Enfermería mañanera, nada mejor para empezar el día. [Priv Saizo Kirigakure]

Le miro, con claro enojo el cual se hace evidente por el ceño fruncido.
Ni de coña le daré la razón...aunque así parece ser, pero no pienso darle el gusto. Ni hablar.
-¡¿Que fui yo?! ¡Dejate de gilipolleces! ¡¿Qué haces TÚ-le señalo-AQUÍ?!-y termino, señalando la cama en la que me encuentro y encontraba hasta hace poco solo yo.

Ya empieeeza...

-¡No empieces de nuevo, bella durmiente!/b]-replico[b]-¡Fuiste tú el que me agarró del brazo cuando te piqué en la mejilla, tienes un serio problema de abandono en el lecho!

Dios, insoportable.

Frunzo más el ceño, controlandome para no ahostiarle de mala manera. Dios, realmente juro que me está costando.
-¡¿Y porque cojones tienes que picarme en la mejilla?! ¡¡Si no estuvieses haciendo el gilipollas, no pasarían estas cosas!!
Si es que tengo razón, ¿para qué cojones tiene que venir a interrumpir mi sueño?

Calma, Hace un momento estaba calmado...lo estaba.

-¡Te enfadas con cualquier cosa, baja tus putos humos de una vez, mentecato!-exclamo, agarrándole del cuello de la camisa. N-no, no le voy a ahostiar....zen....lo prometí a DiA LA MIERDA DIOS! A la próxima recibe!

Le cojo yo también de la ropa, con un enorme cabreo, el cual se acentúa por el dolor de cabeza que empieza a punzarme, jodiendome y molestandome aun más.
-¡Que te jodan! ¡¿Quién cojones te manda a molestar cuando no debes?! ¡Ahora cierra el puto pico antes de que te lo cierre yo! ¡Me das jaqueca!

Intento apartarlo de mí presionando su frente con la mano.

-¡Cierra la boca, gorrón! ¡No haces más que causarme problemas, jodido egocéntrico!-le grito, enojado. Esto va a acabar mal. Empieza a darme pinchazos en las sienes.

Aparto su mano con molestia, encarandole con más mala leche ante el cada vez mayor dolor de cabeza.
-¡Que cierras la boca, joder!
Me va a estallar como no se calle. Aunque dudo que me vaya a hacer caso porque si, pero juro que o se calla por voluntad propia, o le obligo a guardar silencio.

Ah, la mueca de dolor de cabeza que tiene me hace insistir en mi rebote.

-¡No eres quién para darme órdenes, deja de hablar como si fueras un líder, imbécil!-Aaaaah, me saca de quicio! Quién se cree que es para darme órdenes, encima?

Ya está, se acabo, no pienso seguir aguantando sus grititos de histerico. Ni uno más.
-Tu te lo has buscado...-digo entre dientes, molesto, afianzando mis manos en su camisa y tirando de el hacia mi, junto mis labios con los de él, besandole.
Ya he comprobado que con esto se tranquiliza, a ver si funciona también ahora. Porque lo siguiente, en el caso de que no lo haga, es una buena hostia.

¡¿Pero qué dem-?!

¿Se puede saber que coño hace? Yo tenía pensado en darle un puñetazo en la cara y otro en el estómago como venganza si me tocaba mucho las narices, pero ¿ésto? Me recuerda a algo...ah, claro, yo hice una vez lo mismo. Malditos niños, siempre copiando...

Aunque me he sorprendido, también estoy rabioso....¡maldita sea! ¡Es como si se me fuera la fuerza! Y encima, aún sabe un poco a alcohol y es un sabor que me gusta....

No le suelto,por si le da por escaparse, y continuo con este.
Tendré que reconocer (para mi mismo, obviamente), que a mi también me está sirviendo para relajarme y que el dolor de cabeza se vaya yendo. Y...al parecer no soy al unico al que le está gustando.
Creo...que empezaré a considerar esta alternativa para callarlo cuando se ponga pesadito. Sólo tiene aspectos positivos.

Maldita sea...
Por un lado, estoy furioso, pero no solo con él, también conmigo. No debería permitir que mi cuerpo reaccionara así relajándose, cuando realmente quiero matarlo. Por otro lado, también me siento más tranquilo, lo cual no sé si me gusta o no....

Maldito seas, Saizo, sabía que no podía fiarme de tí.

Al notar como se relaja, no puedo evitar sonreir de lado, cortandolo con tranquilidad y permaneciendo con la misma sonrisa pintada, mirandole satisfecho.
-¿Ves? El silencio también es agradable.
Ahh...casi puedo aventurarme a decir que ha sido jodidamente relajante. Casi como un sedante.

En una situación normal lo hubiese estampado contra el suelo y posteriormente su cabeza repetidamente contra el mismo hasta reventarle el cráneo, pero aunque estoy de mal humor, estoy más tranquilo. Le miro mal, ni mucho menos le voy a dar la satisfacción de darle a entender de que sirve de tranquilizante.

-Te odio-replico con una mueca, en voz casi baja. Oh, Dios, ahora que me doy cuenta. Espero que no haya sonado muy infantil.

No me inmuto por la mirada que me lanza. Demasiados años conviviendo con él, como para amedrentarme con ella a estas alturas. Más me intimida una mosca que el.
Cambio mi sonrisa a una mas burlesca. Esto empieza a divertirme~
-¿En serio? Pues no parecías nada a disgusto hace un momento. Mira lo tranquilito que te has quedado.

Este se está burlando de mí....

-Tch-mascullo-No me provoques y aprovecha que estoy tranquilito, ¿no?-repongo, elevando un poco la voz. Mi paciencia no suele ser mucha, así que más le vale aprovechar que más o menos lo ha conseguido-No estoy acostumbrado a eso pero no es molesto-añado, intentando justificarme.

-Ahá.-asiento, dandole la razón como a los locos, sin dejar de sonreir de la misma manera y añadir.-Bueno, si vuelves a alterarte, siempre puedo repetir lo de hace un momento. Es interesante el efecto relajante que tiene sobre ti, ¿no crees?-digo, divertido, volviendo a tumbarme en la cama boca arriba, de manera despreocupada.

Ya se está mofando mucho de mí.

-Cierra la boca-advierrto-A mí me va la pelea, no tus sucios juegecitos de tonteo-replico. En parte, creo que digo la verdad....pero no negaré que no me molesta en absoluto.

Resoplo, rodando los ojos, mirandole con total tranquilidad. Ni que me fuese a alterar por esa estupidez que acaba de soltar.
-Creo que recordar, que fuiste tu el primero en lanzarse encima de mi y besarme, ¿o ya lo olvidaste? Asíque, tecnicamente, este juego de tonteo, lo iniciaste tu.-repongo como si tal cosa. Cierto es que al principio no me hacía mucha gracia pero una vez que descubres las ventajas que tiene...digamos que es bastante interesante y todo.-Y creo recordar también, que te gustaba ¿no?
Y que se atreva a negarlo.

No pasa nada, yo también tengo algo que objetarle.

-Si aceptaras que tienes un problema a la hora de dormir basado en la necesidad de estar abrazado a algo, yo afirmaría eso-comento distraídamente, ladeando la cabeza y mirando a otra parte. Tch, mierda. Esta tranquilidad no es propia de mí, y se me hace....rara.

Bufo, mirandole con el ceño ligeramente fruncido.
-No tengo ningún problema de ese tipo. El hecho de que abrace algo cuando duermo no significa que lo tenga. Es un acto reflejo del cuerpo o lo que sea, pero el hecho es que no demuestra nada.
Ah, no Kamanosuke. Sé por donde van los tiros y no vas a conseguir que afirme algo así, porque no es cierto. No lo es.

Nada, que no da su brazo a tocer.

-No agotes el tiempo de paciencia que me has otorgado-advierto entre dientes, frunciendo el ceño-No soy tranquilo y lo sabes, no seas infantil y deja de molestarme-vuelvo a replicar.

Rio con sorna ante lo que parece una advertencia por su parte.
-No hace falta que me lo jures, y ambos sabemos que, aunque me lo digas, voy a hacer lo que me de la real de las ganas. ¿Algún problema?

Nivel de paciencia actual: cero.

-¡Cierra la boca!-repongo, estirándole las mejillas con fuerza, ya que tanto le molesta-¡Deja de dar órdenes y hacer lo que te salga de los huevos, a ver si te entra en la cabeza que yo también haré lo que me de la gana!

¡Es exasperante!

Frunzo el ceño, mirandole con molestia, sobre todo...¡PORQUE ME ESTA ESTIRANDO LAS PUTAS MEJILLAS! ¡¿Qué no puede entender que no me hace ni puta gracia eso?!
Le cojo las manos, tirando de estas, obligandole a soltarlas y manteniendolas a distancia.
-¡¿Quieres dejar de hacer eso?! ¡Tu si que tienes un problema!