Habitación de Agatsuma Soubi!^^

Llego a la habitación muerto de calor, abro apresuradamente la maleta y saco una camiseta de tirantes roja, ya que si me pongo algo más de color negro, me muero. Decido salir a la terracita de mi habitación con mis utensilios para pintar el paisaje. Cuando lo he colocado todo y me dispongo a empezar, oigo que alguien llama a la puerta...

Desde siempre he odiado la calor y el verano, pero este odio ha incrementado notablemente este verano en concreto. El estar fuera del instituto a causa de las reformas ha hecho que todos mis planes se hayan ido al traste y eso no me gustaba nada y me ponía de mal humor. Y para añadir otro hecho a todo esto... nos han mandado a otro sitio con alojamiento en el mar para disfrutar del verano.
- Tch... vaya perdida de tiempo - digo enfurruñado mientras camino por el pasillo del hotel cargando con mis maletas dirigiéndome a la habitación que me habían indicado- Maldito Sebastian! ¡¿Dónde demonios se debe haber metido que tengo que cargar yo solo con estas maletas!? Cuando ese bastardo vuelva sabrá lo que es bueno! - continué murmurando para mí mismo enfadado.
Cuando por fin consigo llegar a la habitación pico a la puerta y visto que me habían dado el visto bueno la abro y... vi a alguien que no había visto por allí aún. Intento agarrar todas las maletas y entro con ellas dentro. Inmediatamente después me senté en la cama algo cansado para recuperar el aliento del maldito viajecito y le saludé.
- Soy Ciel Phantomhive, me han dicho que esta será mi habitación durante este tiempo que pasaremos aquí - le digo a la vez que le enseño el numero de la placa que me habian dado- asi que seremos compañeros de habitación una buena temporada - hago una sonrisa algo forzada y le miro - yoroshiku nee.

Me levanto ligeramente fastidiado, dispuesto a echarle la bronca al que me ha interrumpido en mi momento de máxima inspiración. Me dirijo hacia la puerta y abro. Al principio no veo a nadie, pero luego miro hacia abajo y veo a un niño bajito, con un parche en el ojo y el pelo de un extraño color azul. El niño, tan felizmente, se introduce en mi habitación cargando con un montón de maletas y se sienta tan ricamente en mi cama. A continuación se presenta, y me dice que seremos compañeros de habitación. No me lo puedo creer, ya que se suponía que teníamos habitaciones individuales, pero no digo nada, cierro la puerta y me planto delante de él mirándole fijamente. Observo que tiene la misma edad que Ritsuka así que le digo: No te echo a la calle porque tienes la misma edad que alguien que conozco y quiero mucho, pero que sepas que a la mínima que me vengas de niñato consentido te vas fuera...y, ¡ah, si! ¡SAL DE MI CAMAAA!