Habitación 02 - Satoru Mizusawa y Ciel Phantomhive

bueno pues hemos llegado-.Cuando llegamos la puerta estaba cerrada asi que pensé que alomejor por fin había llegado mi compañero de cuarto.-espere un momento sensei que compruebe una cosa.-le dije mientras abría la puerta sigilosamente y miraba dentro, pero no había nadie.-vaya..pues todavia no ha venido el chico de la placa..-pense en vol alta un poco decepcionado por no conocer todavia a mi compañero de cuarto mientras me giraba hacia donde estaba el sensei.

Lo acompañé hasta su habitación. Parecía que su compañero aún no había llegado. - Bueno. Yo ya cumplí. Buenas noches, Satoru. - Me acerqué a el y lo besé en la frente. - Hasta mañana.

¡un momento!-grite lo más silenciosamente posible para no despertar a nadie.-no me dejo darle las buenas noches apropiadamente-le dije al mismo tiempo que me acercaba a él, y le daba un lametón en la mordedura que le había hecho durante el sexo.-ahora si sensei, buenas noches y hasta mañana^^-dije sonriendo y mirando hacia donde estaba él al mismo tiempo que entraba en la habitación y cerraba la puerta.

Que travieso eres, Satoru. - dije al mismo tiempo que se cerraba la puerta. - Así solo conseguirás que te desee más, idiota. - pensaba mientras me dirigía hacía mi cuarto.

jajajajaja-me rei al escuchar de lejos las palabras del sensei "que travieso eres, satoru". Estaba tremendamente feliz, no se como demonios había ocurrido pero ahora estabamos incluso mejor que antes.-¡no puedo creerlo!-dije a la vez que me ponía colorado.-bueno, despues de tantos follones, estoy agotado asi que ire a dormirme-asi que, deje las cosas que llevaba en el escritorio y seguidamente me tiré en la cama esperando a que llegara un nuevo día.

Ya era por el medio dia asi que suponí que Mizusawa estaría despierto. *Pom Pom* Pegue a la puerta esperando una respuesta.

Estaba profundamente dormido. Aquella noche había dormido de un tiron y estupendamente, después de lo que paso anoche, estaba muy contento asi que el sueño me cogió por un buen tiempo. Sobre el mediodia me despertó un ruido en mi puerta *toc toc*, no creia que fuera el sensei, no seria tan atrevido asi que supuse que seria un compañero de habítación. Todavia estaba en pijama, pero bueno, aquello no tenía gran importancia, asi que me levanté de la cama y fui a abrir la puerta.-oh..Hayato-kun, pasa..pasa..*aaaa*-le dije mientras bostezaba y me rascaba un poco los ojos, que aun los tenia dormidos.-

Lo habia pillado durmiendo. -Vaya lo siento, pense que estarías despierto, si quieres te dejo seguir, que no me importa- Me temo que eso significaba que habia tenido la noche "ocupada" pero no le pregunte sobre el tema. No todavía.

-no tranquilo si ya he dormido mucho, ademas tengo cosas por hacer asi que me ha venido bien que me despertaras-le dije sonriendo mientras hacia un gesto con la mano indicandole que pasara-esperate un momento que me cambio, puedes sentarte donde quieras-le dije mientras cogia la ropa de la maleta y empezaba a desvestirme.

Me dijo que le habia venido bien que le despertara, y me dijo que pasara, pero vi su cama estaba deshecha asi que me sente en la cama del compañero que en ese momento no estaba. Era una cama muy blandita, era difente de la mia. Se sentia muy bien, me dieron ganas de echarme pero me contuve aunque Mizusawa no me viera ya que estaba cambiandose de ropa. Entonces fui directo al grano. -¿Como te va con el sensei?

b-bueno supongo que en ti puedo confiar..-le dije algo sonrojado y mirandole mientras me cambiaba.-v-veras..ayer tuvimos un problema pero ya esta solucionado asi que supongo que podria decirse que estamos ¿saliendo?..bueno no lo se exactamente pero estamos bien^^-le dije sonriendo sinceramente, estaba tan contento que no podía demostrar otra cosa y tenía ganas de que todo el mundo se enterase, pero, por desgracia eso era algo imposible asi que por lo menos decidí tener una persona de confianza con quien hablar del tema y, dado que el ya me dijo que le gustaban los hombres, pensé que sería la persona ideal.

Me senti aliviado de no contar mi secreto a una persona que no cuenta los suyos, yo intuía que tenia algo con Asami-sensei, y lo afirmo aunque no tenia muy seguro en que terminos tenia la relación. Sentí tener una afinidad en ese sentido, y realmente me iba bien, tener a alguien de confianza que contar sobre mis amores y demases. -Me alegra que me lo cuentes, entonces, sino te importa, te nombro mi primer amigo de temas secretos jeje- Dije con una risilla al final, que era de felicidad.

¡vale!-le dije emocionado y sonriendo, yo pensaba igual. Se me vino a la cabeza, que me apetecía hablar con el sensei antes de irme a desayunar asi que pense en visitarlo en su habitación.-¿te apetece que vayamos a desayunar al comedor? yo tengo que ir ha hacer una "cosa" antes pero si quieres me esperas alli.

Me ofreció ir a desayunar, aunque era mas bien la hora de almorzar, pero tenia hambre asi que acepte igual. -Vale, nos vemos alli, y suerte con tu visita jeje- Y asi me fui yendo al comedor.

Me pareció que entendio mi frase asi que deseandome suerte se fue para el comedor. Yo cogi mis cosas y sali por la puerta en dirección a la habitación del sensei. Aunque no sabia si ya estaria despierto.

- Por fin he logrado encontrar la habitación que me pertoca. - digo todo sonrojado y sudado por haver estado andando por medio colegio intentando encontrar la dichosa habitación.
Después de quedarme un par de minutos parado para que se me fuera un poco el cansacio y para poder limpiarme un poco la sudor, leí la placa que habia al lado de la puerta en la cual ponia: Habitación de Satoru Misuzawa y de Ciel Phantomhive. Al ver mi nombre me sentí un poco más tranquilo.
Entonces llamé a la habitación *pom pom* pero nadie contestó: - Vaya parece que no hay nadie ahora mismo. Bueno mejor entro para descansar un rato. Entré y me estiré en la que debia ser mi nueva cama mientras el mayordomo de repuesto colocava todas mis cosas. Fue en ese momento cuando me empeze a quedar dormido...

Bueno, después de mi primer de clases, estaba completamente agotado, así que me volví a estirar en la cama. No me dormí immediamente ya que estaba acostumbrado a que Sebastian me hiciera compañia antes de ir a dormir, pero ahora él no estaba, la verdad es que no tenia ni la más mínima idea de dónde estaba. Entonces, me fundí en ese pensamiento y me dormí, pensando que mañana será otro dia.

Aun así, al cabo de un rato de descansar, me volví a despertar porqué tenia un remordimiento de conciencia, como si me olvidara de hacer algo. Entonces me acordé del trabajo de literatura, pero pensé que ya iria al dia siguiente a hacerlo, ya que quizás, al no conocer aun el instituto, me podia perder buscando la biblioteca. Le tenia que preguntar a uno de esos chicos de la clase de literatura que me enseñara donde esta cada sala. Pero decidí que ya se lo preguntaria mañana y el sueño se apoderó de mí.

después de salir de la habitación, me pusa a andar en silencio por los pasillos, en busca de la habitación del joven amo; gracias al contrato no era difícil para mí saber donde estaba. al rato de caminar porfin la encontré y, con decisión abrí la puerta. -con permiso...joven amo? -dije entrando en la habitación y suspiré al verle dormido -desde luego, siempre será igual de descuidado -dije con parasimonia, acercándome a él. Aún no había desempaquetado las maletas y llevaba la misma ropa con la que habiamos llegado. Sonreí traviesamente al observarlo; era un niño al fin y al cabo. Empecé a desempaquetar todas sus cosas y las fui ordenando, tratando de no hacer ruido; no quería asustarlo, pensé ironicamente. Después de ordenarlo todo, me senté en una silla que estaba al lado de la cama y, casi con cariño, y observandolo fijamente, le acaricié los cabellos, para que notara mi presencia - joven amo, despierte -dije con voz casi fantasmal- Debería darme prisa, algunos preparativos para el joven amo ya estaban echos, pero debía volver a mi habitación y organizar las cosas para empezar pronto con las clases...y con la investigación; había algo en este centro que me inquietaba, algun tipo de presencia maligna...me gustaba. Pensando esto sonreí diabólicamente y esperé, por si el joven amo se despertaba. no obtuve respuesta, así que decidí regresar a mi habitación. Si deseaba algo no tenía mas que llamarme. Me levanté de la silla y me voltee para observarlo, en la penumbra -que descanse...joven amo -dicho esto, volví a mi habitación

Cuando llegué a la habitación y abri la puerta me di cuenta de que había alguien en la otra cama, asi que supuse que había llegado mi compañero. Él era el chico que me había encontrado en el jardín y el que se presento en clase como Ciel, la verdad esque en ese momento no recordé su nombre asi que no me lo imaginé, que bien, la verdad esque parecia buen chico asi que iba a ser un gusto compartir habitación. Lo siguiente que hize fue acercarme silenciosamente a mi cama y acostarme. Estaba rebentado y me dolia la espalda, lo que más necesitaba era dormir asi que cerré mis ojos y poco a poco fui perdiendo la conciencia.

Cuando me desperte ya era mediodia, y no habia dormido demasiado bien, la noche anterior me dejo agotado y creo que al sensei tambien ya que me dijo que no se encontraba muy bien. Aunque tampoco era demasiado, me dolia algo la cabeza y la espalda, supongo que llevabamos haciendolo demasiados dias seguidos. Me levante sigilosamente puesto que mi compañero aun dormia, eran las 12:53 asi que pense que era una buena hora para ir al comedor, aunque no tenía demasiada hambre, pero alomejor me encontraba con alguien y asi me animaba un poco. Cogi mis cosas, deje arreglada mi cama y salí de la habitabión en dirección al comedor.

Esa noche noté la presencia de Sebastian en mi habitación mientras estaba durmiendo, cosa que no me sorprendio demasiado ya que es normal que un mayordomo se preocupe por su amo.
Giré la cabeza , aun medio dormido y ví la cama de al lado completamente desecha. - Así que ha venido mi compañero y ni me he dado cuenta-.

Entonces desempaqué alguna prenda de las maletas, aun sin deshacer, y me puse lo primero que encontré. Al terminar me dirigi a la biblioteca con la esperanza de no perderme por el camino.

Estaba tan cansado por culpa del trabajo de literatura y del castigo. Vaya dia que he pasado...
Asi que me quite la ropa, me puse la camisa blanca que me hacia de pijama, y me tumbe en la cama, en la que caí dormido al cabo de pocos minutos.

Cuando llegué a la habitación me di cuenta de que Ciel-san ya se habia dormido asi que sin pensarmelo dos veces, fui a la cama, practicamente corriendo y me acoste en ella. Me dolia a más no poder la espalda y me notaba la cara roja, esperaba al dia siguiente encontrarme mejor para poder ir a la biblioteca por lo del castigo, aunque si seguia asi de verdad tendría que ir a que el sensei me hiciera un justificante. Después de pensar en eso poco a poco me fui quedando dormido.

Despues de haber revisado todos los documentos y poder gozar de un poco de soledad en mi habitación, decidí ir a despertar al joven amo. Entré en la habitación con sigilo, ya que me di cuenta de que su compañero estaba durmiendo también y era mejor no molestar por ahora. Josh estaba en mi hombro. Llevaba una tarta de chocolate y una taza de té, que dejé encima de su mesita de noche y luego me dirigí a su armario y dejé un traje limpio encima de su cama, para cuando se despertara -Oh my...el joven amo cada dia es mas irresponsable -dije para mi mismo, suspirando de resignación mientras volvia a acercarme a su cama. Lo zarandeé un par de veces, pero saltava a la vista que estaba exhausto, ya que no se despertaba - El castigo de ayer fue demasiado, quizá ya esté muerto -dije bromeando cínicamente. Por esta vez iba a dejarlo descansar, ya que hoy tendria muchas cosas que hacer. sonreí en la penumbra de la habitación, me incliné hacia el joven amo y le pasé un dedo suavemente por la mejilla, acto seguido me envaré me voltee para salir -hora de ir a desayunar. Me vas a ayudar, verdad pequeñín? -dije mientras ovservaba a Josh y le acariciaba el lomo, sonriendo con diversión y dejando que mis ojos escarlata brillaran en la oscuridad. Salí de la habitación y me dirijí a la mansión abandonada, a ver si encontraba algun humano solo por allí...

Cuando me desperté ya era mediodia y me encontraba bastante mal, definitivamente la pastilla que me dió Hayato ya se fue asi que volvia con los dolores de espalda y dolor de cabeza. Al abrir los ojos me di cuenta de que había alguien más en la habitación, esta al lado de ciel-san y vesita de una manera algo rara.-¿eh? tu..¿quien eres?-le pregunté aunque no estaba muy en mis cabales ya que la cabeza me daba vueltas un poco.