Un tiempo para pensar. [Cerrado]

Estaba algo solitario, Sebastian no daba señales, asi que suponí que estaba liado con Ciel y su trabajo como profesor en el centro. Así que simplemente me eché en el suelo y me puse a meditar sobre todo lo que me traia de cabeza, que no eran pocas cosas.

en un santiamen llegué a la terraza y divisé a Hayato. estaba pensativo, y no era nada agradable lo que pensaba. Frunci el entrecejo, ya que me desagradaba verlo así. Me acerqué sinuosamente a el y, cuando estuve justo detrás, puse las manos sobre sus ojos, para no dejarle ver y me incliné hasta que mis labios tocaron su oreja -que estas haciendo tan solo aquí?

Cuando estaba sentado, noté unas manos en mis ojos, y acto seguido escuché, -que estas haciendo tan solo aquí? era un tono de voz que era reconocible sin importar el ruido que hubiese. -¡Sebastian!- Aparté sus manos y me abracé a el como si la vida se me fuera en ello.

Me sorprendió un poco al principio, que me abrazara con tanto ímpetu. como había supueso, algo le había pasado en el instituto. correspondí a su abrazo y entorné los ojos -Haya-chan te ha pasado algo? será mejor que me lo digas -dije en tono serio y, acto seguido le hice levantar el rostro, parap oder besarlo

Me pregunto que me pasaba y me besó, yo le correspondí con mucha pasión. -Estos dias te he echado muchisimo de menos...- y me acurruqué en su pecho notando su calor.

-yo también te he echado de menos. -dije cuando me separé de sus labios- he estado ocupado con el joven amo y no he tenido mucha libertad -dije afiladamente y lo observé fijamente -pero no es solo eso lo que te pasa -inquirí. Le puse una mano bajo la barbilla para que no escondiera el rostro y me mirara -me lo vas a decir? -dije en tono dulce. un tono que solo usaba con el. Observé la terraza. aunque no había nadie a esta hora, no me hacía gracia que pudieran interrumpirnos -vámonos de aquí. te llevaré al sitio que te prometí

Me contó que habia estado ocupado con Ciel, cosa que ya imaginaba, me pregunto que me pasaba, me lo dijo en un tono muy dulce que notaba que mi corazon se derretia. -No me pasa nada... solo estaba muy triste sin tí. Aunque, hoy Yami-sensei me preguntó como es que olia a demonio... eso me preocupó...- dije poniendo una cara triste. Dijo que me llevaría al sitio que me prometió y eso me hizo salir una sonrisa radiante. -Sí.-

Dijo que estaba triste sin mi, y yo sonreí, observándolo intensamente -no debes estarlo. estoy contigo, no? -dije en tono burlón. Aunque lo disimulaba, verle esa expresión me llenaba de un sentimiento completamente nuevo. "alegria". Pero esa alegria me duró poco. Me contó lo quel e había dicho Yami. otra vez esa mujer. Entorné los ojos, que ahora brillaban diabólicamente y lo estreché contra mis brazos, mientras intentaba calmarme. hablé lo mas suavemente que podía -es normal que huelas a demonio, ya que yo soy uno y nos acostamos juntos. No te preocupes por lo que diga Yami -le levanté una de sus mejillas con el pulgar para borrarle esa mueca de tristeza y le sonreí. el hizo lo mismo -muy bien, pues nos vamos -lo hize subrise a mi espalda para ir más rápido y eché a correr