Otra sesión más de guitarra: probando con la guitarra eléctrica. [Cerrado]

Entré en el aula de música y me dirigí a mi sitio habitual para dejar allí el ordenador, ya encendido. Pensé en ir después a la habitación de Hikari, parecía que iba a hacer algo con Yami - sensei, así que no quise interrumpir. Busqué la guitarra eléctrica, y la acerqué a la silla. Empecé tocando las primeras partituras que toqué con la guitarra normal.

Desde luego, esto sonaba mejor que con la otra guitarra. Bajé un poco el volumen, porque me proponía tocar la canción de la última vez. Pensé que era una suerte tener un brazo derecho como el que tenía, no me cansaba al tocar ni me hacía daño, como al parecer ocurría al empezar a tocar al guitarra, según lo que leí en la biblioteca. Ya tenía bastante dominio sobre el instrumento, porque toqué la guitarra eléctrica sin haberme propuesto concentrarme ni nada por el estilo, además que ni siquiera pensé si cambiaría algo con respecto a la guitarra normal a la hora de tocar. Pronto le podría enseñar a Hikari mi soltura con la guitarra, y de este modo tendría también una crítica constructiva para corregir posibles errores, cuando uno hace algo a veces no quiere darse cuenta de que lo hace mal o hace mal alguna parte. Saqué la aprtitura de la canción, de nuevo, y la toqué una vez para comprobar si podía tocarla bien sin mi concentración especialmente excesiva, como había hecho con las otras partituras.

Acabé de tocar, sin ningún altibajo durante el proceso, y sonreí. Carraspeé para prepararme para cantar de nuevo aquella canción, la misma que el otro día. Tocándola con la guitarra eléctrica sonaba exactamente igual que en mi MP3, y quedaba bastante bien. Comencé a tocar y a cantar al ritmo propio de la canción.

Spoiler:

Acabé de cantar y seguí un poco más con la guitarra para acabar la canción tal y como debía acabar. Eso me había relajado, quizás demasiado, porque bostecé ampliamente. -No, otra vez no. Hoy estaré más tiempo con Hikari cueste lo que cueste- me levanté y volví a dejar la guitarra eléctrica en su sitio. Apagué el ordenador y lo guqrdé de nuevo en el maletín, y me dirigí hacia la cafetería.