Visita [Privado Menou]

Sentí mi cuerpo estremecer cuando escuche sus palabras. Lo mire lo mas duramente que podía.
- Veo que planeas ir a la carcel... Primero pederasta, ahora secuestro... ¿qué sera lo siguiente? -

Le miro durante unos segundos, con una ceja alzada. Al parecer, le había molestado más de lo que pensé. Tras esos instantes, suelto una leve carcajada y lo atraigo hacia mi en un abrazo, dejando la cabeza apoyada suavemente en su hombro.
-Quién sabe. Quizás hasta acabe en un loquero.-bromeo, divertido.

Bufé un poco, para luego con una pierna enrollarla en la de el, besando su hombro.
- No te quiero loco... bueno si... pero loco por mi ¿vale? -
Me quede abrazado a el, sintiendo el aroma de su cuerpo mezclado con el de la playa.

-Eso ya lo estoy, Ryo.-respondo sin rodeos. ¿Porqué no decirlo? Era la verdad. Y en cierto modo, eso de secuestrarle, en su mayor parte, era algo que, si pudiese, lo haría sin dudar.

Me sonroje al escuchar con la seguridad que el decia aquello. Me olvide de mis "enfados" y lo abrace fuerte contra mi.
- Yo tambien te amo con locura...-

-¿A pesar de ser un pederasta y un secuestrador?-repongo, recordandole en broma lo que había dicho antes mientras lo abrazo tambien con algo de fuerza,juntando nuestros cuerpos tanto como es posible.

Lo mire un poco mal, pero luego una sonrisa salio de mis labios.
- Eso quiere decir que haces lo que sea por amor. Eso me conmueve mucho. Aunque espero que solo sea por mi...-

Alzo una ceja, extrañado por esa mirada, pero al ver como cambia a una sonrisa y escuchar sus palabras, casi me hace soltar una carcajada. Aunque, ciertamente, era otro punto de vista. Uno que me agradaba mucho más que los otros apelativos.
-¿Por quién más podría ser?-pregunto con sorna, alzando una mano y tomandolo de la barbilla, mientras con el dedo gordo acaricio suavemente sus labios.-Aunque ahora lo de secuestrarte...sería por otros motivos mucho mejores~

- ¿Quien mas? Quien sabe... quizas alguna mujer... con pechos...-
Dije sacando un poco los morros.
- ¿Y que motivos serian esos? -

-¿Una mujer con pechos? Lo dudo, me gusta más el tuyo.-digo, deslizando lentamente la mano que lo toma de la barbilla hasta su pecho, y atrapando uno de los pezones con los dedos, acariciandolo.-Y lo de secuestrarte, por eso de atarte a mi cama y que salgas de ahí. Así serías plenamente mío.-termino de responder de manera posesiva.

Una alegria interna me inundo, pero no lo mostre en mi rostro, aunque termine por soltar un jadeo cuando note como pellizcaba mis pezones.
- Unm... Menou... Quiero mancillar todo lo que pueda...-
Dije medio bromeando besando su pecho amplio.

Alcé una ceja ante la inesperada respuesta pero después formé una sonrisa ladina. Y pensar que hace nada era un chico bastante tímido. ¿Lo habría pervertido demasiado?....No, definitivamente. Además, comenzaba a gustarme bastante esta actitud tan pervertida que parecía estar desarrollando.
-Y yo pensando que era yo el que estaba mancillando cada parte de ti~- respondo, pellizcándole nuevamente los pezones, mientras me deleito de los besos que va dejando en mi pecho.

Ronronee cerca de su oreja y le mordi.
- Me refiero... ha hacerlo en toodoos lados... Quiero dejar una marca de los dos por todos sitios...Mi cuerpo ya esta lo suficientemente mancillado por ti...-

Suelto un ligero gruñido ante el mordisco en la oreja, tomandole de nueva cuenta por las caderas. Me estaba calentando de más y a este ritmo, tendría que cumplir la amenaza de atarlo a la cama, en este caso la del hotel, y no dejarle salir en lo que quedaba de viaje.
-Entonces me parece que tenemos mucho trabajo por delante, ¿no?-le digo, pasandome la lengua por los labios de manera sensual.

- Así es... Queda mucho "trabajo"-
Sabía de sobra que comenzaba a calentarse, asi que baje mi mano a su entrepierna.
- Um... La playa ya esta mancillada, pero parece que deseas también hacerlo en el agua ¿eh?-
Le dije en un tono bastante sensual.

La sonrisa va desapareciendo, dejando paso al deseo y la lujuria nuevamente. Me traía loco este Ryo.
Y como toda respuesta, me acerco a sus labios y los beso de la misma manera, bajando las manos a su trasero, masajeandolo brevemente para a los pocos segundos acariciar ese lugar que solo me pertenecería a mi de ahora en adelante, colando dos dedos sin golpe y moviendolos ritmicamente.

Sonrei travieso al ver la expresión que Menou ponia... Me estaba excitando con solo mirarle... Automaticamente le respondi el beso, jadeante al sentir sus manos en mi trasero, y gimiendo dentro del beso al notar sus dedos dentro de mi nuevamente, a lo que respondi con un movimiento de cadera que hiciera que los dedos entrasen profundamente.

Una sonrisa ladina se forma en mi rostro, satisfecho por la acción de Ryo con sus caderas. Ryo se estaba convirtiendo en una tentación bastante peligrosa pero terriblemente placentera, tanto en el sexo como pasando simplemente el día hablando, y sé que estaré dispuesto a hacer cualquier cosa por él...y creo que en su caso es practicamente igual, o al menos, así lo espero.
-No creo ser el unico que tiene ganas de hacerlo en el agua.-susurro en su oido, con un deje sensual.-Deberías ser más sincero con tu sensei.

Sus palabras cerca de mi oreja me hicieron estremecer, abrazando el cuerpo de Menou con mas fuerza. Sentia algo de ansia y necesidad de mas, pero Menou parecia que tenia la idea de torturarme un poco, asi que fui a su cuello, mordiendolo de manera muy traviesa y provocadora, para que continuara, asi que lleve también una mano discreta a su entrepierna, acariciando sus testiculos y la extensión que ya estaba preparada.

Suelto un gruñido al notar semejante mordisco en mi cuello y como acariciaba mi miembro, sintiendo como me hacía perder la poca cordura, sacando los dedos de su interior y tomándolo de la cintura, alzando y haciéndolo rodear con sus piernas mi cadera.
-Me lo has pedido a gritos...Ryo.-susurro en su oido, para seguidamente sin darle tiempo a nada, le embisto con fuerza, introduciendome de una sola estocada.

Le mire de manera muy incitadora, y pareció surtir efecto, ya que el saco los dedos de mi interior, y finalmente me embistio, haciendo que emitiera un gemido sin preocuparme de que la gente me oyera. Simplemente le mire, y le sonrei a pesar del agua y las pequeñas lagrimas que salian de mis ojos por la penetración, para solo finalmente besarlo con pasión.