Comprobando otra de las "mejoras" y relajándome un poco... [Cerrado]

Entré en las aguas termales, me desvestí y me metí en el agua. Mientras me hundía hasta el cuello, decidí probar otra de las "mejoras" de las que me habló el Ángel, lo de controlar cualquier elemento que antes no había usado con la misma facilidad que si lo hubiera estado haciendo desde siempre. Pensé que la manera más fácil de comprobarlo sería con el agua, ya que la vez que estuve practicando con ella en la playa noté la concentración tan grande que necesitaba. Choqué mis palmas y las puse encima del agua, concentrado en mover las partículas para crear un chorro que se moviese en el aire hasta la hinchazón de mi frente. Cuán grande fue mi sorpresa al comprobar que, realmente, no necesitaba tanta concentración, era tal y como había dicho el Ángel, parecía que lo llevaba haciendo desde siempre. Sonreí, mientras seguía dejando que el chorro me rociase la hinchazón. Un rato después, choqué mis palmas de nuevo, con lo que se deshizo el chorro, y toqué el agua para sacar de ella una tablita de agua, y sin quitar las manos de allí encima, la congelé. Fue igual de fácil que el chorro de antes. Sonreí de nuevo, y cogí la tablita de hielo y me la puse encima de la hinchazón, mientras me hundía de nuevo hasta el cuello. Cerré los ojos, intentando relajarme. Cuando me hubiese relajado lo suficiente, dejaría una nota en la habitación de Hikari para realizar la transmisión.

Me había quedado dormido, y sólo me despertó la tablita de hielo que ya se había descongelado bastante. Una gota fría cayó por mi cara, y abrí los ojos. Me quité la tablita, y me toqué el lugar donde estaba la hinchazón. Ya casi no quedaba nada de ella, sí que se notaba algo hinchado, pero bastante menos que antes. Salí del agua, y empecé a secarme. Cogí las pastillas que había cogido en la farmacia y que tenía guardadas en el bolsillo del pantalón y me tomé una. Me sequé bien, sin dejar ni una gota por mi cuerpo, y me vestí. Me levanté del suelo y me puse de pie. Estaba lleno de energía, el baño me había sentado estupendamente, y la siesta aún más. Salí de allí, en dirección al Gakuen Shiroi.