De nuevo en la cárcel... [Cerrado]

Llegamos a la cárcel. Cuando intenté abrir la puerta, me encontré con que estaba cerrada. Di unos pasos hacia un lado, donde acababa la puerta y sólo había pared, y choaqué mis palmas para tocar la pared, en la que apareció una puerta. La abrí y pasé primero, invitándoles a pasar a ellos después.

Ed nos guió hasta una cárcel a las afueras de la ciudad. Parecía abandonada... desde luego ése era el lugar perfecto para enseñarles lo que quería enseñarles, allí no molestaría nadie... observé sorprendido cómo hizo aparecer una puerta de la nada... su poder era realmente útil, parecía como si pudiese hacer cualquier cosa... entró y nos instó a pasar, así que dejé entrar primero a Rose y después entré yo. Miré el interior... había bastante espacio, era lo que necesitaba...

Llegamos a la nueva carcel y Edward nos abrio la puerta, parecia que el lugar estaba completamente abandonado, entonces Ueki me dejo pasar primero, un poco asustada me acerque a los dos y le pregunte a ueki ¿esactamente para que vinimos aqui? Entonces me di cuenta que en el lugar habian algunas plantas que salieron al ser abandonado y eso me tranquiliso un poco

Entraron los dos, y vi a Ueki echar un vistazo... Rose se acercó a nosotros y preguntó: "¿esactamente para que vinimos aqui?" -No lo sé exactamente, Ueki me pidió llevaros a un lugar donde no fuese nadie, y aquí está...- me giré hacia Ueki, esperando ver para qué quería venir a un sitio así...

Oí la pregunta de Rose, y me giré hacia Ed. -Ed, ¿podrías hacer un muro allí al fondo? Es para no destruir la cárcel...- me giré ahora hacia Rose. -Ahora lo verás, es que no puedo mostraros ésto en cualquier sitio...- le dije sonriendo.

Asentí con la cabeza a lo que me dijo Ueki, y levanté una ceja con su último comentario... ¿destruir la cárcel? ¿Pero qué pensaba hacer? Choqué mis palmas y toqué el suelo. Al fondo, enfrente de la posición donde se encontraba Ueki, apareció un muro. Lo hice especialmente grueso, por lo que había dicho al final de "destruir la cárcel" Esperé a ver qué hacía Ueki ahora...

Vi el muro al fondo, y di unos pasos hacia adelante. -Será mejor que os cubráis por si acaso, id un poco más hacia atrás- dije, girando la cabeza para comprobar que lo hacían.

escuche lo que dijo Ueki y me separe un poco luego invoque al viento para que me proteguiera por si acaso, la verdad tenia curiosidad por saber que iba a hacer y le dije Listo ya estoy proteguida ahora muestra que el suspenso no me gusta Lo mire atentamente a ver que hacia

Me encogí de hombros y di un par de pasos hacia atrás, tal y como dijo Ueki. -Cuando quieras...-

Cuando comprobé que se habían alejado un poco, estiré mi brazo derecho hacia mi derecha, y grité: -¡KUROGANE!- el arma sagrada de una estrella, el cañón Kurogane, apareció de la nada, apuntando hacia arriba y con mi mano como unida a él... bajé el brazo derecho, apuntando con Kurogane hacia el muro, y disparé. La bala de Kurogane se incrustó, haciendo saltar pequeñas piedrecitas por todos lados. Al final no había hecho falta que se alejasen, estábamos lo suficientemente lejos del muro como para que las piedras llegasen, pero era mejor ser precavidos... un rato después, cuando la bala de Kurogane dejó de dar vueltas intentando atravesar el muro, Kurogane desapareció, y lo mismo hizo la bala. Me giré hacia Ed y Rose. -Buen trabajo con el muro, Ed- le dije sonriendo. -Para el resto de mis armas no hará falta en teoría... pretendo mostrároslas todas, como muestra de que podéis confiar en mí- me quedé mirándoles, esperando su reacción...

mmm, mire asombrada lo que asia Ueki, era realmente asombroso y le pregunte a algunas plantas ¿si sabian que era eso? segun me dijeron eran las armas sagradas, con eso me basto y me acerque a Ueki y le dije ¿Como puedes hacer aparecer las armas sagradas necesitas algo? luego me acerque mas y le pregunte ¿No cansa? Preferia que me respondiera él, no queria tener que preguntarle de nuevo a una planta

Eso había sido bastante asombroso... y por lo que decía aún había más... vi a Rose acercarse a él, y yo hice lo mismo. Por lo que dijo Rose, eso se llamaban "Armas Sagradas"... miré a Ueki, bastante divertido... era realmente interesante todo aquéllo...

Los dos se acercaron, y escuché la pregunta de Rose. -En realidad para usar las armas sagradas no necesito nada, aunque siempre puedo fusionarlas con mi otro poder, para lo que necesito basura- me reí un poco cuando me preguntó que si cansaba. -Pues en realidad no, no me canso por usarlas, la verdad es que yo soy... un Neo-Celestial... así que tengo más poder que un Celestial, y a los Celestiales no les gasta energía, así que a mí bastante menos...- me giré de nuevo hacia el muro, para sacar otro arma sagrada. Extendí de nuevo mi mano hacia mi derecha. En realidad siempre cogía basura, pero como una simple pelotilla pequeña de envoltorio de chocolatina bastaba para usar mi poder, apenas se notaba la mayoría de las veces que en mi mano tenía basura. -¡POSTE!- el arma sagrada de cinco estrellas, Poste, apareció en mi mano derecha y empezó a alargarse hasta chocar con el muro. Después, desapareció, y bajé mis manos hacia el suelo, gritando: -¡RANMA!- del suelo agarré el arma sagrada de tres estrellas que empezó a salir de él, la gran espada Ranma. La elevé un poco y después la bajé a gran velocidad, cortando el muro en dos. Después Ranma desapareció. -Luego tengo algunas armas más, pero no podréis ver sus efectos aquí, o son muy poderosas...- dije pensando en que aquí sería difícil que viesen lo que hacía Namihana, Guliver o incluso Machacador... y pensé en que enseñarles a Satán sería demasiado arriesgado... sin embargo, sí que les podía enseñar a Raika y a Seiku, aunque a Seiku ya la habían visto antes... -¡RAIKA!- el arma sagrada de seis estrellas, Raika, los patines que permitían moverse a gran velocidad, apareció a mis pies, y di un par de vueltas rápidas. Desapareció, y después grité: -¡SEIKU!- y apareció a mis espaldas el arma sagrada de nueve estrellas, un par de alas azules... no vi necesario mostrarles de nuevo cómo se usaban, además de que el techo me impediría volar muy alto, así que desaparecieron un instante después. -Bueno, con esto os he mostrado las armas sagradas que, como he dicho, aquí dentro podéis ver sus efectos... y una que no os he mostrado porque es demasiado poderosa y podríamos acabar enterrados en escombros...- esperé su rección de nuevo.

Mire entretenida como sacaba todas sus armas, era interesante verlas entonces al final saco un par de alas entonces le pregunte ¿puede usar tus alas para que pueda volar contigo?, osea que me afirme de ti mientras tu vuelas seria entretenido Mientras asujetaba su braso a ver que respondia, pero antes para que no dijera que no habia espacio llame a la tierra he ise que el techo subiera para que el pudiera volar, despues espere su respuesta

Observé atentamente todas las armas que iba sacando. Me intrigaba lo que había dicho de que una era demasiado poderosa... vi lo que hizo Rose, y me reí para mis adentros...

Escuché lo que me propuso Rose, y vi que el techo se hacía más alto... se sujetó a mi brazo, y me sonrojé bastante. -Estoo...- me costaba horrores hablar, pero no podía decirle que no... Intenté tranquilizarme. -¡SEIKU!- y las alas volvieron a aparecer a mi espalda. Respiré hondo, aunque no terminaba de tranquilizarme del todo, seguía sonrojado y lo sabía perfectamente... di un salto y empecé a volar suavemente por la cárcel, con cuidado de que Rose no se cayese...

Mire como nos elevabamos, y me aferre mas a el no queria caerme, la sensacion de poder volar era genial, y dije Siiii, fantastico entonces mire a Edward que estaba en la tierra y lo salude con la mano intentando no soltarme, luego segui mirando y espere a ver cuando bajaba Ueki

Ueki empezó a dar vueltas en el aire, y Rose estaba disfrutando de la sensación. Me saludó con la mano desde arriba, y yo le devolví el saludo, sonriendo. Vi que Ueki seguía sonrojado, se notaba incluso desde aquí. Seguí mirándoles desde abajo, sonriendo.

Rose se agarró más fuerte aún, y cuando ya no pude soportarlo más, empecé a descender. Notaba que estaba más sonrojado aún que antes, y no podía hablar... cuando volvimos a pisar el suelo, las alas desaparecieron, y empecé a respirar despacio unas cuantas veces, pero no me podía tranquilizar, estaba realmente nervioso... esa sensación era nueva para mí, no entendía muy bien qué me pasaba, aunque... tenía una idea de qué podía ser, pero seguía sin estar seguro...

Cuando volvieron a bajar, vi que Ueki estaba algo nervioso, y decidí ayudarle. Me acerqué a Rose. -¿Qué tal el vuelo?- agh... no se me ocurría otra cosa, lo siento Ueki, no sé si con esto podré ayudarte, pero no sé que otra cosa decir...

Cuando ueki desendio me solte de él y me volvi para darle las gracias, entonces Edward me pregunto ¿Qué tal el vuelo?y yo me volvi rapidamente a mirarlo a él y le respondi estubo fabuloso, la sensacion de poder volar era super, me encanto, deve ser un privilegio poder volar Entonces ahora si me volvi y le dije a ueki Muchas gracias por dejarme volar contigo entonces le sonrei y me acorde de que tenia que volver el techo a su normalidad entonces cerre los ojos e ise mi mayor esfuerso para que volviera a ser como antes.

Miré a Ed, que había venido a ayudarme, y pude tranquilizarme con su ayuda. Se lo agradecería más tarde... Rose se giró de nuevo hacia mí para darme las gracias. -...Na...de na...da...- aún estaba un poco nervioso, así que pensé en algo para tranquilizarme del todo. Me giré hacia Ed. -Por cierto, Ed, ¿podrías atacarme desde cierta distancia con tu Alquimia? Es para mostraros el Segundo Nivel de mi poder de transformar la basura en árboles...- suspiré, algo más tranquilo ya.

Cuando Rose le dió las gracias, Ueki parecía un poco más calmado, aunque no del todo. Me preguntó que si podía atacarle desde lejos con mi Alquimia. Levanté una ceja, extrañado por esa petición. Me dirigí a la pared, y allí me di la vuelta para mirarle. -¿Desde aquí está bien?-

Escuche lo que se decian, y me pregunte porque tendria que atacarlo Edward, entonces me aleje un poco para ver y me sente haber que salia de todo esto.

Ed se dirigió a la pared, y antes de que se lo dijese Rose se había alejado un poco. Miré entonces otra vez a Ed. -Perfecto, ataca cuando quieras- dije mientras metía mis manos en los bolsillos para coger con cada mano un poco de basura.