los testículos hasta el glande, después comencé a masturbarlo con energía y aproveché para decirle con tono malicioso:

—A veces los animales pequeños son los más peligrosos.

Le lamí la mejilla con lentitud y terminé dándole un beso en la comisura de la boca sin detener el ritmo de mi mano.

**Arakami Sasuke** Lun Ene 31, 2011 8:37 pm

Conforme más placer le daba con mi boca a su miembro más me excitaba y calentaba, sus gemidos me encendían de tal manera que parecía que de un momento a otro iba a derretirme, y el agua caliente del jacuzzi no me ayudaba en absoluto, por el contrarío lo hacia todo más erótico, encendiendo mi lívido mucho más allá de lo que imaginaba.

Poco después un sonido mucho más obsceno acompañado de mi nombre salió de su boca y justo en ese momento sentí como se corría sin poder evitarlo. Me tragué su semen relamiéndome obscenamente uno de mis dedos, y después el capturó mis labios con desbordante pasión.

Ahora nos encontrábamos besándonos sin descanso en medio del jacuzzi, sujeté con fuerza su cadera y luego él bajó una de sus manos con las que había estado sujetando mi cabeza hasta mi entrepierna, empezando un erótico y agradable movimiento. Suspiré fatigado, mi sexo dolía, estaba convencido de que no podría aguantar mucho más.

Lo dejé hacer hasta que sentí uno de sus dedos rozar mi entrada, rápidamente le sujeté la mano por la muñeca y se la puse en la espalda con algo de brusquedad.

—A veces... Tú mismo lo acabas de decir. Ésta no va a ser una de esas excepciones donde el animal pequeño se vuelve agresivo y domina. —pronuncié eróticamente con voz ronca cerca de su oído y luego me separé para ver su expresión.

No parecía sorprendido con mi respuesta, es como si lo hubiera estado esperando, pero no me preocupó, porque era lo que de verdad pensaba.

Lentamente me separé de él y con su muñeca aún sujeta tiré de él mientras me sentaba en el suelo del jacuzzi, quedando por ende él encima de mí regazo; nos miramos en silencio por largo rato y luego sin saber quién de los dos había empezado realmente, me descubrí besándolo nuevamente; mientras él se perdía en mis labios, llevé mis manos a su trasero y lo agarré con fuerza, haciendo con ese gesto brusco que nos volviéramos más agresivos con el beso, luego lo levanté y empecé a mover mi pelvis, rozando así su entrada con mi miembro duro y desesperado por adentrarse dentro de él.

Nos separamos dando un gemido ahogado y aunque él parecía reacio a seguir en esta posición, le sujeté de las dos manos, atrayéndolo más hacia mí y luego susurré con voz agitada:

—Cabálgame...

**Hibari Kyouya** Miér Feb 02, 2011 3:19 pm

Me lo imaginaba: esa vez no iba a ceder. En un principio no pude evitar sentirme molesto, pero al menos el herbívoro no se había hecho el gracioso; la forma en que se negó me pareció hasta interesante. Me di cuenta de que estaba dispuesto a ocupar esa vez el rol pasivo sin resistirme. No me preocupó, al fin y al cabo, él había cedido la vez anterior aunque él siempre se resistía y tenía que hacer grandes esfuerzos por convencerlo. Ese herbívoro con complejo de dominante...

Lo último que dijo me sorprendió tanto como me provocó. Sentí un cosquilleo en el estómago que se acentuó en una punzada en mi entrepierna hasta que pronto comencé a sentirla dura. No vi necesario responderle, así que le limité a sonreírle de manera traviesa y aproveché que él aflojó el agarre para soltarme, sujetarlo de la mano y llevármela a la boca. Sabía que el agua ayudaría a la dilatación, pero así era mucho más erótico y no quería perder la oportunidad de desesperarlo y provocarlo un poco más. Le mordí el dedo índice y rápidamente lo cubrí con mis labios. Me metí hasta tres de sus dedos en la boca, jugueteé con ellos dándole pequeñas lamidas y cuando pensé que ya era suficiente, guié esa misma mano hasta mi trasero. En ese punto, volví a mirarlo y acentué mi sonrisa. Me encantaba cuando me miraba de esa manera, como si estuviera dispuesto a devorarme.

Dejé que él iniciara el movimiento y rápidamente oculté el rostro en el hueco de su hombro. Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que ejercí el rol pasivo y, además, mi cuerpo no estaba demasiado habituado a esa intrusión, por lo que el dolor estuvo presente desde el principio. Aun así, no quería que él se diera cuenta y mucho menos que se detuviera, así que apreté los dientes para evitar que se me escapara un quejido y aproveché que él no me veía para fruncir el ceño con fuerza.

Estaba tranquilo porque sabía que una vez mi cuerpo se habituara volvería a sentir aquella sensación única de inmenso placer y que sólo había logrado alcanzar gracias a él.

**Arakami Sasuke** Jue Feb 03, 2011 4:54 pm

Obsceno, erótico, provocador... y miles de adjetivos inundaban mi cabeza al observarlo frente a mí; todas y cada una de sus acciones me parecían lo más excitante que había visto en mi vida. ¿Por qué no me había dado cuenta hasta ahora que ese simple gesto podía calentarme tanto? suspiré confuso, hastiado e incluso molesto por no poder responderme a mí mismo; removiéndome un poco debajo de él, mi pene rozando su trasero descaradamente por culpa de nuestros constantes movimientos, el agua saliendo a borbotones de la pared del jacuzzi y el vapor que inundaba la sala por culpa del agua caliente, haciendo así que nuestros cuerpos, ambos desnudos, mojados y sudorosos brillaran con erotismo.

No creía lo que estaba pasando, él había cedido sin quejarse, estaba feliz... feliz por estar aquí con él.

Metí los dedos que él había lamido anteriormente, dilatando su pequeña y apretada entrada, haciendo círculos, tocando las paredes interiores, sintiendo como poco a poco él se iba relajando y disfrutaba del contacto. Luego empecé a meter y a sacar los dedos obscenamente de su entrada, escuchando pequeños y roncos gemidos que me pedían por más.

Mi desesperación iba en aumento, a tal punto que pensaba que enloquecería; quería metérsela ya, quería que empezara a cabalgarme ya.

—¿Estás contento sólo con esto..? —pregunté aún sabiendo la respuesta y continué—: No tienes que ser tan orgulloso ahora... —susurré lamiendo el lóbulo de su oreja y luego saqué los dedos de su interior, esuchando un quejido de su parte.

—Cabálgame..., vamos... —repetí desesperado, rozando la punta de mi pene con su entrada, incitándole a llevar a cabo lo que sabía ambos necesitábamos y deseabamos.

**Hibari Kyouya** Vie Feb 04, 2011 3:49 pm

No sabía qué pretendía... ¿que lo devorara, quizá? Era la respuesta más lógica dado su comportamiento. No tenía que instarme a iniciar yo mismo el movimiento, ya estaba lo suficientemente excitado para hacerlo. Pegué mi cuerpo al suyo lo máximo posible, suspiré por la presión en mi entrepierna, atrapada entre nuestros cuerpos, y a continuación le agarré la suya y metí sólo la punta en mi entrada. Ese simple roce me dio un espasmo que me instó a metérmela entera, pero usé toda mi fuerza de voluntad para controlarme y le dije:

—Te equivocas en algo: esta vez el animal pequeño no se volverá el dominante, pero siempre es agresivo.

Antes de que él contestara o hiciera algo, me dejé caer para introducirme su sexo completamente dentro de mí. No me importó la brusquedad con la que lo hice, quería que el dolor que en ese momento me atenazaba desapareciera lo más pronto posible para poder disfrutar al máximo y, sobre todo, para verlo disfrutar a él. Moví la pelvis rítmicamente, guiando el movimiento, hasta chocar contra su cadera en un erótico sonido que me hacía hervir. Embargado por una repentina necesidad de hacer que gritara de placer, bajé una mano hasta su trasero y se lo apresé mientras con la otra lo sostuve de la cintura. Poco a poco, el molesto e irritante dolor quedó atrás y lo único que quedó fue aquella sensación que me hacía perder la cordura por completo. Arqueé la espalda, eché la cabeza hacia atrás y suspiré de placer. Después, abrí los ojos y lo miré. Ahora mismo su expresión era la pura estampa del placer, su boca dejaba escapar pequeños suspiros que se transformaban en provocadores gemidos y hasta el más mínimo gesto que hiciera me parecía lo más erótico que había visto nunca.

Le sostuve el rostro con las dos manos y susurré con la voz entrecortada:

—Mírame... Mírame y no apartes la mirada de mí hasta que cada una de mis facciones se te queden grabadas en la retina. Así, cada vez que intentes nombrar a otro será mi nombre el que salga de tu boca y cada vez que intentes llamar a otro será mi número el que marcarás automáticamente. A partir de ahora yo soy el único que tiene un nombre para ti. —Me acerqué a él, le di un pequeño mordisco en la barbilla y luego le susurré al oído—: Dilo, di... mi nombre...

**Arakami Sasuke** Dom Feb 06, 2011 12:31 am

Estuve a punto de correrme justo cuando se metió toda mi erección de una vez, en un rápido movimiento, dejándome sin aliento al sentir esa estrechez apretarme tan rudamente que sentía que en cualquier momento me asfixiaría. Contuve la respiración cuando inició ese delicioso vaivén enloquecedor y dejé escapar un ronco gemido cuando empezó a subir y bajar más rápidamente por todo mi extensión. Empecé a mover mi pelvis para aumentar el placer y él echó hacia atrás la cabeza gimiendo obscenamente. En serio... ¿Cómo podía alguien excitarme hasta este punto? por mucho que me lo preguntaba no hallaba la respuesta...

Aproveché su posición para devorar su cuello, besando, mordiendo y lamiéndolo lascivamente. En este punto de excitación no podía pensar con claridad, pero no quería que acabara, no aún...

Me separé de su cuello y le ayudé a subir y a bajar sujetando su trasero con fuerza; podía sentir esa dolorosa, pero deliciosa opresión en mi pelvis, como mi corazón latía desbocado, como mi piel se erizaba por su contacto. Me estaba volviendo loco...

De repente él sostuvo mi rostro con sus manos, lo escuché en silencio, paré incluso el movimiento por lo que acababa de escuchar. Era realmente extraño que me hablara en ese tono, que me dijera todo aquello hizo que los latidos aumentaran de velocidad, a tal punto que me dolía el pecho. Ese imbécil...era extraño, pero era la primera persona que me decía eso; aunque lo más extraño de todo, esque me había hecho realmente feliz, porque sabía que lo decía de verdad.

—Kyo...Kyouya... —No pude más que obedecer, dije su nombre en un tono tanto erótico como ronco y luego acerqué lentamente mis rostro al suyo y lo besé con pasión.

Mientras lo besaba de todas las formas y maneras que se me ocurrían y aprovechando que él me había abrazado por encima de los hombros hice un esfuerzo y con un poco de su ayuda me levanté; aún estábamos unidos y su entrada se oprimía de vez en vez haciéndome suspirar ansioso por continuar. Lentamente lo apoyé en el suelo de la habitación y me aparté de sus labios para girarlo bruscamente, lo embestí con fuerza y en el mismo movimiento le agarré el cabello tirando de éste hacia atrás, haciendo que su espalda quedara totalmente pegada a mi pecho y empecé a moverme descaradamente, entrando y saliendo rápidamente de su apretado trasero.

—Mhhnn… eres un imbécil si aún no te has dado cuenta de que no puedo ver a otro que no seas tú...

**Hibari Kyouya** Dom Feb 06, 2011 11:59 pm

Tenía que admitir que el cambio de posición, que en otra ocasión me habría molestado porque así no podía verle la cara, me gustaba más porque podía sentirlo aún más profundo haciéndome gemir y suspirar de gozo. Entreabrí la boca, con los ojos fuertemente cerrados, y jadeé en un tono más débil. Entonces, fui capaz de sentir en la espalda el agitado retumbar de sus latidos al estar nuestros cuerpos completamente pegados. Fue algo que de alguna manera me gustó porque era un gesto tan íntimo y personal como lo que estábamos haciendo.

Sin obligarlo a soltarme del cabello, bajé la cabeza hasta casi apoyarla en el frío suelo y cerré los puños con fuerza en un intento de controlar todo lo que sentía. Me di cuenta de que posiblemente él también podía sentir mis latidos porque con el otro brazo me había rodeado el pecho en sentido diagonal y cada vez que lo escuchaba gemir cerraba con fuerza el puño en torno a mi hombro.

Sentí sus labios en la nuca y entonces levanté la cabeza y la giré lentamente hacia él. Antes de que lo hiciera, él desplazó la mano de mi hombro hasta la barbilla y me giró la cabeza en su dirección. En cuanto saboreé sus labios, volví a cerrar los ojos con fuerza y llevé una de mis manos hasta la suya para entrelazar con fuerza los dedos. Cada vez que sus embestidas llegaban hasta ese punto que me hacía hervir de placer e incluso me hacía sentir mareado, le apretaba con más fuerza la mano. Después, sin separar la unión, guié su mano hasta mi boca y posé los labios suavemente sobre el dorso.

En realidad no supe a qué vino ese gesto tan inesperadamente tierno... Quizá fuera una respuesta a lo que él había dicho, algo que me aliviaba y me tranquilizaba como nunca porque era la duda que me carcomía desde el principio. Hasta ahora, era algo que nunca se me había pasado por la cabeza ni tampoco le había dado mucha importancia porque yo simplemente vivía y actuaba como me apetecía, pero ahora, por primera vez en mi vida, podía decirlo, podía asegurar que era... feliz.

**Arakami Sasuke** Miér Feb 09, 2011 4:24 pm

El corazón empezó a latirme más violentamente cuando terminé de hablar, por alguna razón lo que acababa de decir me había sonado demasiado romántico, mucho más de lo que hubiera pretendido...

Me sentía como si fuera una colegiala la cual se había confesado al chico que le gustaba... Sentí una fuerte opresión en el pecho al pensar eso y sentí como un golpe de calor —más del que ya sentía— en las mejillas.

Suspiré y me dejé caer sobre su espalda, ronroneé ocultando el rostro en el hueco izquierdo de su hombro y gemí cuando empecé a embestirle más rudamente. Estaba aliviado de que él no dijera nada, hubiera sido demasiado vergonzoso... Aunque tampoco creo que hiciera falta ninguna explicación...

Nuestras manos estaban entrelazadas, mientras le seguía embistiendo y nos besábamos con la misma pasión; observé detenidamente como besaba mi mano con dulzura y ese gesto tan impropio de él me conmovió, pero lo más extraño para mí esque podía sentir algo que jamás había sentido con nadie, algo que aún no sabía qué podía ser, pero que sin duda me hacia feliz...mucho, para ser sincero.

Desesperado por todo lo que estaba sintiendo en ese momento gruñí y gemí sonoramente acompañando a uno de sus sensuales gemidos, lo empujé hasta que su cara quedó pegada al suelo y pegué mi pecho a su espalda y aumenté el ritmo de las embestidas, mientras con mi mano derecha busqué su miembro hinchado a punto de estallar y lo masturbé al mismo ritmo.

Luego sentí como me estrujaba el pene deliciosamente y me sentí desfallecer, ronroneé cerca de su oído y empecé a recorrer su cogote con la lengua, dejando un sensual mordisco antes de separarme y apoyar nuevamente la cabeza en el hueco de su hombre gimiendo roncamente. Sabía que ninguno podría aguantar mucho más… Esto era realmente enloquecedor.

**Hibari Kyouya** Vie Feb 11, 2011 5:38 pm

Cada segundo que se acercaba al final me parecía que la pasión y la desesperación se duplicaba. Me sentí ligeramente mareado ante todas las sensaciones que me invadían y cada parte de mi cuerpo que él tocaba parecía estar ardiendo como si se hubiera prendido en auténticas llamas. No quería que se acabara, no quería que llegara el final inminente y traté de centrar toda la atención en ese deseo y no en sus embestidas y el movimiento de la mano con la que me masturbaba, pero era imposible cuando lo escuchaba gemir de esa manera y cuando sentía su respiración en la nuca. Un gesto que provocaba que sintiera un extraño revoltijo en el estómago y en el pecho, como si hubiera un caos indescifrable.

El momento llegó finalmente e involuntariamente le solté la mano y cerré los puños con fuerza en el suelo, totalmente sumido en el éxtasis provocado por el orgasmo. Entreabrí los ojos y cerré la boca, después, aproveché que había conseguido recuperar el control de mi cuerpo para levantar la cabeza del suelo. Él me acompañó poco después y permaneció tumbado encima de mí hasta que noté el ritmo de sus latidos más calmado al igual que su respiración. Entonces, comenzó a salir lentamente de mi interior y yo esperé hasta que lo hizo para girarme y verlo cara a cara por fin. Le sostuve el rostro con ambas manos y le di un leve beso en la mejilla, pero él la desvió, de manera que alcancé sus labios. Me dejé llevar en aquel beso tan característico y al que ya me había acostumbrado porque era igual de tranquilo y profundo que siempre que terminábamos. Era el toque final, lo último... lo que hablaba por nosotros mismos...

Nos separamos lentamente y cerré los ojos cuando bajó la cabeza hasta apoyar la frente contra la mía. Permanecimos así durante un buen rato y yo ni siquiera aparté las manos de su rostro. No habíamos dicho nada en un buen rato, pero ahora mismo las palabras no eran necesarias sobre todo porque cualquier cosa que dijéramos lo que podría era estropear el momento debido a nuestro orgullo.

**Arakami Sasuke** Mar Feb 15, 2011 12:45 am

Todo lo que estaba sintiendo ahora me desbordaba; por primera vez no sabía muy bien cómo actuar después de una noche de pasión. Normalmente siempre hacia algún que otro comentario prepotente con índole sexual hacia la otra persona, obteniendo por la otra parte más ganas de sexo. Siempre había sido así, sin embargo, ahora todo era diferente, no me sentía vacio, disfrutaba y no quería que la unión terminara nunca...

Sólo con él; todo era diferente con este estúpido...

No dijimos nada en un buen rato, como temiendo romper o estropear el momento, nos mantuvimos en silencio, sin saber realmente qué decir a toda esta muestra de cariño tan repentina. De hecho, no estaba acostumbrado a ser cariñoso con alguien y podía deducir por su forma de ser que él se encontraba en la misma situación que yo. Sabía que ambos estábamos sintiendo cosas por primera vez y eso... me gustaba...

Lentamente separé la frente de la suya y lo observé con infinita dulzura, tranquilicé mi rostro mostrando una expresión por sabiendas diferente a la que solía mostrar, pero no me importaba, no con él.

Le sonreí y antes de separarme definitivamente le di un fugaz beso en los labios, me incorporé y lo observé detenidamente. Sentía que podía excitarme de nuevo con sólo mirar en el estado que se encontraba; su piel brillaba a causa del sudor, sus labios enrojecidos tanto por los pasionales besos que nos dimos, como por como él se los había mordido mientras le embestía para no gemir demasiado alto. Lo observé más detenidamente y tragué saliva al ver como mi semen salía lentamente de su entrada, una imagen tan sexy que sentí como el calor se agolpaba en mi rostro de nuevo.

Suspiré y desvié la mirada, luego cogí unos pantalones que había cerca de la cama y de nuevo parado frente a él, le extendí una mano para ayudarle a ponerse de pie.

—Será mejor que vayamos ya a la cama, dentro de tres horas tenemos que estar en la compañía...

No dije nada más, y sentí como mi corazón se oprimía un poco decepcionado conmigo mismo por no hablar sobre lo sucedido, pero ahora mismo no estaba preparado para decir nada que no pudiera estropear, me conocía y también lo conocía a él. Así era lo mejor por el momento.

Me metí en la gran cama redonda que había en el centro de la habitación y abrí las sábanas para que él se acostara a mi lado.

—¿Vienes? —Sonreí de un modo travieso y él, después de suspirar, accedió.

**Hibari Kyouya** Jue Feb 17, 2011 3:35 pm

Él no decía nada y yo tampoco. Seguimos así durante varios minutos, escuchando sólo nuestras respiraciones aceleradas que poco a poco volvían a la normalidad, al igual que mis latidos. Aquella vez no le provoqué ni le hice enfadar para evitar una situación que me extrañaba, no quería estropear el momento y agradecí que él hiciera lo mismo. Me pareció raro, pero... ahora no me sentía ni débil ni vulnerable, me di cuenta de que los sentimientos tan antinaturales e impropios que él despertaba en mí no tenían por qué ser un punto débil, sino todo lo contrario: me sentía más fuerte que nunca cuando se trataba de él y tenía claro que por él mordería hasta la muerte a quien fuera. Darme cuenta me alivió porque ya no me sentía trastornado ni irritado y, por tanto, tampoco débil, algo que odiaba con toda mi alma.

Abrí los ojos cuando sentí movimiento de su parte y lo observé fijamente. La expresión en su rostro que tenía ahora y que tan pocas veces había visto me seguía afectando... Era... raro..., como si automáticamente tuviera la necesidad de sonreír como él. Luego, cuando volvió a la habitación y se tumbó en la cama, suspiré y anduve hacia él. Apenas di un par de pasos me detuve en seco y busqué con la mirada un albornoz, me lo puse mientras entraba en la habitación y, algo nervioso porque sabía que él se había dado cuenta por qué lo había hecho, me metí lentamente en la cama.

—No me gusta dormir desnudo —le expliqué.

Me tumbé de lado de cara a él y, antes de darle tiempo a decir o hacer algo, me acerqué lo máximo posible a él y lo abracé por la cintura.

**Arakami Sasuke** Lun Feb 21, 2011 5:44 pm

Sonreí divertido por su reacción. ¿Acaso le daba vergüenza dormir desnudo conmigo después de todo lo que acabábamos de hacer? acentué aún más la sonrisa al escucharlo, luego cerré los ojos soltando un pequeño suspiro y cuando los abrí lo vi a escasos centímetros de mi rostro.

Lo observé seriamente, tenía la cabeza pegada a mi pecho y me estaba agarrando por la cintura; tragué saliva con dificultad y sonreí nuevamente, aunque esta vez con más dulzura; luego pasé mi brazo derecho por su cintura hasta legar a su espalda, me detuve ahí y lo atraje aún más a mí. Inspiré su aroma y poco a poco sentía como me iba quedando dormido.
--

"No vales para nada..." "Nunca tendrías que haber nacido…" "Quiero que te mueras, sólo me has traído desgracia..."

Apreté los ojos con fuerza y me removí un poco.

"¡¿Acaso no ves en lo que me he convertido por tu culpa?! Eres el hijo de esa persona, esa persona que me hizo tanto daño... Yo..., no puedo seguir viviendo y ver tu cara todos los días, todo de ti me recuerda a él..."

Veo como esa persona coge un cuchillo de grandes dimensiones, se lo acerca al pecho y finalmente cae desplomada en el suelo.
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—¡¡¡NO!!!—Me incorporo rápidamente, totalmente cubierto de sudor y jadeando, siento una gran angustia y dolor en el pecho y como mis ojos escuecen. Estoy a punto de llorar.

Poco a poco recuerdo dónde me encuentro y con quién, giro la cabeza para comprobar que sigue dormido a mi lado y suspiro aliviado al verlo dormir tranquilamente, con uno de sus brazos aún rodeando mi cintura.

—Joder... otra vez... —Me quejo al pensar en la pesadilla que me atormentaba desde niño, últimamente no podía dejar de pensar en eso y me atormentaba. Retiré la mano del enano lentamente y me senté en la orilla de la cama masajeando con las dos manos mi frente.
Ahora lo mejor sería ir a darme una ducha para despejarme...

**Hibari Kyouya** Jue Feb 24, 2011 4:13 pm

Me despertó el herbívoro al no parar de removerse de un lado para otro. Ya, cuando lo escuché gritar, fruncí el ceño sin llegar a abrir los ojos. Sabía perfectamente que me despertaba con mucha facilidad y estaba seguro de que lo había hecho a propósito o eso pensé hasta que lo escuché jadear. Me hice el dormido con el pensamiento de que sería una simple pesadilla, a continuación noté cómo me apartaba la mano de la cintura y lo sentí levantarse. No le di más importancia hasta que lo escuché murmurar.

Lentamente, abrí los ojos y me incorporé. Lo observé largo rato en silencio con la intención de adivinar qué le ocurría, pero si ya era difícil normalmente, más lo era si no le veía la cara. Entonces, me di cuenta de que estaba temblando, no había dejado de jadear y se pasaba las manos de manera nerviosa por el rostro. Me acerqué a él y comencé a decir:

—Oye...

Se sobresaltó muy ligeramente, pero era imposible que no me hubiera oído antes. Más bien parecía como si estuviera sumido en un trance y hasta el más mínimo ruido lo sobresaltara. Me extrañó aún más el hecho de que no me mirara, sino que más bien pareciera que intentara ocultar el rostro. Un sentimiento de preocupación me asaltó, le puse la mano en el hombro, lo obligué a girarse hacia mí y abrí la boca para protestarle, pero ver su expresión me interrumpió.

Tenía los ojos ligeramente más abiertos de lo normal, como si hubiera visto algo que lo hubiera sorprendido en especial, y también los notaba brillosos, como si estuviera conteniendo el llanto. Ahora mismo me parecía... un niño asustado. Quizá necesitara que le dijera algo, pero no sabía qué decir o hacer para borrar aquella expresión tan antinatural en él. Al final me dejé llevar por completo, le puse una mano en la nuca y lo obligué a ocultar el rostro en el hueco entre mi cuello y hombro mientras con el otro brazo le rodeaba la espalda en un gesto... quizá demasiado suave, pero no me importaba.

**Arakami Sasuke** Dom Feb 27, 2011 3:36 pm

Cerré los ojos cuando sentí el contacto con su cuerpo, intenté tranquilizarme en vano, no podía dejar de temblar y aunque fuera levemente sabía que él podía notarlo. Odiaba sentirme tan débil; como si fuera un niño asustado; en otra situación me hubiera alejado rápidamente, pero ahora simplemente necesitaba esto... Nunca antes nadie había intentado consolarme, así que también era nuevo para mí, simplemente disfruté del momento y poco después me separé mirándole fijamente a los ojos, mantuvimos el contacto por largo rato, sin decir nada, pero no era incómodo, al contrario; me gustaba...

Luego simplemente desvié la mirada y me levanté de la cama dándole la espalda.

—Usaré el baño antes... —dije andando hasta la puerta del baño, seguidamente cerré ésta con mi propio peso y apoyé la cabeza, soltando un sonoro suspiro.

**Hibari Kyouya** Mar Mar 01, 2011 5:21 pm

Estaba empezando a preocuparme de verdad... Él no decía nada y tampoco reaccionó, era como si fuera una muñeca rota... Cuando se separó, no aparté la mirada de la suya, quizá tratando de adivinar en qué estaba pensando o, más importante aún, qué le había ocurrido para reaccionar así.

No le contesté ni traté de detenerlo aunque lo que de verdad quería era que me dijera qué le había afectado tanto. Era extraño porque era la primera vez que me interesaba hasta tal punto por alguien, pero saber tan poco de él me frustraba.

Mientras se duchaba, ideé formas para sonsacarle información, pero cuando volvió a la habitación seguía sin ocurrírseme ninguna idea para lograrlo. Él parecía ausente, secándose el cabello, y estaba claro que no pensaba hacer ninguna alusión al tema. No pensaba dejarlo pasar, así que fui directo al grano:

—¿Qué ha ocurrido? —Me miró con una expresión de sorpresa y esperé pacientemente una respuesta que no llegaba. Si intentaba hacerse el desentendido, no iba a funcionar—. Sabes perfectamente a qué me refiero.

**Arakami Sasuke** Sáb Mar 05, 2011 12:25 am

Tardé más de lo que normalmente solía tardar, lo sabía; también sabía que probablemente él se había quedado confuso por lo que había pasado, pero ¿Qué podía hacer? nunca había hablado sobre mis pesadillas o mi pasado con nadie, sólo una vez había despertado a una persona por una de mis pesadillas y esa vez lo resolví bien, no hubo problemas... ¿por qué ahora me sentía tan incómodo?

Salí de la ducha enrollándome una toalla en la cintura y cogí otra para secar mi cabello, suspiré por última vez antes de salir del baño y entré en la habitación.

Intenté actuar con normalidad, removí la toalla sobre mi cabello con la intención de secarlo y entonces él rompió el silencio. No me esperaba para nada que fuera tan directo, lo miré sorprendido y detuve todo movimiento tragando saliva con dificultad.

Luego me giré en dirección al armario y añadí con fingida naturalidad:

—Olvídalo, sólo ha sido un mal sueño.

Dejé caer la toalla y me puse unos pantalones ajustados rasgados por los muslos y las rodillas, cogí una camisa normal y rodé las pupilas hacia él.

Por supuesto, él no parecía darse por vencido, podía verlo en su expresión, pero yo no tenía ninguna intención de hablar sobre el tema ahora...

**Hibari Kyouya** Lun Mar 07, 2011 5:32 pm

Fruncí el ceño por toda respuesta, irritado. Estaba mintiendo, por supuesto, pero por lo que veía no quería contarme qué le había ocurrido. No podía evitar enfadarme cada vez más; al principio pensé que mi molestia se debía a no contestarme, pero iba mucho más allá: me molestaba lo que eso significaba. Si no me lo quería contar era que no me consideraba lo suficientemente importante como para hablar de él, ¿acaso no había sido él el que me había dicho que le preguntase lo que quisiera?

Traté de tranquilizarme porque sabía que la pesadilla le había afectado, ya que actuaba de manera nerviosa y evitaba mi mirada, pero sólo lo conseguí a medias cuando repliqué con cierta dureza:

—No debe ser sólo un mal sueño si no es la primera vez que te ocurre.

Su expresión me hizo ver que di en el clavo. Lo había escuchado lamentarse antes por haberle vuelto a ocurrir; debía ser algo más problemático. Si tenía o no intención de contestarme no lo supe porque en ese momento sonó su móvil. Lo seguí con la mirada y entorné los ojos ligeramente; no iba a permitir que la llamada nos interrumpiera. Me incorporé, me dirigí hacia él y le arrebaté el móvil antes de que contestara. Después, mientras me llevaba el aparato a la oreja, le sostuve por la muñeca la mano que había alzado para sin duda recuperar su móvil y le lancé una mirada de advertencia.

Era la mujer irritante. Estaba preocupada por el herbívoro porque no habíamos ido a trabajar y el hecho de que contestara yo no la tranquilizó. Sin darle ningún tipo de explicación, le respondí secamente:

—No se encuentra bien y va a necesitar unos días para recuperarse. —Le colgué y volví a mirar al herbívoro—. Ahora no hay nada que te impida contarme qué te ha ocurrido.

**Arakami Sasuke** Dom Mar 13, 2011 10:46 pm

Este idiota entrometido ¿Por qué de repente le preocupaba lo que me pasaba? era demasiado problématico e incluso incómodo hablar sobre ello...

Miré fijamente y en silencio cuando contestó por mí al móvil y luego endurecí la mirada.

—¿Se puede saber qué estás haciendo? —Le quité el móvil de las manos y suspiré sonoramente, mirándolo de nuevo—. Puedo ir a trabajar normalmente, ya me encuentro bien.

Nada más que terminé de hablar pasé por su lado y él me sujeté del brazo con fuerza, giré la cabeza hacia él y me sorprendí levemente al ver su expresión severa y un poco angustiada, luego suspiré y suavicé la expresión.

—Es algo que me pasa desde pequeño, tuve una infancia algo complicada y aunque últimamente habían desaparecido, parece que las pesadillas van a seguir atormentándome...

Por su expresión aún no parecía satisfecho con mi explicación, así que continué:

—Mi madre murió por mi culpa... —Noté como la voz se me quebraba un poco al decir eso, desvié la mirada y seguí: —Ella me odiaba, lo supe entonces y lo sigo creyendo ahora; siempre que llegaba de clase me la encontraba borracha, nunca se portó como una madre normal... ni una vez me preparó la comida, así que siempre tenía que ir a buscarla por mi cuenta. —Sonreí irónicamente y oculté mi rostro con el cabello—. Ella no paraba de decirme que ojalá nunca hubiera nacido, que odiaba mirarme porque veía en mis ojos a mi padre y que le daba asco. ¿Sabes lo que significaba esas palabras para un niño de ocho años?

Al final no pude evitar contarle, poco a poco las palabras salían de mi boca y ahora me sentía realmente extraño, aunque no me sentía mal, porque a la persona a la que se lo estaba contando era a él.

**Hibari Kyouya** Jue Mar 17, 2011 11:08 pm

Cuando ya pensaba olvidar el tema o acabaría golpeándole por no contármelo, lo hizo. Me quedé en silencio, mirándolo sin apenas pestañear y sin dejar ver que algo de lo que estaba diciendo me afectara personalmente. Me había imaginado que no tendría padres y por eso el viejo irritante era su tutor legal, pero no me habría imaginado que su situación fuera tan desastrosa. Al verlo desviar la mirada y tratar de ocultar por todos los medios un rostro que sin duda mostraba dolor, me vi en la necesidad consolarlo. No sabía qué esperaba de mí y ni siquiera yo lo sabía; ¿cómo se suponía que tenía que reaccionar al escuchar semejante historia? Quizá... por eso fuera tan... desconfiado...

Mientras seguía pensando en qué debía hacer, mi cuerpo se movió por propia voluntad y pronto me vi sujetándolo con suavidad de la barbilla para obligarlo a mirarme. Su mirada me hizo comprender el calvario que tuvo que vivir, más aún siendo un niño. Había algo que no comprendía y que hasta me irritaba. Por contra, actué con gestos pausados, tanto que hasta me resultaba desconcertante ser capaz de actuar con tanta calma en mi actual estado. Desplacé la mano hasta su mejilla, alcé la otra hacia la otra mejilla y, sin apartar la mirada de la suya, le espeté en un tono de voz extrañamente tranquilo:

—¿Por qué te torturas por no importarle a una persona como ella en vez de alegrarte por importarme a mí?

No me di cuenta del sentido de mis palabras hasta que las solté. De inmediato, me olvidé de la rabia y de la delicadeza para dar paso a una absoluta vergüenza. Aparté rápidamente las manos de su rostro y me alejé con la misma prisa de él. Transcurrieron segundos, minutos, horas... hasta que logré tranquilizarme, al menos mínimamente.

—Si alguna vez tienes otra de esas pesadillas, no me importará que me despiertes. Será en la única ocasión en la que no te morderé hasta la muerte por hacerlo —añadí sin girarme hacia él.

**Arakami Sasuke** Jue Mar 24, 2011 3:55 pm

No sabía cómo interpretar lo que había dicho, aunque me pareció que posiblemente había pensado lo mismo que yo al ver su reacción. Era gracioso verlo avergonzado, me gustaba que actuara así de vez en cuando...

Sonreí divertido por su reacción y fijé la mirada en su nuca cuando empezó a hablar de nuevo; nuevamente me sorprendía lo que escuchaba, porque nunca antes parecía importarle nada.

—Una de las cosas que más odio, es que sientan lástima por mí; así que si sólo dices esto por lástima, no digas nada más.

Quizás soné más brusco de lo que pretendía en un principio, pero realmente parecía que él sentía lástima por mí, que no lo hacía porque de verdad estuviera preocupado y eso me molestaba.

—Ve a ducharte y luego saldremos.

Pasé por su lado sin prestarle mucha atención y al notar que él no hacia ningún movimiento, me giré y lo miré, estaba inmóvil, mirándome con dureza, como si se hubiera ofendido con mi comentario.

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