Mi lugar de trabajo. [cerrado]

LLegué a la enfermería en pocos minutos. Por suerte estaba cerca de mi habitación. Cuando abrí la puerta corredera, me encontré con 3 camas, separadas entre ellas por una cortina blanca. Una estantería llena de archivos y una despensa llena de medicamentos, gasas y utensilios de medicina. Una silla que parecía comoda y al lado un pequeño escritorio que solo tenía una lampara. Me senté en frente del escritorio y apoyé mis libros. Me senté en la silla y comencé a mirar a mi alrededor. - Asi que...aqui será donde pase la mayor parte del tiempo...- Cogí un libro y comencé a leer. - Ahora solo toca esperar a que venga algún paciente - pensé mientras me acomodaba en la silla.

Lo peor de todo, a parte de que me hubiese caido, era que para ir a mi habitación tenía que pasar forzosamente por delante de la enfermeria, asi que me exponía a que estuviera Yamamoto-sensei por los alrededores.-por favor, que no este..que no este..- pense deseando que no me viera en tan lamentable estado, estaba todo lleno de tierra y con las heridas sangrando un poco, porque el resto de sangre me lo había intentado limpiar con un pañuelo durante el camino. Asi que lo que menos me apetecía era que cualquiera me viera asi de andrajoso y menos Yamamoto-sensei..

Oye...¿que te ha pasado? - Estaba apoyado en la puerta. Anteriormente me había levantado de la silla para ver que tenía en la despensa, de que utensilios disponia, cuando vi la sombra de alguien al lado de la puerta que parecía ir despacio. - ¿Donde te has caido? ¿Acaso prentendias irte a tu cuarto con esas heridas? - Dije en un tono enfadado. - ¿Acoso no te dije que si ocurría algo vinieras a verme?

Mientras estaba ausente en mis pensamientos escuche una voz delante mío..y por desgracias ya era demasiado tarde para evitarlo apoyado en la puerta se encontraba Yamamoto-sensei y me estaba preguntando que me había pasado, asi que se me tenía que ocurrir algo y rápido..-¡ah! Hola Yamamoto-sensei, p-pues la verdad esque no es nada grabe..solo unos rasguños en las manos y en las rodillas y como ve..apenas hay sangre-le dije intentando no parecer muy adolorido..aunque la verdad esque me costaba un poco mantenerme enpie..

de camino al exterior del instituto me llego un olor intenso inconfundible ( mientras me relamo) si mi olfato no me falla es es el olor de la sangre joven y si no me equivoco virgen, que aroma tan intenso, sigiendo mi olfato llege a la enfermeria, este olor me resultra familiar al abrir los ojos me encontre frente con los dos ayer en la cafeteria, que divertido me escondi y pare a observar de nuevo ¿que haria ahora ese estupido chiquillo? en el fondo pero muy en el fondo ese niño no me caia mal del todo era mas me divertia y lo encontraba tan energico.... pero ese hombre puajj con su olor a medicametos, alcohol y tabaco me desagradaba totalmente y me encantaba hacerlo enfadar, veremos que puedo hacer ahora....

- ¿Que no es nada grave? Si solo falta que se desplome en el suelo...- pensé mientras veía como del muchacho caia de sus manos algo de sangre. Me acerqué a el y lo cogí por el brazo. Quería demostrarle que no podía ocultar el dolor. - Dime, ¿te duele esto? - Presioné en una de las heridas que tenía el muchacho en la mano. - Si me dices que no te duele, te dejaré ir. - Dije en un tono burlón.

¡ahh! vale,vale,vale..me-me duele lo acepto..¡au!-dije, mas bien gritando, cuando de repente me cogio por una de las heridas que tenía, asi que no pude aguantar más el dolor..-la verdad esque me cai por una pendiente en el bosque, y, sin querer, se me cayo la novela que me dío-le dije mientras, como pude, rebusque en mi mochila y alcanze la novela que me había prestado y que tanto me había costado mantenerla a salvo.-aunque, por suerte, pude recuperarla..

¿Mi novela? ¡Eres idiota! ¡La hubieras dejado allí! ¡Te has echo todo eso solo por un par de papeles sin sentido! - Estaba muy enfadado. No entendia el porque se había arriesgado solo por recuperar la novela. - ¡Vamos! ¡Pasa inmediatamente a que te cure esas heridas! - Lo agarré por la ropa y lo metí dentro de la habitación. Antes de cerrar la puerta, miré hacia atrás. - Tengo la sensación de que alguien nos mira...como cuando estabamos en la cafetería...-pensé a la vez que cerraba la puerta.

oh cerro la puerta, pero no pasa nada soy profesora aqui bien puedo entrar a buscar un poco de alcohol y unas vendas ( mientras muerdo mi mano para provocar una pequeña herida) bien ahaya voy comienza el espectaculo.
abro la puerta y entro indiferente
perdonen, d¿donde estan las vendas?

¡oh! vaya..la que faltaba..como si Yamamoto-sensei no estuviera lo suficientemente enfadado como para que ademas apareciera saeki-sensei-pensé, dado que no le caía nada bien, o almenos esoparecía por el roze que tuvieron en la cafeteria. Me daba la sensación de que aquello no hiba a acabar muy bien...

no se me queden mirando asi, esta es la enfermeria ¿no? ¿pues donde estan el alcohol y las vendas?
esas miradas incredulas, esto cada vez me divertia mas, ja,ja,ja

Senté al muchacho en la silla y comencé con las curas. Las piernas y las manos eran las que peor estaban. -¿Como demonios te has podido hacer unas heridas tan graves? No deberías....- Pero mi conversación fue interrumpida por una voz que probenía de la puerta. ¿Donde estan las vendas? dijo y al levantar la mirada vi que era ella, la profesora que nos habiamos encontrado, o más bien, que nos había interrumpido, ayer en la cafetería. - ¿Vendas? - Miré que de su mano caia algo de sangre en el suelo. - ¿No eres mayorcita como para hacerte heridas? - dije en un tono burlón - Aaah~~ otra vez esta mujer...seguro que no viene para algo bueno...Seguro que su herida solo es una escusa. - Lo primero, no es donde están el alcohol y las vendas...aqui quien hace las curas, soy yo. - dije en un tono amenazante.

¿de verdad crees q me hace falta ayuda para curarme esta pequeñez? dije en tono mas bien burlon, curarme el a mi por un pequeño rasguño, si hombre solo dime donde estan y podre dejaros a solas ¿no? echandole una mirada al muchacho mientras sonreia ironicamente no quisiera molestar demasiado mas ironicamene aun no me marcharia asi de facil por supuesto

Efectivamente el ambiente empezaba a tensarse y a mi cada vez de dolían más las heridas y sentía unos tremendos pinchazos en la cabeza, pero me propuse aguantas para que el sensei no se pensara que yo era tan debil o más de lo que parecía..

Si es una pequeñez no hacía falta que vinieras aqui. Con agua ya habrías limpiado la herida. - Solo es una escusa para ver al muchacho, estoy seguro. - pensé mientras me dirigía hacía la despensa. Cogí alcohol y se lo dí a la mujer. - Toma. Curate tu sola si tanto lo deseas. - No me preocupaba esa mujer. Tenía un paciente que me necesitaba más que ella y con peores heridas. - Dime Mizusawa-kun, ¿te siguen doliendo las heridas? - Ignoré totalmente la presencia de la mujer y me centré en atender a mi paciente.

bueno al menos consegui mi objetivo, estar dentro y observar a aquellos dos, el olor de la sangre del muchachpo iba cesando, las heridas no parecian ser muy graves pero el pobre tenia una pinta....
me sente en una de las camillas cerca de ellos y comenze a curar la herida,
una imagen paso por mi mente:

Spoiler:

¿quien era esa persona? ¿por que me duele tanto el pecho? me encogi de dolor en la camilla, debe de ser un vmapiro tiene los ojos inyectados en sangre, un dolor empezo a recorrer mi cuerpo a la vez q la ira se apoderaba de mi...... encogida en la camilla me que de tumbada...

Parece que la cosa se iba calmando asi que cuando saeki-sensei se sento en una camilla y se tumbo ya me quede más relajado pensando que no habría ninguna discusion posible. Ahora me tenía que concentrar en Yamamoto-sensei y en como hiba a reaccionar delante suyo..-b-bueno todavía me duelen un poco, aunque cada vez menos.Pero hay momentos, no se por que, en los que me da la sensación de que me falta el aire..aunque..bueno..ya me ha pasado otras veces..-dije pensando en que habeces, cuando sufria daños me entraban estos ataques y no podía respirar, auque el de ese momento fue leve..

Eso. Sientate y quédate quieta. - Pensé cuando vi que se tumbaba en una de las camillas. - ¿Que te falta el aire? Eso no parece bueno... - Me acerqué a la cara del chico. Miré sus ojos detenidamente para ver si sus pupilas estaban dilatadas. Alomejor se estaba mareando por la falta de aire. - Cuando te acabe de curar las heridas, acuestate en una de las camas y descansa. No sería bueno que te desmayases sin nadie al lado. -Seguí con sus heridas. Aún faltaban algunas por curar.

después de decirle eso empezó a mirarme las pupilas y a comprobar que todo estuviera correcto. A mi cada vez se me hacía mas agudo el dolor de cabeza y los pítidos aumentaban y yo ya no sabía que hacer para calmarlos..-mm..deacuerdo aunque si quiere me puedo ir a mi habitación..-dije al mismo tiempo que se me venia a la cabeza mi hermana... Mi hermana, Kaoru, tenía 8 años y por una enfermedad genética se descubrió que a partir de, mas o menos, los 12 años, cada vez que se expusiera al sol durante mucho tiempo le produciría un tremendo dolor de cabeza y, poco a poco, se iria agravando la situación, hasta que al final solo pudiera estar unos pocos minutos al día bajo el sol. A mi me dijeron que no tení sintomas de esa enfermedad pero que si empezaba a tener fuertes dolores de cabeza probablemente seguiria el mismo camino que ella. Al recordar eso me quedé helado, estaba a punto de soltar una lágrima..pero tenia que aguantarme ya que no quería que el sensei me viera de esa manera y mucho menos que descubriera esa historia..- b-bueno creo que si que me recostaré aqui ya que me están aumentando los pitidos en la cabeza y creo que lo que necesito es dormir un rato^^-dije intentando sonreir y ocultar asi lo que en verdad pensaba. Qué estaba empezando a empeorar..

Lo miré. Definitivamente no se encontraba bien. Me estaba preocupando, su cara empezaba a perder color y se tornaba blanca. - Será mejor que te quedes aqui todo el día. Quiero tenerte vigilado. - Puse mi mano en su cabeza y lo despeiné con un gesto de muñeca, como la primera vez. Sonreí. Quería que se relajase y no se asustara.- Tranquilo, si quieres llorar por el dolor puedes hacerlo. - Dije mientras me levantaba e iba a por un vaso de agua para el muchacho.

vi que el medico se levantaba a por agua, debia calmarme pero el dolor en mi pecho era tan intenso, me quede recostada un rato mas puede q la ira se fuese puede q no tengo q recordar quien es ese hombre, ( ¿se encontrara bien ese estupido muchacho?)

¡no!..¡definitivamente no lloraré!-pensé despues de que Yamamoto-sensei me dijera que podía llorar, aunque cuando se levanto para buscar un vaso de agua deje escapar una lagrimita que enseguida limpie con mi manga para que no se notara-jaja..no se preocupe sensei..estoy bien..por cierto..la historia me parecio interesante ¿que tiene continuación?-le pregunte con el fin de desviar el tema de la conversación y asi yo tambien distraerme de mis pensamientos..

¿Hablas de mi novela? No creo que la continue...Toma. - Dije mientras le entregaba el vaso de agua. - Más bien...era un proyecto. Quería hacer una prueba. Proximamente quiero hacer algo más serio. - Saque de mi bolsillo otro cigarrillo para fumar. -Ah...perdón, no debería fumar en la enfermería y menos si hay alguien enfermo. - Lo guarde para mas tarde, cuando aquellos dos se fuesen de la enfermería. Observé que la mujer seguía acostada en la cama. Me parecía raro, pues su herida no era para tanto. - Oye tu, ¿te encuentras bien? - Pregunté a la mujer. A pesar de que no era de mi agrado, era mi obligación preguntar ya que si estaba enferma y la dejaba ir, sería mi culpa por no haberlo notado.

-pues que pena..me pareció interesante..-le dije después de escuchar que no continuaría la novela que me había mostrado. Por otra parte estaba saeki-sensei que, por algún motivo, estaba tumbada en la cama sin dar ninguna señal cosa que me dió mála espina.-es verdad..¿se encuentra usted bien saeki-sensei?-le pregunté después de que lo hiciera Yamamoto-sensei..

¿quiere guerra? no tienes q ser falso conmigo medicu... ( un dolor agudo en el pecho otra vez) esto es algo que tu estupida medicina no puede sanar mi ira iba en aumento preocupate por los enfermos a los que puedes sanar o al menos intentarlo, no creo q ese muchacho se encuentre tan bien como dice lo huelo desde aqui, el dolor ( el dolor me es algo tan familiar) oh, bueno su sabor ( me relamo, pensando en la chupetada q le di ayer) tambien era algo extraño, ¿no quieres probarlo tu mismo? (retandole)