Mystic....Operatiooon...Company....?!

-Y date prisa. He visto tortugas más lentas.-digo con diversión mientras me acomodo y bostezo, fingiendo estar aburrido de la espera.

Frunzo el ceño, molesto. ¡¿Desde cuando soy el jodido sirviente de este imbécil?! Cuento lentamente hasta 10 mientras caliento el café. Piensa en un algo feliz, algo feliz...prenderle fuego al local me haría feliz.

Una vez calentado de nuevo el café (¿hay gente a al que le gusta el café? es algo que no entiendo....), lo dejo con un golpecito seco en la mesa.

-Como si te importara-bufo. La tentación de coger el café y tirárselo a la cara son enormes, pero no me queda otra....

Golpe seco contra la mesa de la taza = una gota derramada. Es una simple gota para los demás pero para mi es otra razón para poder fastidiarle.
Alzo una ceja y observo con fingida desaprovación la gota que mancha la impoluta (¿?) mesa, dirigiendola despues a la "camarera".
-Limpialo.

Arqueo una ceja a lo que dice. ¿Que limpie el qué? No veo yo que haya gran cosa que...entonces veo como señala a la taza y una....gotita pequeña en la mesa. Venga ya, no me jodas.

-Es solo una gotita de nada, Saizo-replico, con fastidio. Se está poniendo señorito para tocarme la moral, lo sé. Un cliente normal no es tan quisquilloso. Ni siquiera yo lo soy....

Me cruzo de brazos.
-Una gota de MI café que has derramado por servirlo de manera incorrecta. Es tu culpa. Limpialo-exijo de nuevo, sin cortarme un pelo.

Me encantaría tirarle el café a la cara al señorito este. Le falta un monóculo y un bigote....
Pero no estoy que se diga muy fino para discutir ahora.....Suspiro.

-Está bien, está bieeeen-digo, llendo a la barra, cogiendo un paño y limpiando la....gotita microscópica, de la mesa. ¿Es que no va a dejarme en paz?[b]-Ya está! Contento? ¬//¬#

Y más le vale que lo esté.

Mientras va a por el trapo para limpiar la gotita, cojo el café y le doy un sorbor, volviendo a depositarlo donde estaba...mmm...¿con que puedo molestarle ahora? Oh, ya sé~
Cuando pregunta eso, replico:
-Le falta leche.

....

-Como que le falta leche.....antes no te quejaste por eso-le respondo, con cierto aire sorprendido. ¿Qué tripa se le ha roto ya?

-¿Y? ¿Es que uno no puede cambiar de opinión? Simplemente echale más y punto.-le replico con total calma, apoyando un codo en la mesa y la barbilla en la palma de la mano.

NOunonopuedecambiardeopiniónasíquetelavasameterporel...!!!!

-...Sí, claro. Ya voy-digo entre dientes. Ja, que irónico. Cuantas más educadas son mis respuestas, más intensidad tiene mi mirada asesina y con más fuerza me estoy clavando las uñas en la palma de la mano de apretar el puño. Recogo OTRA vez la taza y tiro para la barra. Me cuesta un poco encontrar la leche y tal, y eso me hace pensar, ¿dónde se ha metido la pava esta? Porque espero que no entre nadie más y me toque a mí encargarme de todo, o verá. Ya verá.

En cuanto finiquito el café del Lord Kirigakure de la madre que lo parió, vuelvo a la mesa, dejando con muuuucha delicadeza el café, no vaya a ser que se derrame, o la velocidad a la que dejo la taza afecta a la masa de la misma y le cambia el sabor! ¡Pero es que veo venir que ahora empezará con otra! ¡Lo sé!

-Ya está-digo cansado, cruzando los brazos-Ya tienes tu café con extra de leche, sin azúcar, en una mesa limpia y demás. ¿Ya está, o quieres que te lo sirva en vajilla de porcelana con un juego de pastas?-digo con sarcasmo. A saber....

Señorita maid, que poco me conoces...demasiado poco diría yo para la cantidad de años de convivencia que hemos sufrido bajo el yugo del pervertido de Sanada. ¿Para qué abres la boca?
-No sería mala idea, pero me apuesto lo que sea que echaste la leche sin calentarla antes, ¿cierto?-digo, cruzandome de brazos de nuevo, y alzando una ceja ligeramente.-Con lo cual, el café a dejado de estar caliente.
O, pero si cree que lo voy a dejar ahí la lleva clara...te voy a marear de lo lindo~
-Si lo vuelves a calentar no sabrá bien. Ya no lo quiero.-digo, extendiendo una de las manos y apartandolo de mi, colocandolo más cerca de él.-Traeme un té.

Ya está.

-Saizo, por...por....-no, "por favor" NO....-Déjame en paz....¿¡no ves que tengo suficiente con ésto!?-justifico, tirando de los bordes de la falda del cochambroso uniforme. ¿Qué mierda de tela es esta? Y me pregunto de dónde los habrá sacado....no, no quiero saberlo.-¡No estoy para tus caprichitos de señorito, ni que nos hubieran criado en algodones!

Y tampoco quiero que me maree más la perdiz. Y lo peor, es que no me siento ni capaz de reventarle a hostias ni de decir una sola palabrota. ¡Jodidos complejos, jodido traje y jodido todo!

-Y si no te gusta, pues te vas a otra cafeteríay te pides un té en ella-le digo, cruzándome de brazos otra vez y frunciendo el ceño. Se está pasando y mucho es que no le haya tirado el café a la cara....

Esto era lo que buscaba. Ya empieza a cabrearse. Bien, vamos bien, sólo un poco más y lo tendre despotricando.
-No son caprichos. Soy un cliente y, si eres..."camarera" -digo y remarco con un rintintin especialmente burlón.- tienes que atender a los clientes correctamente. El café no está bueno ya.
Lo sé, se contiene como puede, pero eso es algo que no me importa mucho. Nunca me ha importado, así que, ¿porqué debería importarme ahora precisamente? Y más cuando tengo tan buena oportunidad de mofarme un poco.
-No quiero, no hay más cafeterías por aquí. Y aunque las hubiese, no voy a irme porque tu quieras. Quiero un té. Ahora.

Esto empieza a pasar a oscuro. Noto un tic en el ojo y aprieto la bandeja de manera que creo que, si sigo así, doblaría el metal.

Y encima, lo ha dicho. No quería. Lo hace...a...POSTA.

P-p-pero debo de...tranquilizarme.... Yukari volverá en un rato y cuando vuelva, le endiño a este pesado. Y hablando de eso, esta vez no me va a engañar.

-Pues deprisita-digo de mala gana-¿Dé qué lo quieres? ¿Earl Grey, British Breakfast, Kusmichai, Oolong, Darjeeling, Negro, Rojo, Verde o qué?-enumero rapiditamente. Son años de escuchar las gilipolleces de Yukari, y bueno... de combinar bien el té con dulces. Cosa que este NO sabe. Yo sí, porque soy un experto, pero eso es otro tema.

Pero espera...a ver...qué mas.

-Antes de que se me olvide-añado con acidez-¿Lo quieres con leche, leche de soja, desnatada, entera, tibia, azúcar, sacarina o solo?-se me ha olvidado añadir "mala leche", pero la trae de serie....

Si ha sido capaz de decirme uno solo bien, se lo traigo.

¿Oh? Con que esas tenemos...mmm...yo tampoco sé mucho de tés, pero tener a la pesada de Isanami todo el día dandote la murga sin comerlo ni beberlo, a veces sirve de algo.
Y, si no recuerdo mal, hay un té concreto que comentó que era complicadillo de preparar, por no sé qué del color que tenia que tener cuando se terminaba de preparar. ¿Cómo se llamaba?
-Quiero un té Pu-erh. Y más te vale que esté bien preparado.
El problema es recordar cual era el punto que definía el que estuviese bueno o no, pero realmente no me importa demasiado ahora que lo pienso.

....

Pu-ehr....

Realmente soy ahora el que se quiere poner a reír, pero prefiero no hacerlo. Finjo desaprovación y fruño el ceño.

-Mucho pides tú...está bien, voy a ver si este localucho tiene de té Pu-ehr....-digo con cansancio, dándome la vuelta para ir a la...cocina, que estaba tras eeesa puerta. Sí.

Antes de entrar, lo miro con el ceño frucido.

-Te aviso que tardará diez minutos, no me pidas milagros...-digo, con un tono entre afligido e inseguro.

Si supiera que ha pedido un té rojo cualquiera....lástima me da.

Sonrio de lado, respondiendo con total calma.
-No dije que tuviese prisa y más te vale hacerlo bien, "señorita".-si, ahora que lo menciona, lo de los 10 minutos también me suena algo, pero bagh, por ahora solo quiero molestarle todo lo posible.
Diez minutos se pasa en nada.

...Señorita, ¿dice? Estoy por escupirle en el té cuando lo tenga preparado.

En fin, manos a la obra. Yo sé como se hace esta mierda. No me habré colado veces sin permiso a la cocina, cuando nadie estab (bueno, y cuando estaban también...) a prepararme algo.

Caliento el agua, hecho el té....y a esperar 10 minutos. 10 minutos que me paso pensando, ¿y si le meto insecticida en la bebida? ¿Y si se lo quemo? (n/A: Gamberradas de teófilos nOn) ¿Y si le pongo otro? Pero solo sé que a la larga, no hará más que despotricar. De hecho, seguro que tras esto, aún me saca alguna pega. Se la guardo y bien guardada....

Una vez que se calienta y veo que el color es el correcto y tiene su espuma característica, lo vierto en una taza (boniiita, no se vaya a quejar el Lord....) y aún lo dejo reposar los 3 minutos que le faltan. Y ya está.

En general me sentiría orgulloso de mis inventos de cocina, pero no me siento así. Sigo recordando que es humillante,pero....en fin.

-Ya está-digo con desgana, dejándole el té con suavidad en la mesa-Ahí tienes tu Pu-ehr-digo sin mucha emoción y girando los ojos. Y si no se lo bebe....

Me quedo mirando la taza. Ahora que recuerdo...una de las cosas que mencionó la petar---.....Isanami, fue que era té rojo, y que era de procedencia China. Y creo que esta taza no lo es.
Sonrió por dentro mientras exteriormente chasqueo la lengua y hago una mueca de disconformidad, volviendo a mirarle a él.
-No está en taza china.

No.

-No te lo paso más-le digo secamente-¡Haz con el té lo que se te antoje! -añado de muy mal grado, frunciendo el ceño.

Empiezo a estar harto de la situación, y eso que no llevará aquí ni....¿media hora? Está a punto de replicarme otra de sus lindezas, pero ya me tiene harto. Le agarro del cuello de la camisa y me inclino hasta la altura de los ojos, para dedicarle una mirada asesina.

-Óyeme bien. Puede que trabaje aquí, pero no soy tu esclavo, así que vete a joderla a otra parte. Y a mí y mis movidas en este local ni las pienses. Y en cuanto la kusari-gama....bueno, hablaremos de eso luego-le digo entre dientes y de muy mal humor.

Le dejo hacer, simplemente mirandole con la misma sonrisa burlona que mostraba de vez en cuando y que me había estado conteniendo de hacerlo en mas de un momento hasta ahora, pero ya me da igual.
-No creo que a tu amiga le guste que le hagas esto a un cliente.-digo, refiriendome tanto al hecho de que me tenga agarrado de la camisa como al estar amanezandome...aunque no le sirva de mucho, la verdad.
-Y de la kusari gama no tenemos nada que hablar, si quieres te puedo decir donde está y vas a buscarla. Aunque...-digo, sonriendo más pronunciadamente.-puede que no te guste demasiado oírlo.

Estoy harto de que me diga eso. Como si Yukari fuera aquí la terrateniente....

-¿Tú la ves por aquí?-replico, agarrando con más fuerza el cuello de la camisa-Además, aunque se te tratara como un rey, seguirías siendo igual de desagradable, y no soy muy paciente que se diga-.

Estoy seguro que no me equivoco. Aunque le sirviera bien (eso suena bochornoso, vergonzoso y HUMILLANTE...yo, sirviendo a Saizo? Voy a mirar la opción de homicidio....), seguiría sacando pegas hasta a la presión del aire. Y en cuanto a lo otro...

-Y ya te lo he dicho. Hablaremos de eso luego-añado, con más acidez. No me ha gustado lo que ha dicho, y si le ha pasado algo....lo usaré para afilarla.

Ni me inmuto por el aumento en la fuerza del agarre, manteniendo mi sonrisa y satisfecho por conseguir lo que quería.
-Es tu jefa y, aunque ahora mismo no esté aquí, puedo esperar a que vuelva para hacerle saber lo incompetente, despreocupada y violenta que es su camarera.
Si no tiene paciencia, bien podría haber largado corriendo como ha hecho muchas veces nada más oir que tenia que quedarse atendiendo a la gente con esa ropa. Ahora, es problema de él si anda deviendole favores a la gente por las tonterías que puede llegar a hacer.
-Como quieras, aunque puede que para entonces ya no puedas recuperarla.

Aprieto los dientes de frustración. Estoy a punto de reventarle la cara de un puñetazo, con la mano en alto y todo, pero no lo hago. No tengo motivos para hacerlo. Contaré hasta 10. Sí, con 10 motivos sí tendría que poder pegarle.
Pero no lo hago igualmente. Tiene razón. Es el local de Yukari. Quizás lo que me hago no sea peor, pero más imaginativo y bizarro que una simple tunda seguro que será. Pero me repatea lo que dice.

-Vamos, vas a esperar a chivarte como un mocoso en el parvulario-le digo, bajando el brazo y cogiendo la taza.

Creo que mi kusari-gama me puede. La única pertenencia que tengo en el mundo me pierde demasiado..... Le reservaré un baño de sangre tras esto, y veremos quién será el último que ría. Pero de mientras, en este local, y con el uniforme, no me siento precisamente capaz de armar barullo, y me hace sentir impotente y hasta...vulnerable.

-....¿Qué quieres ahora?-pregunto secamente. Creo que solo me queda esperar a que vuelva Yukari...

Mmm...si no se altera no tiene gracia. Y pensar que tenía ese autocontrol cuando normalmente no es así. Su amiga esa rarita debe de imponerle lo suficiente como para provocar esta reacción y que se comporte.
Me encojo de hombros cuando habla y me suelta, tomando la taza.
-Yo sólo digo que mientras más tarde lo sepas, menos tiempo tendrás para recuperarla. Es más, creo que tu 100% de recuperarla acaba en...-miro el reloj de la pared, sonriendo pronunciadamente.-1 hora aproximadamente. Después de eso, el hecho de que siga allí será cosa de suerte.-digo, acomodandome la ropa y en la silla, diciendo a los pocos segundos- Y quiero un capuccino.