Curando a Mizusawa [cerrado] +18

ya me había soltado una muñeca y note que me acariciaba el pecho,-ahh..-solte un gemido sin darme cuenta y enseguida me tape la boca con la mano que me quedaba libre, esto cada vez se estaba poniendo mas caliente y creo que yo ya estaba algo duro, pero, aun con una mano libre no tenía para nada fuerzas..y-y ¿q-que consigue..u-usted si l-le digo..q-que me g-gusta?-le pregunte, yo también tenía curiosidad por sus sentimientos y quería saber que tan lejos podía llegar, y si yo sería capaz de aguantarlo...

De su boca salió un gemido. Y sin duda alguna el muchacho se estaba poniendo duro. - No es lo que consiga yo...si no, lo que conseguiremos los dos. - Al finalizar la frase, mi mano comenzó a deslizarse, cada vez más abajo, más abajo, hasta meter la mano dentro de sus pantalones. Acerqué de nuevo mi boca a su oido. - Ya estas duro aqui, Mizusawa. ¿Vas a seguir negandolo? - Lo miré a los ojos. Esperando su respuesta.

ya lo había notado asi que supongo que no me quedaba más remedio que admitirlo, pero también quería saber lo que sentía él asi que costara lo que me costara debía averiguarlo- y ¿q-que hay de usted s-sensei?...¿q-que siente usted?-le dije mirandole a los ojos lo más sinceramente posible para que viera que por mi parte no estaba jugando.

¿Que que siento yo? - Una sonrisa se esbozó en mi rostro. Una sonrisa, en cierto modo, malebola. Agarré la mano de Mizusawa e hice que el también tocara el mio. - ¿Esto, contesta a tu pregunta? - Yo también estaba duro. ¿Como no iba a estarlo? Soy un hombre, esas cosas me excitaban.

en lugar de contestar a mi pregunta cogió mi mano y la llevo a sus pantalones, y, efectivamente, estaba igual de duro que yo. Yo cada vez me excitaba más asi que pensé que esta era mi oportunidad, o me lanzaba ahora o nunca. Asi que inmediatamente despues puse mi mano sobre su cuello y empuje su cabeza contra la mia, de esa manera le di un fuerte y apasionado beso-¿e-esto responde a s-su prengunta s-sensei?-le dije una vez acabado el beso y a modo de respuesta de su manera de contestar la mia.

No me respondió. Simplemente me besó con algo que probablemente creía, que había sido en un apasionado beso. - No quiero un beso como respuesta, Mizusawa. Quiero que me lo digas con palabras. - Acto seguido, me avalancé sobre él y lo besé. Esta vez le demostraría lo que era un beso apasionado. Introduje mi lengua en su boca y comencé a moverla, con movimientos bruscos pero al mismo tiempo suabes. Comencé a tocarlo por todo el cuerpo con mis manos. Su pecho, su cuello, sus brazos, su pene. Mis manos parecía que volaban por su cuerpo. Separé mis labios del muchacho y acto seguido le dí la vuelta. Ahora él estaba boca abajo. Comencé de nuevo con mis ataques. Comencé a lamerle la oreja y el cuello. Mis manos, seguían haciendo su trabajo. Le desabroché los pantalones y se los bajé hasta las rodillas. Después vinieron los calzoncillos, de esta forma quedó al descubierto su miembro, que ya estaba erecto, excitado. Comencé a tocarlo con mi mano y comencé a moverla de arriba a bajo, con movimientos suabes. Mi otra mano, estaba en su parte trasera, abriendo paso a lo que se avecinaba. Acerqué mi boca a su oido de nuevo. - Veo...que eres virgen, Mizusawa. Tranquilo, lo haré con dulzura. - Agarré su cara con mi mano, que había dejado en paz a su miembro que estaba lo suficientemente humedo, y comencé a besarlo de nuevo. Mi otra mano, seguía en su trasero. Aparte mi boca y le volví a preguntar al muchacho. - Mizusawa, dímelo. Dímelo y continuaré.

Después del beso el sensei cambió por completo, de repente se volvió más feroz, ya nada podía pararle, asi que decidí que ya no importaba nada. Después volvió a besarme pero esta vez introdujo su lengua dentro y empezó a jugar con la mía, acto seguido me dio la vuelta, me quito los pantalones y los calzoncillos-ahh..-no pude evitar soltar otro gemido mientras lo hacía ya que, cre que nunca había sentido tanto placer en mi vida. Estaba al descubierto mi pene y además él estaba jugando con él, no podía soportarlo, ya no sentía verguenza alguna sino simplemente ganas de correrme y de que dejara de jugar con el.-ahh..sen..sei..-dije cuando note sus dedos en mi parte trasera, ya sabía lo que venía ahora y, a pesar de que era mi primera vez, no tenía miedo puesto que él medijo que lo haría dulcemente y yo le creia. Entonces volvimos al juego de antes y me dijo que si no aceptaba mi amor no continuaria, eso me estaba matando por dentro-¡ah! ¡sensei! no diga eso..mm..ah..ora..n..no..¡por..favor..!-le dije como pude ya que esta ardiendo en placer y deseando que me hiciera suyo de una vez por todas.

Dilo Mizusawa. Dilo. No voy a continuar si no lo dices. - Para mis movimientos en seco. Mis manos dejarón de actuar y se posaron en la cama. Si no lo decía, no haría el amor con alguien que no me amaba.

De repente se paro, saco sus dedos y puso la mano en la cama. Al hacer eso supe que no había vuelta atras ahora era el momento-¡me gusta sensei! ¡me atrajo desde el primer momento en que lo vi!-le dije mirandole a los ojos esperando que mis sentimientos fuesen correspondidos y que yo no fuera un simple alumno con el que divertirse.

¿Quieres que siga Mizusawa? - Dije retando al muchacho. Mis manos seguían quitas. Sin moverse. Quería que el muchacho me lo suplicase.

No tenía suficiente con mi confesión, tambien quería que le suplicara, aunque, en ese momento tampoco tenía muchas salidas ya que de verdad quería que lo hiciera asi que no me quedó otro remedio. Me acorraló en un callejón sin salida..-¡por favor sensei continue! ¡se lo suplico! ¡ahora ya no hay nada más que preguntar asi que hágalo ya de una vez!-le dije con un tono desesperado. Ahora mismo ya no pensaba en nada solo en lo caliente que estaba y en el deseo que tenía por hacerlo con él.

Una sonrisa se asomó en mi rostro. -Como gustes, Mizusawa. - Ya no había nada que me detuviera. Su forma de decirmelo hizo que me volviera loco. Ya no podía contenerme más. Le dí la vuelta al muchacho e hice que nuestras caras estuvieran frente a frente. - Miralo bien, Mizusawa. Haré que quieras gritar de placer. - Sin pensarlo, comencé a meterla despacio. Le había prometido que lo haría con dulcura, pero como siguiese así, no sabía si podría hacerlo. - Ya está dentro, Mizusawa. Voy a moverme, ¿de acuerdo?. Aguantalo solo un poco y haré que te sientas mejor. - Con un balanceo comencé a mover mis caderas. Tenía agarrado con mis manos a Mizusawa por la cintura, moviendolo al mismo tiempo que yo me movia. - Mizusawa, ¿te duele?

cuando le respondí vi que sonreía asi que supuse que continuaria. Seguidamente me dio la vuelta -ahh..-gemi fuertemente al mismo tiempo que notaba como empezaba a meter su miembro en mi, la verdad esque dolía, no mucho pero si que dolía aunque poco a poco se me fue pasando el dolor hasta que ya no sentia nada más aparte de placer, mucho placer. Al mismo tiempo que nos moviamos, el sensei me agarro por la cintura y yo le agarré fuertemente de los brazos con mis manos. Fué bastante considerado, teniendo encuenta la personalidad que tenía al conocerle, incluso me pregunto si dolía -n..no..duele..sensei..al contrario..se siente..m..m..muy...bien..ahh..sen..sei..-le dije entre gemidos. El placer cada vez era más fuerte y nos estaba consumiendo a los dos..

Je. Me alegro que me digas eso, porque ahora, no me controlaré. -Comencé a moverme más bruscamente. Quería que Mizusawa sintiera mucho placer, tanto como el que estaba sintiendo yo. Mas fuerte, cada vez más fuerte. Se podía oir el sonido que mis movimientos probocaban. - Mizusawa, agarrate a mi. - Le dije al muchacho que se agarrara, pues iba a hacer mis movimientos aún más bruscos. Comencé a sudar. Nuestros cuerpos desprendían demasiado calor. Con mi mano derecha, comencé de nuevo a jugar con el pene de Mizusawa. Quería que se viniera. Me acerqué de nuevo a Mizusawa, mis palabras saliansolas. Yo también gemía. - Aaa...Satoru...- Estabamos llegando al climax final.

Spoiler:

Una vez dicho eso, ya no se oyó nada más aparte de el ruido de la cama provocado por nuestros cuerpos en movimiento y los gemidos tanto míos como suyos.-ahh..s..sen..se..i..me ven..go..ahh..-le dije cuando pofín conseguí llegar al climax y los dos nos corrimos, aunque él lo hizo dentro mio.

Aaaa~~ - Un gemido salió de mi boca cuando me vine dentro de de Mizusawa. El también se vino al mismo tiempo que yo, parecia irreal. Yo aún seguía dentro de el y todavía, no tenía intenciones de sacarlo. - Mizusawa, ¿estás listo para otro round? - dije al muchacho mientras lo volteaba. Esta vez yo estaba de bajo y el encima mío, con las piernas abiertas, y mi pene, aún dentro.

Después de venirnos, note como el pene del sensei se volvia grande de nuevo, aun en mi interior dado que no lo había sacado todavia. Entonces me cogió del brazo y me levanto, de manera que quedamos en una posición bastante embarazosa para mi, el debajo y yo arriba con mis piernas abiertas-ahh..sen..sei..¿o..tro..?-le dije entre gemidos sin poder evitarlo asi que por instinto empeze a moverme para arriba y abajo sucesibamente mientras apoyaba mis manos en el torso del sensei. Acababa de correrme y ya estaba otra vez excitado, estabamos atrapados por la lujuria.

Comenzó a moverse de arriba abajo. - Y parecía que no sabías hacer nada, y sin embargo, te estás moviendo tu solito, Mizusawa. - Volví a agarrarlo por la cintura con mis manos. - Sin embargo, lo estás haciendo muy despacio. - Con mis manos en su cintura, comencé a moverlo rápido y bruscamente. - Ves, así es como debes hacerlo. Vamos, hazlo así, tu solo. - Quería ver que era capaz de hacer cuando estaba tan excitado.

Cuando vio que empezé a moverme, me dijo unas palabara y después me sujeto de la cintura y empezó ha hacerlo más fuerte, luego me solto y yo seguí haciendolo de la misma manera, estaba llegando al climax y mi cuerpo ardia en lujuria..- ahh..sen..sei..creo que ..ya..ahh-gemí cuando volvimos a correros los dos por segunda vez.

Sus movimientos bruscos, hicieron que me viniera de nuevo y él encima de mi torso. Esta vez si que saqué mi pene de su cuerpo. Yo aún tenía fuerzas para más, pero no creía que fuese bueno para Mizusawa, después de todo era su primera vez. Lo bajé de encima de mi cuerpo y lo abracé. Le dí un beso en la frente y lo acomodé ecima de mi pecho. - Creo que...será mejor que te vayas a tu habitación, Mizusawa. Podría venir alguien y vernos, y eso sería un problema para ambos. - Si alguien venía y nos veía en esa situación podriamos ser expulsados y eso no sería bueno. A pesar de que yo no era un profesor y no hubiera pasado nada, Mizusawa era un alumno y aún era menor.

Después de correrse de nuevo, dentro de mi, me dio un beso en la frente y me abrazó, era la primera vez que se mostraba tan tierno. Después me dijo que mejor sería que me fuera a mi habitación puesto que alguien podría vernos y eso metería en problemas al sensei, cosa que no quería, asi que estando deacuerdo con él, me apoye en su torso y puse las piernas en el suelo, aunque las tenía un poco temblorosas, pude mantenerme en pie asi que me subi los pantalones cuando..-¡ah!-grite sorprendido cuando note que el semen del sensei salia y corria por mis piernas -menos mal que ya me he puesto los pantalones, sino lo hubiese visto- pense, dado que por hoy ya había hecho bastantes cosas vergonzosas.B-Bueno s-sensei p-pues hasta m-mañana-le dije sin mirarlo a la cara y con la voz un poco temblorosa, ya me había vuelto por completo la verguenza, y mas despues de lo que habiamos hecho.-¡oh! s-sensei..le agarro la bata..veo que esta manchada de sangre asi que se la devolveré limpia-dije cuando vi la bata estirada en el suelo y toda manchada. Seguido a eso sali por la puerta sin darle tiempo al sensei de contestar, me era un poco dificil caminar porque todavia me dolia pero me las apañé, y asi me dirigí a mi habitación pensando que, gracias a la bata, ya tenía otra escusa para volver a verle.

¡Hey! Mizusawa, ¡espera! - Intenté alcanzarlo, pero había sido demasiado rápido. Estaba en los pasillos, sin ropa, totalmente desnudo. - ¡Mierda! Como me vea alguien así...-Rápidamente me metí de nuevo en la enfermería. Me puse de nuevo la ropa y arreglé un poco la cama donde había echo el amor con Mizusawa. En el ambiente, aún se podía oler el olor que habían dejado nuestras feromonas. Me acosté en la cama para relajarme y tomar tranquilamente un cigarrillo. Metí la mano en el bolsillo de mi bata...-Espera un momento...¡se ha llevado la bata donde tenía los cigarrillos! - Por suerte aún tenía una caja en el cajón del escritorio. Cogí uno y me acosté de nuevo en la cama. Otro día estaba a punto de finalizar y dentro de poco debía volver a mi dormitorio.

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Terminé de fumar el cigarrillo y me levanté de la cama. Ya era tarde y no parecía que alguién viniera. Era la hora del descanso y debía ir a mi habitación a darme una ducha.