La puesta de sol [cerrado]

Llegué al lago andando lentamente, pensando en si vendría Hikari o no. Cuando llegué al claro deonde estaba el lago, levanté la vista y miré hacia la orilla. Allí estaba Hikari, junto a su gato. Me acerqué donde estaba ella. -Así que al final has venido... no estaba seguro de que quisieras venir...- Me quedé allí de pie, esperando su reacción.

-Lo siento, no sabía que estabas tan concentrada, no pretendía asustarte.- menudo grito pegó, casi me deja sordo. -Por eso mismo yo pensé que no vendrías... bueno, cuando quieras preparo una mesa para el picnic. Ya que has venido, no vamos a comer en el suelo, no quiero que te manches la ropa.- el otro día traje material para hacer una mesa y un par de sillas, las tenía guardadas entre la maleza, junto a una roca que podría servir para la mesa también.

-¿Ya olvidaste lo que hice ayer? Ésa es mi habilidad, espera aquí un momento, ahora vengo.- me fui a por todo lo que había preparado, y junté los trozos que correspondían a cada cosa en distintos montones. -Bueno, siempre podemos ir a comprarlo después del picnic, ¿no?- choqué mis palmas e hice la primera silla. -Entonces, ¿has traído algo para el picnic?- pregunté mientras volvía a chocar mis palmas y hacía la segunda silla. -Si se te ha olvidado, puedes comer de lo mío, he traído más que de sobra porque no estaba seguro de lo que quería.- choqué mis palmas de nuevo y toqué el montón que me quedaba, el de la mesa. Surgió la mesa tal y como la había imaginado. Acerté en los materiales y en la cantidad, es un alivio.

Ese carraspeo al hablar era un poco sospechoso, pero no le di importancia. -¿Quieres que te vaya a comprar uno?- pregunté, sin darle mucha importancia al tema. -Puedo llegar bastante rápido con mi... "habilidad".- Empecé a comer un bocadillo que me traje. La verdad, no tenía mucho hambre.

-Claro, no me supone ningún problema.- parecía dispuesta a cualquier cosa, sí que le debía gustar. -No hace falta, con verte sonreír y con alegría, me basta. Entonces, ahora vengo.- le guiñé el ojo y me puse mirando en la dirección aproximada de la zona de tiendas. Choqué mis palmas y toqué el suelo, concentrándome en crear una columna que me impulsase utilizando los minerales del suelo. En un momento, me encontraba sintiendo el aire fresco en mi cara.

Volví en seguida con el pastel a mis pies. Me bajé de la columna, cogiendo el pastel con cuidado. -Aquí tienes, Hikari.- parecía que se estaba jugando con el gato, o algo parecido.

Se había manchado un poco con su gato. -¡Jejeje! Venga, no digas eso, sólo estoy siendo amable, y eso nunca está de más.- le dije mientras sonreía.

-Bueno, si insistes... cogeré un trozo, gracias.- cogí un trozo y mordí un poco. Menos mal que no le habíamos dado vueltas a lo de anoche, será mejor así, que se lo piense y yo esperaré su respuesta sin prisa. No quiero que se sienta presionada ni nada parecido.

-Pues lo compré en la zona donde están las tiendas, cerca de una joyería... bueno, si eso nos acercamos ahora y te digo dónde es exactamente.- creo que dijo algo hace unos días sobre que había visto una joya que quería o algo así, quizás fuese esa joyería y pudiese descubrir cuál era... al fin y al cabo, las joyas estaban hechas de minerales distintos la mayoría, sólo tendría que ahondar y le podría fabricar una igual o mejor.
De pronto, dijo: "me gusta" hizo una pausa y añadió: "ehhh la fresa" y se sonrojó un poco mientras seguía comiendo pastel. ¿Por qué habría dicho eso de repente? Ya lo había dicho antes, no parecía tener sentido. Bueno, no le di importancia y seguí yo también con mi trozo. -Sí... no está mal, ¿eh?- dije sonriendo.

Así que una cadena... eso sería más fácil aún de hacer. -Pues podemos pasar de camino al instituto, pilla casi de paso. Además, podemos llegar en un santiamén.- dije sonriendo, y nos quedamos mirándonos fijamente y sonriendo, mientras seguíamos con nuestros trozos de pastel.

Empezó a hablar entrecortado, hasta que se quedó callada y me miró a los ojos. Creo que sé lo que quería decir. -Escucha, Hikari, creo que ya sé lo que intentas decirme, pero no quiero que te sientas forzada a decírmelo ahora. Ya te dije que esperaría. Si estás segura y con fuerzas de decirme ahora tu respuesta, por mí vale, pero si no encuentras las palabras o aún no lo tienes claro, puedo esperar más, en serio. Me da la sensación de que te sientes obligada, y no lo quiero así, quiero que lo digas porque estás decidida, no porque sientas presión.- le dije sin dejar de mirarla. Quería que le quedase claro, me había pedido tiempo, y parece que se siente presionada, y eso no lo quiero.

Escuché atentamente lo que me dijo. Menos mal que lo quería de verdad, me empezaba a sentir culpable de estarla presionando solo por estar aquí con ella. Se levantó y se acercó a la orilla, y yo la seguí. Le puse una mano en el hombro, suavemente. -Me alegro de verdad, Hikari, pensaba que tras mi actuación impulsiva de anoche... tu opinión sobre mí habría cambiado... pero en serio te digo que me alegro de que el amor que siento por ti sea correspondido... no soy muy dado a expresar mis sentimientos, en parte por el miedo al rechazo... gracias... esto último lo dije más bien al viento. Necesitaba decirlo. Se me saltaron un par de lágrimas de felicidad, las que ayer no se me escaparon de milagro cuando me declaré.