A por una deliciosa comida~

-Um...-llevandome la comida y masticandola lentamente, tragandola-Me sorprende. Yo, con tu edad, si que me emborraché varias veces-suspiro-Y la verdad es que no estoy muy orgulloso de ello.

- ¿Ves? No se saca nada bueno de eso... solo un mal rato, o incluso hospital. -
Dije mientras enrollaba la pasta y me la comia felizmente.

-Lo sé, por desgracia, lo he vivido personalmente.-digo, dejando el tenedor apoyado en el plato, tomando un poco de vino nuevamente. -Y creo que, en parte, de ahí viene mi odio hacia los hospitales.

Aprete su mano intentando pasarle algo mas de confianza.
- Vaya... tuviste que pasarlo mal... lo siento...-

Desvié la mirada hacia la ventana.
-Bueno, es uno de los motivos por los cuales no me agradan los hospitales.-digo, mirando el cielo despejado fuera del restaurante, para despues de unos segundos, volver la vista hacia Ryo nuevamente y sonreirle de lado.

No queria ver a Menou desanimado por recuerdos tristes, asi que era mejor cambiar de tema.
- Entonces... ¿luego a donde vamos? ¿A la playa? -

Amplie ligeramente la sonrisa.
-A la playa. Seria un desperdicio no darnos un buen chapuzón con el buen tiempo que hace, ¿no crees?

Sonrei feliz al ver que se animaba.
- Bien, pues terminemos y vayamos a la playa.-
Dije tomando mas de mi comida.

-La verdad es que muero por verte en bañador- digo como si nada, para seguidamente continuar comiendo, terminando mi comida y tomando nuevamente la carta.

Me sonroje bastante al oirlo.
- Si ya me viste desnudo...-
Termine casi a la par que el, e hice como el, mirando para el postre.

Llamé al camarero con un gesto de la mano.
-¿Y? Puedo haberte visto completamente desnudo y sumiso, pero seguro que con el bañador te ves estupendo. Además-añado, antes de que llegue el camarero.-es la excusa perfecta para verte medio desnudo.-cuando el camarero se situa a mi lado... -Una piadina, por favor.
Este toma nota y se retira.

- Supongo...-
Sabia a lo que se referia, yo queria lo mismo con el... ambos sentiamos lo mismo que por el otro. Al poco llego el camarero, y pedi un helado de chocolate.

-Aunque me molesta el que los demas puedan verte así.-replico, frunciendo el ceño.

- Bueno... vayamos a un sitio solitario...-
Dije, mientras lo miraba timidamente. Al poco llego el camarero con los postres.
- ¡Yay! Mi helado~ -

-La cuestión es donde...-repongo, pensativo, tomando mi postre y comiendolo, mientras pienso en lugares donde no hubiese mucha gente. Porque era eso...o hacerselo en mitad de todo el mundo para dejar en claro que es suyo.

- Um... escuche que hay una cala... que pasa poca gente por ahi...-
Dije claramente sonrojado, porque sabia que ese lugar era un picadero.

-¿En serio? Perfecto. Allí iremos.-digo rapidamente, con una sonrisa torcida. Si era un sitio poco frecuentado, era obvio el motivo. Pero lo mejor era el que lo propusiese el mismo Ryo. Sabía de su timidez y, para que lo propusiese...le hacía bastante feliz con eso.

- Si... quiero ver el sitio, tiene que ser bonito...-
Dije lamiendo el helado descaradamente.

-Seguro que las vistas son increibles.-digo con doble sentido, manteniendo la sonrisa torcida en mi rostro.
Al ver como lame el helado, estrecho la mirada.
-Ryo...-digo, en tono de advertencia. Si seguía así, no esperaría hasta que llegasemos a la playa...

Saque la lengua divertido y le extendi el helado.
- ¿Quieres? -
Me encantaba verlo asi... que podria tomarme en cualquier momento.

-Si, pero...-digo, inclinandome hacia el.-preferiría que me lo dieses de otra forma~. Seguro que así, está incluso hasta más delicioso.

- ¿Como quieres que te lo pida? -
Dije falsamente inocente. Queria que lo dijera el.
- ¿Quieres el helado, o quizas a m-i? -
Dije mostrnado mi lengua.

-Ambas cosas-respondo tranquilamente.-No me gusta de la cuchara, asique, ¿porque no me lo das boca a boca?

Sonrei, y descaradamente tome un bocado de mi helado, me levante y me sente en el regazo de Menou, pasando mi brazo por su cuello, besandolo con el trozo en la boca, dejando que se derrita con nuestros alientos.

Me aparte un poco de la mesa al verlo levantarse y acercarse a mi, colocando mis manos en sus caderas al sentar y respondiendo a eso dulce beso. Sintiendo como el helado se funde entre nuestras bocas mientras mi lengua recorre cada parte de su boca, jugando con la de él.