Habitación 03 - Sebastian Michaelis

Me pasé un segundo por delante de su puerta. No sabía el alcance de sus poderes, pero simplemente deseé con todas mis fuerzas que lo oyera. "Lo siento mucho" dije desde el fondo de mi corazón. Y susurré un -Mañana hablamos, estoy muy cansado ahora. Y necesito pensar.- Y me fui a mi cuarto.

me quité los guantes y la chaqueta y alcé mi rostro, observando la habitación. Había conseguido calmarme un poco -en realidad solo controlarme, porqué seguía enfadado y dolido- y ahora me daba cuenta de los destrozos que había ocasionado. Observé los objetos tirados por el suelo entornando los ojos -hm...creo que me excedí demasiado, esto no es algo que un mayordomo debería hacer -levanté un dedo y todos los objetos empezaron a moverse, hasta recuperar su hubicación habitual. Mientras estaba concentrado ordenando escuché una voz conocida en mi cabeza. Era Hayato. "Lo siento mucho". Sus palabras parecían sinceras...ahora me daba cuenta de que se había vengado por lo que le hice, y al parecer, ahora se arrepentía -hm...parece que el remordimiento es algo común entre los humanos -comenté, en tono irónico. Pero la verdad es que yo también deseaba hablar con el, así que me levanté y me dirigí a su habitación

llequé a mi habitación y me quité la chaqueta sin detenerme, hasta que me senté en el escritorio. esperaria a hayato, pero tenía muchas cosas que hacer antes

Llegue a su puerta, me acerqué y pegue *pom pom* y espere la respuesta.

---

espere un rato y vi que no venia, asi que de mientras aprovecharia para ir a almorzar-

Llegué a mi habitación con algo de prisa. había tenido que ausentarme todo el dia ya que tenía muchos recados atrasados y necesitaba productos que debían ser eniados en la mansión, pero claro. esto no era Inglaterra, y costaba el doble conseguirlos -malditos ignorantes -dije mientras dejaba todo lo que había comprado en el escritorio, que serviría para nuestra estancia aquí. de pronto noté que la marca de mi mano empezaba a brillar. el joven amo estaba en apuros de nuevo. suspiré pesadamente -justo en el mejor momento -pensé con ironía y mis ojos empezaron a brillar, hostiles, mientras una sonrisa se extendía por mi rostro -hora de cazar ratones -dije sómbriamente y me desvanecí. aparecería donde estuviera mi amo

De nuevo vine al cuarto de Sebastian y volvi a repetir la misma operación de ayer, *pom pom* y esperé a ver si habia respuesta esta vez.

-----

De nuevo no estaba, me parecia normal, ya que tiene un "trabajo" a tiempo completo con Ciel y otro como profesor en el insituto... No me extrañaba.

Llegué a la habitación y entré, después de haberme quitado los guantes para no manchar nada, ya que todavía tenía sangre en la ropa. Me desvestí y caminé desnudo por la habitación -total, no me veía nadie- para poner la ropa a lavar. me metí en la ducha y dejé que el agua me limpiara. aunque me gustaba sentir el olor a sangre en mi piel, la limpieza era lo primero, para causar una buena impresión. Me lo había pasado en grande matando a todos esos humanos y además tuve la ocasión de irritar a mi amo. de nuevo, cosa que me divertía. Por supuesto, reacccionaba como yo me esperaba. estaba satisfecho. al entrar en la habitación, había notado la presencia de Hayato. suspiré. habia vuelto a venir cuando yo no estaba. Pronto lo vería. sonreí traviesamente y empecé a enjabonarme con lentitud, acariciando mi cuerpo, resbalando los dedos por mi piel. ya tenía todo el trabajo echo, solo me quedaba prepararle el te a mi amo por la noche, así que podía permitirme cierto tiempo

Después de dar un paseo, se me ocurrio volver, porque cuando vine era mediodia, y no pense que podria estar con Ciel almorzando, asi que aproveché ahora para pasarme y ver si estaba aqui
*pom pom* - pegue en la puerta.

Mientras estaba a medio ducharme llamaron a la puerta. Hayato había vuelto otra vez, y eso me alegró. cerré el grifo y, sin secarme me enrollé una pequeña toalla en la cintura y fui a abrir la puerta -Hola Haya-kun, te estaba esperando -le dediqué una de mis sonrisas torcidas, lo sujeté por la mano y lo empotré contra mi pecho. no me importó que estuviera mojado. su piel cálida en contraste con la mía, ahora fria por la ducha, se sentía sorprendentemente agradable. se me hacía raro pero..lo había echado de menos, así que se lo dije -ha sido un dia muy largo sin ti, a pesar de la diversión que obtuve ayer -cuando alzó el rostro lo miré intensamente y le pasé las yemas de mis dedos por su mejilla. Si había tiempo, hoy podría poner en práctica mi plan

Por suerte, abrieron la puerta, y estaba ahi Sebastian, mojado y con una toalla en la cintura, me cogio y me abrazó. Se me mojó la ropa pero poco me importó, correspondí su abrazo ya que lo deseaba y le notaba frio por el agua. Y me dijo que, -ha sido un dia muy largo sin ti, a pesar de la diversión que obtuve ayer - -También fue largo para mi, no sabes cuanto...¿Qué diversion tuviste?- pregunté curioso.

Retrocedí unos cuantos pasos sin dejar de abrazarlo, para poder cerrar la puerta detrás de nosotros y así tener más intimidad. me dijo que para el también había sido largo y me preguntó que diversión había tenido. Me incliné, sonriendo y le di un beso rápido antes de empezar a hablar -El joven amo se perdió en los barrios bajos y volvieron a atacarle algunos de los supervivientes a los que me enfrenté en el cementerio. Tuve un festín de sangre espléndido -añádí sombriamente y luego le sonreí -por eso me estaba duchando, por desgracia mi traje quedo echo un asco -lo observé durante unos instantes, analizando sus pensamientos. vi que se había masturbado en la habitación y no pude evitar que se me escapara una risita -que has estado haciendo? si no estás ocupado podemos ir a algun sitio. no me olvido de tu sorpresa

Me conto que de nuevo habia tenido percances como los del cementerio. Me conto que su traje habia quedado mal de nuevo. -Como sigas asi no vas a ganar para los trajes.- y me rei por lo bajo. Acto seguido me dijo -que has estado haciendo? si no estás ocupado podemos ir a algun sitio. no me olvido de tu sorpresa Por un segundo me sonroje, y le conte, -Fui a almorzar hace poco asi que tengo mucho que hacer hasta mas tarde. Me gustaria saber ya lo de la sorpresa jeje- volví a reir divertido y le besé. Pero tenia cosas que hacer. -Lo tendremos que dejar para otro dia, tengo muchisimas cosas que hacer, solo queria verte un poco y ya me he alegrado.- le volví a besar y me fui por la puerta.

hice un gesto de desaprobación cuando dijo lo de los trajes -he encargado uno nuevo, pero va a tardar algunos dias así que...deberé aprovechar el que tengo, hasta entonces -entorné los ojos. no me gustaba llevar puesto algo estropeado o viejo. Un mayordomo debía hacerse ver por su imagen, entre otras cosas. Me preguntó sobrel a sorpresa -cuando vuelvas, lo verás -le sonreí traviesamente y lo besé, abrazándolo antes de que se fuera

Llegue a su puerta, y la golpee *pom pom* y espere a su respuesta pacientemente.

Estaba sentado en el escritorio. Había visto a ese chico satoru, y a Hayato bastante juntos estos dias. Sabía que no había nada entre ellos, pero no me hacía mucha gracia verlos por ahí solos. Debería vigilarlos bien y si Satoru apreciaba su vida...cuidaria sus acciones -sonreí perversamente y volví mi vista hacia los papeles que estaba rellenando. La mayoria tenian que ver con eventos a los cuales mi amo había sido invitado. era una época bastante estresante. En ese momento llamaron a la puerta. Supe que era Hayato. Me levanté de la silla, dejé las gafas encima del escritorio y fui a abrir la puerta -pero quien tenemos aquí -dije sonriendo de medio lado mientras lo observaba. De hoy no pasaba. estaba dispuesto a hacer que no olvidara el dia de hoy

Abrio la puerta, entré y la cerré y me abracé a el, -Te he echado mucho de menos...- dije suspirando de alivio. Levanté mi cabeza, le sonré y con una mano acerqué su cara a la mia y nos besamos.

-yo también te he echado de menos mi pequeño -correspondí a su abrazo haciendolo mas fuerte y cuando me separé, lo llevé hasta la cama, para que se sentara en mis piernas y estuviera más cómodo -parece que has estado bien acompañado estos dias, verdad? -dije en tono afilado -pero hoy vamos a pasar tiempo juntos -acerqué mis labios y los presioné contra su oreja, haciendo que mi aliento entrara directamente en ella, mientras hablaba -no vas a olvidar este dia

Me llevo a la cama y me senté encima de el, -parece que has estado bien acompañado estos dias, verdad? - -Si, he tenido algunos asuntos pero he estado con la gente del consejo de estudiantes y tal, aunque me sentido algo solo, tu eres el unico al que quiero a mi lado todo el tiempo.- dije sonrojado. Me susurró en la oreja que no iba a olvidar ese dia, y suponí que se refería a la sorpresa que tenia planeada desde hace dias.

Dijo que yo era el único con el que quería estar siempre. eso me hizo calmarme, y mis celo disminuyeron considerablemente. era una conducta irracional, lo sabía, pero a pesar que lo intentaba, no podía evitarlos. acaricié sus mejillas con mis manos y deslicé mi cabeza, hasta que mis labios se posaron sobre los suyos -es bueno oir eso -sonreí ante lo que pensaba -exactamente, me refiero a la sorpresa que te tengo preparada. no es nada del otro mundo. Pensé en ir a algun sitio juntos...pero con una pequeña modificación -lo cojí por debajo de los brazos y lo dejé sentado en la cama para poder levantarme. Fui al escritorio y saqué un objeto del cajón. Era un pequeño bibrador en forma de óvalo, atado a un pequeño cordel y tenía un pequeño mando, que yo podría controlar a conciencia -he comprado esto para tí -le dije, mientras me acercaba y lo balanceé delante de su rostro -te gusta? -lo observé, divertido

Comentó lo de la sorpresa y dijo que era de ir a algun sitio juntos pero eso me parecía genial, pero me levanto y me dejo en la cama y el fue a cojer algo de un cajon, era un vibrador en forma oval, al verlo me hizo sonrojar, dijo que habia comprado eso para mi, -¿eh?- me quede un poco sorprendido, -Bu-bueno... no me importa usarlo...- dije sonrojado y algo nervioso, ya que nunca habia usado ese tipo de cosas.

Podía ver su nerviosismo y como sus mejillas se habían sonrojado, y eso me instaba a continuar. Sonreí y dejé el bibrador encima de la cama, a su lado. Me acerqué y lo observé con mis penetrantes ojos, haciendolo retroceder un poco -Está muy bien que no te importe usarlo...porqué te lo voy a poner ahora -le acaricié desde su rodilla, subiendo por su muslo y le desabroché los pantalones -no te va a doler, seré cuidadoso -bajé mi vista, sin dejar de sonreir y lo hice tumbar en la cama, para poderle bajar de un tirón los pantalones y la ropa interior. No pretendía quitárselos, ya que nsos iríamos ahora mismo. sel os bajé lo juto para tener acceso a su entrada. Le levanté las piernas y me arodille -estás apretando los músculos....tantas ganas tienes? -le pregunté con voz aterciopelada. cojí el bibrador y se lo rocé por la zona, lentamente -cuando te lo haya metido nos iremos. Iremos al cine y luego te llevaré a un lugar que de seguro te gustará

Al ver el plan que habia planeado me excité un poco pero mentalmente intentaba relajarme para no ponerme duro, noté el frio del material en mi entrada, y noté como poco a poco lo metía, como el me habia dicho que iba a ser, delicado. No pude evitar soltar un gemido al tenerlo todo dentro de mi. Para acallarme a mi mismo tiré de la solapa de su chaqueta y le besé. -Vámonos.- dije con la mirada entre decidida y excitada.

Cuando se lo metí todo le pasé la lengua por el agujero, mientras le sujetaba el bibrador en el muslo, para que no se le cayera. Se estaba intentando controlar, pero yo sabía que tarde o temprano no podría aguantar más. Estaba ansioso por saber hasta donde era capaz de resistir y claro, yo no se lo iba a poner fácil. Tiró de mi y me besó. yo le correspondí con ganas y cuando nos separamos, me levanté y le subí los pantalones -claro, ahora ya estás listo -le cojí la mano para levantarlo y me fijé en su rostro -hm...mira la expresión que tienes. te excita todo esto? -dije divertido, antes de salir de la habitación

El me subio los pantalones, me dijo que estaba listo y le tendio la mano que yo cojí para levantarme. Me dijo que me excitaba todo esto, -Sería un problema si no me excitara...- y salimos del cuarto cojidos de la mano.

Entré en la habitación y me desnudé para cambiarme de ropa, ya que mi traje se había vuelto a ensuciar. Me puse una camisa, medio abierta y unos pantalones negros. Todo estaba tranquilo y aburrido ahora, y mi amo había dicho que no necesitaba mis servicios. Así que no debía ir a ningun sitio. observé la habitación e hice una mueca de disgusto. la verdad esque me pasaba poco tiempo en ella, y no estaba todo lo limpia que yo hubiera querido. así que me dispuse a limpiarla