Cumpliendo el requisito... [Cerrado]

Llegué a los barrios bajos, y allí vi a Mac - joy, aunque estaba solo en ese momento. Suspiré, y me acerqué a él. -Hola, Mac - joy...-
-Pasa, Leónid...- se interrumpió cuando se fijó en que no era quien se esperaba encontrar. Decidí hablar antes de que me arrepintiese.
-Escucha... si vengo ahora es porque te considero un gran amigo, y es por eso que he decidido contarte la verdad...- hice una pequeña pausa, y hablé con mi tono normal de nuevo. -Leónidas en realidad era yo disfrazado, vine vestido así éstos días porque sabía que si venía de éste modo- dije señalando mi ropa -No me aceptaríais de ninguna manera, pero me sabía mal no decírtelo, me caes bastante bien- le sonreí, esperando su reacción.
-... Ahh... en fin, como tú has dicho, somos amigos, y no me importa que te hubieses disfrazado. Es más, me alegro de que lo hubieras hecho, si no lo hubieras hecho, habría sido tal y como dices, no creo que te hubiésemos aceptado. Pero en serio, no importa, colega- djo alargando su puño. Sonreí, y choqué mi puño con el suyo. Me quité la gabardina, si esto no servía para cumplir el requisito, no tenía ninguna otra idea de cómo podría hacerlo. Estiré un poco antes de empezar, y concentrándome en ser yo y no Leónidas, empecé con una demostración de breakdance, sabía que ése era el mejor modo de expresarse con Mac - joy. Cuando acabé, algo sonó en mi cabeza. "Tsk... lo has conseguido demasiado rápido, chico, pero supongo que no te lo tendría que haber dicho... para otra vez, no tendrás tanta suerte..." sonreí, con ésto podría probar mi teoría, y decidí probarla con Mac - joy.
-Escucha... durante u tiempo tendré que irme... no sé cuando volveré, ni si será pronto o dentro de mucho... pero antes de irme quiero hacerte un regalo... no te muevas...- choqué mis palmas y le toqué los hombros, concentrándome en transmitirle una pequeña parte de mi alma, tal y como me había contado el ángel que podía hacer ahora. Noté cómo sí que parecía desprenderme de una parte de mí, pequeña, pero lo notaba. Bajé las manos. -Intenta hacer lo que acabo de hacer yo. Sé que es algo difícil, era un estilo bastante complicado, pero confía en mí- le dije sonriendo, y él sacudió un momento la cabeza, parecía que también había notado el traspaso.
-Va... vale, tío, como digas... aunque no sé si me saldrá... allá voy...- se alejó un poco, para no chocar con nada, y observé sonriendo cómo le salía a la perfección. Ésta "novedad" en mi habilidad que me había otorgado el Ángel era increíble, sólo con una parte tan pequeña de mi alma lograba que éste chico imitase a la perfección mi estilo, y eso que había elegido algo realmente difícil... cuando terminó, choqué mis palmas de nuevo y le toqué los hombros otra vez, concentrándome ésta vez en recuperar esa parte de mi alma. Bajé los brazos, igual que antes.
-Gracias, tío, nunca olvidaré que me ayudaste a imitarte tan bien en una ocasión. Tranquilo, mejor no se lo cuento a los demás, ellos no serán tan comprensibles como yo. En fin, tienes mi dirección de correo electrónico, así que ya me contarás cuando sepas si puedes venirte, me gustaría saberlo. Cuídate, man- y volvimos a chocar los puños, mientras yo volvía a coger mi gabardina. Me la puse y me di la vuelta, con la mano levantada en señal de despedida. -Hasta otra, Mac - joy. Espero volver pronto- y me dirigí hacia el instituto.